
Harry se encontraba prácticamente corriendo por los pasillos de la academia de arte. El chico se disculpaba cada pocos minutos con las personas ya que en su emoción chocaba con ellos por accidente, estas en vez de recriminarle le regalaban sonrisas al azabache de apariencia encantadora. Su emoción era notable desde la distancia, la enorme sonrisa en su rostro iluminaba el lugar provocando que los demás sonrieran sin otro motivo que verle feliz.
— ¡Harry! —llamaba Hermione intentando seguirle el paso a su amigo. El chico se detuvo impaciente ante el grito de Hermione queriendo continuar su camino—. Dejaste tu libreta.
—Gracias Herms —dijo el chico guardando rápidamente la libreta, eso le permitió a Hermione avistar la gran cantidad de cosas que llevaba, que incluía ropa de cambio que no era de pintar.
— ¿Por qué llevas tanta prisa? —preguntó Hermione con curiosidad, pensando en que tenía tan feliz al chico que usualmente era muy tranquilo.
—Draco vendrá a recogerme —respondió Harry dejando escapar un chillido emocionado, un instante después tapando su boca por el ruido, pero su mirada enamorada seguía allí.
Hermione comprendió de inmediato la actitud de su amigo, siempre que mencionaba a su novio, sus ojos esmeraldas se iluminaban. A ella realmente se le dificulta entender su relación, eran dos personas totalmente diferentes, en todas las oportunidades que tuvo de ver al rubio este portaba un semblante serio y frío, mientras que Harry era un algodón de azúcar andante, y no porque hoy estuviera vestido con un enorme suéter rosa que por cierto le daba un aspecto adorable, si no que así como su apariencia era su personalidad.
— ¿Me veo bien? —Harry dio una vuelta para que su amiga pudiera observar su atuendo.
—Malfoy estará encantado al verte —dice Hermione sincera.
—Dray te ha dicho que puedes llamarlo por su nombre —habló haciendo un puchero. Era cierto, fueron las palabras del rubio luego de que Harry lo mencionara, pero la expresión del mayor no dejó muy convencida a Hermione.
— ¿Qué harán hoy? —quiso saber Hermione una vez reanudaron el camino hacia la salida del edificio, con un Harry más calmado.
—No lo sé —el azabache se veía pensativo—, Dray no me lo quiso decir, es una sorpresa por nuestro aniversario —definitivamente el chico irradiaba alegría por cada poro.
— ¡Oh, Harry, felicidades!
—Un año Herms, aun no entiendo qué ve Draco en mi —se quedó inmóvil en el sitio, su expresión cambió drásticamente, sus ojos se aguaron y mordía su labio nervioso.
—Malfoy te adora Harry, cualquiera que los vea interactuar se daría cuenta enseguida, él te mira como si fueras lo más importante en su mundo —Harry le dio una pequeña sonrisa—. Eres una excelente persona, me ayudas, me escuchas y me apoyas, sin duda el mejor amigo que puedo tener.
—Gracias Hermione, te quiero —Harry abrazo a la chica—, Ron es un estúpido por terminar contigo —lo último lo dijo intentando verse enojado, solo logrando parecer tierno.
—Eso no importa Harry —un tema aún delicado—, Mejor cuéntame qué le regalaras a Malfoy, ustedes y su competencia por quien da los mejores regalos —Hermione negaba con su cabeza, pero en el fondo le gustaba la idea, quizás extrañaba a su novio, exnovio.
—Yo... —el chico no pudo terminar de hablar, su rostro se había puesto rojo y lo cubría con las mangas de su suéter.
— ¿Qué planeas Harry Potter?
—Uh, yo, quiero... —hablo bajito acercándose a Hermione, observó a su alrededor asegurándose que nadie los escuchara — TenermiprimeravezconDracohoy —Hermione apenas fue capaz de entender sus palabras.
— ¿Estás seguro? —Harry asintió varias veces—, es un gran paso Harry.
