Shock.
Los ánimos en el colegio seguían bajos a pesar de que ya había pasado un mes, el hecho de que el agresor aún seguía sin ser atrapado mantenía a los alumnos en guardia, pese a estar en el “lugar más seguro del mundo” no se sentían así al menos no para los omegas, Harry no era el único que siempre iba acompañado, la gran mayoría de alumnos omegas siempre estaban en grupo y evitaban salir por la noche de sus salas comunes.
Draco se encontraba en la sala común de las serpientes estos últimos días su humor ha ido empeorando cada vez más, siempre que busca a Harry para poder hablar con él y preguntarle por su estado de salud, era interrumpido por cualquiera de sus dos amigos o se encuentra ya con la molesta rata de tierra, haciéndole imposible hablar con el pelinegro, Zabini quien se encontraba preparando un poco de té y café para ambos solo veía a su amigo con resignación no entendía por qué Draco se comportaba de dicha forma, sabía que los sentimientos de él por Potter habían cambiado desde comienzos de este año escolar aunque normalmente su relación pese a ser un poco tensa por los constantes enfrentamientos verbales siempre había cierto aire de admiración por ambas partes, por ello no se le había hecho extraño que de un momento a otro Draco tuviera sentimientos más románticos por el pelinegro, pero lo que si no podía comprender era porque el mismo Draco aun trataba de negarlo, desde el incidente del chico omega Hufflepuff los nervios de todos habían estado muy sensibles, y el mismo Potter aun siendo beta siempre estaba en compañía de alguno de sus amigos y el hecho de que Digore este con él causa una reacción bastante violenta en su amigo.
—¿Por qué no tratas de hablar con el durante el entrenamiento de Quidditch?— sugirió Zabini dando un ligero sorbo a su café.
Draco le miro por un segundo y acto seguido se levanto de su asiento dejando al pobre de Zabini solo en la sala común únicamente con su café recién preparado y un té sin dueño , el rubio camino con paso apresurado todo el camino desde las mazmorras hasta el campo de Quidditch, esta tarde el equipo de Gryffindor estaba teniendo una partido de practica con sus nuevos reclutas, al llegar sus ojos barrieron todo el cielo que cubre el campo buscando a la persona por la que casi termina sin aliento, algo raro en él, sus ojos recorrieron varias veces el campo antes de que por fin su mirada se posara en el pelinegro que buscaba con tanta desesperación mirándolo fijamente por unos segundos y como si Harry hubiera podido sentir dicho mirar voltio hacia la dirección en la que se encontraba el rubio cruzando sus miradas, el corazón de Harry se aceleró un poco antes de calmarse voló hasta donde se encontraba su capitana antes de dirigirse a toda prisa y al bajarse de su escoba Draco camino hasta el y tomándole de su brazo lo llevo hasta un lugar más privado y lejos de las miradas indiscretas de los compañeros del pelinegro.
—¿Qué sucede? ¿Qué te trae por aquí?— pregunto Harry mirando la mano pálida que le sujetaba la suya.
—Qué otra cosa puedo hacer, si no es ahora ¿en qué momento puedo hablar sin que nos interrumpan tus amigos?— respondió Draco soltando un bufido al final de su argumento.
Harry al notar su expresión no pudo evitar soltar una ligera risilla —Lo siento, con lo sucedido en los últimos días, preferimos estar juntos, ya sabes, nos cuidadnos entre nosotros—
Draco volteo para encontrase cara a cara con él mirando fijamente aquellos ojos esmeralda que en los últimos días había deseado ver de cercas, —Como sea, ¿Cómo está tu salud?—
Harry lo miro sorprendido pero feliz por su preocupación, desde la última vez que se desmayó, no habían podido hablar entre tratar de regular sus feromonas para ser menos inestable y la agresión al joven omega no había podido hablar con Draco, en más de una ocasión había intentado acercarse a él, pero ocho de cada diez ocasiones era interrumpido por Cedric quien lo había estado cuidando aun sin que él se lo hubiera pedido, aunque se lo agradecía le resultaba molesto el hecho de que no tuviera ningún momento para hablar con la joven serpiente, también porque se sentía inseguro aun no quería que nadie se enterara de su condición y se sentía nervioso cada que estaba con Cedric, temeroso de este pudiera notar su condición. —Mucho mejor gracias por preguntar, las fiebres han sido menos, todo gracias a las pociones de la enfermera—
—Puede que suene raro lo que voy a decirte pero si te encuentras mal o te sucede algo siempre puedes venir a hablar conmigo, hare todo lo posible por ayudarte— Draco quien no había soltado la mano de Harry y tomándola con mayor firmeza que antes sin apartar la mirada del chico.
