Juego de Shumil gemelos

Harry Potter - J. K. Rowling 本好きの下剋上 - 香月美夜 | Honzuki no Gekokujou | Ascendance of a Bookworm Series - Kazuki Miya
F/M
Multi
G
Juego de Shumil gemelos
Summary
¿Qué pasaría si Myne tuviera ayuda desde el principio? Si los Dioses le dieran una hermana gemela? Myne podrá esta vez salvar el jardín de los Dioses, con la ayuda de su nueva hermana? Podrá Yurgenschmidt sobrevivir al par de Shumil alborotadores?En los múltiples tejidos de Dregarnuhr y Ventushte, existió uno dónde ésta historia ocurrió.Donde los Dioses han adquirido un nuevo hilo para reparar el tejido roto.
Note
¡Hola a todos! 😉Primero que nada, quiero decir que cuando comencé éste fanfic, no tenía pensado en hacer una historia romántica entre los personajes principales. Quería centrarme en la comedia y aventura principalmente. Pero a petición de mis lectores, eso cambió y al final resultó en una comedia romántica. Jajajajajaa...Lo otro que quería mencionar, es que en ésta historia, hay muchas ideas de mis lectores, que han contribuido y enriquecido la trama de éste fanfic. Por eso muchas gracias, por su buena onda y apoyo. 😘Por último y no menos importante, quería mencionar, que para escribir éste fanfic, me inspiré y tomé muchas ideas de otros fanfic, que he leído. Entre ellos está, "Un Shumil en piel de lobo", amé éste fanfic. Y para la creación de las gemelas, me inspiré en los gemelos Weasley, de "Harry Potter" y un poco en la película "juego de gemelas".Bueno, de todo lo anteriormente mencionado, resultó ésta historia. 🤭 Espero les guste y la disfruten.
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Ceremonia de unión de las estrellas. (Parte 2)  

Pdv: Rozemyne

 

Ottilie nos vistió de forma muy habilidosa y rápida a nuestras túnicas ceremoniales, mientras daba instrucciones a las otras asistentes menos experimentadas. ‘Es muy agradable volver a verla y tenerla a nuestro servicio, en esta línea de tiempo también’. Yo pensé con un poco de nostalgia al verla.

Una vez listas, nos apresuramos a salir de nuestros aposentos para reunirnos con un Ferdinand ya listo y vestido, en sus túnicas ceremoniales de Sumos Sacerdote. Y como esta vez Ferdinand está comprometido, no necesita participar del banquete ni de la socialización de esta noche, como recordaba de mi primera ceremonia de unión de las estrellas en el tejido roto. ‘Me imagino que Rihyarda ya no podrá llamarlo "muchacho", ahora que está comprometido, verdad? Ufufufuu...’. Yo me pregunté con diversión, mientras nos despedíamos del abuelo, para luego montarnos con algo de prisa a los carruajes una vez más, pero ahora con rumbo al castillo. 

Como esta vez solo iríamos a oficiar la ceremonia nada más, dejamos a nuestros sirvientes en la finca del abuelo y nos llevamos solo al hermano Eckhart y a Justus. Aunque se supone que en este momento, también deberían estar aquí, Damuel y Brigitte, pero los dos quedaron solteros por las mismas razones que en el tejido roto. O sea que a Damuel lo dejaron por todo el incidente de la subyugación de Trombe. En cuanto a Brigitte, ella rompió su compromiso con su prometido, sin embargo, esta vez aceptó ponerse a nuestro servicio para poder huir de ese compromiso. 'Me pregunto, ¿si esos dos terminarán juntos en este tejido, o tampoco funcionará esta vez?'. Yo me pregunté con curiosidad, ya que las circunstancias ahora son muy diferentes por su juramento a nosotras, ellos no pueden escoger a cualquier persona, y debido a eso les será mucho más difícil escoger parejas en este tejido.

Pero además de lo de Damuel y Brigitte, todo el día de hoy ha sido diferente, como; la ceremonia de la mañana, la cena con el abuelo Bonifatius y nuestros aposentos en su finca, y acudir a la ceremonia poco antes de realizarla. Todo es tan diferente, que ya casi no puedo decir que lo estoy viviendo dos veces.

