Draco Malfoy y El Árbol de Los Malfoy

Harry Potter - J. K. Rowling
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Draco Malfoy y El Árbol de Los Malfoy
Summary
Draco Malfoy tuvo un primer año complicado y sobre todo: nada planeado.Desde que hizo un trato con un anciano completamente desconocido en Askaban para viajar el pasado y así lograr un mejor futuro (salvar a sus padres de morir sobre todo), su vida se ha visto en vuelta en situaciones que no planeo y tiene que solucionar sobre la marcha.Ahora, en su segundo año en Hogwarts, tiene que lidiar con el heredero de su casa Slytherin para evitar que Hermione Granger (su querida amiga leona) sea petrificada mientras trata de evitar ser quemado de su árbol familiar y cumplir con la parte del trato que le corresponde con el anciano.
Note
Este libro como cada uno de los capítulos va dedicado a mi querida beta:Majo <3
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Perdida Desgarradora

11. Perdida Desgarradora

Los niños terminaron de comer, apresurándose a ir a la biblioteca acompañados de Severus.  Ningún alumno podía moverse por la escuela sin tener un profesor presente. Draco tuvo que pedirle con su mejor carita de niño suplicante a su padrino, quien los acompañó todo el camino gruñéndole a Draco.

Ronald y Weasley se quedaron sin palabras cuando Luna se despidió de Severus con cariño, mientras el resto de las serpientes se despidieron con una sonrisa menos Theo, él no le iba a sonreír a un profesor.

Draco llevó al grupo de niños a la mesa que siempre usaba con sus amigos. Coloca hechizos silenciadores para que la bibliotecaria no se molestara si hacían mucho ruido. Podía sentir la mirada de admiración de los leones y solo rodó los ojos.

Eran hechizos simples, pero no podía pedir mucho de tonto uno y tonto dos.

“Bien, ahora que estamos seguros de no ser expulsados” comenta Draco “¿Millie qué pasó en mi ausencia?” pregunta a la niña pelinegra.

Tendrían esa conversación en las mazmorras lejos de dos idiotas, pero no tenía tiempo que perder para ser honestos. Además, la persona lista a la que temer estaba petrificada.

“Mione fue petrificada” comenta la niña con tristeza en su voz “No sé qué pasó, solo estábamos dirigiéndonos a la biblioteca para seguir investigando del horror de Slytherin, cuando los profesores simplemente bloquearon nuestro paso y nos mandaron a las mazmorras siendo acompañados por el profesor Flitwick”

“El rumor de que Granger fue petrificada llegaron a nuestros oídos horas después. En la mañana Dumbledore confirmó todo” se mete Theo serio “Fue extraño, el director parecía casi emocionado de que la hayan petrificado”

“¿Qué dices? ¡Estaba igual de preocupado que todos nosotros!” salta a defender Potter mirando mal a Theo.

“Cara rajada, basta” hace callar el rubio al pelinegro “¿por qué dices eso, Theo?”

“Merlín, ¿acaso soy el único que se toma su tiempo para aprender a leer a las personas?” comenta Theo exasperado, pero mirando con cariño a Draco.

“No, yo lo noté. Sus ojos no parecían ser de un anciano que sufre por la pérdida de una alumna” comenta Millie furiosa “Maldito viejo, ¿qué pasará por su cabeza?”

“Un hombre que tiene muchos secretos” comenta Luna “Esta rodeado de un aura muy misteriosa y cambiante. Parece como si tuviera una habilidad de engañarte” comenta Luna “Nunca vi algo así, ni contigo Draco” menciona la niña mirando a su primo con dulzura “Millie tiene un aura muy fuerte e inestable con sus emociones. Theo tiene un aura muy tranquila y capaz de adaptarse a todo. Tu aura… parece que ha pasado por cosas muy dolorosas, percibo mucho dolor y anhelo, pero también mucha pureza y una oscuridad muy extraña porque no parece ser tuya” se lleva la mano al mentón “Y eres el más cálido de todas las auras que he leído. Muy posesivo y protector con las personas que amas, como un dragón con su tesoro” lo último hace que la niña ría “La tía Narcissa si acertó con tu nombre”

“¿Puedes leer auras?” pregunta Theo con el ceño fruncido “¿Tienes visiones? ¿Sueños raros?”

“Sí, leo auras. Papá me dijo que es grosero hacerlo, por eso no dije nada” explica la niña “¿Visiones? ¿hablas de ver cosas del futuro?”

“¿Qué sabes, Theo?” pregunta Draco serio.

Esto no le gustaba, no se esperaba nada de esto. Que su prima tenga una habilidad tan extraña y que recién lo saque a relucir ¿por qué? Bueno, eso explicaba como Luna parecía saber cosas que Draco no externalizaba.

“usualmente las brujas que son capaces de ver más allá de los magos normales, es porque están bendecidas por la magia. La magia suele darle más de una habilidad. La sensibilidad mágica, visiones, sueños premonitorios, leer manos y el aura de las personas, ser capaces de distinguir los núcleos de magia sin usar hechizos de identificación y la unión la capacidad de conectarse con criaturas mágicas son una de las bendiciones que la magia te da. Draco… ¿eso tiene que ver con los Thestrals?”

“¡¿Thestrals?!” chilla Ronald.

