Bucky
Bucky ya no tenía idea de lo que estaba haciendo.
Harry no era su problema, era el problema de Stark, pero después de que se fue y Stark se fue, tratando de encontrarlo, Bucky salió e intentó encontrar al punk él mismo. No fue difícil de encontrar, en realidad no, Bucky solo tuvo que buscar en los lugares más horribles que pudo hasta que encontró a Harry desmayado en un colchón asqueroso con un idiota acurrucado a su espalda.
Le costó un gran esfuerzo no destrozar a ese imbécil, pero Bucky simplemente levantó a Harry y comenzó a regresar al recinto.
“Me vas a patear el trasero” murmuró Bucky a Harry mientras lo llevaba de regreso. “Tu papá ya me detesta y ahora realmente me odiará…”
Bucky había estado hablando consigo mismo, tratando de ordenar sus propios pensamientos, pero Harry respondió de todos modos con la cabeza apoyada en el hombro de Bucky.
"¿Por qué?"
Bucky levantó a Harry un poco más seguro en sus brazos e inclinó su cabeza hacia la boca de Harry, tratando de captar sus palabras pronunciadas en voz baja.
“¿Por qué qué?” preguntó Bucky, sin saber muy bien de qué había estado hablando.
Harry comenzó a acariciar su fría nariz en el cuello de Bucky, de una manera demasiado inapropiada incluso si era muy lindo.
“¿Por qué Stark te odia?” preguntó Harry, mientras sus pequeñas bocanadas de aire calentaban el cuello de Bucky para aliviar su piel fría.
“Muchas razones, y todas buenas” admitió Bucky. “¿Quieres dejar de escaparte? Quiere hablar contigo, es un buen tipo.”
Diablos, Stark probablemente era el mejor tipo del complejo. Bucky no podía imaginarse a sí mismo, a Steve, a Barton, a Romanov o a Wilson abriendo su casa y dejando que todos se quedaran allí. No es que el complejo fuera realmente un hogar, pero era mucho más hogar del que Bucky había tenido en... en cualquier otro lugar, en realidad. Y Stark había sido el que luchó para que todos fueran perdonados y traídos de vuelta de Wakanda. Stark fue el que pagó la comida que todos comieron y reparó sus equipos después de que llamaran a los Vengadores.
Bucky seguro que no haría todo eso si alguien matara a sus padres, con programación de HYDRA o no.
“Mo quiero ‘blar” murmuró Harry, con voz lenta y soñolienta. “¿’demos dormir? ‘Stoy cansdo.”
“Estás drogado” dijo Bucky sin rodeos. El complejo estaba a la vista y Bucky solo tenía que llevarlo allí para que pudiera dormir. “Tienes que dejar las drogas, idiota, vas a terminar muerto.”
“Ese ‘s el plan” suspiró Harry. Bucky se encogió al escuchar esas palabras de su boca, ni siquiera era adulto y estaba planeando su muerte.
“No digas eso, muñeca” dijo Bucky, intentando sonar tan amable y cariñoso como Steve podía hacerlo mientras dormía. Harry no necesitaba que alguien le gritara, necesitaba... un montón de ayuda. “No quieres morir, solo quieres dejar de sufrir”.
“Es lo mismo” dijo Harry. Estaba acurrucándose en el cuello de Bucky y éste deseó que se detuviera. Bucky disminuyó la velocidad justo afuera de la entrada del garaje y miró hacia la cámara que estaba sobre la puerta, levantando a Harry un poco más.
“Lo tengo” dijo, esperando que Stark realmente mirara las cámaras tan de cerca como todos decían que lo hacía. Bucky no quería que Stark se enojara con él nuevamente, pero tampoco quería dejar a Harry sólo, rodeado de drogas y vagabundos.
La luz roja sobre la pequeña cámara sutil parpadeó y Bucky tomó eso como permiso para seguir adelante y llevar a Harry nuevamente adentro. Bucky tuvo que hacer malabarismos con Harry hacia un lado para escanear su huella digital y se sintió aliviado cuando la puerta se abrió, aparentemente Stark no lo dejó afuera.
