
Especial Halloween
No podemos olvidarnos del día que era hoy, y para Harry, iba a ser su primer Halloween que no iba a estar encerrado en el armario mientras sus parientes iban a celebrarlo con el resto del vecindario.
Siempre tenía envidia de su primo cuando este volvía con una cesta en forma de calabaza llena de dulces y nunca podía participar.
Pero este año para su sorpresa fue diferente.
Como cada año se estaba preparando para irse al lugar mas escondido que encontrara y no molestar durante la festividad de Halloween, pero vaya tu la sorpresa que se llevo cuando Jane lo fue a buscar a su escondite y lo llevo hacia el salón donde todos estaban en sus formas normales listos para ir a buscar dulces.
Normalmente no lo celebrarían y lo pasarían yendo asesinar aprovechando que todo el mundo iba con disfraces no llamaban la atención en sus verdaderas formas, pero este año habían preferido esperar e ir asesinar cuando Harry ya estuviera dormido, mientras tanto iban a celebrar algo que estaban seguros que jamás había celebrado.
Trenderman se había encargado de confeccionar el disfraz de calabaza, era adorable y lo mas correcto para la edad que tenía, los de las tiendas eran horrorosos además de que muchos no parecían para niños aunque la edad pusiera lo contrario.
Así que llevándose a Harry a su habitación hizo un rápido trabajo en ponerle las medias negras las botitas naranjas con hojas de cordón verde, la parte de arriba en si parecía mas un vestido que no una calabaza hinchada, pero igual tenía la estereotípica cara de las calabazas talladas, el cuello era una especie de bufanda de hojas verdes teniendo en cuenta que ya hacía frío y no querían que se resfriara, acompañado de unos guantes naranjas y una camiseta negra debajo, en la cabeza llevaba un sombrero de punto de calabaza, con cara y hojas.
Para finalizar le dio una cesta un poco grande que tenía forma de calabaza y él mismo - Trenderman-, llevaría el abrigo de Harry en la mano por si la temperatura bajaba mas.
Sus hermanos y el estarían en las sombras vigilando que todo fuera bien y que no hubiera ningún peligro.
Bajando las escaleras se encontró con todos los demás quienes al ver al pequeño vestido de calabaza casi les da un derrame nasal de proporciones épicas.
Ese niño era demasiada lindura en un cuerpo tan pequeño.
Pronto estuvieron en el vecindario mas cercano a su casa donde ya había muchos niños yendo y viniendo por las casas, así que se separaron en grupos y fueron a pedir dulces.
Obviamente el grupo que no estaba con Harry estaba mas pendiente de espantar a los brabucones que se acercaban al grupo donde si estaba queriendo sacarles los caramelos, viendo que la lindura en traje de calabaza estaba ganando muchos dulces.
Pero por supuesto las energías de Harry no duraron mucho y las fuertes emociones de felicidad y amor hacia su nueva familia que estaba sintiendo lo cansaron mucho mas que el solo caminar, así que, mientras Splendorman se iba a casa con Harry en brazos y todas las canastas de dulces del resto que habían conseguido, solo para dárselos a Harry mientras no miraba o estaba distraído, fue el único que esa noche no fue a seguir la tradición de todos los años.
Después de todo, tenía que haber alguien en casa por si Harry se despertaba en medio de la noche asustado o algo.
No eran una panda de irresponsables de mierda.
Tampoco es que fuera un gran sacrificio para él, adoraba pasar tiempo con Harry a solas aunque este estuviera durmiendo.
Eran sus pequeños momentos y estos le ayudaban a mantenerse tranquilo y no matar al resto de los habitantes de la casa por acaparar la atención de lo que consideraba suyo.
Se podría decir que a todos les pasaba lo mismo.