Los niños se quedan quietos. Se olvidaron de dos intrusos en su burbuja verde y azul. Draco mira a un pálido pelirrojo junto a un Potter que analizaba absolutamente todo lo que se estaba hablando.

“Hablaremos de esto en las mazmorras” dice Millie seria.

“¡¿Qué?! No” dice molesto Ronald “Ahora somos un equipo, debemos saber de esto” frunce el ceño.

“Formamos una alianza, Weasley” lo corta Draco con frialdad “Pero eso no significa que les perdone que me hayan acusado de ser el heredero. Si les estoy hablando ahora es por Hermione Granger. Si después de esto, les vuelvo a dirigir la palabra será porque Merlín así lo quiso” gruñe “Porque no los quiero de amigos. No necesito personas que te den la espalda y tenga el peor concepto de mí” aprieta la mano “Tal vez el año pasado les hubiera perdonado todo esto, pero este año ya conseguí a mis amigos. No necesito de sus sobras de cariño, tienen suerte de tener a Hermione Granger” siente la mano de Luna sobre la suya “Porque créanme que tenerme de enemigo no es bonito. Soy un Malfoy redimido, no un idiota sumiso”

El silencio se agrande. Draco siente como Luna comienza a jugar con sus dedos, mientras mira como Potter se derrumba en culpa y Ronald se encoge en su lugar por la vergüenza. Se lo merecen. Malditos Gryffindor’s idiotas.

“Creo que debemos seguir” dice Millie, siendo la única con la capacidad de romper el silencio incómodo “Además de la petrificación de Mione, no encontramos nada más. Solo Blaise estuvo más deprimido de lo normal. Volví a buscar entre las pertenencias del equipo y no encontré el libro”

“¿Qué hay de ustedes? Aparte de ser unos inútiles cuidando a una niña, ¿qué pistas tienen del heredero?”

“Nosotros… no tenemos nada” dicen avergonzados “Solo teníamos la pista de que Hagrid fue encontrado culpable de abrir la cámara hace cincuenta años”

“Cosa que me parece ridícula. Estamos hablando de Hagrid, por amor a Merlín” se exaspera Draco comenzando a sobarse los ojos del cansancio “Bien, niños” un bufido de Millie indica que no le gustó eso “Para eso vine. Tengo información”

“No sé porque me sorprende” comenta Theo con cariño “Eres increíble, ¿ya te lo dije?”

“¡Dejen eso!” gruñe Millie “vomitaré”

Draco suspira.

“Es un basilisco” decide llamar la atención de todos así “Luna tenía razón, el jodido horror de Salazar es un basilisco”

“¿Cómo?” pregunta Theo con el ceño fruncido.

Antes de que Draco pueda buscar una respuesta a eso, Potter se levanta de su asiento con los ojos exaltados y la boca abierta. Comienza a explicar todo como si cada palabra estuviera siendo lanzada ni bien se formulaba en su cabeza. Todos menos Draco se quedaron mirando a Potter sorprendidos la capacidad del niño en hilar los sucesos hasta llegar a una conclusión acertada. Draco solo se quedó embobado conociendo una nueva faceta que desconocía del niño.

Mierda, descubrir que Potter era más listo de lo que parecía conquisto una parte del corazón de Draco. No podía odiarse por ello, siempre deseó que el niño mostrara algo de inteligencia para dejar de sentirse mal de haberse enamorado de Harry Potter. Ver como el niño con cicatriz usaba una mente casi slytherin para unir esos sucesos, siendo que Draco no había podido hacerlo hasta la fecha, dejó encantado a Draco Malfoy.

“¿Es así, Draco?” pregunta Millie cuando el niño deja de explicar todo con un brillo.

Draco parpadea. Se queda quieto por unos momentos antes de toser incomodo y asentir rojo.

“Sí, así es” no sabe que estaba afirmando. Que alguien le lanzara un avada por amor a Merlín “Así que ahora sabemos quién es el monstruo, solo nos queda descubrir donde se ubica la cámara y lo matamos” dice con el ceño fruncido.

“¿Podríamos simplemente desmayarlo? Solo es un animal siguiendo sus instintos” salta a pedir Luna con una mueca de tristeza.

Las serpientes miran a su águila con cariño.

“Bien, así será, Luna” reconforta Draco con una sonrisa.

“Deberíamos decirles a los profesores” propone Ronald con seriedad.

“No, primero descubramos donde está la cámara” habla Draco serio.    

Draco y sus chicos armaron nuevamente una cama para pasar la noche. Lograron convencer a Severus de permitir a Luna en los dormitorios de chicas (para que ambas se escabulleran horas después a la habitación de los chicos para la pijamada)

Theo parecía empecinado en hacer todo por su cuenta. Draco solo pudo acomodar las almohadas antes de ser enviado a la cama del niño castaño con Libra en brazos por un molesto Theo, quien deseaba hacerlo todo por su cuenta.

Cuando las dos niñas del grupo llegaron, venían con una sonrisa.

“Veo mucha tristeza en el aura de Pansy” comenta Luna a la chica.

“Como estoy disfrutando esto, Luna” comenta con una sonrisa la pelinegra “Amo el karma”

“¿Qué pasó?” pregunta Draco desde la cama de Theo.