****

Cuando llegamos al castillo, fue un alivio ver algo que no ha cambiado, ya que tal como recordaba el anciano mayordomo Norbert, salió a recibirnos diciendo. "Bienvenido a casa Lord Ferdinand. Supongo que ellas son sus prometidas, lady Rozemyne y lady Cattleya. ¿Puedo orar por una bendición en agradecimiento por este encuentro fortuito, ordenado por los brillantes rayos de Leidenschaft, el dios del fuego?". 

"¡Puedes!". Respondimos al unísono.

"Oh, Leidenschaft que mis jóvenes maestras sean bendecidas". Él respondió tal como recordaba, dándonos una bendición, la cual cayó sobre nosotras. "Lady Rozemyne, Lady Cattleya, yo soy Norbert y estoy a cargo de todos los asistentes del castillo. Si bien tengo entendido ustedes no vivirán aquí, pero quiero que sepan que estoy a su servicio para cuando estén de visita en el castillo". Luego se presentó diciendo algo muy diferente, de lo que recordaba.

"Yo soy Rozemyne". Dije presentándome. 

"Y yo soy Cattleya". Después se presentó mi gemela.

"Esperamos que nos sirvas bien". Luego dimos la respuesta que nos había enseñado madre Elvira, en casos como este.

Para cuando terminaron las presentaciones, Norbert se puso de pie y comenzó a moverse, para guiarnos directamente al salón de actos del castillo, donde se celebraría la ceremonia de unión de las estrellas. Así que todos comenzamos a caminar por los interminables pasillos del castillo, por lo que Cattleya y yo tuvimos que usar mejoras físicas para poder seguir el ritmo de la caminata, hasta el gran salón de actos.

Entonces Ferdinand se adelantó, y entró primero al salón. Sin embargo, nosotras nos quedamos atrás con el hermano Eckhart y Justus, quiénes no podían entrar con nosotros para realizar esta ceremonia. Debido a esto, tenían que esperar a que se anuncie nuestra llegada, y quedarse en la puerta hasta que terminemos de oficiar la ceremonia.

No pasó mucho tiempo, cuando Ferdinand anunció nuestra llegada. "Las Sumos Obispas entran en la habitación". Luego de esto, se abrieron las enormes puertas del gran salón, y en ese momento le di un apretón en la mano a mi hermanita para asegurarme, de que todo estuviera bien. Y en cuanto ella me devolvió el apretón con una respuesta afirmativa, inmediatamente comenzamos a avanzar, cruzando las puertas de entrada al gran salón de actos.

Caminamos por la alfombra hasta el altar, donde estaba Sylvester junto a su primera esposa Florencia, los cuales ya estaban sentados allí. 'Y por la forma un tanto molesta de mirarnos, pues debo decir, que no les da gusto vernos'. Yo dije esto para mis adentros, mientras también miraba al padre Karstedt, parado detrás de ellos como su escolta principal. El cual, al vernos nos dedicó una sonrisa cálida y llena de orgullo en su rostro, que ablandó su rígido y serio semblante de bravo guerrero y feroz caballero.

Entretanto avanzábamos,  podía sentir las miradas de todos sobre nosotras, por lo que apreté con más fuerza la mano de mi gemela, debido a la tensión que estaba sintiendo por el peso de tantas miradas, algo a lo que nunca podré acostumbrarme. Y para cuando llegamos al pie de las escaleras, Ferdinand, quien ya estaba allí, nos ayudó a subir las escaleras a ambas, lo cual hicimos sin ninguna dificultad, y con toda la gracia y elegancia que pudimos lograr. 

En cuanto estuvimos en el altar, saludamos a la pareja archiducal, ofreciendo nuestros respetos, y luego tomamos nuestros asientos, junto a ellos en nuestros lugares. Pero Ferdinand se sentó entre Sylvester y nosotras, para intervenir a tiempo si algo sucede. 'En realidad, esto es para evitar el contacto, entre mi problemática hermanita y el molesto Sylvester'. Yo pensé esto con resignación y exasperación a partes iguales, mientras éramos el centro de todas las miradas. Las cuales iban desde el absoluto desprecio, a la curiosidad, pero también habían algunas damas que nos dedicaron miradas desdeñosas o burlonas. Aunque también habían algunos nobles que nos miraban con un brillo de fascinación o admiración en sus ojos. 

