
Una importante conversación. (Parte 3)
Pdv: Elvira
Ante mi completo apoyo a la idea de mi hija Cattleya, Karstedt que conocía muy bien a su primo lord Sylvester, dijo. “No creo que Sylvester esté de acuerdo con éste plan, Elvira. Él no lo aceptará de buena gana”.
“¿Qué clase de gobernante se pone así mismo primero, ignorando el dolor y sufrimiento de su pueblo? Además, no se supone que en este mundo, la poligamia es la regla, sobre todo para los Aubs”. Con esto, Cattleya puso otro de los puntos principales sobre la mesa. Punto del cual todos nosotros, éramos conscientes de que estaba mal, y que era una de las razones del desbalance de poder en la política de facciones y el pequeño tamaño de la familia archiducal.
Entretanto yo pensaba todo esto, ella continuaba hablando con severidad a las palabras complacientes de Karstedt a favor de su Lord. “¿Por qué tendríamos que considerar los caprichos de alguien tan egoísta? Si él no está dispuesto a llevar el peso de la corona, junto con todas las responsabilidades que exige el cargo, entonces no es apto para ocupar el puesto de gobernante”.
Ante las duras palabras de la niña, con las cuales todos en la habitación estábamos de acuerdo, pero que jamás diríamos en voz alta y de forma tan directa, mucho menos con lord Ferdinand presente. El cuál la regañó con severidad, diciendo. “Cattleya, si bien en este momento, estás en un entorno seguro. Lo que acabas de decir se puede considerar traición, por lo cual, podrían castigarte con severidad. Así que en el futuro, ten mucho cuidado con lo que dices”.
“Mentor, primero que nada, Rozemyne y yo, venimos de un mundo, que ha visto levantarse grandes imperios y monarquías. Las cuales cayeron por causa de gobernantes incompetentes y corruptos, que ignoraron el sufrimiento de su pueblo, o de los pueblos que sometieron con tiranía. Lo que intento decirles es, que deben ser conscientes de que; “todo cae por su propio peso”, y si ustedes siguen por ese camino, no están muy lejos de ese fin, verdad hermanita?”. La niña dijo esto, como si se hubieran invertido los papeles y ella fuera la mentora y lord Ferdinand el alumno.
“Eso es una terrible, pero muy cierta realidad… Tal vez este mundo no es del todo como nuestro mundo anterior. Sin embargo, puede que sea mucho más frágil, y no resista un conflicto más…”. Esta vez fue Rozemyne, quien dijo esto, como en una advertencia.
“Exactamente, hermanita. Ustedes ya están en una grave escasez de maná, no es así? Y por lo que veo, a su gobernante no le importa, porque prefiere la idea del romanticismo. Mas ese romanticismo es absurdo, cuando de ti depende tu familia…”. Ella de pronto se quedó en silencio, como si se hubiera dado cuenta de algo. Pero luego sacudió la cabeza, como si sacudiera esos pensamientos y luego continuó hablando. “Como sea, nosotras no hemos jurado lealtad a nadie, y si nuestra lealtad estuviera con alguien, lo estaría con nuestra familia, junto a todas las familias que hacen de este ducado nuestra casa ¿Estás de acuerdo conmigo en esto, Rozemyne?”. Ella preguntó mirando a su gemela, quien asintió con la cabeza enérgicamente.
‘¿En qué clase de mundo se criaron mis hijas, para ser tan conscientes de estas cosas? ¿Qué clase de educación tuvieron? ¿O es solo que Mestionora, las ha bendecido de forma especial?’. Yo me hacía este montón de preguntas algo perpleja, mientras Cattleya continuó hablando.
