
¿Wolfstar?
“¿Qué cojones es wolfstar?”
Con un golpe seco, Sirius se deja caer sobre el nuevo sillón del nuevo apartamento de James en Manhattan. Lleva toda horas partiéndose la espalda con la mudanza y durante todo ese tiempo su teléfono no ha dejado de vibrar por las constantes notificaciones de menciones en twitter. Las ha vuelto a activar porque esa misma mañana se lanzaba la nueva campaña de Balmain, y él es uno de los modelos que protagoniza el vídeo promocional. Y no lo admitirá ante James y Marlene, pero ha estado algo ansioso por las opiniones que esto va a suscitar.
El problema: nada ha ido como se esperaba. Y es un problema porque una inmensa cantidad de los comentarios de la gente no son sobre sus habilidades como modelo, tampoco son alabanzas ni enhorabuenas de sus antiguos fans, no son mensajes transmitiendo lo mucho que se le ha echado de menos, ni siquiera es hate.
“¿La marca de barritas energéticas?” murmura James distraído, con la mitad del cuerpo enterrado en una de las enormes cajas donde se puede leer SALÓN en un lateral, al otro lado de la amplia sala. Claramente su atención sigue atrapada en la frustrante tarea de la que Sirius se rindió hace media hora, encontrar el libro de recetas de comida india casera de su padre. Ya habían registrado cada una de las cajas etiquetadas para la cocina, encontrando en su lugar todo tipo de trastos cuyo lugar claramente no debería ser la cocina. Quién sabe dónde acabará apareciendo el recetario.
“No, no la marca de muesli James” gruñe Sirius, cada vez más desconcertado, scrolleando por Twitter y retorciéndose en el duro sofá, que tiene un respaldo demasiado vertical como para poder ser confortable. Si James le hubiera pedido opinión (por supuesto que no lo hizo porque el maldito sofá es rojo) no le habría permitido comprar el dichoso mueble.
Moony´s version: Cero bromas, @SiriusBlackOfficial de hecho es Blaise Stardust tenemos nuestro #wolfstar #VínculosdeLuna
Wolfwolf__: wolfstar!! repitoooo WOLFSTAR!!!
BlaiseStardusfans: @SiriusBlackOfficial es tan 😍😍😍😍😍
SilverWing77: mi nueva obsesión @SiriusBlackOfficial como Blaise Stardust y @RJLupin como Ethan Moonfang. Literalmente el mejor fc #lonecesito #wolfstar
PixelProwler: @SilverWing77 OMG SIIII
MoonShifterRL__: @SilverWing77 estoy lloran2 SI SON @RJLupin ven a reclamar a tu mago #wolsfstar # BlaiseStardust #EthanMoonfang #VínculosdeLuna
NeonnNova: Yaass definitivamente @SiriusBlackOfficial da vibes de blaise stardust!!!! Amo wolfstar
Wolfstarlife: estoy enamorado 😳 déjame ser el Ethan de tu Blaise @SiriusBlackOfficial #wolfstar
SilverWing77: @Wolfstarlife noo definitivamente él haría mejor pareja con nuestro ethan @RJLupin #wolfstar 💜💜💜
Notjustafan: xq @SiriusBlackOfficial se PARECE TANTO a como me imaginaba a Blaise????!!?!?!?!?!
Cuntyjass_: @Notjustafan porque son la misma persona osea i meeaaan
MoonfangWife: nuevos edits wolfstar?? 🏃🏃
Es de locos. Nada tiene sentido. Por fin consigue una buena campaña, una en la que sale de puta madre, hay que recalcar, y por la que ha luchado con sudor y lágrimas, ¡lágrimas!, y ¿la gente enloquece porque creen que se parece a un tal Blaise Stardust? ¿Quién narices es Blaise Stardust? Ósea. Qué. Cojones.