Sin embargo, pronto todos perdieron el interés en nosotras y dejaron de prestarnos atención, para continuar con su socialización. Y entre la multitud de jóvenes solteros, pude identificar a las inconfundibles fans de Ferdinand, quienes lo miraban con ojos brillantes y mejillas sonrojadas…‘Pero él, ahora es un hombre comprometido no deberían verlo así… eso es inapropiado’. Yo dije esto para mis adentros con molestia, ya que desde mi posición podía ver su agitación y oír sus chillidos tontos, como si vieran a su estrella “Pop” favorita. 

No obstante, por alguna razón ahora me doy cuenta, de que algunas tienen cierto brillo febril en sus ojos de chicas enamoradas que es inconfundible, porque lo tienen escrito en todo el estúpido rostro. 'Esto no me importaba en el tejido roto, y a decir verdad, ni siquiera notaba la diferencia. Pero ahora... si puedo notarlo. ¡Es tan molesto, y muy desagradable. Ferdinand es nuestro prometido ahora, así que miren a los chicos solteros en la habitación, no a Ferdinand. Montón de chicas descaradas!'. Yo despotriqué por dentro muy enfadada, por la culpa de esas chicas desvergonzadas, mirando al prometido de alguien más con esas miradas acaloradas. 

Entonces mi hermanita, notando mi molestia siguió mi mirada, viendo al grupo de estúpidas chicas que miraban con el baile de Bluanfah en sus ojos, a Ferdinand. Por lo que entendiendo el motivo de mi disgusto, me miró con diversión en sus grandes ojos dorados, y luego dijo con una sonrisa traviesa, esta vez mirando a Ferdinand, quien estaba sentado a mi lado. "Vaya~, vaya~ mentor~, eres bastante popular entre las chicas, eh~?". Ella al decir esto, lo hizo en ese tono burlón con el que siempre me molesta. 

Pero esta vez estaba molestando a Ferdinand, quien la miraba con rostro inexpresivo y molestia en sus ojos. Cattleya viendo la reacción nada divertida de Ferdinand, volvió su mirada hacia mí y continuó diciendo. "No tienes de que preocuparte hermanita, nadie puede robarte a tu novio~, hay un decreto real que se los impide, recuerdas?". Mi tonta hermanita trató de tranquilizarme, en ese tono burlón con el que siempre me molesta con Ferdinand. '¡¡¡Gaaaaah!!! Realmente odio cuando me molesta así. ¡Oye espera! Pero ahora yo también puedo molestarla con esto, verdad? Jejejejee...'.

Con esto en mente, yo dije en respuesta a su burla. "Oye hermanita, te recuerdo que Ferdinand también es tu novio~, ordenado con el mismo decreto real, recuerdas~?". Cuando dije esto en el mismo tono burlón que mi gemela, ella hizo una mueca de "no me lo recuerdes", ya que siempre olvida convenientemente este hecho.

"Si, si hermanita, ya lo sé, no tienes que recordármelo". Cattleya respondió esto agitando su mano despreocupadamente, como si esto no fuera real.

Por eso, yo no me detuve aquí, y continué hablando un poco exasperada con ella. "Además, no debería molestarte que esas tontas estén mirando a nuestro prometido, con el baile de Bluanfah en sus ojos?". 

Pero lejos de enojarse por esto, mi tonta hermanita respondió encogiéndose de hombros. "Yo solo estoy diciendo, que no necesitas preocuparte demasiado por esto, hermanita, déjalas que miren, porque eso es todo lo que podrán hacer". 

"Ya dejen eso, par de tontas". Ferdinand nos regañó ya exasperado, con nuestra pequeña discusión.

"Ejemm...". De pronto el molesto Sylvester se aclaró la garganta y se metió en nuestra conversación, diciendo con una sonrisa noble, que no coincidía con la mirada burlona y divertida que tenía en sus ojos verde oscuro. "Tal vez mis pequeñas hermanitas no lo sepan, pero Ferdinand puede tomar una tercera esposa e incluso amantes...". 

Yo al oír esto exclamé interrumpiéndolo. "¡¡¡No!!! ¡De ninguna manera! ¡Eso no pasará!". Y como lo dije sin pensar, me tapé la boca con la mano algo avergonzada por mi arrebato. 