“Ok, dicho todo esto. Mentor, en serio crees que soy tan idiota al decir algo tan sedicioso, a alguien en quien no confío? Si lo que he dicho saliera de esta habitación, entonces sabría que alguien de mi familia me traicionó”. Ella continuó diciendo con una sonrisa astuta en su rostro, mientras miraba a lord Ferdinand desafiante, y a su vez llamándolo su familia…
“Le dirás a tu hermano lo que dije de él? Seguirás protegiéndolo a él y a sus caprichos, o nos escogerás a nosotras? Mentor, ¿a quién escogerás proteger? Si escoges a tu hermano no te juzgaré, de hecho lo entendería, ya que yo misma escogería a Rozemyne”. Cattleya dijo esto, presionando a lord Ferdinand para que escogiera, entre los dos juramentos que había hecho. Ella quería asegurarse de que lord Ferdinand, realmente cumpliría su promesa. “Incluso de ti padre Karstedt, si lo escogieras a él, lo entendería, ya que él es el señor al que juraste proteger”. Esto último lo dijo mirando a Karstedt, probando hacia donde se inclina la balanza de su lealtad. La niña realmente no se fía de los hombres…
Karsted, quien hizo una mueca de dolor, respondió rápidamente a las palabras de su hija algo herido. “Si bien juré proteger a Aub, también juré protegerte a ti y a tu hermana, junto con todo lo que aprecian, y pienso cumplir con todos mis juramentos. Y un matrimonio político no matará a Aub Ehrenfest, así que apoyaré este plan”.
Ante las palabras de Karstedt, tanto Cattleya como Rozemyne, le dedicaron a su padre una brillante y hermosa sonrisa, luego dijeron al unísono. “¡Gracias padre Karstedt!”.
Cuando vimos la cara de tonto que puso Karstedt, ante las sonrisas de sus pequeñas hijas, todos en la habitación supimos hacia donde se inclinaba la balanza de su lealtad. ‘Lo siento mucho por lord Sylvester, pero creo que mis hijas se han ganado la lealtad de su caballero comandante y escolta’.
“Déjenme a mí a Sylvester, yo me encargaré de convencerlo de aceptar un matrimonio político. Puedo ver el beneficio de este plan para Ehrenfest, y derrocar de una buena vez a Verónica, e incluso destruir la influencia de Georgine dentro del ducado. Y con esto, cambiaríamos por completo la política interna del mismo, solo debemos escoger bien a nuestro nuevo aliado, eso te lo dejaré a ti Elvira”. Lord Ferdinand dijo esto, no solo aceptando el plan de mis hijas, sino que también me confío la parte más importante del plan, encontrar un aliado competente.
Y no voy a defraudar esa confianza, por lo que yo dije en respuesta. “Agradezco su confianza lord Ferdinand, y puede estar seguro de que escogeré la mejor opción para nuestro Geduldh”.
“Contamos con tus habilidades, Elvira. En cuanto a tu pregunta de antes, Cattleya. Debes saber que yo, al igual que Karstedt, pienso cumplir con todos mis juramentos”. Lord Ferdinand respondió con rudeza a su protegida, ya que no le agradó que se pusiera en duda su palabra.
Pero Cattleya lejos de intimidarse bajo la severa mirada de lord Ferdinand, ella asintió con la cabeza aprobando la decisión de su mentor. Mientras todos los demás en la habitación estábamos sudando frío, incluyendo a Rozemyne, ante el fastidiado y enfadado lord Ferdinand. ‘Mi hija tiene nervios de acero… Me pregunto, ¿qué clase de entrenamiento le dio su antiguo mentor, para que Cattleya reaccione tan tranquila, ante el intimidante lord Ferdinand?’.
Cuando todos estuvimos de acuerdo con este plan, comenzamos a afinar los detalles. Entonces Rozemyne agregó, a la compensación. “Si vamos a pedir compensaciones, sería bueno pedir todo lo que podamos para luego negociar, lo que Zent acepte darnos o lo que no. Así, si él no nos concediera una primera dama de un gran ducado, por lo menos podríamos pedir como compensación a Ahrensbach, una disminución de impuestos a los productos que nos importan, como; el azúcar, especias o telas, no creen?”.
