Odio hacia los Nepobabies

Harry Potter - J. K. Rowling
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Odio hacia los Nepobabies
Summary
“¿Qué cojones es wolfstar?”Tras un retiro de tres años, Sirius Black regresa al mundo del modelaje para encontrarse con que ahora es el fancast para uno de los protagonistas de una famosa saga de libros de fantasía, está envuelto en un shippeo literario absurdo, y la otra persona repercutida es el bajista de los Death Eaters Remus Lupin.El problema: Sirius no soporta a Remus Lupin
Note
Un día me pregunté: ¿qué pasaría si en realidad Sirius y Remus fuesen los fancast para edits de tiktok sobre una pareja de ficción mago/hombre lobo? IrónicoPor supuesto Sirius iba a ser modelo y por supuesto Remus tenía que ser bajista, no hay otra cw's generales para todo el fic: uso de alcohol y drogas. Añadiré en cada capítulo warnings específicos pero no habrá nada gráfico o explícito.En esta casa no se apoya a la JK ni ninguna de sus ideas:)
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El hilo

El maldito teléfono vuelve a sonar otra vez. OTRA VEZ. Definitivamente no han pasado los diez minutos que deberían haber pasado desde la última vez. Sirius lo estamparía contra la pared si este no fuese el tercer móvil que se compra en los últimos dos meses. No es culpa suya, alguien le ha echado un mal de ojo a sus pobres teléfonos, él no los rompe adrede. ¿Muchas veces tiene pensamientos impulsivos en los que desea hacerlo?, sí, ¿acaba cediendo ante estos impulsos?, no, claro que no, pero se le caen a la bañera o sobre un bordillo del asfalto o vibran tanto que ellos mismos se precipitan desde la encimera de la cocina. 

Agarra el dichoso teléfono e intenta posponer la alarma sin levantar la cabeza de la almohada, unos segundos después se da cuenta de que no puede hacerlo porque es una maldita llamada. El brillo de la pantalla le abofetea con fuerza, sus ojos intentan escapar de esa agonía por lo que apenas puede ver el nombre de contacto. Sirius suelta un gemido de queja cuando por fin consigue leer, el maldito Peter. 

“Mmmmh estás despedido”, murmura con la voz ronca por el sueño y apretando los ojos para intentar que la maldita luz azul no le queme la retina. La habitación de hotel está plenamente a oscuras, se había asegurado muy bien de que todas las persianas estuvieran completamente cerradas para que los rayos de sol matutinos no pudieran interrumpir su necesitado descanso. “Ahora si me permites-”

“Buenos días princesa”, la irritante voz de Peter le interrumpe. “Te recuerdo que ya no eres lo suficientemente rico como para tener un jet privado que espere por ti, así que por desgracia tenemos asientos en un vuelo comercial que sale en dos horas”, al otro lado de la línea se le escucha la sonrisa dibujada en la cara. El capullo se lo pasa en grande cuando tiene que despertarle (cosa que hace porque quiere, ya que Sirius siempre se acaba levantando después de su sexta alarma). Los tiene a todos engañados con su look de chico bueno e inocente, hasta presume de conseguir domar y soportar al “tiquismiquis” de Sirius Black. 

A Sirius se le escapa un resoplido divertido y se frota los ojos intentando desperezarse un poco. 

“Eso es porque no haces tu trabajo lo suficientemente bien”, gruñe mientras estira la espalda y las piernas sobre el colchón. “Otra razón para despedirte. Y ahora déjame, todavía no ha sonado la quinta alarma, osea que me quedaban unos quince minutos de sueño”. Sirius lo no ve, pero intuye que Peter está poniendo los ojos en blanco al otro lado. Ambos saben que no va a volver a dormirse, una vez que se despierta lo suficiente como para poder entablar una conversación le resulta imposible volver a conciliar el sueño. Así que Peter gana, por esta vez, pero eso no hace que Sirius no le vaya a hacer pagar por ello. 

“Se hace lo que se puede con la materia prima que se tiene”, suspira Peter con fingida aflicción, para luego tardar dos segundos en cambiar el tono al humor. “Además, me quieres demasiado como para dejarme ir”, presume con sarcasmo. 