Harry roncaba suavemente en el oído de Bucky cuando llegó a la sala de estar, así que Bucky lo sentó en el sofá y lo cubrió. Bucky lo miró con el ceño fruncido, sin saber qué hacer para evitar que se escapara de nuevo, y luego se resignó a tener que ir a buscar a Stark, solo para hacerle saber que Harry estaba allí.
Debería haberlo hecho la primera vez, pero Bucky simplemente asumió que era mejor evitar a Stark tanto como fuera posible, para la comodidad de ambos.
Bucky atravesó el recinto, tratando de moverse rápidamente ya que Harry no era precisamente un ejemplo de excelente salud, y se encontró frente a la entrada del laboratorio de Stark, que estaba completamente cerrada. Bucky levantó la mano para tocar, pero la cámara habló antes de que pudiera hacerlo.
“El jefe dice que puedes entrar, pero no tocar nada” dijo la suave voz femenina, sobresaltando un poco a Bucky.
“Uh… gracias” dijo cuando las puertas se abrieron y Bucky tuvo acceso al laboratorio privado de Stark.
Bucky se había estado imaginando una especie de área de alta tecnología, no el equivalente mucho más caro de su desordenado garaje. Había más robots corriendo por ahí, pequeñas cosas con brazos y caras metálicas ridículas, pero todas las herramientas y el olor general a grasa que flotaba en el aire resultaban tranquilizadores.
Ver a Tony paseando por la habitación con una pantalla gigante detrás de él, mostrando a Harry durmiendo en el sofá de Bucky, no era tan tranquilizador.
“¿Cómo demonios lo encontraste más rápido que yo?” preguntó Stark, sin siquiera detenerse en su frenético caminar para mirar a Bucky. “¿Rastreador? ¿Algún tipo de conexión psíquica de cuando dejaste que el niño se te imprimiera como un patito? ¿Qué?”
“Yo solo... busco los peores lugares que puedo y supongo que tengo suerte” dijo Bucky. Tenía los hombros tan tensos que le dolía la espalda, pero Stark lo ponía nervioso.
No, Stark hizo que Bucky se sintiera avergonzado por haber nacido, lo que, a su vez, lo puso nervioso.
“‘Tengo suerte’” se burló Stark. Dejó de caminar y miró a Bucky con una mirada acalorada y un dedo apuntándolo al otro lado de la habitación. “¿Qué le dijiste?”
“Nada” dijo Bucky con sinceridad. Se mantuvo de espaldas a la puerta, esperando que se abriera si necesitaba retirarse rápidamente. “Le dije que eres un buen tipo y que debería hablar contigo y dejar de huir, pero no creo que esté dispuesto a hablar mucho.”
Stark le frunció el ceño a Bucky y este se dio cuenta de lo cansado que parecía el hombre. Probablemente no había dormido nada desde que conoció a su hijo y luego lo perdió casi de golpe.
"Agregué su huella a la puerta e hice esto". Stark tomó un reloj de una mesa cercana y se lo arrojó a Bucky. Bucky lo agarró del aire fácilmente y miró el reloj que parecía normal.
“Sigue el ritmo cardíaco, la presión arterial y la frecuencia respiratoria” dijo Stark distraídamente, mientras sus ojos volvían a la pantalla. “No voy a disculparme por añadir a FRIDAY al garaje, no si es ahí donde pasa el rato”.
Bucky en realidad no estaba seguro de lo que estaba sucediendo; pensó que Stark exigiría que Bucky se mantuviera fuera del garaje o llevara al punk a la vivienda de Stark.
“Es tu garaje, todo el lugar es tuyo” se encogió de hombros Bucky. Las cámaras eran raras, pero si Stark quería pintar el recinto de rosa, era su lugar. Bucky levantó el reloj con curiosidad. “¿Tiene un rastreador? El punk es un escapista”.