‘No cabe duda, de que las niñas tienen formación de comerciante’. Y pude darme cuenta de esto fácilmente, ya que no puedo negar que Rozemyne tiene razón en su propuesta. Debido a que, de no lograr obtener la petición principal, una disminución de impuestos nos beneficiaría enormemente, en la economía del ducado. Y servirá como una sanción muy correcta, al gran ducado Ahrensbach. ‘Mis hijas son realmente listas, y no temen pedir lo que es justo para nuestro Geduldh’.
“Ok, como ya tenemos un plan que llevaremos a cabo, antes de nuestro bautismo para derrocar a Verónica. No es necesario apresurar un compromiso, verdad?”. Cattleya preguntó esperanzada.
Mas todos la miramos con caras de circunstancias. Por lo que esta vez, fui yo quien intervino para explicar a mi hija, que eso no era posible. “Cattleya hija, sé que esto no es lo que quieres, sin embargo, todo esto lo estamos haciendo para protegerte a ti y a tu hermana de la mejor forma posible. Y aunque no las comprometeremos con Aub Ehrenfest, la mejor forma de protegerlas a las dos, es comprometiéndolas con lord Ferdinand, ya que una dama noble debe casarse, y eso no está a discusión. Como su familia, no queremos dejar ninguna posibilidad abierta, para que las saquen del ducado por algunos de estos medios en el futuro”. Yo le expliqué lo más claramente posible la razón de porqué estábamos tomando estas decisiones. Pero Cattleya se veía cada vez más reacia a aceptar un compromiso.
“¿En serio no hay otra forma, madre Elvira? ¿Y si nos comprometen antes de entrar a la Academia Real?”. Cattleya preguntó esperanzada.
“Bueno, con los planes que hemos hecho para quitar del poder a Verónica, sumado a la adopción. Creo que podemos concederles un poco de tiempo, a mis lindas nietecitas, para que lo asimilen y se hagan a la idea. Después de todo, yo mismo me encargaré de su protección”. Mi Suegro dijo con confianza.
“¡Abuelo eres el mejor!”. Cattleya exclamó muy feliz de tener el apoyo de su abuelo.
Pero Rozemyne comenzó a hablar en una lengua que no pude entender. Bueno, a decir verdad, la gracia de Grammaratur no fue suficiente y nos abandonó a todos por completo, ya que ninguno de los que estábamos presentes pudo entender tal idioma. Así que solo pude leer sus gestos. “[Hermanita, ¿qué pasaría si las cosas pasaran antes esta vez? ¿Y sacaran a Ferdinand del ducado por matrimonio, mucho antes que en el tejido roto?]”. La niña se veía preocupada y ansiosa, mientras hablaba.
Entonces Cattleya le respondió en ese mismo idioma, de forma tranquilizadora. “[Bueno, no te preocupes Rozemyne, en ese caso le pediré a madre Elvira, que te comprometa a ti primero con mi mentor y a mi después. De esta forma evitaremos ese peligro]”.
No obstante, Rozemyne negando con la cabeza volvió a hablar con un tono y una mirada de súplica a su gemela. “[Pero eso te dejaría a ti vulnerable o en peligro, hermanita. Por favor, solo acepta el compromiso ahora, y no después, cuando ya sea demasiado tarde]”.
Sin embargo, Cattleya parecía muy molesta, ante lo último que le dijo Rozemyne, negando enérgicamente con la cabeza, diciendo. “[No puedo aceptar eso, hermanita… solo no puedo…]”.
Luego de decir esto, volvió su mirada hacia mí y continuó hablando, esta vez en nuestro idioma. “Madre Elvira, ¿puedes comprometer a Rozemyne con mi mentor para después de nuestro bautizo, y a mí antes de entrar a la Academia Real?”. La niña preguntó con súplica en sus ojos dorados de luna.
Yo realmente quería protegerlas a las dos. Y dejar a Cattleya sin esta protección, me estaba poniendo ansiosa. Pero yo así como todos en la habitación, entendíamos lo difícil que era para ella aceptar un compromiso, después de escuchar su historia.