Las niñas entran al fuerte. Theo gruñe, pero deja de doblar las sábanas para hacerle una seña al niño rubio como señal de que podía acercarse. Draco se apresura con su princesa en brazos. Cuando todos están cómodos, los hechizos silenciadores y de protección se colocan.

“habla” pide Draco queriendo saber de Pansy.

“Merlín, si estas preocupado por esa bruja, juro que no te diré nada” gruñe molesta Millie “Ya deberías haber aprendido Draco” regaña a su amigo.

“Mills, por favor” pide Draco, ignorando el resoplido de Theo de fondo “Pansy siempre será importante. Ella fue mi primera amiga”

Millie parece entender eso, porque Draco fue su primer amigo. Así que solo bufa y asiente.

“Ella estaba llorando en los brazos de Daphne, se veía fatal” comenta Luna “Muchos torsoplos a su alrededor. Es extraño, su aura se asemejaba al aura extraña que invade la tuya. Oscura y pesada”

Draco se queda quieto sin comprender. Su varita palpita y la mira confundido.

“¿Cómo es eso? ¿Siempre pudiste ver nuestras auras? ¿Por qué no dijiste nada?” pregunta Theo al notar que Draco estaba completamente metidos en sus pensamientos.

“Oh, papá dijo que no hiciera eso. Decir las auras de las personas no suele ser aceptado. Las personas odian ver sus defectos” explica la niña con los ojos en el techo mientras pensaba “Mamá solía decir que lo heredé de la abuela, ella también miraba auras” comenta emocionada “Aunque también puede ser la sangre Malfoy”

“¿Cómo?” pregunta Draco curioso.

Algo que él no sabía.

“Los Malfoy son sangre puras ¿No? Años y años de solo magia en su sangre, algunas bendiciones de la magia deben de existir. Theo tiene razón, la magia suele bendecir. Mamá solía decirme que algunos podían ser afortunados e ir más allá de los regalos comunes. Hablar con animales como el parsel o contralar deidades como dioses o la misma muerte ¿No es eso asombroso?”

Draco se queda quieto. Piensa en el anciano con el que hizo un trato ¿era un mago bendecido por la magia? ¿por eso era tan poderoso?

¿Qué si Draco era el bendecido e hizo trato con una deidad?

Los miles de preguntas inundaron su mente.

“Por eso a Draco lo siguieron los Thestral, ¿también sería un bendecido? ¿ellos te hablaron?” pregunta la niña mirando a Draco.

Él niega. ¿debería decirle que podía comunicarse con su varita?

No, tenía algo mejor.

“Puedo sentir la magia de todos y reconocerlas” confianza con una sonrisa “Cualquier rastro lo reconozco solo si tuve contacto con ella de forma directa antes. Cualquier magia que me apliques. Hechizos calentadores, bromas, lo que sea. Si usaste magia en mí, reconoceré tu magia en el ambiente. También, puedo notar cuando hay magia. Tal vez no sepa a quien perteneció, pero si sabré si es blanca o negra. No sabía que esa era mi bendición”

Draco creyó que solo lo había desarrollado al permanecer demasiado tiempo en un lugar completamente libre de magia alguna. La necesidad fisiológica de interactuar con magia tal vez lo había llevado a desarrollar esa sensibilidad.

“Malfoy. Joder, tú eres un Black también” dice sin palabras Theo, mirándolo como si Draco fuera la snitch más brillante y pedida del juego.

“¿Tu prima Dora no se podía transformar en cualquier cosa?” cuestiona Millie.

“Metamorfomaga, también es considerado como una bendición mágica muy conocida a pesar de existir escasos magos que la posean” comenta Theo “¿Es cierto, Draco?”

“Sí, ella tiene esa habilidad” dice serio.

“Mierda, sería un insulto a la magia si hubieras nacido squib” comenta Millie sin saber que más decir “¿No tienes más bendiciones? ¡Transfórmate en gato!” pide divertida.

Draco le saca el dedo del medio como vio a Dora hacerlo tiempo atrás cuando Draco dijo algo parecido, pero con dragones en medio del chiste.

¿Debería enviarle una carta? Ahora que iba a ser el heredero rebelde, debía retomar lo que dejó por complacer a sus padres.

“No lo sé” no quiere pensar en sus pesadillas o los sueños donde habló con el viejo extraño.

La varita mucho menos.

“Así que, Luna ¿Qué ventaja tiene el ver las auras de las personas?” pregunta interesado Theo.

“¿Por qué debería sacar una ventaja? Yo creo que es hermoso simplemente contemplar lo diferente que puede llegar a ser una persona, porque jamás me topé con auras similares. Existen auras gemelas, recuerdo como las auras de mis padres se complementaban” se acomoda para ver a Draco “Y muchas más, pero nunca vi que eso me daría una ganancia. Creo que solo debería respetar eso. Papá tiene razón. Las auras también son algo privado que no debería poder ver, pero nací así y me queda solo guardarme lo que veo por respeto”

“¿Qué clase de ángel eres tú?” pregunta incrédula Millie “Si tuviera tu bendición, extorsionaría a mis enemigos con eso”

Theo y Draco no pueden evitar reírse, porque piensan igual. Son tan Slytherin que era satisfactorio.

“Creo que es momento de concentrarnos en Draco” comenta Luna “¿Cómo fue el funeral? ¿Estás bien?”