Sirius se ríe, sabiendo que Peter está disfrutando de la pequeña disputa matutina. Y pensar que la primera vez que se conocieron, el otro prácticamente temblaba de nervios ante su presencia, y ahora bueno, se mete con él diariamente. Aunque a veces quisiera estrangularlo, en el fondo aprecia enormemente su amistad. Esta ha sido una de las pocas constantes en su vida durante estos últimos años, cuando todo a su alrededor parecía derrumbarse, el conservar a sus amigos a su lado le había aportado la motivación que necesitaba para aguantar todo lo que se le caía encima. Estrictamente Sirius es el jefe de Peter, pero esa línea jerárquica hace tiempo se ha difuminado."Estás sobrevalorando tu importancia, Pete. Podría reemplazarte en un abrir y cerrar de ojos", responde Sirius, bostezando mientras se pone de pie y se dirige al cuarto de baño para lavarse la cara. La falta de sueño apenas se aprecia en su rostro, cualquiera que no se fijase lo suficiente diría que se ha despertado como una rosa (mentira), ignorarían la pesadez de sus hombros y las tenues ojeras rosadas debajo de sus párpados, que igual podrían pasar por maquillaje. Sirius no ha dormido bien, y no ha olvidado cómo se sentía cuando se acostó. Todavía persiste un pequeño rastro de las emociones que le asaltaron la noche anterior, y piensa hacer todo lo contrario a lo que le recomendaría su terapeuta, es decir, guardar esos sentimientos debajo de la alfombra y no afrontarlos en absoluto, al menos por ahora. La voz de Peter le devuelve a la realidad, vuelve a coger el teléfono que había dejado al lado del lavabo para lavarse la cara, quita el manos libres y se lo coloca entre la oreja y el hombro mientras se seca las manos. 

“Mmh ¿a qué hora es tu cita del martes con Val Garland?”, pregunta Peter con una risa juguetona. 

Sirius se toma unos instantes para intentar sacar el dato de su cabeza y así poder hacer que Peter se metiera su chulería por donde le cupiese, pero realmente no recuerda la hora a la que empezaba la reunión.

“De acuerdo”, admite resignado. “No estás despedido, por ahora”

No puede evitar esbozar una sonrisa cuando escucha la carcajada de Peter, incluso tiene que apartarse un poco el teléfono de la oreja. Podría dejarlo ahí, pero claro que no va hacerlo.

“Pero ¿sabes? Te vas a arrepentir de no estarlo. Pienso disfrutar de mi poder sobre ti. ¿Quién gana ahora, eh?”. Ambos saben que es una amenaza vacía, Sirius no va a ser más caprichoso de lo que ya es, en realidad no le gusta tratar con desdén o condescendencia a la gente que trabaja para él o le ofrece algún servicio. Ese comportamiento le acercaría a su familia biológica y le daría la razón a quienes siempre dijeron que era igual que ellos. La risa de Peter se atenúa, pero no desaparece del todo. 

“Oh, créeme que ya lo hago”, suspira. “Ahora vístete, te veo fuera en quince”.

No espera a que Sirius le conteste o le replique antes de colgar. Sirius pone los ojos en blanco divertido y se apoya sobre la encimera del lavabo. Se permite unos minutos para chequear su teléfono antes de tener que salir corriendo, tiene bastantes mensajes de James, tanto por chat privado como por el grupo que comparte con Marlene, y que seguramente se deban a que sigue preocupado por lo de la fiesta; algunos de Peter recordándole el plan para hoy junto con el horario de la semana que se avecina; y Twitter le ha notificado que su nombre de perfil ha sido mencionado más de cien veces. Qué bien. 

Decide que será el Sirius del futuro el que se encargue de todo aquello, ahora necesita un café. 



***

 

Cuando entra por la puerta de su piso es cuando Sirius decide que es el momento de volver a encender el teléfono. Lo primero que ve es que James lo ha llamado quince veces. Normalmente nunca apaga el teléfono, pero realmente hoy no se sentía con ganas de ver qué había hecho esta vez para que el mundo hablase de él (sospechaba sobre qué podía tratar, y si tenía razón, no sería algo que él hubiese dicho, sino el estar en el mismo espacio que otra persona y gente fangirleando sobre aquello). En el trayecto al aeropuerto, las menciones en twitter habían aumentado y había decidido que lo ignoraría activamente. Estaba con Peter, si algo realmente malo pasaba, él se enteraría y se lo comunicaría.

El caso es que tantas llamadas perdidas hacen saltar sus alarmas. James sabe que tenía un vuelo y eso no lo ha detenido en su misión de bombardearle el teléfono. Lo que significa que probablemente no sea que ha visto a un perrito adorable y quiera enseñarle las fotos, es algo gordo. El teléfono vuelve a vibrar en su mano. Sirius traga saliva. Ya tiene un nudo en la garganta, así que no consigue decir nada cuando la llamada se descuelga y la voz de James suena al otro lado. 