—Lo sé, quiero que sea con Draco, lo amo Hermione —suspiro enamorado.
— ¿Malfoy te lo pidió?
— ¿Qué? No —se apresuró a decir, estando ya en el estacionamiento—, en realidad él no me ha dicho nada ¿Y si no quiere Herms?
—Tendrás que hablar con él —respondió la chica—, de hecho camina hacia nosotros justo ahora.
El azabache abrió sus ojos enormemente, luego despacio se giró siguiendo la mirada de Hermione, comprobando que ciertamente su novio se acercaba. Se quedó en el sitio unos segundos, Draco le dio una hermosa sonrisa coqueta y Harry entonces corrió, lanzándose a sus brazos.
— ¡Dray! —exclamó feliz dejando besos en las mejillas del rubio para luego sonrojarse por su acción.
—Hola amor —saludó Draco colocando sus brazos en la cintura del más bajo y dándole un beso—, ¿Listo? —el chico asintió.
—Me despediré de Hermione —Harry dio la vuelta sin soltarse del agarre de Draco—, nos vemos el lunes Herms, te quiero.
—Adiós Harry, que pasen una hermosa tarde, disfruten mucho —el doble sentido de la última frase ocasionó un nuevo sonrojo en Harry. Draco levantó una ceja sin comprender—, y adiós Malfoy, cuida mucho de Harry —añadió hablándole al rubio, una advertencia en su voz.
La pareja se dirigió entonces al auto del mayor, quien de inmediato abrió la puerta para que Harry entrara, este le dio un pequeño pico a su novio antes de hacerlo. En lo que Draco daba la vuelta, se encargó de acomodar sus cosas.
—Estás muy guapo hoy —dijo Draco una vez arrancó el auto.
—Tú también Dray —el rubio le sonrió y Harry le mantuvo la mirada también sonriendo. Draco amaba con su vida al azabache.
Recuerda con exactitud el día que se conocieron, Draco no tenía la mínima intención de asistir a la fiesta de cumpleaños de su tío Sirius, su madre había insistido en que era su deber como Black hacerlo. Fue estresante las primeras horas, contrario a lo que todos pensarían el rubio odiaba los eventos concurridos, se encontraba planeando una excusa convincente que le permitiera retirarse cuando vio a Harry, el chico traía en sus manos un montón de regalos de cumpleaños, Draco descubrió después que su tío era el padrino del chico.
Su atracción fue inmediata, pero la diferencia de edad influyó en que Draco no se acercara al chico más que para presentarse, calculo que el chico tendría unos 18 años y Draco cumpliría 26 el siguiente año.
Los primeros pasos de su relación los dio Harry, quien aprovechaba cualquier evento para hablar con Draco que al final no se pudo resistir al chico. Menos cuando enojado lo fue a buscar a su apartamento, gritando cosas que sólo hacían sonreír a Draco, diciéndole lo estúpido que era por importarle la edad, básicamente confesando sus sentimientos. La escena culminó con ellos besándose.
Su relación fue complicada en un inicio, los padres de Harry no estaban muy convencidos, Harry por primera vez los contradijo recordándoles que era mayor de edad.
— ¿En qué piensas Dray?
—Recordaba nuestra relación bebé —miró de soslayo al chico—, el día que te presentaste a mi apartamento está en la lista de mejores recuerdos.
—No lo menciones —Draco consiguió la reacción que deseaba al ver a su novio desviar la mirada, sin duda con el objetivo de que el rubio no contemplase su sonrojo.
—Te veías tan dulce.
—Dray te estuve gritando todo el tiempo —ahora Harry tapaba su rostro.
— ¿Si? Mi cabeza solo recuerda el movimiento de tus labios. —Harry resbaló de forma dramática sobre el asiento, por lo que Draco únicamente alcanzaba a vislumbrar su cabello azabache.
—Cambió de tema —pidió Harry, de Draco salió una pequeña risa.