“Oye Sirius ¿por qué la gente te está shippeando con Remus Lupin en twitter?” se ríe Marlene mientras aparta los pies de Sirius del sofá para acomodarse ella también. Está mirando divertida la pantalla de su propio móvil con una mano y llevándose algo a la boca con la otra. “Mmm Oh Diozz ejto stá inncleible”
“¡EY! ¡¿Es uno de los snacks para la fiesta de esta noche?!” grita James corriendo hacia ellos, aunque no lo suficientemente rápido porque cuando se lanza sobre ella, Marlene ya se lo ha metido entero a la boca y se encoge de hombros masticando con mirada inocente. Sirius se aparta lo más deprisa que puede para no verse envuelto en lo que se avecina. Porque, para sorpresa de nadie, eso no le impide a James zarandearla e intentar meterle la mano en la boca para hacer que lo escupa. Marlene, con las mejillas llenas y los ojos brillando de diversión, esquiva los dedos de James mientras sigue masticando con determinación. Acaban enredados en una lucha de sacudidas, cosquillas y de proyectiles de huevo y guacamole.
No tiene tiempo para sus payasadas, está demasiado ocupado flipando con la marabunta de comentarios y cientos de nuevos follows tanto en twitter como en instagram. Todos, al parecer, fans del tal Blaise Stardust o lo que mierdas sea wolfstar.
No nota cuando James y Marlene dejan de pelearse y comportarse como los niños pequeños que mentalmente son, sinceramente tienen al mundo entero engañado con su apariencia de personas adultas responsables, pero en algún momento han parado los chillidos histéricos de Marlene y ahora ambos resoplan divertidos mirando Dios sabe qué desde su móvil.
“Vaaaya eres trending en twitter colega” resopla James ajustándose las gafas e intentando arreglar el irremediable desorden de su pelo. Ahora está sentado entre los dos en su sofá de diseño, se despega de Marlene para dejarse caer sobre el hombro de Sirius y curiosear su pantalla para comprobar si él también está viendo lo mismo que le había enseñado Marls.
“No lo entiendo…”, suspira Sirius tirándole su móvil a James. Ya ha visto suficiente. “No sé de qué narices hablan, ni qué tengo que ver yo con todo esto”, se queja indignado.
Se recuesta sobre el respaldo del maldito e incómodo sofá de James frotándose los ojos y la cara, intentando que todo aquello cobre algo de sentido en su cabeza. ¿Le regañarían los de la marca por todo este revuelo? No es justo. Él no ha hecho literalmente nada, y bueno, al fin y al cabo si atrae a muchas visitas no importa realmente de donde vengan ¿o sí? ¿Está su familia detrás de esto? ¿Intentan boicotear su regreso? Le está empezando a causar dolor de cabeza. Además, ¿por qué la gente también hablaba sobre…
“Espera ¡QUÉ!-” se levanta de un sobresalto, lo que también asusta a los otros, que seguían encorvados sobre los teléfonos bastante entretenidos, ahora le miran como si acabaran de ser descubiertos haciendo una trastada “¡¿Has dicho que me están shippeando con Remus Lupin?!” grita ahogado agarrándose con fuerza al durísimo reposabrazos.
Si su mandíbula inferior no estuviera unida a la superior seguramente se le habría caído sobre el regazo. Ahora algunos de los comentarios que había leído cobraban más sentido. Había supuesto que también le estaban taggeando por la canción que sonaba de fondo en el vídeo de Balmain.
Marlene y James le miran como si él fuera el raro en aquella totalmente absurda situación. Parece que esperan para ver si añade algo más, pero al final es Marlene la que rompe el tenso silencio.
“Tío es de lo que intentaba mofarme antes de ser atacada injustamente” dice arqueandole una ceja a James.
“Injustamente mis huevos, os he repetido un millón de veces que la comida del catering no se toca” le reprocha.
Marlene empieza a quejarse de que sólo intentaba comprobar el estado de sus aperitivos, pero Sirius no va a aguantar que le interrumpan de nuevo la crisis existencial por la que está pasando. No puede evitar que un gemido agudo y quejumbroso salga de su garganta de pura exasperación.
“¡Chiicoss, esto es serioo!” exclama golpeando el reposabrazos y poniéndose en pie de un salto. Ya no puede quedarse sentado. “No sólo inundan mi estreno en la nueva colección de Balmain, donde en primer lugar, no sé ni cómo conseguí que me aceptaran, con comentarios raros de narices y sin ningún tipo de sentido, sino que además, ADEMÁS ¿me están shippeando con el jodido Remus Lupin?”