Stark le dirigió a Bucky una mirada tan de 'duh' que Bucky casi se sonrojó.
“¿Puedes… simplemente ponérselo?” preguntó Stark. “Cuando despierte, me gustaría hablar con él”.
“¿Quieres que me siente con él?” preguntó Bucky, completamente perdido en la conversación. “No quiero interponerme entre ustedes dos…” O que Stark lo mate, por mucho que Bucky lo merezca.
Stark giró los hombros, luciendo tan incómodo como Bucky.
“No me gustas” dijo Stark, mirando a Bucky con enojo. “Mataste a mi madre, y sé que te lavaron el cerebro, lo que sea. Pero lo hiciste. Y luego Steve se enteró y todos ustedes me lo ocultaron. Así que, no, no me gustas”. Stark respiró profundamente, sus hombros se hundieron y se puso a la defensiva, como lo hizo Harry.
“Pero Harry claramente confía en ti y T'Challa dice que todo el lavado de cerebro ha desaparecido. Así que... solo…” La voz de Stark se volvió suave y triste. “Solo obsérvalo, ¿de acuerdo? No dejes que se lastime antes de que tenga la oportunidad de conocerlo”.
Bucky se balanceó hacia atrás, atónito ante la conversación tan sincera. No era lo que esperaba en absoluto y solo confirmó su idea de que Stark era el hombre más maduro del lugar.
“Está drogado y no tiene ropa” dijo Bucky, sin saber qué más decir. “Lo encontré en un lugar sucio y de mierda. Creo que se ha estado traficando por droga”.
Stark se frotó el rostro cansado con las manos y miró hacia arriba durante un largo momento, parpadeando hacia el techo. Bucky miró hacia abajo a sus pies cuando se dio cuenta de que Stark estaba tratando de no llorar. No estaba bien que estuviera allí de pie, tratando de no llorar, porque era Bucky quien estaba en la habitación con él en lugar de uno de sus amigos que debería estar allí.
“Le compraré ropa y la llevaré conmigo mañana” dijo finalmente Stark. “También comida, tal vez algo para la abstinencia... veremos qué opina sobre la rehabilitación o algo así”.
Bucky asintió y cuando la puerta se abrió detrás de él, pensó que era un claro 'adiós'.
“Te gustará” dijo Bucky mientras salía de la habitación. “Es un punk, me recuerda a ti”.
Stark miró fijamente a Bucky y tenía la cabeza inclinada hacia un lado, estudiándolo como si fuera un rompecabezas complicado con demasiadas piezas. Todavía lo estaba mirando cuando la puerta se cerró y Bucky se quedó en el pasillo con un reloj en la mano.
Fue fácil ponerle el reloj a Harry, estaba inconsciente. Bucky simplemente se lo puso en la muñeca y luego lo cubrió con una manta antes de retirarse a su silla para vigilarlo.
Harry no debería verse tan patéticamente abatido, pero lo estaba. A Bucky se le partió el corazón al pensar que el punk estaba tan triste que pensó que estaría mejor muerto.
Ese tipo de sentimiento estaba reservado para los fracasados como Bucky, que pasó setenta años matando a gente inocente por órdenes de HYDRA.
Pero Stark podía arreglarlo. Stark arregló los Acuerdos, arregló a los Vengadores Rebeldes y arregló el brazo de Bucky después de volarle el primero. Stark arreglaba cosas rotas para ganarse la vida y, maldita sea, su hijo iba a ser su mayor proyecto hasta el momento.
En algún momento, reconfortado por el reloj que Harry llevaba en la muñeca, Bucky se quedó dormido. Bucky siempre dormía inquieto, nunca se permitía dormir lo suficientemente profundamente como para que su mente lo torturara, y parecía que Harry iba a torturarlo.
Bucky se estremeció con fuerza y levantó la mano automáticamente para atacar cuando algo, alguien , se le acercó. Lo único que le impidió estrangular a su atacante fue un susurro tranquilo y familiar.