—Lo que quieras amor.
— ¿Me dirás a dónde vamos? —preguntó incorporándose, mirando coqueto a Draco.
—Es una sorpresa —repitió Draco por lo que sería la décima vez esta semana.
—Pero... —Draco aprovechó el semáforo en rojo para besar el puchero de Harry.
—Pero nada bebe, ya pronto lo sabrás —se acercó de nuevo besando a Harry, en un beso largo que lo dejó atontado y dichoso.
El viaje en el coche duró tanto que Harry terminó por dormirse. Draco sólo pudo mirarlo pensando en la suerte que el destino le otorgaba. Una hora después Draco aparcaba a las afueras de un bosque.
—Harry, amor despierta —tocaba Draco al azabache quien abrió sus ojos desubicados durante unos segundos, antes de darle a Draco una mirada apenada.
— ¿Llegamos? —preguntó saliendo del coche observando su alrededor con curiosidad—¸ es lindo Draco, pero ¿dónde estamos?
—Es una propiedad de mi familia, hay una cabaña a unos kilómetros —dijo señalando hacia su derecha, en una de sus manos llevaba una canasta—, aunque nuestro destino está por otro lado, te llevaré a mi lugar favorito de la zona.
Tomando a Harry de la mano Draco lo guió siguiendo un sendero casi oculto por las plantas, unos metros de caminata después se abrían paso a un lago, los ojos de Harry recorrían el lugar maravillándose con su belleza, mientras que Draco solo tenía ojos para su novio.
—Es todo tan hermoso Dray —Harry se había soltado de Draco caminando hasta el borde del lago.
—No más que tu amor —le responde Draco colocando la manta en el suelo, desempacando unas meriendas y la verdadera sorpresa de Harry.
— ¡Dray! —Harry se cubre su rostro, respira varias veces y procede a sentarse a un lado del rubio.
— ¿Te gustaría comer? —Draco acariciaba la mejilla del menor, quien cerró sus ojos disfrutando del toque.
El azabache estaba muy cómodo, con Draco siempre era así, el rubio le hacía feliz. Con él sentía las famosas mariposas en su estómago, no le quedaba duda de que le gustaría pasar el resto de su vida juntos, solo rogaba que Draco quisiera lo mismo. Al final eran de mundos diferentes, él en la academia de artes, mientras Draco dirigía las empresas de su familia.
—Harry bebe —ahora le hablaba a un chico medio adormilado.
—Te amo Dray —Harry ni siquiera sabía que había dicho su novio, solo necesitaba que Draco lo supiera.
—También te amo —respondió besando todo el rostro del menor arrancándole pequeñas risas—, tengo al novio más hermoso del mundo —añadió Draco.
— ¿Si? —preguntó Harry abriendo sus ojos.
—Por supuesto —dijo besando a Harry ahora en los labios, un beso suave, una caricia delicada.
—Es probable que requiera de otro beso para comprobarlo —Harry sonrió inocente y Draco lo atrajo a sus brazos incapaz de resistirse.
—Amor, es momento de enseñarte tu sorpresa —habló Draco una vez recuperaron el aire, aún seguía con Harry en su regazo.
— ¿No era ésta la sorpresa?
—Es algo mejor bebe —sonrió Draco dejando pequeños mordiscos en los cachetes y mandíbula de Harry.
— ¿Dray? —Harry lo aguanto riendo.
— ¿Si bebe?
—La sorpresa.
—Cierto —Draco lo recordó entonces, observaba a su novio emocionado y deseaba que lo estuviera aún más con su regalo.
Entonces estiró el brazo atrayendo la canasta, del fondo sacó un pequeño sobre que Harry miraba con curiosidad. Le indicó a Harry que lo abriera, este lo hizo cuidadosamente, encontrando dos boletos a una exposición de arte con la que soñaba con ir, pero que había perdido la oportunidad de comprarla cuando estuvo en la ciudad.