Por su parte Harry contuvo su respiración mirando los ojos grisáceos de Draco y sintiendo el calor que emanaba de las manos del rubio tuvo un impuso, uno que le hacía querer confesarle no solo sus sentimiento sino también su condición, creía desde ya hacia un tiempo que si era Draco todo saldría bien, pero antes de que algo pudiera ser dicho el ambiente se puso tenso en la sala en la que se encontraban las puertas se habían abierto de golpe y un olor fuerte demasiado dulce lleno por completo el lugar, haciendo que ambos chico miraran en la dirección de la que provenía todo el alboroto, una chica había entrado se encontraba agitada y con la mirada desorientada, su rostro se miraba rojo era evidente que tenía fiebre, Harry iba a preguntar qué era lo que sucedía cuando sintió que la mano que le estaba sujetando hasta ese momento se tensó acto seguido Draco le soltó caminando a paso apresurado a la salida y sin decir nada se fue de ahí, desconcertado Harry vio que la chica se desplomo en el suelo solo después de esto salió de su trance y se dirigió a donde estaba ella, aunque su cambio a un no estaba completado ahora podía decir con precisión que la chica frente a él, era omega y estaba atravesando su ciclo de celo, sin poder hacer otra cosa más que sujetarla la llevo a la enfermería.
Mientras la chica aún se encontraba inconsciente sus amigas llegaron a la enfermería habían escuchado lo sucedido y se apresuraron a ir a comprobar el estado de su amiga, al llegar una de las chicas se dirigió a Harry y le dio las gracias, el menciono que no había sido nada y que era algo que cualquiera hubiera hecho, cualquiera menos Draco pensó.
—Escuchamos que Malfoy también estaba cuando todo sucedió y el solo se fue sin ayudar— comento una chica con una larga cabellera, las tres chicas que habían llegado y la que se encontraba descansando eran de la casa Slytherin.
—Amber no deberías enojarte, conoces al superior y sabes que él odia a los omegas— comento la chica que le había dado las gracias a Harry quien al escucharla tenso sus músculos.
—Lo se Daphne pero, aun así es molesto mas con el hecho de que aun no han atrapado al que le hizo eso al chico— las tres chicas comenzaron a discutir sobre el tema Harry aun se encontraba procesando lo comentado por la chica llamada Daphne por lo que sin más opción cuestiono —Draco ¿odia a los omegas?—
Las tres chicas le miraron y al unísono asintieron con la cabeza —No a todos los omegas, solo soporta a su prometida, de ahí en adelante omega que se acerca a él sea chico o chica es ignorado o incluso insultado— comento la chica llamada Amber.
—De hecho por eso es popular entre los omegas, aunque es un alfa de elite con las mejores calificaciones y son un cuerpo y rostro atractivo es sumamente devoto a su prometida, la mayoría de los alfas son unos playboys, Malfoy es bastante decente aunque es una lastima que ya este comprometido—
Las dos chicas estuvieron de acuerdo con el comentario final de su amiga y comenzaron a reír y conversar entre ellas, Harry por otro lado estaba completamente aturdido sabia por rumores que se decía que Draco y Astoria estaban saliendo, no era algo nuevo para él aunque nunca había visto a ambos juntos, Draco siempre estaba con su mismo grupo de amigos y la única chica con la que lo había visto interactuar de forma propia y no por encargo de alguna clase era con Pansy, pero el hecho de que odiara a los omegas nunca lo había escuchado, era verdad que nunca lo había visto con alguno pero para ser sincero hasta ahora él mismo había ignorado por completo la existencia de dichas personas o mas concretamente de dicho género, por lo que al enterarse del odio por este género y el cómo se comportó hace un rato le hacía querer acobardarse de confesarle su situación, y si… al enterarse de su género lo comenzara a odiar e ignorar que tan doloroso seria eso.
Harry no sabía como pero había llegado a la sala común con las ideas revueltas y un sentimiento de miedo y pánico en su interior, al llegar los gemelos lo miraron distraído y al lanzarse una mirada cómplice entre ellos fueron hasta donde Harry y con un movimiento de su varita varios ruidos ensordecedores se comenzaron a escuchar a su alrededor tomando al distraído Harry con la guardia baja y haciendo que saltara por el susto provocado, los gemelos al ver su expresión de miedo y conmoción además de que sus ojos estaban algo cristalizados como si estuviera a punto de llorar al verlo Fred no sabía que expresión tener, nunca había visto de dicha forma a Harry querían reírse pero algo se los había impedido, una vez que este regreso a sus sentidos les lanzo una mirada de disgusto y se marchó de ahí directo a su dormitorio, Fred y George no sabían que hacer y se quedaron de pie mirándose el uno al otro realmente confundidos.
Ron quien estaba terminado de arreglar su guardarropa recién lavado escucho el ruido y vio a Harry entrar con bastante molestia, —¿Qué sucedió amigo?—
—Los imbéciles de tus hermanos que no tienen nada más que hacer que molestar al prójimo— dijo disgustado quitándose el equipo de Quidditch que no había tenido oportunidad de quitarse.