“¿Puedo dormir aquí?”
Bucky miró hacia abajo y vio que su cuerpo estaba cubierto por un Harry flacucho y tembloroso que ya se acurrucaba junto a él. Bucky cerró los ojos por un momento, rezando a Dios para que Stark se hubiera quedado dormido y no estuviera mirando sus cámaras en ese momento.
“No” le dijo Bucky, ignorando la forma en que Harry se acurrucaba junto a él. “Harry, tienes un sofá, ve a dormir allí. O puedes dormir en mi cama”.
“La cama está bien" dijo Harry. No era su nariz la que estaba presionando el cuello de Bucky y Bucky estaba seguro de que Stark lo mataría en cualquier momento.
“Aún estás drogado” dijo Bucky rotundamente. No iba a empujar a Harry, pero tenía las manos en el aire, así que si Stark lo estaba mirando, podría ver que Bucky no estaba saltando sobre su hijo mientras estaba todo hecho un desastre.
“No lo suficientemente drogado” susurró Harry entre los suaves besos que le daba a Bucky en el cuello, molestándolo hasta la médula. “Estás en forma”.
Oh, Dios.
Bucky iba al infierno.
Bucky agarró con cuidado los hombros de Harry y lo empujó, poniendo accidentalmente a Harry en una posición sentada justo sobre su regazo... lo que fue solo un poco menos de distracción que besar el cuello de Bucky.
“Estás hecha un desastre, muñeco” le dijo Bucky, intentando hablar suavemente. “No puedes dormir sobre mí y no puedes... no puedes hacer lo que estás haciendo”.
Los ojos de Harry estaban muy abiertos, lo suficientemente claros, pero aún lo suficientemente vidriosos como para estar en la categoría de "no consensual", sin importar que él era el que estaba saltando sobre Bucky mientras dormía.
“No… no lo entiendo” dijo Harry, haciendo un pequeño puchero con el labio inferior. “¿Qué quieres? Stark no me quiere aquí, ¿por qué… por qué sigues trayéndome aquí?”
“Te dejaría en un hotel si no supiera que te largarías a la primera oportunidad” le dijo Bucky con una media sonrisa. “¿Qué es más cómodo, ese sofá o ese colchón de crack probablemente cubierto de enfermedades?”
“Tu regazo” dijo Harry, con total osadía. “Vamos” Harry intentó acurrucarse contra él otra vez y todo lo que Bucky podía imaginar era a Stark ahogándolo. “No me gusta dormir solo” admitió Harry en voz baja. “Voy a dormir y la gente me va a gritar, pero no pueden hacerlo si tú estás aquí”.
La resistencia de Bucky lo dejó, con esa pequeña y triste historia, y no pudo evitar pensar en todas las razones por las que no podía dormir la mayoría de las noches.
“Si te quedas aquí, no puedes estar haciendo lo que estabas haciendo” le advirtió Bucky. “Estás hecho un desastre y no tienes la cabeza clara”.
Los labios de Harry se curvaron en una triste sonrisa que hizo que sus ojos brillaran. "Nunca he tenido la cabeza clara", dijo. Bucky soltó sus hombros y dejó que Harry apoyara la cabeza sobre su hombro, el cuerpo de Harry estirándose sobre el de Bucky.
Bucky se agachó para coger una manta y la levantó, cubriéndolos a ambos con ella.
Cuando Stark lo mató, se iría directo al infierno. Sin embargo, mientras tanto, tener a Harry acurrucado contra él, respirando lentamente en su oído, no era la peor manera de pasar el tiempo.
“Estás caliente” dijo Harry en la oscuridad cuando Bucky se estaba quedando dormido. “Yo siempre tengo frío”.
“Eso es porque pesas cuarenta kilos” murmuró Bucky, frotando instintivamente la espalda de Harry y haciendo una mueca al sentir cada nudo de su columna bajo su mano.