—Dray, gracias, gracias — Harry se levantó dando saltos, luego regresó a besar a Draco—, pero ¿Cómo?
—Es la exposición final, estaba agotada y tuve que mover algunos hilos para conseguirlas, después que me hablaste de ella supe que tendrías que ir —dijo Draco orgulloso, Harry lo besó de nuevo.
El semblante de Harry cambió cuando su vista se detuvo en cierto detalle, Draco pudo notarlo por la forma en que abrió sus ojos, Harry mordía su labio y Draco pensaba en lo hermoso que era.
—Dray —lo llamaba con un tono de voz suave—, esto es en Italia.
—Es correcto bebe —contestó Draco como si nada—. Es la otra parte de la sorpresa. —Los ojos de Harry se aguaban mientras lo creía, luego se lanzó a abrazar a Draco.
—Te amo, Te amo, Te amo —comenzó a repartir besos.
—Si reaccionaras siempre así, prepárate para recibir muchas sorpresas —comentó Draco.
El rostro de Harry cambió nuevamente, esta vez no de emoción y eso preocupó a Draco, quien de inmediato buscó la mirada de Harry posando las manos en las mejillas del chico.
— ¿Qué sucede amor?
—Mis papás no me dejaran ir —dijo haciendo una mueca que reflejaba tristeza.
—En realidad —comenzó Draco—, ya hable con tus papás y tenemos permiso de viajar.
— ¿De verdad? —preguntó Harry incrédulo, sus papás siempre fueron muy sobreprotectores y si bien eso le gustaba a Harry, ahora que tenía pareja era molesto.
—Si —dijo Draco apoyándose en sus brazos aun con Harry sobre él—, es probable que tu papá me odie mucho más que antes, pero iremos a Italia.
—Mi papá no te odia.
—No, solo quiere matarme por robarle a su bebé —ahora fue el turno de Harry para reír.
—Ya no soy un bebé.
—No lo eres —estuvo de acuerdo Draco.
—Habló enserio Dray —Harry cruzaba los brazos.
El repentino movimiento de Harry hizo que perdiera el equilibrio, por consecuencia Draco también lo hizo, entonces Harry acabó recostado sobre Draco.
—Lo siento, lo siento Dray —exclamó Harry con ganas de llorar por su torpeza, se acostó a un lado de Draco cubriendo su rostro.
—No llores bebe, no pasó nada —Draco se incorporó apoyándose de los codos, quedando un poco sobre Harry.
La mirada de ambos quedó conectada por varios segundos, uno perdiéndose en el otro, el amor volando sobre ellos.
— ¿Te gustó la sorpresa? —preguntó Draco al ver a Harry más tranquilo.
—Claro que si Dray, tú sí que eres el mejor novio del mundo.
—Para mi novio todo lo que le haga feliz.
—Tú me haces feliz —los ojos de Harry transmitían tanto amor que Draco no podía dudar nunca de sus palabras, era un sentimiento recíproco.
—Y tú a mi Harry, eres la mejor decisión que he tomado, no sé qué sería de mi vida sin mí pequeño artista.
—Ya no digas más, me pondré todo rojo por tu culpa.
—No me opongo a ello.
La réplica de Harry murió cuando Draco unió de nuevo sus labios, el beso inició suave hasta que Draco mordió un poco el labio inferior de Harry pidiendo permiso para entrar su lengua, permiso que fue concedido con un pequeño suspiro del menor.
Los brazos de Harry acabaron por rodear el cuello del rubio provocando que este terminara de subirse sobre él, Harry abrió las piernas permitiendo que Draco se acomode mientras el beso subía de intensidad.
Apoyándose con las manos Draco fue bajando los besos por el cuello de Harry, entreteniéndose en acariciar con sus labios la suave piel, viéndose tentado a dejar marcas visibles en él. Harry por su parte ya tenía la respiración vuelta un desastre, sus manos pasaron a tocar la espalda del rubio, pero este se contuvo en el instante en que de Harry escapó un gemido y llevó las manos a su boca cubriéndola totalmente sonrojado. Muy a su pesar Draco se alejó temiendo haber cruzado un límite.
