
Nuestro bautismo. (Parte 1)
Pdv: Rozemyne
Madre Elvira había preparado los atuendos que llevaríamos en nuestra ceremonia de bautismo con mucho tiempo de anticipación. Por lo que tuvo que traer a las costureras para modificarlos un poco, como; alargar la falda, entre otros arreglos de último momento, ya que habíamos crecido bastante después de la última prueba. Desde nuestra Jureve, estábamos mucho más saludables y habíamos crecido, hasta al menos pasar por niñas de 6 años. Aún no parecíamos niñas de 7 años, pero si comparo a la yo del tejido roto para este momento, en definitiva esto es un gran logro.
Después de que madre Elvira regresara de la conferencia de archiduques, nos habíamos estado quedando en nuestra casa del barrio noble, alistando los últimos preparativos para la recepción de los invitados a nuestra ceremonia de bautismo, junto a ella. Y como esta era una ocasión especial, Cattleya y yo queríamos introducir nuevas recetas que ni siquiera se han servido en “The Magic Roze”.
Algunas de estas recetas, fueron una variedad de pequeñas empanadas de Cóctel con diferentes rellenos; unas tenían solo queso, otras con cebolla, carne de res, huevo duro y algo parecido a las olivas. También de jamón, queso, “Pome” (tomate), orégano, etc... esta tenía el mismo relleno de la pizza, otras de queso champiñones o ave queso, todas igual de deliciosas. Entre las nuevas recetas, también agregó pequeñas brochetas de carne y verduras asadas en la parrilla, sazonadas solo con sal, como bocadillos.
A esta idea yo agregué brochetas de frutas de temporada. Y como a madre Elvira le encantó la idea de las brochetas de frutas, porque de esa forma era más fácil servir la fruta y también era más sencillo comerla. Además, servirán como una hermosa decoración en el banquete, junto a pastelitos de crema, y una variedad de dulces a los que yo incorporé el helado, como es verano el helado además de delicioso, es ideal para refrescarse. ‘Me habría gustado incorporar algunas recetas japonesas, como; Sushi, Sashimi o Takoyaki, pero aquí es muy difícil encontrar pescado o mariscos y ni hablar del arroz’.
Madre Elvira nos tenía practicando etiqueta noble, perfeccionando nuestros movimientos para que fueran fluidos y elegantes. De igual modo, Ferdinand nos tenía memorizando los nombres de todos los nobles invitados, y esto fue un verdadero fastidio para Cattleya. Aunque para mí también lo fue en el tejido roto, mas ahora es muy sencillo para mí recordarlos, ya que solo tenía que repasar un poco los nombres y las provincias. Pese a lo tedioso de todo esto, Cattleya se esforzó mucho para cumplir con las expectativas, tanto de madre Elvira como las de Ferdinand.
En cuanto al hermano Cornelius, estaba muy feliz de tenernos en casa por tanto tiempo y disfrutar de nuestra compañía. Jugamos mucho Karuta y naipes con él, y como también estaba en casa nuestro pequeño hermanito Nikolaus igual disfrutamos de su compañía. Ya que luego de la batalla del templo y la repentina muerte de Trudeliede, el pobre niño además de huérfano quedó muy traumatizado. Es por esta razón, que madre Elvira accedió criarlo apropiadamente como un Linkberg y bautizarlo como su hijo, al igual que lo hizo con nosotras. Y como luego de nuestro bautismo, pasaremos más tiempo en el barrio de los nobles que en el templo, esto es lo mejor, ya que el pequeño Nikolaus no estará solo por períodos de tiempo muy largos.
‘Pero bueno, estar en casa con nuestros hermanitos, era muy divertido y agradable’.
****
Muy pronto llegó el día de nuestra ceremonia de bautismo. Y esa mañana las asistentes de nuestra casa noble, nos sacaron de la cama muy temprano en la mañana para darnos un baño, lavaron nuestros cabellos con Rimsham y luego nos vistieron con ropa común, para que fuéramos a desayunar. Para que así, una vez que termináramos de desayunar, nos vistieran con nuestros trajes de bautismo.