“Antes tenía frío” dijo Harry, y parecía que estaba a punto de desmayarse justo encima de Bucky. “Hace años que tengo frío”.
Bucky cerró los ojos y abrazó a Harry con más fuerza, deseando poder arreglarlo. “Sí, yo también, muñeco”.
Cuando Bucky se despertó porque alguien le estaba pinchando el hombro, le tomó un momento darse cuenta de que el peso en su pecho era Harry y el dedo que lo pinchaba en el hombro era…
Mierda.
Steve.
Steve estaba al lado de Bucky, con sus ojos azules muy abiertos mientras miraba fijamente el bulto humano que se había acurrucado en una especie de posición fetal justo sobre su pecho.
“Buck... dime que no es quien creo que es…” dijo Steve lentamente. “Porque eso se parece mucho al hijo de Tony babeando sobre tu pecho”.
Bucky volvió a mirar hacia abajo y vio que Harry estaba babeando sobre él, dejando un charco en su camisa blanca que no debería ser tan encantador.
“Me alegro de que se parezca a él, porque lo es” susurró Bucky. Miró a Steve con impotencia. “No puedo moverlo, se despertará”.
“¡No puedes estar acurrucándote con el hijo de Tony!” siseó Steve, como si Bucky no fuera completamente consciente de eso. “¡Jesús, Bucky, te va a arrancar la maldita cabeza del cuerpo!”
Sí, sí lo era.
“Intenta decirle que no al gamberro” argumentó Bucky con brusquedad, abrazando a Harry con más fuerza automáticamente. “Sólo está durmiendo, Stevie, déjalo en paz”.
“Llévalo de vuelta al lugar de donde lo sacaste” dijo Steve, adoptando esa voz de capitán que le gustaba pensar que superaba el rango de sargento de Bucky. Los rangos imaginarios que se asignaban para relaciones públicas no superaban el rango de un soldado raso que se esforzaba por conseguir su puesto.
“No es un mal sombrero que puedo devolver” dijo Bucky con el ceño fruncido. “Stark sabe que está aquí, vendrá más tarde a hablar”.
“Quizás puedas sacar a Harry de tu regazo antes de que lo haga” dijo Steve brevemente, sin mantener la voz lo suficientemente baja como para no molestar a Harry. Harry comenzó a respirar más rápido y a patear con la pierna.
“Estás bien” lo tranquilizó Bucky, sabiendo muy bien cómo se sentía despertarse en un lugar extraño sin ningún recuerdo real de cómo habían llegado allí. “Estás de nuevo en mi casa, babeando por todo mi pecho”.
Steve hizo un ruido al lado de Bucky, pero Bucky estaba un poco más preocupado por asegurarse de que Harry no se despertara y saliera corriendo de inmediato. Harry levantó la cabeza y parpadeó hacia Bucky por un momento antes de darse vuelta y ver a Steve parado allí y rápidamente saltó del pecho de Bucky para correr hacia atrás hacia la cocina.
“Hola, Harry, ¿no?” preguntó Steve, sonriéndole con esa sonrisa que tenía de ‘soy el bueno, puedes confiar en mí’. “Soy Steve”.
“Lo sé”. Harry metió las manos dentro de la chaqueta con capucha que Bucky todavía llevaba, la negra que decía Brooklyn en la espalda, un regalo de Steve. Cuando Harry miró a Bucky, este intentó tranquilizarlo en silencio diciéndole que Steve no iba a hacerle daño ni nada de eso.
“Steve y yo crecimos juntos” le dijo Bucky. Se levantó de la silla y se estiró antes de mirar a Harry desde su pecho y arquear una ceja. “¿Alguien te ha dicho alguna vez que babeas?”
Harry se encogió de hombros y luego envolvió sus brazos alrededor de su estómago, mirando a todas partes menos a Bucky o Steve.
"Lo siento".
"No estoy enojado".
Entonces todo quedó en silencio; Harry parecía inquieto, Steve los miraba como si nunca hubiera visto a dos tipos acurrucados juntos en una silla, y Bucky se preguntaba cómo seguía metiéndose en estas mierdas.