—Harry... —empezó Draco ya sentado observando las reacciones de Harry. Cuando este se levantó Draco pudo ver sus ojos llenos de lágrimas
— ¿Dray tu no me ves bonito? —la pregunta desubicó un poco a Draco quien se apresuró a responder.
—Eres el ser más precioso que existe, tengo mucha suerte de tenerte a mi lado —Draco se acercó a Harry tomando sus manos—, ¿Por qué preguntas eso amor?
—Es... Es que cuando nos besamos y uh... Puede pasar algo más, tú te alejas —termino de decir Harry completamente rojo.
Draco comprendió entonces el significado de las palabras de Harry sintiéndose un estúpido.
El rubio consideraba a Harry tan puro e inocente que no quería dañarle o forzarlo a hacer algo que el chico no estuviera listo para hacer. Por eso siempre se detenía en esas circunstancias, podía esperar toda la vida a Harry de ser necesario.
—No dirás nada —añadió Harry, cada segundo aumentando su nerviosismo.
— ¿Tú quieres que te toque? —Harry lo miró irónico y Draco rió—, Me refiero de forma más íntima bebe.
—Dray, yo quiero que me hagas el amor. —Al terminar de decirlo escondió su cabeza en el cuello de Draco, el rubio lo rodeó con sus brazos.
— ¿Estás seguro? —Harry no respondió, en cambio en un intento de valentía comenzó a besar la piel de Draco que estaba a su disposición.
El mayor se sorprendió por el acto, un jadeo escapó de sus labios que Harry tomó como incentivo para continuar, entonces Draco se acomodó dándole al chico espacio.
Harry regresó a su regazo mientras seguía jugando con Draco, inevitablemente sus erecciones chocaron, el rubio pensó que el menor se alejaría y este para su sorpresa comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás creando una excitante fricción que le arrancó gemidos a ambos.
Decidiendo que Harry tomará las riendas Draco se dejó hacer, solo disfrutando de las caricias de su novio. El menor fue bajando sus labios encontrándose con el obstáculo de la camisa, miró a Draco pidiendo permiso con la mirada, acción que a Draco le pareció adorable y lo atrajo a su boca. No se contuvo, besó a Harry profundamente, sus lenguas enredadas una en la otra.
—Soy todo tuyo amor —dijo Draco interrumpiendo el beso.
Las manos curiosas de Harry ya habían ido a parar al pecho del mayor desabrochando los botones sin separar sus labios. Al terminar se alejó contemplando su trabajo, unas marcas moradas se notaban en el cuello de Draco, lo que dio un tirón a su miembro atrapado en sus pantalones. Pasó sus manos delicadamente por el torso de Draco, sintiendo la agitada respiración, dándose cuenta de que estaba igual.
La forma en que Harry lo miraba con sus pupilas dilatadas y sonrojado por poco hace que Draco se corra antes de verdaderamente empezar. La combinación entre tierno y sexy enloquecía a Draco.
— ¿Te gusta lo que ves? —preguntó sonriendo.
—Uh —fue lo único que salió de los labios del menor, quien en un movimiento ya se encontraba besando cada músculo de Draco, retirando completamente la camisa.
Draco se recostó en la manta con Harry sobre él. Se sentía tentado a cambiar los lugares y mostrarle a Harry todo lo que le provocaba, pero pensaba en que en otra ocasión tendría la oportunidad.
Con su valor disminuido Harry reanudaba el camino de besos, por curiosidad llevó una de las tetillas de Draco a sus labios, quedando encantado con el fuerte jadeo que salió del mayor. Con su mano tomó la otra aplicando algo de presión, su mano libre seguía bajando en su propio recorrido, paseándose por los abdominales hasta toparse con la hebilla del cinturón.