“¿Remus Lupin? ¿El bajista de los Death Eaters?” le susurra James a Marlene, pero sin estar susurrando realmente, ella asiente mientras claramente intenta aguantar la carcajada.
Sirius se tiene que repetir mentalmente que esos dos imbéciles de ahí son sus mejores amigos y prácticamente la única familia que tiene, y que estaría feo que los extrangulara. Aunque ya no sabe si prefería ser trending en internet por cometer un homicidio múltiple o por ser vinculado con Remus Lupin.
“Pero… quiero decir, ¿En qué momento has coqueteado con él? ¿Habéis siquiera coincidido? ¿No te caía fatal?” con cada pregunta que sale de la boca de James, este parece más extrañado. Y Sirius le responde a cada una con gestos donde claramente le da a entender lo absurdo que es todo aquello. Simplemente no hay palabras para describirlo.
Por muy bien que se entienda con James, sabe que no le basta con aquellas réplicas mímicas y le va a exigir que al menos le diga algo.
“Uff…claro que no le aguanto” exhala dándose un golpe en la frente, ese sería un buen resumen. “¿Ya has olvidado la entrevista que les hizo Vanity Fair sobre la polémica de los nepobabies? Se cree tan jodidamente superior por haber crecido en una familia pobre, incluso con la libertad de nombrarme. El muy capullo no sabe una mierda de mí o de mi familia”, escupe Sirius.
Solo de pensar en el tema, vuelve a surgir la rabia que ya había intentado contener en su día. Intentado era la palabra clave, porque la verdad es que tras leer el artículo varias veces había redactado furioso unos cuantos tweets pasivos-agresivos (con más agresividad que pasividad) sobre la víctima en cuestión, el pobre Remus y su seguramente lamentable y desgraciada vida siendo miembro de una de las bandas más escuchadas del momento.
Por suerte, su representante Peter, que ya estaba más que al tanto de su personalidad impulsiva, le hizo deshacerse de los tweets inmediatamente y la cosa no llegó a más. Agradeció aquello más adelante cuando la polémica volvió a estallar y unos cuantos famosos se vieron perjudicados por sus desafortunadas publicaciones al respecto. Invitó a Peter a cenar por aquello.
Sirius no necesita más polémicas en su vida, suficiente tiene de por sí con ser parte de la familia Black y el hijo mayor de los presidentes de uno de los conglomerados multinacionales más importantes del mundo, dueños de decenas de marcas de lujo y renombre; a los dieciocho años ser considerado uno de los jóvenes con más talento y futuro de la industria del modelaje, para luego, a los veinte ser desheredado y humillado públicamente, y como premio, ser vetado de trabajar para muchas de las firmas más famosas, no sólo las dirigidas por su familia sino también aquellas con demasiadas relaciones o demasiado temor a llevarle la contraria a los poderosos Black.
Se ha pasado varios años inactivo, recuperándose mentalmente de lo que fue aquello. La familia de James le acogió y le ayudó a limpiar su reputación. Euphemia Potter es una reconocida directora y productora de Hollywood, muy admirada por realmente todo el mundo y cuyas obras ya se consideran clásicos de la cinematografía, y Fleamont Potter, escritor ganador del premio Pulitzer, con novelas inspiradoras y conmovedoras que han llegado a los corazones de millones de personas en todo el mundo. Y por supuesto, el hijo de unos de los matrimonios con más talento y queridos, no iba a ser menos, James Potter, el actor de oro, joven prodigio por el que las productoras no paran de pelearse.
Y ahora a los veintitrés años, Sirius ha vuelto, y no ha sido nada fácil. Se ha tenido que mentalizar de lo duro y agotador que va a ser abrirse paso por un mundo tan sucio como es el de la moda, donde la influencia de su familia y sus amenazas le van a cerrar tantas puertas. Por muy injusto que sea, se ha preparado para los obstáculos, se ha enfrentado a ellos, se ha comportado, ha luchado y lo está logrando. Lo estaba logrando.