Ron sorprendido le miro pese a que sus hermanos siempre hacían bromas, realmente nunca Harry se había enojado por ello, de hecho él era participe de muchas de aquellas bromas, —¿Qué paso realmente? No creo que las bromas de Fred y George sean realmente la causa—
Harry detuvo sus movimiento mirando fijamente el suelo antes de sentarse en la orilla de su cama y mientras comenzaba a desatarse las cuerdas de sus zapatos dijo —¿Sabes algo sobre el odio de Malfoy por los omegas?—
—¿Malfoy odia a los omegas?¿eso te dijo?— sorprendido Ron miro a Harry quien en todo momento no aparto su mirada del piso.
Negando con la cabeza Harry le contó lo sucedido esa tarde y como las compañeras de la casa Slytherin le habían dicho lo que sabían al respecto.
—Sé que estas un poco sensible por todo lo sucedido y por lo que te está sucediendo pero no creo que sea conveniente creer en solo rumores—
—¿Qué sugieres? No es como que pueda ir y decirle Hey escuche que odias a los omegas ¿es cierto?—
—¿Por qué no?— respondió Ron alzando los hombros.
Harry le miro exasperado ante su comentario —ok, ok porque no solo vas hablas de lo que normalmente hablas con él y que una cosa lleve a la otra y pregúntale, que sea algo casual dentro de su conversación—
—Siempre estoy con ustedes ¿en qué momento puedo hablar con él?, si hasta tuvo que ir al entrenamiento del equipo porque de otra forma no habría sido posible, no estoy diciendo que no me guste estar con ustedes y les estoy agradecido pero Malfoy no puede acercarse por ese hecho—
—Ve y habla con él ahora, la sala común está en las mazmorras al igual que el aula de pociones además de que tu tío es el maestro a cargo de la casa de las serpientes—
Al escucharlo Harry abrió los ojos con compresión y se levantó dándole unas palmadas en su hombro salió corriendo de su dormitorio y se apresuró a ir al aula de pociones le pediría a su tío que le hablara a Draco y de esa forma podrían hablar en el aula sin que nadie interrumpa, siendo el aula del profesor más temido nadie iría hasta ahí para pasar el rato, antes de llegar cuando pasaba por el gran comedor se encontró con Cedric quien salía junto a sus amigos del lugar, al verlo Cedric no pudo evitar sonreír y se despido de sus amigos yendo directo a donde estaba Harry.
—Harry ¿vienes por algún aperitivo?— pregunto Cedric quien se veía feliz de verlo.
—No, voy camino al aula de pociones el profesor Snape me pidió que fuera creo que hice mal la última poción que pidió—
—Vamos te acompaño, para que no te aburras al ir hasta ahí—
—Oh no, no hace falta gracias, no quiero que tengas que esperar, siempre que hago algo mal me pide que haga algún ensaño o me regaña por más de una hora seguida, me sentiría mal si tienes que esperar— dijo apresurado.
—No hay problema lo hago con gusto— dijo mientras sonreía de oreja a oreja, a la vez que estiraba su mano para acomodar unos cuantos mechones rebeldes en la cabeza de Harry, —Me sentiría intranquilo si te dejo ir solo—
—En serio lo aprecio pero— antes de terminar su oración Cedric dijo —Solo te acompaño hasta el aula y de ahí me voy estarás con el profesor por lo que ya no me sentiré preocupado— Harry ante la insistencia y ante la buena voluntad solo pudo estar de acuerdo con él haciendo que Cedric sonriera aún más feliz que antes.
Sin más que decir ambos chicos caminaron hasta el aula de pociones su conversación fue fluida y divertida, hablaron de lo que hicieron durante el día y de vez en cuando Cedric decía algún comentario que hacia reír a Harry haciéndole olvidar sus preocupaciones por momentos, al llegar Harry se despidió de Cedric y antes de entrar se cercioro de que este último se había ido, Snape ya los había escuchado por lo que cuando Harry entro no le sorprendió verlo pero si estaba algo extrañado en estos días sus conversaciones habían sido netamente escolares, desde que descubrió la situación de Harry y le reprendió por ocultarlo su relación había estado algo incomoda más que nada por parte del menor.
—¿Qué te trae por aquí?— pregunto mientras se quitaba las gafas que utilizaba por la noche al realizar sus trabajos de oficina.
—Yo… tengo un favor que pedirte— dijo algo avergonzado.