Draco mira a su prima, siente una presión en el pecho y no puede evitar sentirse vulnerable. Comienza a contar absolutamente todo a sus amigos, comenzando a romperse al hablar la parte de la conversación con su padre. Comienza a llorar cuando Millie y Luna lo abrazan, pero no para.

Al final, revela su decisión de aceptar su realidad, aunque doliera como la mierda. Les confianza que dejaría de ser alguien que ya no es más. Comenzaría a ser más él mismo, porque de esa forma podría vivir una vida que cree correcto.

Dejar de practicar los prejuicios sangre puras.

Además de contar como su padre le dejó en claro que prefería un futuro oscuro antes de aceptar a su hijo y cambiar por él, habló sobre su abuelo. Le contó a Luna la historia de amor de su abuelo, creyendo tener el permiso para hacerlo. Ella solo sonrió contenta.

No habló sobre los Horrocrux o la historia de su abuelo y Tom Ryddle. Lo intentó, pero su lengua simplemente no se movió. La varita comenzó a darle un mensaje directo que obedeció.

Nadie debía saber de los Horrocrux

“Merlín, Draco” dice Millie “Tu padre es un imbécil”

“Basta, Mills. Es mi padre” reprende Draco entre pequeños sollozos por tanto llorar “Siempre será mi padre, no importa de qué lado esté”

“¿Estás seguro?” pregunta Millie, siendo la única con fuerza para hablar después de escuchar los tristes sucesos de Draco Malfoy.

“Sí, Millicent” dice firme Draco “Seré yo mismo de ahora en adelante y eso viene con el amor que les tengo a mis padres. Nada de eso cambiará. Los amaré hasta el último de mis días, pero simplemente los dejaré hacer lo que ellos quieran y lidiar con las consecuencias que provoquen. Padre tiene razón, son adultos. Simplemente me queda aceptar mi realidad y crear una protección. Ser menos incrédulo”

Será Draco, un héroe de guerra. No dependerá de la amistad de Hermione Granger. Él luchará contra Voldemort junto a San Potter y Ronald Weasley. Protegerá a sus padres cuando ellos sean enjuiciados y los llevará a casa. Su apellido no caerá en desgracia porque un miembro de esta se encargará de alzarla aun cuando no había caído. Nadie podrá odiar el apellido Malfoy, porque él se encargará de que lo amen.

Por sus padres y porque él creía correcto. Todo el dolor que causó en el pasado, sería pagado con sus acciones futuras. De esa forma, también cumplía con una parte de la culpa que estuvo cargando desde que despertó en su cuerpo de once con una nueva oportunidad.

“Ahora eres un Draco diferente” comenta Luna “Creo que estas en el camino de hallar la paz”

Draco sonríe a su prima.

 

Los días pasaron. Draco y sus amigos comenzaron a sentarse en la mesa Gryffindor solo porque de cierta manera el niño rubio sentía pena por los dos leones que su amiga había dejado completamente solos. Necesitaba balancear tanta estupidez.

Todos al inicio preferían el silencio. La incomodidad de no haber compartido muchos momentos hizo la convivencia difícil. De tener muchos meses solo ellos cuatro contra el mundo para incluir a dos extraños que no compartían demasiadas en común fue extraño. Luna fue la única que pudo adaptarse a todo, al final del día era ajena a la mala relación entre serpientes y leones. Ella solo estaba contenta de pasar más tiempo con Ginny.

Draco estaba completamente irritado con esa mocosa. Esa Ginevra Weasley que Draco recordaba con tantos celos era completamente distinta a esa niña que tenía casi al costado por ser amiga de su prima. Parecía perder su personalidad fuerte cuando Potter entraba en su perímetro. Comenzando a ser una tonta niña enamorada.

Molesto.

“Deja de verla así, estás siendo muy evidente” le reprende Millie al oído.

“Millie, déjame en paz” dice cansado Draco, llamando la atención del resto

“¿Qué pasa, Draco?” pregunta Luna curiosa.

Draco se quiere lanzar de la torre de astronomía. Se lleva la mano a la cara y recuerda que la época de selección de cursos para el siguiente año está a la vuelta de la esquina.

“No para de insistir que me inscriba a cuidado de criaturas mágicas” se queja.

“Hermano, basta. No sé qué voy a escoger sin Hermione aconsejándome” se deprime Ronald.

“¿Tan inútil eres Weasley?” se burla Theo, recibiendo un golpe en la nuca por parte de Draco.

Vaya, ahora podía comprender a Hermione. Era divertido callar a Theo con violencia leve y cariñosa.

“Solo yo molesto a la comadreja” reprende el niño rubio “¿Acaso hoy no te alcanzó para usar un cerebro, Weasley?” pregunta con una sonrisa felina.

“Sabes, es la primera vez que me siento contento de ser molestado por ti” comenta aliviado Ronald.

“¿Qué?” pregunta Draco totalmente sacado de onda.

“Eso significa que al menos me quieres hablar” se encoge de hombros “me acostumbré a tu presencia el año pasado, Draco. Es incomodo cuando simplemente no dices nada”

“Cállate Weasley” comenta avergonzado Draco “¿Qué asignaturas tomaran ustedes, par de trols?”

“Ni idea” se queja Ronald mientras Potter asiente.