El rubio permanecía a la expectativa de las acciones del menor, solo unos minutos y ya amaba ese lado de Harry.
Mientras Harry se decidía Draco se incorporó para sacarle el suéter a Harry, sus ojos se encontraron de nuevo y el menor le dio una tímida sonrisa.
—Eres hermoso Harry.
Lentamente Harry retiró el pantalón con ayuda de Draco que se levantó. Harry respiró profundo y se decidió por bajar la ropa interior, su confianza decae al darse cuenta de que no sabía cómo proceder, temiendo que a Draco no le gustara.
—Cariño ¿Bien?
—No sé cómo tocarte —respondió Harry con sinceridad.
— ¿Qué te gustaría hacer? —preguntó Draco a cambio.
Harry pasaba su mano por el miembro de Draco mientras pensaba, acariciando al rubio inconscientemente con pequeños toques, se puso todo rojo al darse cuenta de lo que hacía.
—Así ibas perfecto amor —dijo Draco—, aunque no me molestaría si te ayudas con tu boca —añadió sonriendo coquetamente.
Una última mirada al rubio que le sonreía le dio a Harry el ánimo para seguir, bajó lentamente su cabeza dando una lamida experimental, probando un sabor extraño pero no desagradable. Dio otra lamida desde la base hasta la punta.
—Excelente amor —animó Draco gimiendo.
Con mayor confianza Harry ahora llevo la punta del miembro a su boca suavemente, disfrutando de la sensación de estiramiento en sus labios, chupo otra parte llevándolo más profundo, bajando tanto como pudo sin ahogarse, probando con ayudarse de la lengua.
—Lo haces muy bien bebe, pero terminaremos la clase otro día —habló interrumpiendo a Harry, los movimientos del menor eran un poco torpes, eso sí, sus ganas compensaban ese detalle y Draco sabía que se correría pronto si le permitía seguir.
—Pero... —Puchero Harry.
—Pensé que querías que te hiciera el amor —dijo Draco en su oído una vez lo atrajo de vuelta a su regazo.
La respiración de Harry se cortó ante las palabras de su novio, un furioso sonrojo le cubrió de nuevo.
—Primero tenemos que deshacernos de ciertas prendas —exclamó iniciando su propio recorrido por la piel de Harry.
Ahora recostando al chico, acaricia tomándose todo el tiempo del mundo, queriendo que su pareja se relaje y solo le cubran sensaciones exquisitas. Juega bajando por el torso de Harry, descubriendo las zonas que le brindan placer y memorizándolas para futuras ocasiones.
Llega a los pantalones del chico retirándolos junto con su ropa interior, al hacerlo Harry tiene el impulso de cubrir su cuerpo, pero Draco tomó rápidamente sus manos.
—No sientas vergüenza conmigo bebe —Draco sube hasta besar a Harry, haciéndole desubicarse del mundo.
Draco presiona sus cuerpos juntos, provocando que sus miembros desnudos se toquen, la sensación de piel con piel los lleva a un nuevo nivel de placer. Se mueven creando un ritmo que les arranca gemidos.
—Tus manos en la cabeza —ordenó Draco separándose, Harry aun atontado sigue la orden preguntándose por los planes de su novio—. Quiero que abras tus piernas para mí, amor.
Con un poco de vergüenza Harry expone sus partes íntimas a la vista de su novio, se siente caliente por todo su cuerpo y se resiste a cubrirse, confía en Draco y sabe que el mayor lo cuidara en todo momento. Levanta la vista hacia Draco, los ojos del rubio lo devoran por completo, gime solo por la forma en que lo mira.
—Eres una absoluta exquisitez amor —jadeó Draco.
En sus manos toma el miembro del menor buscando un ritmo que le brinde placer, pronto tiene a Harry gimiendo sonoramente. Agacha su rostro dando lamidas al miembro pero no se detiene sino que avanza hasta la entrada de su novio.