Entonces miré a Ferdinand, quién tenía una expresión de sorpresa en su rostro, por mi repentina y enérgica negativa. Luego volteó a mirar a Sylvester con fastidio diciendo. "Sylvester, creí haberte dicho que no provocaras a nuestras Sumos Obispas, no es así?". Ferdinand advirtió en un tono frío a Aub Ehrenfest, para que se abstuviera de hacer comentarios molestos.

Al ver que Ferdinand estaba regañando a Sylvester, yo me volteé hacia mi hermanita sentada a mi lado. La cual, tenía el ceño fruncido mirando con molestia al entrometido Sylvester. 'Oh, oh, esto es malo, si mi hermanita cae en las provocaciones de Sylvester, esto será un desastre. ¡Demonios! ¿Por qué tenía que decir que Ferdinand puede tener amantes?'. Yo despotriqué por dentro preocupada, sabiendo que eso abre viejas heridas en el corazón de mi hermanita. 

"¿Es eso así, Aub Ehrenfest?". Preguntó mi hermanita con una sonrisa de dama noble completamente falsa y forzada, pero la mirada malvada y con un brillo de ira en sus grandes ojos dorados, le daban una expresión aterradora en su rostro. 

"Cattleya". Ferdinand dijo en advertencia,  tensándose y temiendo que mi gemela causara algún alboroto, lanzando algún hechizo o maleficio a nuestro estúpido Aub en público.

Pero mi hermanita asintió con la cabeza a la advertencia de Ferdinand, y luego dijo. "No te preocupes mentor, seré una buena niña y me portaré bien. Quiero mi bestia alta, por eso cumpliré mi parte del trato, y esta ceremonia será perfecta". Ella dijo al final con un pulgar arriba y una brillante sonrisa. '¡Oh, vaya! Cattleya realmente quiere una bestia alta, porque se acaba de tragar su coraje, con una brillante sonrisa'.

Sin embargo, yo no me tragaré tan fácilmente mi coraje, y al ver a Cattleya esforzándose tanto, solo me hizo enojar aún más. Y aunque yo sabía que Sylvester tenía razón, y Ferdinand podía tomar hasta tres esposas e incluso amantes. Aun así, saberlo no es lo mismo que entenderlo y aceptarlo. 'Como ahora llevo mucho más tiempo viviendo entre los nobles, tengo más conciencia noble, por lo que entiendo, pero lo odio y me niego a aceptarlo, no quiero que Ferdinand tome una tercera esposa ni mucho menos amantes. No obstante, es de Ferdinand de quien estamos hablando, él no haría eso, verdad?'. Yo me dije esto, convencida de que él no sería capaz. Y segura de esto, yo respondí al comentario desagradable de Sylvester. "Aub Ehrenfest, se equivoca. Ferdinand no tomaría más esposas ni mucho menos amantes, cierto Ferdinand?".

Pero Sylvester al oír mi declaración, amplió su sonrisa mirándome con diversión, como si hubiera encontrado un nuevo juguete muy divertido. '¡Maldición! Caí en el juego del entrometido y molesto Sylvester ¡¡¡Gaaaaah!!! ¡Pero que tonta!'. Yo maldije mi estupidez.

Entonces Sylvester respondió en un desagradable tono burlón, dirigiéndose a Ferdinand. "Oh~, pero el compromiso será bastante largo, no? En serio esperarás hasta entonces hermanito~?".

"Sylvester". Florencia detuvo al idiota desde un costado, mirándolo con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. '¡Muy bien Florencia, así se hace!’. Yo le di ánimos en mi mente a la única que puede controlar las tonterías de nuestro Aub. El cual, al ver la expresión en el rostro de Florencia, retrocedió en el acto, volviendo a poner su expresión digna de Aub Ehrenfest.

"¡Oh vamos hermanita, no necesitas preocuparte por eso! Es de nuestro mentor de quien estamos hablando, no? Él no haría eso, verdad mentor?". Cattleya preguntó con una sonrisa confiada, pero en un tono de amenaza que medió escalofríos. Yo sabía que intentaba tranquilizarme, mientras le daba una clara advertencia a Ferdinand, luego continuó diciendo de forma despreocupada. "Además, yo no veo competencia para ti hermanita, solo veo un montón de conejillos de indias, para probar mis inventos, pociones y nuevos hechizos. Jejejejee... déjamelas a mí, yo me encargo". Mi hermanita dijo esto último, con una risita malvada y traviesa.