“Sirius. Por fín”, James se escucha aliviado. “¿Estás bien?” 

¿Sí? Si James se refiere a si está vivo, sí, claro que está vivo, bien, sano y a salvo. A lo mejor la noticia era un bulo sobre que él ha tenido un accidente, piensa. Pero eso es poco probable y una chorrada la verdad, así que seguramente James se refiere a su bienestar emocional. Entonces no, no está bien, está empezando a estar jodidamente asustado. 

“¿Qué… ha sido esta vez?”, murmura Sirius. Carraspea, vuelve a tragar saliva. “Tenía notificaciones pero… no me he metido en twitter en todo el día”

“Oh. Vale genial, vale, um ¿No lo has visto entonces?”

Sirius aprieta el teléfono con fuerza. “No he visto nada James. Y me estás poniendo nervioso, así que por favor, hazme un resumen que suavice las peores partes o te cuelgo ahora mismo y me pongo a leerlo yo solo”.

Poco a poco está perdiendo los nervios. El miedo está dejando paso a la ansiedad, que empieza a bañar cada parte de su cuerpo. Se pasea por el loft quitándose prendas de ropa y calzado con torpeza, sin cuidado alguno y con solo una mano, mientras espera impacientemente la respuesta de James. Está utilizando una mayor fuerza de voluntad de la que creía que tenía para, de hecho, no colgarle y meterse en twitter, pero ha aprendido que esa impulsividad solo le perjudicará. Es muy consciente de que la soledad empeorará miserablemente el tener enfrentarse a todos los oscuros detalles que le esperan en el mar de comentarios del puto twitter. 

Hay unos segundos de silencio y aparente duda. Sirius escucha como James se aclara la garganta y luego empieza a hablar. “No iba a coger un vuelo hasta mañana, pero puedo-”

“James”. Deja de hacerme esperar. Dime lo que está pasando. Claro que me gustaría tenerte aquí, pero necesito saberlo ya, y tú no estás, así que por favor. No tiene fuerza para decir todo eso, porque el nudo en la garganta, en el pecho, en todo el cuerpo, se hace cada vez más y más estrecho. 

James suspira al otro lado de la línea “Vale, vale, sí. Tú escúchame, han pasado varias cosas. Por si acaso y antes que nada, remarcar que no es algo tan grave como para que dañe tu imagen o tu carrera, pero sé que últimamente te importa y te afecta este tema así que estaba preocupado por cómo te sentirías.” 

Sirius deja salir un poco del aire que estaba conteniendo. Tenía claras sospechas sobre qué iba a tratar todo aquello y que James diga que es sobre un tema que ahora le afecta lo confirma, Remus y el shippeo. Una parte de él se relaja porque temía que hubiese pasado algo relacionado con su familia. Nunca se sabe cuando los Black van a volver a atacar, y ellos son un fuerte contratiempo. Pero aunque objetivamente su familia sea una entidad más peligrosa y dañina, el que no estén involucrados no hace que Sirius se relaje. 

Como no dice nada, James continúa hablando calmadamente “Verás, anoche alguien publicó un vídeo del momento en el que estábamos hablando con Pandora, la youtuber, cuando mmmh, los de Death Eaters pasaron por detrás”

Sirius cierra los ojos con fuerza y asiente. Vale. Hay un vídeo sobre ellos dos haciendo contacto visual, un vídeo sobre ellos dos a escasos metros. Entiende el porqué del alboroto en internet, pero a estas alturas, eso no es lo suficientemente potente como para alarmar de esta forma a James. Hace un ruido de asentimiento para hacerle saber a James que tiene que continuar. 

“Ya sabes, lo de siempre…, fans emocionados, excitados por el shippeo… y esas cosas”. James se detiene un momento, parece que le está dando vueltas a cómo continuar. 

“Pero…”, apresura Sirius. 

“Pero”, contínua, “en algún momento, eso llegó a otro tipo de fans de Remus a las que no les hace tanta gracia que os shippen. Y volvieron a sacar el tema de la entrevista de Vanity para invalidar el shippeo. Piensan que Remus te odia y por tanto ellas o ellos también”.