El niño con cicatriz parecía demasiado avergonzado como para hablar con Draco. Eso de cierta manera lo agradecía Draco con alivio. No sabía si podría mantener su enojo con el niño si simplemente Potter comenzaba a portarse de forma decente.

Debía trabajar más en su amor propio.

“¿Qué piensan ser?” cuestiona acomodándose mejor “El consejero Draco Malfoy está a sus servicios. Al tratarse de ustedes, la consulta es gratis solo porque la caridad me sienta muy bien en mi hermosa mi piel”

“Olvídalo, eres demasiado egocéntrico como para que mi estomago lo resista” se queja Ronald.

“¿Puedo tomar su sesión?” pregunta Longbottom nervioso.

Draco parpadea. Nunca había hablado con el niño de forma directa antes. Nunca se había burlado de él como en su vida pasado. Era verdad que se reía de él en los múltiples accidentes que el niño rubio tenía, pero todo el mundo lo hacía.

No podía sorprenderse de esa valentía al hablarle, era un gryffindor después de todo.

Draco asintió. Decidió ser civilizado. Un pequeño pasito a ser una mejor persona, hubiera dicho Hermione con orgullo.

“Mi familia” comienza a balbucear nervioso “Envió muchas cartas aconsejándome, pero no estoy muy seguro de que tomar aún. Fuiste el primer lugar el año pasado, tal vez sepas más de esto”

“¿Qué quieres ser?” pregunta con paciencia Draco.

Al menos no parecía ir demasiado lento como Vincent y Greg al hablar. Se notaba su poca experiencia con sus habilidades sociales, al hablar tan nervioso con él, pero nadie podía nacer con esas habilidades tan exquisitas como las de Draco.

“Soy bueno en herbología” comenta el niño jugando con sus dedos “Estuve ayudando a la profesora Sprout con las mandrágoras para la poción que despretrificará a todos” comenta con una sonrisa.

“¿Cómo va eso?” se mete Millie como la chismosa que es.

“Bueno, solo una mandrágora no está creciendo como debería, pero tenemos suficiente como para no necesitarla” comenta el niño como solo alguien apasionado por algo podría contarte “Pronto haremos el trasplante de macetas y estaremos cerca de hacer la poción”

“Gracias a Merlín” dice aliviada Millie “Me imagino como se verá Mione cuando nos tenga de vuelta” celebra la niña emocionada.

Draco mira a Longbottom. Piensa que recomendar.

“Longbottom” llama su atención con seriedad “Estudio de criaturas mágicas podría ser uno. Es sencillo y podría ayudarte en herbología para saber que plagas evitar” mira al niño asentir con un brillo en los ojos “Y adivinación, un curso sencillo. No te sientas mal por eso, es de valientes admitir sus carencias” el niño lo mira conmovido. Draco se siente enfermo de sonar como un Hufflepuff “Después tu ya vez si agregas otro curso en cuarto año”

“Eso… eso… Gracias Malfoy” dice sincero el niño.

“Sí, mi momento de bondad debe quedar en lo alto. Difunde a todos que el gran Draco Malfoy te guio por el camino al éxito mi pequeño león de campo” se pavonea con una sonrisa.

Longbottom ríe. Draco no se esperaba eso, pero se sintió bien tener a un gryffindor que no lo esté apuntando con la varita o mirándolo mal por simplemente existir con una corbata verde y un apellido importante.

Draco vuelve a ver a los trols de Hermione, quedándose quieto al ver una mirada nueva en Potter. No era de arrepentimiento, culpa u odio que le dedicó antes, era una mirada de entendimiento. Una que solo puedes dedicar a alguien al quien comprendes por completo y puedes asegurar que te agrada. La calidez que el Draco del año pasado deseaba.

El Draco de ahora no lo quería, estaba muy dolido como para simplemente aceptar eso sin unas disculpas adecuadas y sinceras que sanaran esas heridas.

“¿Me ayudarías?” pregunta Potter después de un silencio en el que solo ellos dos se miraron.

“Caridad es caridad, Draco” se burla Millie.

“No tienes que ayudarlo” se mete Theo claramente celoso de la situación.

“Caridad es caridad” gruñe Draco repitiendo las palabras de Millie.

Potter parece brillar por eso. Se acomoda mejor en su silla a la espera del cuestionario de Draco.

“¿Qué quieres ser?” pregunta Draco.

“Yo” comienza Harry “No sé” se sincera.

Draco hace una mueca. Si hubiera sido amigo de Potter antes, podría saber que aspiró en su otra vida y partir de ahí.

“¿En qué eres bueno?” pregunta interesado.

“Claramente en pociones no” se burla Ronald, recibiendo un bufido de Potter.

“Vamos cara rajada, admite que no eres la mente más brillante cuando te ponen un caldero en las manos” sonríe Draco, dejando de hacerlo cuando la emoción invadió al niño de la cicatriz.

Joder, no.

“Soy bueno en defensa contra las artes oscuras” comenta el niño.

Draco rueda los ojos. Claramente tenía que serlo, le ganó al mago oscuro de la década por amor a Merlín. Sería ridículo si el caso fuera diferente.

“Claramente, tu historial de derrotar magos oscuros lo deja en claro” comenta Theo hiriente “Material perfecto para gryffindor, no hubieras durado mucho en slytherin. Solo mentes brillantes entran aquí”

Draco mira a Theo con una ceja alzada. Nunca había visto al niño así, ni siquiera en su otra vida. Él no era de buscar molestar a alguien de forma directa.