“Bueno… me iré” dijo finalmente Steve. Le dio una palmada en el hombro a Bucky y le sonrió a Harry. “Harry, si vas a estar aquí un rato, puedes venir a la noche de cine esta noche. Tony no viene a verlas, si es por eso que estás aquí afuera en lugar de adentro”.
Harry miró a Steve con el ceño fruncido y algo curioso brilló en sus ojos verdes, pero asintió en silencio. Una vez que Steve se fue, Harry se aclaró la garganta y miró a Bucky a través de su cabello desordenado.
“¿No es ésta la casa de Stark?” preguntó.
"Sí".
“Entonces, ¿por qué querrías tener una noche de película y no lo invitarías?”
Bucky se encogió de hombros. “No lo sé. No voy”.
"¿Por qué?"
“No me gusta ninguno de ellos.”
Harry sonrió, tímido y nervioso, y desenvolvió los brazos de su estómago mientras miraba a su alrededor.
“Entonces Stark te odia, no parece agradarles, no te agrada nadie... ¿y viven todos aquí juntos?”
“Claro que sí”. Bucky caminó hacia su habitación, quitándose la camiseta pegajosa y arrojándola hacia la puerta del baño. “Si me ducho, ¿seguirás aquí cuando salga?”
“¿Puedo ducharme también?” gritó Harry a espaldas de Bucky.
“Por supuesto” convino Bucky con naturalidad. Se puso una camiseta limpia, unos vaqueros y unos calzoncillos y luego le dio a Harry un par de pantalones deportivos con cordones que podía apretar, una camiseta propia y otra sudadera con capucha de Bucky.
“Saldré en un minuto” dijo Bucky después de arrojarle la ropa a Harry. “No te vayas corriendo”.
Harry asintió, por lo que Bucky asumió que entendía lo que se suponía que debía hacer.
Lo que el punk no debía hacer era intentar unirse a Bucky en la ducha treinta segundos después de que Bucky entrara en ella.
“Harry, no” dijo Bucky con severidad, manteniendo la mirada fija en sí mismo y retrocediendo hacia una esquina de la ducha cuando Harry entró, desnudo como el día en que nació. “Hay mucha agua caliente, no necesitamos compartirla”.
“Pensé…” Harry se paró frente a Bucky y mordió su labio inferior, haciendo que Bucky quisiera sacárselo.
No es que él hiciera eso.
“¿Por qué sigues dejándome dormir aquí y comer tu comida?” preguntó Harry con irritación, como si Bucky fuera el que estaba haciendo algo estúpido. “¿Estás tratando de acostarte conmigo o simplemente… qué diablos quieres?”
“¿Ahora mismo? Lavarme el maldito pelo” dijo Bucky. Cuando Harry no pareció creerlo, Bucky lo miró fijamente. Y se lo daría al punk, la mayoría de la gente se acobardaba de tener al Soldado del Invierno mirándolos fijamente, diablos, incluso Wilson se veía un poco pálido, pero Harry no retrocedió ni un centímetro.
“Me estás acosando y me estás dando botas y relojes y cosas que no pedí, ¿por qué?” exigió Harry.
“¿Podemos hablar de ello con algo de ropa puesta?” le preguntó Bucky. Harry no parecía muy inclinado a salir, así que Bucky resopló y agarró al punk por los hombros con cuidado para poder maniobrarlo hacia un lado y despejar la salida. “Bien, tú dúchate, yo tomaré la siguiente”.
Bucky no le dio a Harry la oportunidad de responder antes de retirarse rápidamente del cuerpo desnudo que se encontraba demasiado cerca de él. Con una toalla alrededor de su cintura, Bucky salió a la sala de estar para esperar a Harry.
Y como Bucky era un idiota que no hacía más que meterse en situaciones estúpidas, fue allí donde, por supuesto, encontró a Stark esperándolo.