‘Y con estos eventos, hasta ahora todo va como lo recordaba, pero con ligeros cambios’.
Cuando fuimos a desayunar, nos encontramos con toda nuestra familia noble en el comedor, los cuales se habían reunido para felicitarnos por el especial día de hoy. “Felicidades por su bautismo hijas”. Y con estas cálidas palabras, el primero en felicitarnos fue nuestro padre noble.
“¡Gracias padre Karstedt!”. Dijimos al unísono.
“Felicidades por su bautismo hermanitas”. Luego nos saludó la hermana mayor Heidemarie.
Seguida por madre Elvira, quien dijo. “¡Oh, my! Felicidades por su día especial mis hermosas hijas, pero dense prisa que primero deben desayunar. Vamos tomen asiento, que Dregarnuhr apremia”. Ella nos felicitó radiante, indicándonos y apresurándonos a tomar asiento en el comedor. Lo cual hicimos rápidamente, mientras agradecíamos los enérgico saludos y felicitaciones de todos los presentes.
“Gracias a todos por sus buenos deseos”. Dijimos en perfecta sincronía.
“¡Felicidades mis queridas nietas, por su día especial!”. Nuestro abuelo exclamó con entusiasmo, y luego le hizo un gesto a su asistente para que nos entregara obsequios. Los cuales fueron recibidos por nuestras asistentes, que nos ayudaron a abrir las cajas ornamentadas. Cuando vi lo que había dentro lo supe de inmediato, era una espada de maná, pero esta espada era una “Katana” espada japonesa. Aunque en la empuñadura tenía una piedra mágica para cargarla con mi maná, algo muy similar a “Stenluke” de Angelica. En cuanto al obsequio de Cattleya, al igual que la mía eran espadas japonesas, pero las de ella eran dos espadas cortas que se llevan en la espalda, al estilo “Ninja”, como ella pidió. ‘Bueno, en realidad las dos le pedimos al abuelo este estilo de espadas’.
“¡¡¡Wooow!!!”. Las dos exclamamos al unísono, al ver las magníficas espadas, y luego agradecimos con entusiasmo y brillantes sonrisas. “¡Gracias abuelo, están superincreíbles!”.
“¡Me alegro de que les hayan gustado sus obsequios, mis queridas nietas y futuras hijas adoptivas. Quería celebrar con algo especial su bautismo y adopción!”. El abuelo Bonifatius explicó muy conmovido, pero luego continuó diciendo. “Espero que les sirvan bien en el futuro, pero para poder usarlas correctamente y con responsabilidad, tendrán que entrenar muy duro con su hermano mayor Eckhart, bajo mi supervisión”. Él dijo esto con seriedad, mientras arrojaba el trabajo de entrenarnos al hermano Eckhart. ‘Y esto lo dijo, no porque no quiera entrenarnos él mismo, sino que lo hace de esta forma para no lastimarnos, por accidente por supuesto’.
Quién ya acostumbrado a los rudos entrenamientos con el abuelo y Ferdinand, asintió con la cabeza, diciendo. “Entrenaré muy bien a mis hermanitas, espero den lo mejor. Y felicidades por su bautismo”.
“¡Daremos lo mejor, hermano Eckhart!”. Yo dije con determinación.
“¡Entrenaremos duro, hermano Eckhart!”. Cattleya continuó diciendo con la misma determinación y entusiasmo.
Y luego finalizamos nuestros agradecimientos al unísono. “¡Gracias hermano Eckhart, gracias abuelo Bonifatius!”.