“De hecho” habla Potter con el ceño fruncido, parece arrepentirse a los segundos porque solo bufa y baja la cabeza.

“Theo, cállate” dice cansado de la situación y no solo porque se haya molestado de que Theo haya intentado molestar a Potter.

San Potter parece mirar con satisfacción a Theo, lo cual es demasiado para Draco.

“bien, podrías ser auror como tu padre” comenta Draco recordando a ver leído que James Potter había tenido esa profesión antes de morir.

“¿Qué?” dice sin aliento el niño “¿Mi papá era auror?” parece emocionarse de conocer algo de su padre.

“Sí, un auror” asiente Draco “O podrías escoger ser profesor de DCAO, una vida más pacífica”

“No, quiero ser auror como mi padre” comenta decidido Potter.

Algo que tenían común Draco y él, amaban a sus padres más que a nada.

Si hubiera elegido su vida pasada y hubiera sobrevivido al supuesto ataque que tenían en su contra, ¿Potter le hubiera ayudado a lidiar con el dolor de la perdida? Claramente no era lo mismo, pero al menos hubiera sido lindo que el chico con cicatriz lo hubiera intentado.

“bien, entonces mejora en pociones” aconseja Draco con seriedad “DCAO es importante junto a Trasfiguraciones y encantamientos. Cuidado de criaturas mágicas, adivinación y estudio de runas antiguas” aconseja.

Potter asiente. Escucha a Ronald murmurar que él también tomaría esas asignaturas, por lo tanto, el momento de caridad acabó.

Pasaron el resto de la comida en una tranquilidad cómoda por primera vez. Si Theo fue más atento con Draco, el mago rubio lo ignoró porque estaba más concentrado en evitar mirar a Potter y su mirada intensa.

La época de Quidditch llega. Draco se siente enfadado de que no se hayan cancelado con la petrificación de Hermione Granger y la otra bruja que desconocía el nombre.

Faltaban dos víctimas más. El Hufflepuff y el fantasma. 

¿No debían estar petrificados ya?

Era todo muy confuso y extraño. Cosas que se suponían pasarían no sucedían y cosas que nunca pasaron estaban sucediendo. No podía pensar en eso demasiado, no con niños a su cargo mientras mamá leona estaba hecha piedra en enfermería.

El viernes llegó. Mañana jugaba Gryffindor y la próxima semana Slytherin. Draco se sentía enfermo de subir a una escoba. Todo sería tan fácil si hubieran cancelado los partidos. Se sentía mal por querer eso teniendo a Millie tan emocionada de volver a jugar.

“¿Por qué se demoran tanto?” se queja Millie.

Draco y sus amigos habían decidido esperar a los dos leones que adoptaron para poder sentarse en la mesa de Gryffindor. Era cansado esperar mientras el resto de alumnos esperaba. Ginny invitó a Luna a sentarse, pero ella fiel a sus amigos decidió esperar con ellos.

“Draco, ¿podrías decirme porque es que comemos con ellos?” pregunta Theo irritado.

Antes de que Draco respondiera, los pasos apresurados de Ronald y Potter llegan. Potter parecía cansado y enojado, mientras Ronald estaba más que furioso.

“Perdón Malfoy, tuvimos un problema” se disculpa Potter “siéntense, por favor”

Millie se apresura a sentarse y servirse un buen plato de pasta con trufas, Luna va a su asiento al costado de una Ginny sonrojada de ver a su salvador dorado, mientras Draco y Theo tomaban asiento juntos.

“Es un idiota” gruñe Ronald mirando a Potter “Seguir pensando que eres el heredero aún, cuando todo el mundo sabe que Hermione está petrificada”

“¿Te acusaron de ser el heredero?” se mete Draco con una ceja alzada “Oh pobre bebé león, debe ser terrible que te acusen de algo que no eres teniendo de mejor amiga a una nacida de muggles ¿Cómo se debería de sentir eso? No me puedo imaginar” comenta sarcástico y en busca de herir, como lo hirieron a él.

Potter gimotea y se encoge. Ronald suspira y se mete una cucharada de su comida a la boca mientras evitaba mirar a Draco.

“Sí, estuvo mal. Lo siento” dice sincero.

“Nah, no necesito tu lamento. ¿Qué hizo san Potter en contra de esas acusaciones?” mira al pelirrojo en busca de saber cómo reaccionó.

Ronald no responde, el niño rubio se queda con la duda el resto de la comida porque Luna se puso a contarle sobre sus clases de pociones con su padrino y como ganó puntos por su poción. Theo, Millie y Draco celebraron a su pequeña águila como solo ellos sabían, volviendo a encerrarse en su pequeña burbuja.

Draco junto al resto de serpientes iban acompañados de Severus para ir a las mazmorras luego de un largo día. El silencio sin los intentos de Pansy por molestar eran incomodos, la niña se veía muy pálida y delgada. Draco se sentía tentado a preguntar que tenía o exigir a la enfermera que revisara a la niña, pero no lo hizo.

Un grupo de Hufflepuff pasó por su camino. Draco rodó los ojos al ver que ruidosos podían ser los tejones.

Y ahí escuchó.