Por esta razón, no quería ganarme su rencor y alejarla de mí, así que respondí a su pregunta. “Está bien Cattleya, te concederé esta petición para darte tiempo para asimilarlo. Pero con dos condiciones, la primera es; que llegado el momento no opondrás resistencia. Y la segunda es; que si las cosas salieran mal, antes de tu primer año de Academia, aceptarás el compromiso sin luchar, entendido? Porque, debes entender, que este compromiso es un hecho”. Yo dije en respuesta con firmeza, a la petición de mi hija, no estaba dispuesta a aceptar más peros o excusas, si las cosas se pusieran difíciles en el futuro. Incluso antes de su bautismo, las cosas se podrían poner peligrosas.
Ante esta respuesta, me gané una brillante sonrisa y un enérgico asentimiento. Después Cattleya se bajó de su asiento, y luego ayudó a bajar a su hermana de su silla, arrastrándola con ella de la mano. Por lo que ambas niñas rodearon la mesa, y se acercaron a mi asiento. Así que yo retiré un poco mi silla hacia atrás para ver que sucedía con ellas, pensando que querían decirme algo secreto o darme algo tal vez…
“Madre Elvira, ¿podemos darte un abrazo?”. Preguntó Cattleya, inclinando la cabeza lindamente, por lo que Rozemyne la regañó algo avergonzada, intentando detenerla.
Pero Cattleya declaró. “¡Que! Y ahora, ¿cuál es el problema, hermanita? Yo abrazaba a mi mamá cuando era Hanna y también a mamá Effa. Entonces, ¿por qué trataría diferente a mamá Elvira?”. Después sin esperar respuesta de su gemela, extendió los brazos para que la abrazara. Yo instintivamente la tomé y la senté en mi regazo e hice lo mismo con Rozemyne.
‘Oh, mi Dios, y vaya que querían darme algo, y fue algo que no esperé. Al parecer me gané su afecto y su confianza. Y ahora que las tengo en mis brazos, esto se sintió real, ellas eran mis hijas, así que las abrasé sintiéndome realmente feliz y satisfecha’.
“Madre Elvira, gracias por concederme esta petición, y por arreglar tan hermosamente nuestros aposentos en el templo”. Agradeció sinceramente Cattleya.
“¡Si madre Elvira, muchas gracias por las maravillosas estanterías para los libros, y por la hermosa ropa que preparaste para nosotras!”. Rozemyne agradeció con entusiasmo.
“¡Si, madre Elvira es la mejor!”. Cattleya exclamó con excesivo entusiasmo.
“¡Cattleya!”. La regañaron.
“Tú… de alguna manera siempre te las arreglas para salirte con la tuya, no? Mocosa sinvergüenza…”. Lord Ferdinand dijo en un gruñido muy molesto, mientras miraba con desaprobación a su protegida.
“¡Que! Estamos en familia ahora mentor. Pues entonces no entiendo, ¿cuál es el problema?”. La niña preguntó encogiéndose de hombros.
“Hermanita, Ferdinand tiene razón, la cultura noble es diferente a la de los plebeyos, recuerdas?”. Rozemyne explicó a su gemela.
Pese a la actitud un poco desvergonzada de Cattleya, en este momento no me importó mucho. Ya que con el reconocimiento que recibí de ellas y su sincera gratitud, hizo que se formara un nudo en mi garganta, y sentí esa misma calidez que inundó mi pecho, como cuando sostuvieron esa divertida conversación. ‘¿Cómo eran capaces de demostrar tal afecto y calidez, a una madre que apenas conocieron ayer?’. Con esta pregunta en mente, pude entender el porqué de la preocupación de lord Ferdinand, por las desvergonzadas actitudes de las niñas y su nulo sentido de la distancia. Aunque… no puedo negar que esto, se siente muy bien.
“Hijas, muchas gracias por su reconocimiento y por el cálido abrazo. Pero Cattleya, este tipo de demostraciones de afecto son apropiados en una habitación oculta, ¿entiendes hija?”. Yo le expliqué apartándola un poco para mirarla a los ojos.