El resto del desayuno fue muy agradable, donde recibimos más felicitaciones, pero esta vez del hermano Cornelius y el hermano Lamprecht, con los cuales tuvimos una agradable charla. Aunque Cattleya y yo estábamos felices con el afecto y apoyo de nuestra amada familia noble… Aun así, nuestra alegría no era completa, ya que nuestra familia plebeya no podrían participar de nuestra ceremonia de bautismo, como sé que ellos deseaban estar presentes…
‘Los extraño mucho’. Yo dije para mis adentros con tristeza, pero cuando miré a Cattleya, pude ver en sus expresivos ojos dorados de luna, que ella estaba igual de triste que yo, aunque trataba de ocultarlo lo mejor que podía. En cambio yo, a pesar de sentirme triste por esto, también era consiente de que esto no era para nada como el dolor que sentí en el tejido roto para este momento, donde me habían separado por completo de mi amada familia. ‘Supongo que no se puede tener todo en la vida, verdad?’. Con esta reflexión en mente, yo me consolé pensando en que nos permitirían ir a casa con nuestra familia plebeya, unos días después de nuestro bautismo para celebrar con ellos también.
Al terminar el desayuno, fuimos llevadas por nuestras asistentes a nuestro cuarto, para cambiarnos a nuestros nobles atuendos para la ceremonia de bautismo. Los cuales eran; blancos y esponjosos de estilo lolita, con la faja de color azul que corresponde a los atuendos de bautismo en la temporada de Leidenschaft, muy similares a los que yo usé en el tejido roto. Pero estos vestidos eran mucho más elaborados, con hermosos bordados del color azul medianoche de nuestros cabellos. Ambos trajes eran iguales, ya que madre Elvira se había aficionado con vestirnos de este modo, sin embargo, siempre les agregaba algo que nos distinguiera, como en los bordados u otros detalles. En este caso, los vestidos tenían nuestras flores, que se habían vuelto nuestra marca personal; el mío tenía bordadas pequeñas rosas azules por todo el vestido, y el de Cattleya; tenía bordadas grandes orquídeas Cattleyas, solo en la falda del mismo color azul medianoche.
Una vez vestidas, nos peinaron de forma mucho más elaborada que de costumbre; con complejas trenzas, de acuerdo a las tendencias actuales entre las chicas nobles. Pero antes de que finalizaran nuestros peinados con las horquillas que ya teníamos preparadas para usar esta temporada, hechas por nuestra familia plebeya, madre Elvira limpió la habitación de asistentes.
‘Estas acciones fueron extrañas e inesperadas, por lo que mi hermanita y yo nos miramos confundidas, y luego preguntamos al unísono. “¿Qué sucede madre Elvira?”.
“Nada de que preocuparse mis queridas hijas, es solo que lord Ferdinand les ha preparado una sorpresa, y unos hermosos obsequios”. Madre Elvira explicó con los ojos brillando de pura emoción. ‘Hoy madre Elvira se ve especialmente radiante y feliz. Uhmm… me pregunto, ¿si habrá alguna razón en especial para tal entusiasmo?. Oh, bueno, conociéndola debe ser por la presencia de Ferdinand, verdad?’.
Luego de decir esto, madre Elvira salió de la habitación regresando inmediatamente después, con el padre Karstedt, el abuelo Bonifatius y Ferdinand. El cual, venía acompañado por Justus, el hermano Eckhart y la hermana Heidemarie…. Pero ellos venían acompañados por nuestra familia plebeya, quienes estaban vestidos como comerciantes ricos. Y nosotras al verlos, quisimos correr hasta ellos para abrazarlos, pero no podíamos tener ese tipo de comportamiento inapropiado aquí, en cambio nos quedamos en nuestro lugar, mirando con ansiedad a madre Elvira y a padre Karstedt. Quienes asintieron con la cabeza con cálidas sonrisas, dándonos su aprobación para saludar a nuestra familia plebeya, por lo que nosotras al ver este gesto, corrimos a los brazos de mamá Effa, papá Gunther y Tuuli.
“¡Papá, Mamá, Tuuli!”. Cattleya y yo exclamamos al unísono muy emocionadas.