Ante la cual, pude ver a Ferdinand mirando a Sylvester con mirada furiosa, por lo que había provocado con sus comentarios desagradables. Luego se frotó las sienes por el dolor de cabeza que estaba resultando esta pequeña charla, mientras esperábamos que sonara la séptima campanada. 

"Hijas, no hagan caso a las tonterías que dice Sylvester, él solo lo dijo para molestarlas". El padre Karstedt dijo esto para tranquilizarnos, quien estaba parado detrás de Sylvester escuchando nuestra conversación, palideciendo ante lo que había dicho Cattleya, ya que él, ahora la conocía muy bien, y sabía que ella no estaba bromeando. '¡¡¡Santa mier@#$!!! Mi hermanita da miedo en ocasiones como  esta. Y más, cuando sé que dijo esto para hacerme sentir más tranquila, pero también sé perfectamente que habla muy en serio, en su idea de usar de conejillos de indias a las chicas que se acerquen con ese tipo de intenciones, a Ferdinand. Y yo con gusto me sumaré a sus planes, de hecho, yo también tengo algunas ideas en mente que con la magia de Cattleya serán posibles, Las cuales, tenía reservadas para Detlinde... pero si me provocan, no dudaré en usarlas con esas tontas primero. Jejejejee...'.

"Cattleya, en que quedamos?". Ferdinand preguntó en un tono de advertencia, mientras la miraba con el ceño fruncido.

Cattleya al ver la preocupación en el rostro del padre Karstedt y la mirada molesta de Ferdinand, respondió encogiéndose de hombros. "Ok, Ok mentor, ya dije que me portaré bien el día de hoy, pero yo no prometí nada sobre el futuro, verdad? Así que no hay problema con hacer algunas futuras travesuras a las idiotas que se te acerque lo suficiente, como para fastidiar a mi hermanita. Eso es todo". 

Yo al oír los planes de Cattleya dije. "Si hermanita. Haremos un muy buen equipo destrozando a la competencia, porque yo también tengo algunas ideas en mente. je, je, je, je...". Yo dije esto, mirando a mi gemela, mientras reía con mi versión de su risa malvada, asociándome con ella en esta empresa. Entonces con miradas intrigantes y un acuerdo silencioso asentimos con la cabeza, y para serrar el trato chocamos los puños sellando y firmando nuestro acuerdo. 

Ferdinand al ver nuestra charla silenciosa y sabiendo que de eso, no saldría nada bueno, dijo. "¡Eso no será necesario, par de tontas! Dejen ya esta absurda discusión sin sentido, porque con ustedes dos, ya tengo suficiente de prometidas". Él respondió algo incómodo e irritado, luego continuó con el regaño. "En cuanto a lo que dijo Sylvester, no tendría sentido, ya que ninguna de las damas presentes y en todo el ducado, tiene el suficiente maná como para sentirla". Ferdinand explicó la razón del porqué, nuestras preocupaciones no tenían sentido. Y mientras explicaba esto, le dedicó una mirada tan fría como el hielo a Sylvester. 

Quien al parecer, se dio cuenta de que se había excedido, y para arreglar la situación, agregó a la explicación de Ferdinand. "Si, lo que dice Ferdinand es cierto, a excepción de dos damas presentes que aún no han desarrollado su sentido del maná... Pero por la cantidad de maná absurda que han demostrado tener, es más que seguro que podrán sentir a su prometido en el futuro". 

'Aunque era realmente molesto que Sylvester explicara esto, aun así tenía razón, ya que yo antes de morir en el tejido roto, desarrollé mi sentido del maná y si pude sentir a Ferdinand’. Yo recordé esto con un poco de nostalgia por aquellos días, mientras Sylvester decía ahora mirando a su hermano con lástima. "Oye Ferdinand, tus prometidas son como dos Ewigeliebes fuera de temporada, eh? Dan miedo... Suerte con eso hermanito". 

Para cuando Sylvester terminó de decir esto último, justo en ese momento tocó la séptima campanada, poniendo fin a nuestra charla y dando comienzo a la ceremonia. Por esta razón, Ferdinand se levantó de su asiento y anunció. "Ahora daremos comienzo a la ceremonia de unión de las estrellas. Todas las parejas que deseen casarse den un paso al frente". 