— ¿Dray que haces? —la voz de Harry se escucha lejana perdida en lo caliente de los actos.
—Algo que disfrutaras bebe —sentenció Draco separando con sus manos las mejillas de Harry, pasando su lengua alrededor de la fruncida entrada.
De Harry solo se podían escuchar gemidos incoherentes mientras Draco continuaba su labor de dilatar la zona, al sentir el cuerpo más relajado deja entrar su lengua masajeando y preparando para la futura intrusión.
Lleva su mano al miembro de Harry estimulando en ambas partes consiguiendo que Harry se corriera en unos minutos.
Sigue maravillándose con Harry, su respiración agitada, su cuerpo rojo y su expresión placentera, cuando lo mira en sus ojos solo queda una pequeña franja de verde. Draco con su mano ahora manchada de la corrida de Harry lleva sus dedos a la entrada jugando en el borde.
—Bebe, necesito que avises si te llega a doler, pararemos en cualquier punto si lo pides —Harry asintió.
Draco dejó entrar el primer dedo encontrado poca resistencia gracias al anterior trabajo de su lengua, se mantiene quieto un momento buscando incomodidad en Harry, avanza al no encontrarla. El segundo dedo causa molestia en Harry que se retuerce. Entonces Draco se incorpora dando caricias a Harry con su mano libre.
Mueve sus dedos expandiendo las apretadas paredes, empuja más a fondo en diferentes ángulos, ganándose fuertes gemidos de su novio, aprieta uno de los pezones al mismo tiempo que haya su punto de mayor placer, sigue dando toques seguidos a su próstata llevando a Harry nuevamente al límite. Añade un tercer dedo durante un corto periodo hasta que la resistencia es casi inexistente.
—Amor, voy a entrar —Harry abrió sus ojos que no sabía que había cerrado, Draco lo miraba con la pregunta en sus labios, Harry aún tenía miedo pero no quería detenerse.
—Hazlo Dray.
El rubio entonces retiró los dedos, haciendo sentir a Harry un vacío en su cuerpo. Se acercó a su boca dándole un caliente beso mientras con su mano bombeaba su miembro guiándolo a la entrada de Harry.
Lo hizo con suavidad, permitiendo al menor adaptarse a cada tramo, se movió solo cuando Harry suplico que lo hiciera, embestidas suaves en un principio hasta encontrarse en un ritmo de satisfacción.
Draco tomó las manos de Harry mirándolo directo a los ojos, hay tanto amor reflejado en ellos que Harry quiere llorar, está algo abrumado por las nuevas sensaciones y sus sentimientos expuestos en el aire.
—Te amo —susurró Draco sin dejar de moverse.
—Te amo —respondió Harry uniéndose en un beso.
El ritmo de las embestidas aumentó, el sonido de piel chocando con piel era candente, los besos descontrolados, toda la mezcla erótica los enviaba directo al borde. Es amor, pasión, deleite.
En cada penetración Draco choca con la próstata de Harry, une sus labios tragándose los gemidos de Harry, el chico se siente tan bien que cuando Draco acaricia su miembro se deja ir, el blanco nacarado pronto cubre ambos abdómenes. El rubio no se detiene, todavía tocando a Harry lo que alarga su placer.
Harry en su bruma aprieta de forma deliciosa el miembro de su pareja y este termina por correrse ante la estimulación, Draco suelta un grito ronco con el nombre de Harry.
Se apoya en los brazos para que su peso no caiga sobre el menor, le sonríe y Harry le devuelve la sonrisa. Intenta salir de Harry y este lo frena abrazándolo, Draco entiende la indirecta pero cambia los lugares quedando él debajo y con el azabache reposando su cabeza en su pecho.
—Feliz aniversario Dray —Draco atrae a Harry a un beso perezoso, sin más intenciones que transmitir amor.
El atardecer cae sobre ellos y es la imagen perfecta.