“¡Hijas! ¡Hermanitas!”. Nuestra familia exclamó con grandes y brillantes sonrisas, abrasándonos con fuerza.
Pronto comenzamos a llorar lágrimas de felicidad, aferradas a nuestra hermosa familia. Y al vernos llorar todos se inquietaron, pero en especial madre Elvira, quien preguntó preocupada. “Hijas, ¿porqué lloran? Se supone que deberían estar felices. Arruinarán sus hermosos rostros y no pueden mostrarse así al mundo”.
Ferdinand que estaba vestido como Sumo Obispo, para oficiar nuestra ceremonia de bautismo, se arrodilló rápidamente y nos limpió las lágrimas de nuestros rostros con sus pañuelos, mientras nos regañaba. “Se supone que esta sorpresa era para hacerlas felices, no para hacerlas llorar. Si hubiese sabido que esto pasaría, no la habría sugerido ni hubiera arreglado todo para hacerla posible”.
“Pero Ferdinand, son lágrimas de felicidad… Shniff… lloramos porque estamos muy felices”. Yo me apresuré a decir, conteniendo los sollozos. ‘Esta sorpresa había sido demasiado para nuestros corazones entristecidos, por la idea de que nuestra familia plebeya no pudiera estar con nosotros, en un día tan importante para nosotras’.
“Si mentor, es como dice mi hermanita…Shniff... y te estás viendo supergenial en este momento”. Mi gemela dijo esto con admiración, tratando de retener las lágrimas que no dejaban de salir.
“Dejen de llorar entonces, o tendré que llevarme a su familia adoptiva”. Ferdinand nos amenazó algo irritado, para que dejáramos de llorar.
Y ante la amenaza de Ferdinand, las dos negamos frenéticamente con la cabeza diciendo con súplica. “Pero te decimos que somos felices Ferdinand, no te los lleves por favor ”. Yo supliqué.
Luego Cattleya continuó con las súplicas. “Ok mentor, dejaremos de llorar, pero no te los lleves”.
“Está bien como quieran, pero conténganse las dos o colapsarán con fiebre. Y eso es absolutamente inaceptable para un día tan importante para ustedes, como lo es hoy”. Ferdinand respondió a nuestras súplicas de forma severa, por lo que las dos por miedo a arruinar nuestro día especial, dejamos de llorar.
Y una vez que dejamos de llorar, Ferdinand nos dio la curación de Heilschmerz y luego nos indicó que nos sentáramos con nuestra familia adoptiva en uno de los sofás de nuestra habitación. En cuanto estuvimos todos sentados y acomodados, le preguntamos a Ferdinand, cómo es que lo hizo para meter a nuestra familia plebeya en la mansión Linkberg, sin levantar sospechas. A lo que Ferdinand explicó, que él los había incluido con el resto de sirvientes de la compañía Gilberta, ya que se supone, que venían a entregar un trabajo especial para la ocasión.
Luego de explicar como hizo para meter a nuestra familia plebeya, el día de nuestra ceremonia de bautismo, él continuó diciendo que tenían que comunicar algo importante. “Como dije antes, esta sorpresa no solo es para celebrar su bautismo, sino que también decidimos hacer todos estos arreglos para comunicarles una noticia muy importante. Y lo mejor aquí es, que se los informemos a todos juntos de una sola vez”. Ferdinand explicó esto con seriedad, y como es propio de él, siempre en pos de la eficiencia.
“Sumo Sacerdote, ¿Pasa algo malo con nuestras hijas?”. Mamá Effa preguntó muy preocupada.
“No es nada malo, sino que todo lo contrario, son muy buenas noticias”. Madre Elvira respondió en lugar de Ferdinand, con ese brillo de emoción en sus ojos. ‘Entonces es lo que nos comunicarán en este momento, lo que tiene tan feliz a madre Elvira’.