“¿Solo en la habitación oculta? Que triste”. La niña dijo esto desplomándose con tristeza.
“Bueno, puedo arreglar algunas fiestas de té privadas solo para nosotras los días que vengan a casa, donde estarán permitidos algunos abrazos ¿Están de acuerdo con esa idea, hijas?”. Yo pregunté un poco insegura, pero ilusionada con la idea de tener fiestas de té, solo para chicas con mis pequeñas hijas.
“¿Qué dices madre Elvira? Fiestas de té solo para chicas, con abrazos y todo. ¡Eso sería superincreíble, verdad hermanita?!”. Cattleya exclamó con entusiasmo.
“¡Si hermanita, eso se oye superbien. Esperaremos con ansias, las fiestas de té con madre Elvira!”. Rozemyne también estuvo de acuerdo igual de emocionada con la idea.
Luego del entusiasta intercambio, yo continué. “De igual forma, debemos comenzar con su educación de dama, la cual comenzaremos mañana”.
A esto último tanto Rozemyne como Cattleya asintieron enérgicamente, y luego declararon. “¡Entendido Madre Elvira, aprenderé todo lo que me enseñes y daré lo mejor!”. Rozemyne dijo con determinación.
“¡Nos convertiremos en las mejores y más elegantes damas nobles, de todo Yurgenschmidt!”. Cattleya declaró con el puño levantado.
“¡ESA ES LA ACTITUD, MIS QUERIDAS NIETAS. JAJAJAJA…!”. Mi Suegro dijo en un rugido, en apoyo a sus queridas nietas.
“Padre por favor, no alientes este tipo de comportamiento en mis hijas”. Karstedt le reclamó a su enérgico padre. Aunque lejos de mostrarse molesto, él se veía realmente feliz y satisfecho con el resultado de esta conversación.
“¡Jajajaja… hermanita, tenemos el mejor abuelo del mundo!”. Cattleya dijo riendo ruidosamente como su salvaje abuelo.
‘No cabe duda de que la niña, es la nieta de Bonifatius’.
Ese día, mis hijas se quedaron a dormir en casa. Como yo sabía que a ellas les gustaba dormir juntas, les preparamos una habitación para que la compartieran, pero con una cama para cada una. ‘Solo espero que puedan acostumbrarse pronto a dormir separadas, o sea cada una en su propia cama. Bueno, poco a poco no quiero presionarlas’.
****
Al día siguiente, después del desayuno comenzamos con su educación de dama. Si bien Rozemyne es más elegante en sus movimientos, delicada y femenina, tiene problemas con los eufemismos nobles. Y por su personalidad un tanto despistada e ingenua, le cuesta captar las sutilezas de la burla fina o doble sentido de una conversación.
En cuanto a Cattleya es todo lo contrario. Es tosca y masculina en sus movimientos, y pareciera que siempre estuviera lista, para entrar en combate. Sin embargo, en cuanto a los eufemismos nobles, aunque no los comprende del todo, al ser observadora e instintiva, sabe leer correctamente el doble sentido de las palabras. Aprendió muy rápido, a identificar cuando la están insultando o esa burla fina que ella suele utilizar con bastante frecuencia. Pero sobre todo, aprendió muy rápido, a identificar cuando intentan engañarla.
Ambas niñas son completamente opuestas, y justamente por eso, se complementan muy bien. Se impulsan la una a la otra, llenando o supliendo las debilidades de su hermana, juntas son imparables... Y más, cuando aprenden tan rápido, todo lo que les enseñas. ‘Ahora entiendo, porqué lord Ferdinand las aceptó como sus alumnas tan pronto, las niñas son realmente excepcionales’.