Justin Finch-Fletchley hablando de la petrificación de Hermione Granger como si fuera poca cosa. Minimizando el terrible suceso solo para seguir acusando a Harry Potter de ser el heredero como el pobre infeliz ignorante que es.

Draco no lo toleró.

“Lávate tu sucia boca antes de hablar de Hermione Granger” habla fuerte y claro.

Al carajo que el profesor de encantamientos estuviera presente o su mismísimo padrino Severus Snape. Nadie podía hablar del tema de la petrificación de su Mione sin el respeto que se merece. Pudo haber muerto su leona.

“¿Qué?” dice pálido el Hufflepuff, retrocediendo para intentar ocultarse detrás de otro Hufflepuff que parecía querer empujar a su compañero de lo harto que estaba. 

“Que no hables de ella, maldita sea” gruñe, sienta la mano de Theo y Millie, pero no importa. Estaba enojado “Deja de ser un idiota ignorante y mira más allá de tu fea nariz, Potter jamás sería el heredero, ni mucho menos hubiera atacado a Hermione Granger. Si vas a decir estupideces, mejor usa el cerebro para que tenga coherencia” brama enojado.

“Draco Malfoy” interviene el profesor Flitwick molesto “Cinco puntos de Slytherin por hablar mal a un compañero”

Escucha los pasos de Snape, no importa.

“Debería bajarle puntos a su estudiante también. No puedo permitir que minimice el atentado en contra de Hermione Granger como si nada, es como si se burlara de la muerte de mi abuelo en mi cara” compara enojado.

El profesor se queda impresionado, la mano de Severus aprieta fuertemente su hombro.

“Yo me encargo de mi impertinente estudiante, profesor Flitwick. Encárguese de reprender al suyo”

Draco es reprendido fuertemente en el despacho de Severus, con un castigo de ayudarlo a limpiar su el aula de pociones hasta que acabara las clases.

El partido de Gryffindor comienza. Draco, Millie, Theo y Luna se sientan en las gradas de los leones. Ginny sostiene una pancarta grande con el nombre de Potter en grande y un dibujo horrible en ella del niño. Draco hizo una mueca de asco al mal gusto.

“Ten, usa la bufanda de Harry. Al menos así disimularás que quieres alentar” ofrece Ronald una bufanda claramente Gryffindor.

Draco siente su respiración cortarse.

“Draco no va usar una bufanda apestosa” interviene Theo completamente celoso.

Draco siente culpa, porque se apresura a agarrarla, fingir asco para luego ponérsela. Debía guardar algo de dignidad.

“¿Decías?” se burla Ronald de Theo con una sonrisa ganadora.

Draco ignora la mirada de Theo sobre él, concentrándose en no olfatear la bufanda.

El partido comienza, Potter se alza en su escoba y comienza a moverse por el campo. Por un momento dirige su mirada a las gradas y saluda a Ronald. Draco cree por un instante que el saludo es para él, pero es imposible.

No son amigos.

Y luego se cancela el partido.

Petrificaron al niño Hufflepuff con el que peleó Draco en frente de muchos tejones y todas las serpientes de su generación.

Se siente tan bien porque eso haya pasado. No lo pueden culpar, era un Slytherin viendo como su enemigo recibía lo que merecía.

Lo único malo es que tiene que devolver la bufanda a su dueño.

La noticia que encarcelaron a Hagrid llega a oídos de todos.

Draco se sentía fatal. Nadie así debería ir a Azkaban siendo inocente.

De ese modo, Draco pudo sentir mayor empatía con el gigante. En estos momentos debía de estar en peores condiciones que Draco, porque los dementores se encontraban habitando ese lugar. Un castigo demasiado terrible para un inocente.

Potter y Ronald actuaron extraño los siguientes días, no es que a Draco le importara.

Para nada.

El verano estaba acabando, el miedo aumentaba y Draco solo quería ver a Hermione.

Con los leones intentaron visitar la enfermería, pero no había respuestas. Intentaron de todo, pero el miedo era mucho más sin el director.

Draco no entendía por qué, si nunca hizo nada importante ese anciano mientras él fue a Hogwarts en su otra vida.

Las clases de defensas del día de hoy fueron extrañas, la discusión entre Ronald y Lockhart no se lo esperaba. Creyó que el que saltaría a defender el honor de Hagrid sería Potter, pero este estaba más concentrado en callar a su mejor amigo pelirrojo.

“Me atrevería a suponer que sé más sobre el arresto de Hagrid que usted, señor Weasley” habla arrogante el mago rubio.

Draco observa como el niño estaba a punto de hablar, pero es detenido por un Potter que le susurra al oído, calmando por fin a Ronald.

Sospechoso.

Draco no puede interrogarlos, porque las medidas de seguridad habían aumentado haciendo complicado la comunicación entre ellos.

Lástima que eso no impedía cumplir su castigo con Snape por las tardes.

 

El anuncio de los exámenes llega. Draco no se molesta por eso, sabe que el director hará algo al respecto. Solo se burla en silencio de una asustada Millie, porque sin Hermione no se había dignado a estudiar cómo se debe y ahora debería estudiar muchas más horas para recompensar el tiempo perdido.

Draco podía sentir la mirada de Potter y Ronald sobre él fuertemente en los tiempos de descanso. No podía acercarse porque debía permanecer seguro.