“Eso es correcto. Y esta noticia será anunciada oficialmente hoy, después de la ceremonia de bautismo por Aub Ehrenfest, entre otros anuncios importantes, como su nombramiento como Sumos Obispas adjuntas”. Ferdinand continuó con la explicación con rostro serio, pero también pude notar un poco de inquietud o preocupación en sus ojos dorados pálidos. “Como ya saben, la solicitud de compromiso ya fue enviada a Zent, la cual fue aprobada. Ahora el compromiso es oficial”. Él nos comunicó, y yo ante la noticias solté un suspiro de alivio, ya que eso me tenía muy preocupada, temía que no lo aprobaran.
Después de decir esto, Ferdinand continuó informando. “Debido a que el compromiso será bastante extenso, y por los problemas políticos internos del ducado, Zent determinó que lo mejor era asegurarlo con un decreto real, para eliminar cualquier intervención de la facción contraria, y así evitar cualquier conflicto en el futuro”. Con esto Ferdinand terminó de informar, dejando un incómodo silencio en la habitación por la noticia.
El cual fue roto por Cattleya y yo, al recuperarnos de un error de procesamiento momentáneo, las dos exclamamos al unísono. “¡¿Queeeé?!”.
“¡E-espera mentor, ¿estás hablando en serio?!”. Cattleya preguntó abriendo mucho los ojos con sorpresa y se veía algo conmocionada. Y no la culpo, ya que yo misma estoy completamente sorprendida, y aunque no me molesta, aun así, esto definitivamente no me lo esperaba. Eso quiere decir que lo del compromiso por decreto real si sucedió en esta línea de tiempo también, pero de forma diferente, ya que no sucedió con Detlinde, sino que con nosotras y eso es una muy buena noticia. ‘¡¡¡Yahoo!!! La estúpida de Detlinde no podrá dañar a Ferdinand esta vez, y los de Ahrensbach no podrán sacarlo del ducado, ni separarlo de nosotras. Jejejejee…’. Yo celebré nuestra victoria con maracas imaginarias en mi mente.
“Si hija, lord Ferdinand está hablando en serio. Pero Cattleya, ¿porqué te sorprendes tanto? ¿Si esto no cambia en nada, lo que ya estaba decidido? De hecho, este decreto real es ideal, ya que ahora no tendremos que preocuparnos de que algún ducado superior, intervenga de alguna manera en este compromiso en el futuro”. Ante la explicación de madre Elvira, todos asintieron en acuerdo.
A lo que yo respondí felizmente. “Esta noticia me ha sorprendido mucho, pero creo que tienes razón madre Elvira, este ha sido el mejor resultado de nuestras demandas ante Zent, ya que conseguimos una primera dama de Dunkelfelger y mejores beneficios económicos para nuestro ducado”. Luego de decir esto, yo continué diciendo para mis adentros. ‘Esto simplemente, no podía ser más perfecto’.
Y ante mis palabras, pude ver a Ferdinand relajarse un poco. ‘Entonces era nuestra reacción, lo que le preocupaba?’. Yo comprendí el porqué, de la actitud tensa de Ferdinand. Y con este entendimiento yo me volteé hacia mi hermanita, quien estaba en los brazos de mamá Effa. La cual al verla tan seria y con una expresión de preocupación en su rostro, le habló para calmarla.
“Katy cariño, se que esto te cuesta mucho más entenderlo y asimilarlo, que a Myne. Pero esto es lo mejor para las dos, ya que desde que el Sumo Sacerdote comenzó a cuidar de ustedes, han crecido y su salud mejoró muchísimo. Él ha hecho un excelente trabajo protegiéndolas, educándolas y consintiéndolas un poco también”. Cuando mamá dijo esto último, lo hizo con una sonrisa divertida en su rostro. Luego continuó diciendo de forma cálida, a mi hermanita. “Nosotros como su familia que las ama y quiere lo mejor para ustedes, sabemos que entregárselas al cuidado del Sumo Sacerdote, es la mejor decisión que pudimos tomar”.