En el momento en que Ferdinand dijo esto, entraron las parejas de recién casados muy elegantemente vestidos, con los nobles colores de sus temporadas de nacimiento. Y todo el resto de la primera ceremonia de unión de las estrellas, fue tal como recordaba, pero en vez de Sylvester fue Ferdinand quien realizó la ceremonia como el Sumo Sacerdote. Él comenzó a relatar la historia de amor entre el Dios de la oscuridad y la Diosa de la luz. Y para cuando terminó de relatar la historia de las escrituras, hizo pasar una a una, a las parejas de recién casados, preguntando si estaban de acuerdo con este matrimonio. Luego de confirmar que ambos estaban de acuerdo con el matrimonio, Ferdinand les entregaba la herramienta mágica de pluma para firmar el contrato mágico. El cual, en cuánto lo firmaban ardía en llamas doradas. 

Una vez que todas las parejas hubieron firmado sus contratos mágicos, Ferdinand anunció. "Ahora las Sumos Obispas adjuntas, darán su bendición a las parejas de recién casados".

Al oír decir esto a Ferdinand, Cattleya y yo nos miramos y asentimos con la cabeza, ambas estábamos listas para realizar con éxito nuestra parte. Así que nos levantamos de nuestros asientos ayudándonos mutuamente para levantarnos con gracia, y nos dirigimos hacia Ferdinand para ubicarnos a su lado, para comenzar a rezar. Y en cuanto estuvimos frente a la multitud de parejas nobles, levantamos nuestras manos y comenzamos a verter maná en nuestros anillos, mientras oramos. "Oh, poderosos rey y reina de los cielos sin fin. Oh, Dios de la oscuridad y Diosa de la luz, escucha nuestras plegarias. Que concedan sus bendiciones al nacimiento de nuevas uniones...". Dijimos en perfecta sincronía. 

Y en ese momento, las luces de nuestras bendiciones se arremolinaron y danzaron, mientras se elevaban hasta el techo del gran salón, justo antes de estallar en una enorme bendición que llovió sobre todos los recién casados, al terminar de rezar.

"¡Wooow!". Hubo una serie de exclamaciones de sorpresa y asombro, justo antes de que todos estallaran en vítores en celebración por los recién casados.

"Las Sumos Obispas se retirarán del gran salón". Ferdinand dijo para sacarnos de allí lo más pronto posible. Y pese a que Ferdinand no lo pidió, como si lo hizo Sylvester en el tejido roto, los nobles presentes agitaron sus Schtappes haciéndolos brillar, mientras mi hermanita y yo nos retirábamos del gran salón de actos, con Ferdinand siguiéndonos de cerca. 

Una vez que las grandes puertas se serraron detrás de nosotros. Cattleya exclamó muy emocionada, diciendo. "¡Eso fue genial! ¿Viste como hicieron brillar sus varitas? ¡Eso definitivamente fue como en "Harry Potter"!". Como el hermano Eckhart y Justus se habían quedado en la puerta esperándonos, al salir nos reunimos con ellos. Por lo que ahora todos reunidos suspiramos con cansancio, ante las tonterías de Cattleya. La cual continuó diciendo. "Mentor, ya terminamos todos nuestros deberes como Sumos Obispas con éxito, no es así? O sea que ahora es tú turno de cumplir tu promesa, de enseñarnos a hacer nuestras propias bestias altas". 

Ante el entusiasmo de mi hermanita, Ferdinand se frotó las sienes exasperado y luego respondió. "Está bien Cattleya, les enseñaré a hacer sus bestias altas como prometí. Pero debo advertirte, que si haces alguna locura con ella, te la quitaré y restringiré su uso hasta que demuestres ser lo suficientemente responsable como para tener una bestia alta, te quedó claro Cattleya?". 

"¡Siiiii…! ¡Nuestro mentor nos enseñará a hacer nuestras bestias altas!". Mi hermanita respondió con el puño levantado en celebración.

Ferdinand negó con la cabeza mirando con desaprobación a mi gemela, diciendo. "Tú realmente no tienes remedio… Como sea, lo mismo va para ti Rozemyne, si haces alguna tontería con tu bestia alta, te la quitaré, entendido?".