Lazando una de sus cejas Snape le miró fijamente —Así que, solo al necesitar algo vienes a verme pero cuando es algo importante te olvidas completamente de mí—
—¡No! Es solo…. Lo siento, en los últimos días y por todo lo que ha pasado realmente me he dado cuenta de mi negligencia al no habértelo dicho a ti como mi profesor, tutor y sobre todo como mi tío el hecho de que mi género estaba cambiando, solo era realmente ignorante de la situación— Harry ya no sabía que más decir, realmente se sentía mal por lo sucedido y por habérselo ocultado a él y a su padrino, sabiendo que le cuidan y quieren.
Al verlo realmente arrepentido Snape no tuvo más remedio que suspirar resignado ya conocía a su sobrino y sabía que era algo baboso y lo de recién realmente era sincero y no soportaba verlo así por lo que no tuvo más remedio que ceder ante él —Olvídalo, pasado, pasado esta mejor dime que es lo que necesitas—
Harry sonrió y camino hasta el frente de su escritorio —Bueno a decir verdad…— le conto todos los cambios de su relación con Draco desde aquel castigo hasta ahora y de sus sentimientos por el rubio, —Por eso quisiera pedirte si puedes traer a Malfoy hasta acá y si nos dejarías hablar por unos minutos en el aula—
Sorprendido Snape no sabía que era lo que más le había impactado si el hecho de que ahora los rivales jurados desde el primer año se habían hecho amigos solo por un castigo o el hecho de que su sobrino que se estaba convirtiendo y que aún no era omega por completo sus hormonas ya lo habían hecho enloquecer por un alfa y ese alfa era nada más ni nada menos que el chico que supuestamente odiaba.
—No me mires así, esto me sorprendió más a mí que a ti, realmente no termino de digerir esto que siento—
—Solo tengo que decirte que aunque el señor Malfoy no odie a los omegas debes saber que su familia es estricta con el linaje y al ser tu un mestizo que no solo es Mestizo también eres un omega masculino que se desarrolló más lento de lo normal no estarán muy felices de tenerte en su árbol genealógico— al terminar su comentario salió del aula para ir a por el rubio.
Durante su espera Harry se planteó diversos temas de conversación para llagar a la idea central de todo y también tratado de ensañar el inicio de su conversación, al escuchar el ruido a fuera su corazón comenzó a correr como loco el profesor Snape entro al aula y le dijo que ya le había dicho a Draco que debía venir al aula solo estaba terminado con algunos encargos y que no tardaría más de diez minutos en llegar, tomo sus cosas y salió diciendo que el aula se cerraba de forma automática por lo que una vez que terminaran su conversación se fuera directo a su dormitorio y que no debían olvidar el toque de queda.
Harry sintió que el tiempo corría cada vez más lento así como el caer de la arena en el reloj que se encontraba en el escrito, sin parar de repetir las conversaciones en su mente Harry miro nuevamente el reloj ya habían pasado casi treinta minutos desde que su tío se había ido, pensando en que algo había pasado se levantó y salió del aula, camino algo apresurado en dirección a la sala común de las serpientes, antes de dar el último giro en el pasillo escucho algunas voces, por lo que se colocó apresurado detrás del muro y asomando ligeramente la cabeza pudo distinguir dos siluetas una masculina y otra femenina estaban a la mitad del pasillo parecía que la chica estaba llorando, mientras el chico se encontraba sujetándola de los hombros con ambas manos, Harry no sabía que hacer ese pasillo era el único por el cual podría llegar a la sala común.
—Vamos— al escuchar la voz del chico Harry se sorprendió y volvió a mirar esta vez con más detalle, y como suponía el chico era el rubio a quien había estado esperando en el aula todo este tiempo, mirando a la chica más detalladamente Harry pudo notar que se trataba de Astoria, la que se decía era la prometida de Draco, Harry miro a ambos no sabía qué hacer, ni podía escuchar por completo su conversación, menos lo que decía la chica su voz era demasiado baja para ser escuchada, pero antes de poder decidir qué hacer la sorpresa invadió a Harry y una ola de miles de emociones se arremolinaron en su pecho, un zumbido comenzó a sonar en ambos oídos, la imagen de las dos personas a mitad del pasillo lo sumergió en un estado de shock, no sabía cómo ni porque pero ambas personas ahora se encontraban abrazadas y se besaban, Draco coloco su mano en la cintura de la chica mientras esta rodeaba su cuello con ambos brazos, era un beso apasionado.
Harry sentía que su respiración se entrecortaba le era difícil el poder respirar, se alejó del lugar con paso apresurado, no estaba corriendo pero como si lo estuviera, no podía ver nada a su alrededor únicamente veía el suelo frente a él en su caminar, el zumbido aún no se había ido y el dolor ya no solo estaba en el pecho sino también en la cabeza, sentía que le era difícil respirar, no sabía que hacer no sabía cómo actuar y no sabía adónde ir, solo sabía que quería estar solo, siguió caminado sin rumbo fijo pero su vista se nublo y su fuerza se perdió.