Y mamá Effa, al terminar de decir esto, papá Gunther continuó diciendo para tranquilizar a mi hermanita, que los escuchaba con mucha atención. “Katy hija, no necesitas preocuparte demasiado por esto ahora, aún falta mucho para tu unión de las estrellas, así que tómatelo con calma, bueno? Tienes mucho tiempo para resolver tus sentimientos”. Él dijo esto con una sonrisa tranquilizadora.
Después de que papá Gunther terminó de decir su consejo a mi gemela, mamá Effa me miró con diversión, diciendo. “Myne cariño, veo que estás muy feliz con esta noticia…”. Al decir esto mamá Effa soltó una risita divertida. “Pero como desde ahora en adelante Gunther y yo, no siempre podremos estar ahí con ustedes para apoyarlas, tendrán que apoyarse y cuidarse la una a la otra como hermanas. Yo como su madre que las crió, sé muy bien que si se mantienen unidas, podrán con cualquier dificultad a la que se enfrenten en el futuro. Por esto Katy cariño, no dejes que el miedo te aleje de tu familia que te ama o de las personas importantes para ti”.
“Si, mamá Effa…”. Mi hermanita respondió con la voz quebrada, bajando la mirada.
“Myne hija, como veo que para ti no ha sido tan difícil entender las decisiones que hemos tomado para protegerlas. Te confiaré a ti, esta misión”. Cuando papá dijo esto, puso su expresión y su voz firme de soldado. A lo que yo enderecé mi espalda y lo miré con seriedad, lista para recibir la misión que me encomendaría.
Entonces él dijo. “Myne protege a Katy de sí misma, a ti es a quien realmente ella escucha. En realidad no importa mucho lo que nosotros le digamos, porque ella siempre te escuchará a ti, y siempre pondrá tu opinión por encima de todo lo demás. Por eso Myne, protege a tu hermana de sí misma y cuida que no haga tantas locuras”.
Yo, que estaba sentada en el regazo de papá Gunther, cuando me confió la protección y cuidado de mi hermanita, lo miré con determinación dando un firme asentimiento, mientras daba dos golpecitos en mi pecho como un soldado, luego respondí. “¡Por supuesto que protegeré de cualquier daño a mi hermanita, cuidaré muy bien de ella y de Ferdinand. No te preocupes papá Gunther, protegeré a mi familia como tú nos has protegido, déjamelo a mí!”. Yo dije con toda mi determinación y confianza, señalándome con el pulgar, e inflando el pecho con orgullo.
Cattleya que estaba a mi lado en los brazos de mamá Effa, dijo. “Hermanita tonta”. Mirándome un poco avergonzada, golpeó mi frente con su dedo.
“¡Auch! Y eso porqué?”. Yo me quejé, mirándola con reproche, mientras sobaba mi frente.
“¡Oh, my!”. Madre Elvira exclamó esto mirándonos con ojos brillantes, mientras se tapaba la boca con su mano en un delicado y elegante gesto.
Pero ella, no fue la única que exclamó. “¡Oh, mi Dios!”. Con ojos brillantes, ya que la hermana Heidemarie desde detrás de Ferdinand, también tuvo la misma reacción ante mi declaración… ‘¿Por qué? Si yo solo dije que cuidaré de los dos, ¿no es eso obvio? Ellos son mi familia, no? Debo protegerlos, porque no estoy dispuesta a perder a Ferdinand una segunda vez y no soportaría perder a Katy ’.
“¿Entonces es cierto que Myne y Katy tienen un prometido? ¡Vaya! No creí que consiguieran uno alguna vez”. Tuuli dijo esto sorprendida, luego miró a Ferdinand con lástima diciendo. “Buena suerte con mis traviesas hermanitas, Sumo Sacerdote, porque no creo que dejen de serlo alguna vez”.