“Osea que se ha vuelto a abrir el debate sobre los nepobabies y sobre si mis trabajos realmente surgen por mi capacidad o por mi apellido”, Sirius suspira ya agotado por todo lo relacionado con este asunto, aunque es algo sobre lo que puede trabajar, no es tan malo como había anticipado. Ni de lejos es la primera vez que se enfrenta a este tipo de críticas, está más que acostumbrado. “¿Qué han dicho exactamente?”, pregunta con desgana.

"Hay…”, James vacila antes de responder, “también hay comentarios despectivos sobre tu trabajo y tus logros. Algunos incluso han comenzado a difundir rumores falsos sobre cómo obtuviste tus contratos y oportunidades, aparte del hecho de ser un Black me refiero”.

Por supuesto, piensa. 

James no lo menciona porque Sirius le ha pedido que lo suavice, aunque sabe que tampoco se lo diría si no lo hubiese hecho. Lo que James no dice es que la gente insinúa que Sirius es… básicamente y por así decirlo, una puta. De nuevo, comentarios sobre los que Sirius ya está más que habituado. Su imagen le ha aportado muchas ventajas en algunos aspectos, pero también ha llevado a los haters a minimizar su trabajo y asociar sus éxitos con su cara bonita y su habilidad para chupar pollas. 

“Encantadores”, Sirius inspira y expira, aprieta y afloja los puños, y hace girar su cuello para aliviar la tensión. Años atrás estos comentarios le habrían afectado muchísimo más de lo que lo hacen ahora. Ha vivido momentos especialmente duros debido a acusaciones como esas, una parte de él siempre temblará ante el recuerdo de los rumores que se esparcieron cuando a los diecisiete años había aparecido en la pasarela de Chanel junto a Karl Lagerfeld. Pero por duro que sea, una vida entera expuesta a la opinión pública te otorga una fuerte coraza que hace maravillas para proteger tu autoestima, gracias padre, gracias madre, supongo. Pero eso no significa que no le sigan irritando o que no le hagan sentir un profundo cansancio emocional. “¿Quién he dejado que me folle esta vez?”, pregunta intentando mantener la calma en la voz. 

Hay un breve silencio en la línea antes de que James suspire “Sabes que te quiero y me encanta todo de ti, incluso cuando utilizas ese sarcasmo tan mono como mecanismo de protección. Estoy muy orgulloso de ti, de todo lo que has logrado, todo el esfuerzo y el tiempo que has invertido. Recuerda que no has llegado tan alto por casualidad ni por tu apellido, ni si quiera por tu habilidad en el sexo, que no dudo que seas bueno colega”.

Sirius suelta una risa sorda, “ Joder ¿A tanta gente?”

"Oh, la lista es larga y variada", responde James con cachondeo. "Según los rumores, has tenido encuentros apasionados hasta con miembros de la nobleza europea”.

Sirius suelta un resoplido amargo. "Vaya, parece que mi vida amorosa se ha vuelto mucho más emocionante en los últimos meses", comenta con una nota de ironía en la voz.

Sirius por fin tiene la sensación de que eso es todo, ahora solo necesita reírse de ello. Bromear sobre estas cosas con sus amigos, casi le hace sentir como si recuperara parte del poder que las opiniones de desconocidos le roban sobre su propia identidad. Si ni siquiera él puede bromear al respecto, ¿qué le queda? 

Pero James ya no se ríe. 

Él también sabe cómo se siente aquello, aunque de otra forma, como la mayoría de personajes públicos, ha sufrido la sensación de descontrol sobre uno mismo que provoca los comentarios de la gente. Él, como Sirius, sabe que reírse de ello, bueno, no arregla nada, pero ayuda. Y James siempre está más que dispuesto a acompañarle las bromas. Esta vez, James se queda callado al otro lado durante tanto tiempo que Sirius tiene que comprobar que la llamada no se ha cortado. 

“¿James?”, susurra con algo de pánico marcado en el nombre. 

“Mmm hay algo más que todavía no te he contado”. Y James suena algo nervioso. 

“Por supuesto”, casi se ríe. “Claro que hay más”, suspira. Pone el altavoz del teléfono y lo deja sobre la cama mientras él se sienta en el suelo apoyando la espalda sobre el lateral del colchón. Se frota las sienes, la frente y los ojos, y deja las manos rodeando su cara y sosteniendo su mandíbula, con las rodillas en alto y los codos apoyados sobre ellas, mirando el vértice que conecta la pared que tiene delante con el techo de su habitación. “Venga dispara”.

“Remus ha intervenido”. Esta vez James no duda, lo suelta rápidamente, como si fuese una tirita que intentas arrancar lo más deprisa posible para hacer que escueza menos. 