"¡Entendido Ferdinand!". Yo respondí con seriedad, porque no quiero que me quite a mi Lessy.

Pero a pesar de que últimamente estábamos mucho mejor y más saludables. Aun así dos rituales seguidos, más los viajes en carruajes, las largas caminatas que esta vez las dimos sin ayuda, usando mejoras físicas, creo que fue demasiado para nuestros cuerpos. Sin mencionar, que a esta hora ya deberíamos estar en la cama dormidas, por lo que aunque Cattleya y yo no colapsamos como antes, aun así cuando regresábamos a los carruajes comenzamos a disminuir la velocidad de nuestra caminata y a respirar con dificultad. Como estábamos realmente exhaustas, Ferdinand al notarlo nos levantó del suelo diciendo. "A este ritmo tardaremos toda la noche en regresar a los carruajes". Y luego de decir esto, Ferdinand nos cargó a las dos hasta los carruajes. 

‘Bueno eso supongo, porque me quedé dormida antes de que subiéramos a ellos’. Yo pensé esto, cuando Ferdinand nos despertó, ya que yo no recordaba haber llegado a los carruajes, y solo aparecimos en la finca del abuelo con Ferdinand diciendo. "Rozemyne, Cattleya despierten, ya llegamos a la finca de Bonifatius”. 

Y luego de despertarnos, él continuó diciendo, mientras nos entregaba a Ottilie, quien había salido a recibirnos junto al abuelo Bonifatius. “Se que darán aquí esta noche, mañana vendré temprano para ver como siguen, y les daré una de las pociones que tanto odian". 

"¡Noooo!". Yo exclamé negando con la cabeza frenéticamente.

"¡Guacala!". Mi hermanita exclamó haciendo un gesto de asco.

"No se quejen par de tontas, mejoré el sabor de la poción como querían, así que ahora no tienen excusa para no querer beberla". Ferdinand nos regañó.

"¡Muchas gracias Ferdinand!". Agradecimos al unísono con brillantes sonrisas, aún en los brazos de Ottilie.

"¿Qué sucedió, Ferdinand? ¿Se pusieron enfermas mis nietas?". El abuelo preguntó con preocupación, ya que estaba acostumbrado a vernos la mayor parte del tiempo saludables.

"No te preocupes Bonifatius, estarán bien, solo están cansadas por los rituales y el largo día de hoy. Ponlas a descansar y mañana traeré un par de mis pociones, con eso estarán saludables como siempre". Ferdinand tranquilizó al preocupado abuelo, quien asintió con seriedad y les dio instrucciones a nuestros asistentes, para que nos dieran un baño y nos pusieran a dormir, lo más pronto posible. Después de este intercambio, Ferdinand se marchó a su propia mansión. En cuanto a nosotras, después del baño nos metieron en la cama donde nos dormimos profundamente.

****

Al día siguiente, y tal como prometió, Ferdinand vino muy temprano en la mañana y nos trajo las pociones de bondad. Las cuales, al beberlas comprobamos que ya no eran tan asquerosas como antes. Y luego Ferdinand se quedó con nosotras a desayunar, por lo que tuvimos una agradable charla, junto a un delicioso desayuno familiar.

 

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¡Hola nobles y plebeyos, brujas, magos y Muggles también! 😉 

 

Como dije antes, quise escribir el ritual de unión de las estrellas, por dos razones, la primera es porque quería mostrar lo diferente que es la situación de las gemelas o mejor dicho de Rozemyne en este tejido, comparado al original. Con los cuidados de Bonifatius y preocupación de la familia Linkberg y la aparición de Ottilie.

La segunda razón fue, porque quise mostrar los cambios en los sentimientos románticos de Rozemyne hacia Ferdinand🤭, siendo cada vez más consciente de ellos. Y también mostrar a Cattleya trabajando duro para obtener su bestia alta. La cual logró obtener con éxito, pero la pregunta es, ¿hará alguna locura con ella?🤣 Jajajaja... ustedes qué creen?

Próximo capítulo: “Una problemática fiesta de té”, con un punto de vista de Rozemyne.

Y sin nada más que decir, travesura realizada ¡Gracias por leer mi fic!😘

 

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