“¡Oye!”. Protestamos las dos al unísono, haciendo pucheros a nuestra hermana mayor, por lo que había dicho. ‘¡Seremos hermosas damas nobles refinadas, ya lo verás Tuuli!’. Yo despotriqué por dentro.
“Como todo parece estar en orden, creo que es hora de que lord Ferdinand les entregue sus obsequios. Debemos darnos prisa, no queremos hacer esperar demasiado a nuestros invitados, verdad?”. Madre Elvira dijo con entusiasmo, indicándonos que nos acercáramos a Ferdinand. Por lo que Cattleya y yo asentimos con la cabeza y nos bajamos del regazo de nuestros padres plebeyos, luego nos acercamos a Ferdinand para recibir nuestros obsequios.
En ese momento, Justus le tendió dos cajitas ornamentadas con nuestros nombres escritos en la tapa a Ferdinand, quién las tomó y nos las entregó. Y mientras nos entregaba nuestros obsequios, noté que él estaba muy incómodo y sus orejas estaban un poco sonrojadas, yo por supuesto evité señalarlo para no incomodarlo más.
“Felicidades Rozemyne, Cattleya, que estos obsequios se añadan a su celebración”. Ferdinand nos felicitó con estas palabras.
Nuestros obsequios eran dos horquillas muy hermosas y elegantes, hechas por nuestra familia plebeya. Las cuales estaban hechas con hilos de alta calidad y mucho mas elaboradas que las que llevábamos puestas a diario. Esta son más acordes a nuestro nuevo estatus como candidatas a archiduque.
Mi hermanita y yo las observamos asombradas por la belleza y complejidad de las mismas, y luego agradecimos al unísono con brillantes sonrisas. “¡Gracias Ferdinand!”.
“¡Oh mi Dios, oh mi Dios, oh mi Dios!”. Madre Elvira exclamó muy emocionada, casi como una fan, ante una escena romántica con su ídolo favorito. Conteniéndose a duras penas, mientras metía su mano en una bolsa con piedras mágicas empolvándolas todas. ‘Me pregunto si las demás damas del ducado, se comportarán igual esta vez... Si, creo que algunas cosas no cambian’.
Después de recibir nuestros obsequios he ignorando esta incómoda situación, mamá Effa y Tuuli nos ayudaron a colocar nuestras nuevas horquillas para así finalizar nuestros peinados. Y al ver el resultado final, el abuelo Bonifatius comenzó a alabar nuestra apariencia, diciendo. “¡Mis hermosas nietas se ven realmente adorables!”.
Esto fue supervergonzoso, y más cuando padre Karstedt continuó con las alabanzas. “Padre, tienes toda la razón, mis hijas son realmente adorables”.
Y para empeorar la situación insoportablemente incómoda, esta vez fue papá Gunther quien continuó diciendo. “¡Ja! Pero por supuesto que mis hijas son las niñas más hermosas y adorables del mundo”. Ellos dijeron todo estos, en una extraña competencia que habían iniciado. Pero madre Elvira puso fin a la vergonzosa competencia de alabanzas entre nuestros 3 padres, y comenzó a poner en movimiento a todo el mundo, para dar comienzo a la ceremonia de bautismo.
‘¡¡¡Gaaaaah!!! ¡Eso fue supervergonzoso, pero que montón de papás tontos tenemos! Bueno, a pesar de lo vergonzoso que fue este momento, aun así tener a toda nuestra familia reunida en un día tan especial como hoy, ha sido un regalo maravilloso’.
*******************************************
¡Hola nobles y plebeyos, brujas, magos y Muggles también! 😉
Espero hayan disfrutado de esta primera parte del bautismo de nuestros Shumil traviesos, donde se les comunicó lo del decreto real. ¿Qué les pareció la reacción del par de Shumil? ¿Se la esperaban? Bueno, déjenmelo saber en los comentarios.
Próximo capítulo: “Nuestro bautismo. (Parte 2)
Y si nada más que decir, travesura realizada ¡Gracias por leer mi fic! 😘