No escuece menos.

“...¿Qué?”, exhala. Se incorpora un poco en el suelo, le ha pillado desprevenido. 

“Aham”, parece que James asiente, aunque Sirius no puede verlo. La gravedad en su tono es palpable cuando finalmente responde: "Remus ha intervenido en todo este asunto", repite. “Ha escrito unos tweets en respuesta a los comentarios” dice, ahora con cautela.

Sirius siente un escalofrío recorrerle la espalda mientras intenta procesar la información. Pestañea todas las veces que puede para ver si eso acciona algún interruptor en su cabeza. Todavía tiene apartadas todas las emociones de anoche y su cerebro no sabe cómo asumir las nuevas que están surgiendo en estos momentos. Es todo una colisión de sentimientos demasiado compleja. 

“También ha hablado sobre el artículo… ”

La voz de James sigue sonando, pero Sirius ya no le está prestando atención, ahora toda ella recae sobre el teléfono que tiene entre sus manos y la aplicación que se está abriendo. Siente que pasa una eternidad observando el fondo de inicio azul con el pájaro blanco en el centro, hasta que por fin Twitter se abre. Instintivamente pulsa el icono de la lupa para acceder al buscador. No puede ignorar la lista de tendencias que aparece ante sus narices. 

 

Tendencias

Remus Lupin 

85 mil Tweets 

 

Tendencias

Sirius Black

65,8 mil Tweets 

 

Joder

Escribe en el buscador: RJLupin.  Y ahí está, el hilo de Tweets que Remus ha escrito y publicado. 

 

Remus Lupin @RJLupin · 2h 

Me parece indignante y bochornosa la forma en la que algunos de mis seguidores difunden con tanta facilidad esa clase de rumores y comentarios repugnantes sobre otra persona. Mis fans siempre han sido increíbles y me han apoyado en todo momento, pero esto es inaceptable.

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Remus Lupin @RJLupin · 2h 

Es asqueroso que la gente acose y difame a otro profesional en mi nombre, alegando que es mi supuesta “opinión”.  

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Remus Lupin @RJLupin · 2h 

Soy consciente de que todo surge a partir de mis declaraciones de hace unos meses para el portal Vanity Fair, sin embargo, lamento comunicaros que no todo lo que se publica en internet es veraz. En ningún momento mis comentarios fueron dirigidos hacia Sirius Black. 

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Remus Lupin @RJLupin · 2h

Creía que no hacía falta ser muy inteligente para darse cuenta de que la descripción de “persona que obtiene renombre únicamente por el privilegio de su linaje” no casa del todo con alguien que a los 18 ha sido galardonado con el premio "Rising Star” 

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Remus Lupin @RJLupin · 2h

y destacado en rankings como el "Youth Impact Report" de Variety o Forbesunder30, entre otros muchos reconocimientos. Hay que ser crítico y saber juzgar por uno mismo. 

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Remus Lupin @RJLupin · 2h

Con esto no quiero decir que todo lo que se publicó sea completamente falso. Es cierto que está sacado de contexto y exagerado para generar emoción (sorpresa, bienvenidos al capitalismo). 

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Remus Lupin @RJLupin · 2h

Nunca he pretendido generalizar, sé que hay casos en los que los "nepobabies" demuestran talento y dedicación. Pero tampoco voy a negar que el nepotismo llega a tener un impacto negativo en la calidad y autenticidad de la industria del entretenimiento.

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Remus Lupin @RJLupin · 2h

No es mi trabajo ni el vuestro deslegitimar la carrera profesional de quienes han trabajado arduamente para llegar donde están. Simplemente apoyo la necesidad de un cambio significativo en la industria, donde se valoren los logros individuales y se promueva la diversidad, la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos los/las/les artistas en ascenso.

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Remus Lupin @RJLupin · 2h

Reconozco mi responsabilidad en este asunto y lamento no haber intervenido antes. No estoy acostumbrado a que mi opinión pueda suscitar odio hacia otro que no sea yo mismo. Así que por favor, los que no tengan más cosas que hacer con su miserable vida que meterse con la de los demás, que se busquen un hobbie más sano.   

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Remus Lupin @RJLupin · 2h

Saludos. 

 

“Sirius, Sirius ¿me escuchas? Lo estás leyendo ¿verdad? ¡Sirius!”, grita James.

“¿Se ha vuelto loco? Qué maldita mosca le ha picado… Será hijo de-”



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