En cuanto al bordado, pese a que se nota que su madre plebeya les enseñó bien, aún tienen que perfeccionar sus habilidades. Tendré que ponerlas a practicar para que puedan bordar la capa de su futuro prometido. ‘¡Oh, mi Dios! ¡A penas puedo creer, que lord Ferdinand será mi hijo político. Es tan maravilloso, y no podría haber pedido mejor partido para mis excelentes hijas!’. Con la emoción viva en mi pecho, yo decidí que no aflojaría en el entrenamiento de dama de mis hijas. Tendrán un esposo muy exigente, por lo que deben ser adecuadas y estar a la altura.
En nuestra fiesta de té privada, pude conocerlas un poco mejor y me divertí mucho con ellas. Rozemyne realmente, realmente ama los libros, a un nivel un poco preocupante, pero parece que su gemela la mantiene a raya con eso. En cuanto a Cattleya también ama los libros, aunque es más una soñadora. Disfruta más de las aventuras fantásticas de los personajes en los libros, o le gustan los que tengan información sobre magia.
Ella me contó que está transcribiendo su libro favorito, de su vida anterior. Dijo que se trataba de un niño “mago” que yo lo interpreté, como; que en realidad era un niño noble con maná. Que debido a que sus padres, fueron eliminados cuando el niño aún era un bebé, por “el que no debe ser nombrado”, o sea el villano. Por eso, tuvieron que ocultarlo dejándolo dentro de una cesta en la entrada de la casa de unos familiares “Muggles”. Por lo que el niño, tubo que ser criado por estos “Muggels”, que en realidad son plebeyos sin maná.
El cuento era demasiado parecido a su propia historia. Eso me hizo pensar, que tal vez Cattleya, solo quería escribir su propia historia y para que no la descubrieran, le hizo algunos cambios, como; el número del protagonista y su género, o también cambió de forma estratégica, que la familia plebeya lo trataban mal o diferente. Ya que eso es obvio que no es cierto en su realidad, de hecho encajaría más con nuestro primer encuentro, y el problema que tuvieron con Heidemarie…
Mientras la niña me contaba la historia felizmente, no pude evitar sentir una punzada de dolor en mi pecho por mis pequeñas hijas, que han tenido que pasar por tantas cosas malas. Por eso, cuando Cattleya terminó de narrar la historia. Las tomé a las dos en mis brazos y las abrasé con fuerza, luego les dije con firmeza. “Hijas, quiero que sepan que pueden contar conmigo para todo lo que necesiten, yo siempre estaré aquí para ustedes como su madre”.
“¡Gracias madre Elvira!”. Dijeron las dos en perfecta sincronía con brillantes sonrisas.
Luego continuamos hablando de libros, de sus negocios, tendencias y sobre sus restaurantes. Los cuales ya están casi listos para su inauguración, la cual será a fines de la temporada de Schutzaria. Por esta razón, mis hijas me confiaron la inauguración de su establecimiento en el barrio noble, y me explicaron el sistema de invitaciones. El cual encontré muy novedoso, pero también muy útil para proteger el lugar de personas indeseables. De las cuales hay muchas que conozco, que no me gustaría recibirles en el establecimiento de mis hijas.
‘Por esta razón, he decidido trabajar duro para apoyar a mis hijas, en sus nuevos negocios e introducir sus tendencias. Y como dijo Cattleya, juntas vamos a aplastar a la facción de Verónica’.
********************************************
¡Hola nobles y plebeyos, brujas, magos y Muggles también! 😉
Espero hayan disfrutado de la última parte de esta conversación. Donde se tomó la decisión, de comprometer a nuestros dos Shumil 🐰🐰, con Ferdinand. Aunque Cattleya logró evadir el compromiso por un tiempo. 🤔¿Qué dicen ustedes, le funcionará o no?
En cuanto a Sylvester, parece que tendrá que tomar una segunda esposa.🤭Bueno, eso si los planes de los Linkberg salen bien.🤷♀️Por último, el libro de “Harry Potter” será escrito y distribuido en Yurgenschmidt. Jajajaja 🤣
Próximo capítulo: “Cambio de planes”
Y sin nada más que decir, travesura realizada ¡Gracias por leer mi fic! 😘