Una mierda.

Parecían los dos desesperados por contarle cosas, pero no sabían cómo.

Draco también se sentía mal de no tener a su Luna con él. Joder, ya quería que acabara esto.

La noticia de que casi todas las mandrágoras estaban lista. Esta noche tendría a Hermione de vuelta.

Esa noche iba a desaparecer el responsable de robarle.

La algarabía en el lugar elimina la tensión de los últimos meses. Draco mira a lo lejos como Luna aplaude mirándolo con alegría. Millie comienza a abrazarlo para que nadie mira como lloraba de la alegría.

Extrañamente Pansy se veía aliviada.

Los aseos del salón de clases de pociones con Snape no eran divertidas, ni mucho menos estimulantes. Solo se sentaba a tallar con un cepillo las calderas usadas por su padrino mientras sufría en silencio por hacer algo tan denigrante para él.

No es un elfo doméstico. Que Dobby lo disculpara.

Severus estaba observándolo como siempre, tan severo que si fuera otro niño castigado se estaría haciendo en sus pantalones. Draco no era un niño cualquiera.

“Profesor Snape” entró de repente McGonagall apresurada “venga, es urgente” pide la mujer asustada.

Draco se queda quieta por un instante. Su padrino acompaña a la profesora sin siquiera amenazarlo con irse o quedarse. El niño rubio se apresura usar el encantamiento de desilusión ignorando las pulsaciones que desprende su varita. Se va a la sala de profesores y se pone debajo de una mesa con disimulo.

“El heredero Slytherin” dice McGonagall con clara preocupación “Ha dejado un nuevo mensaje, debajo del primero “Sus huesos reposarán en la cámara por siempre”

Draco parpadea. No sabía que había sido así de intenso toda la situación. Siente lastima por el pobre infeliz que había sido llevado.

“¿Quién ha sido?” habla el profesor Flitwick “¿Qué alumna?”

Draco siente que aliento sale de sus pulmones.

¿Alumna? ¿No fue un hombre?

Su mente viaja al día del entrenamiento. Recuerda a cada persona presente y la imagen de Pansy le llega a su cabeza. Tirada, avergonzada y desolada con la nariz sangrando.

Merlín, por favor no.

“Pansy Parkinson” dice McGonagall.

Draco sintió como su mano viajaba a cubrir su boca para evitar gimotear de la impresión. Puede sentir el dolor invadirle cada hueso, mientras su mente comienza a gritar.

No, ella no. Maldita sea, por favor.

Draco no escucha el resto. Se abraza a las piernas para evitar gritar. El mundo comienza a girar. Se siente tan fatal, pero una descarga de magia lo despierta. Saca a su varita y ve como esta estaba rodeada de magia oscura y parecía decirle que saliera a buscar a la persona que se encargaría de rescatar a su Pansy.

Harry Potter.

Draco se seca las lágrimas, sale de su escondite aun con la magia sobre él. Camina siguiendo el camino que le indica la varita y casi por llegar al baño de chicas, divisa a Potter y Ronald mirando el mensaje que dejó el heredero.

¿Pansy escribió eso siendo controlada?

“¡Potter!” llama desesperado.

Potter mira apresurado hacia el con impresión. Su rostro se arruga al notar como el niño rubio que conocía comenzaba a romperse con cada paso que saba. Tuvo que buscar fuerzas que no sabía que tenía para evitar caer cuando Draco se arrojó a sus brazos llorando.

“Por favor, Potter. Por favor” suplica “Ayúdame, por favor”

“¿Malfoy? ¿Qué pasó? ¿Qué te hicieron?” pregunta desesperado Potter mientras Weasley mira detrás de donde vino Draco para ver si era perseguido.

“Potter, se llevaron algo que amo” comienza a decir en balbuceos por el llanto “Se llevaron a mi Pansy”

“¿Qué?” dice Potter.

“El heredero se llevó a Pansy, Potter. Ella era quien tenía el libro” explica desesperado.

“¿Qué libro, Draco? ¿De qué hablas?” esta vez pregunta Ronald.

“Por favor, Potter. Ayúdame a rescatarla. No sé qué haré si ella está muerta. No ella, no mi Pansy” suplica mirando a los ojos del niño que vivió.

Potter se queda sin palabras al ver esos preciosos ojos grises tan vulnerables y humanos. Una persona que era capaz de amar así, olvidando cuanto dolor esa persona le provocó, sin duda tenía un gran corazón. Potter por fin vio la luz.

Draco Malfoy nunca sería su primo. Se había convertido en un ángel ante los ojos de Potter.

Fue un idiota al creer lo contrario. 

“Sí, Draco. Vamos a buscar a tu amiga”

“¿Qué?” habla Ronald sin palabras.

“Gracias, Potter” el niño rubio sorbe su nariz.

“Bien, vamos. Busquemos a Lockhart” dice Ronald aceptando su destino.

“¿Por qué necesitamos a ese idiota?” pregunta Draco mientras se sobaba los ojos, dejando que la crisis que tuvo dejara su sistema lentamente.

Potter lo ayudaría. Recuperaría a su Pansy. Todo iba a estar bien.

“No sé, tal vez sirva de escudo humano”

Así los tres niños se apresuran a salvar a Pansy Parkinson del heredero.

 

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