Los últimos años se ha dedicado incansablemente a perfeccionar sus habilidades y a desarrollar un estilo único que no solo desafiara los cánones tradicionales y que reflejara su autenticidad, sino que también lo alejara de la ostentación de la alta sociedad y el mundo del que provenía. Ahora lleva dos meses participando en pasarelas independientes y proyectos colaborativos encontrando un pequeño espacio donde su talento pueda brillar sin restricciones, pero había llegado el momento de dar el gran salto y volver al foco principal.
Pero no se había preparado para esto. No ahora. No en estos momentos.
“No nombró a tus padres,” replica Marlene poniendo los ojos en blanco, ya habían tenido esa conversación antes, múltiples veces. “Habló de una poderosa familia de la industria y entonces el entrevistador nombró a tus padres”.
Sirius chasquea la lengua con desaprobación, no está de acuerdo, claramente Lupin se estaba refiriendo a alguien en concreto cuando hablaba, y aunque no lo afirmó e intentó evadir el tema, tampoco lo negó. Pero eso ya realmente no importaba. “Me da igual, el caso es que es un capullo fanfarrón. Lo último que necesito es que nos relacionen”, afirma Sirius tajante. Lo que sí que empezaba a necesitar era uno de esos deliciosos aperitivos.
James, como si percibiese la amenaza hacia la comida de su fiesta, interrumpe los pensamientos de Sirius, “Sigo sin pillar por qué os shippean” se encoge de hombros. “Además, ¿no estaba saliendo con esa reportera de la CBS?”
Dulce e inocente James, Sirius no quiere reírse en su cara, así que no lo va a hacer, pero que alguien sea hetero y tenga pareja no impide a internet a involucrarle en un shippeo gay, al contrario, inexplicablemente eso hace que de alguna manera la gente se emocionen aun más, se vuelva más emocionante. Aunque es cierto que no tiene idea de qué ha llevado a los fans a vincularlos a ellos específicamente.
Sabe que va a ser una terrible idea, pero vuelve a coger su móvil de las manos de James, y ahora Remus Lupin también es tendencia en twitter. El nuevo apartamento de James está en una de las plantas superiores de un rascacielos, si se tira será una muerte instantánea y seguramente indolora. Entonces pasaría a ser trending por matarse y no por un muy desafortunado shippeo, vale la pena.
“Mmm creo que no os shippean a vosotros como tal” dice de repente Marlene mirando fijamente su móvil mientras sigue descendiendo por los ya miles de comentarios.
Sirius ha empezado a pasearse de un lado a otro por la luminosa sala de estar, demasiado inquieto para seguir permaneciendo parado en el sitio. Por su mente corren ideas para intentar solucionar aquella cagada, que por una vez, él no ha provocado, Peter no puede regañarle, y que no implique matarse a él mismo o a otros. Entonces las palabras de Marlene vuelven a resonar en su cabeza.
“Un momento, a qué te refieres” le pregunta frenando en seco detrás de ella y asomándose a la pantalla de su teléfono.
“Parece que la gente está hablando de una saga de libros de fantasía bastante famos-”
“¡Y en qué me incumbe eso a- ¡Aay!!” No puede terminar de quejarse porque Marlene le lanza una mano a la nuca para hacerle callar. Ella odia que le interrumpan, lo que Sirius acababa de darse cuenta que lleva haciendo todo aquel rato, culpa suya. Aun así es más violenta de lo que le conviene.
“Como iba diciendo,” carraspea “creo que shippean a dos personajes de esa saga, y la gente se ha vuelto loca porque dicen que te pareces a uno de ellos, y como que te has convertido en su fancast. Aparentemente, wolfstar es el nombre de ese ship.”
Vale, eso podía llegar a tener sentido. El nombre ese tan extraño, que ya había olvidado y que tanto repetían, debía ser el nombre del susodicho personaje, y no el de una persona real. Vuelve a encender su teléfono y, procurando no meterse en las tendencias, revisa algunos de los comentarios. #VínculosdeLuna. Teclea ese título en el buscador de google.
Vínculos de Luna
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Saga de alta fantasía dirigida a un público joven escrita por la estadounidense Sophie Bennett y best seller del The New York Times
Primer libro: El Velo de la Luna
Ethan, un joven común, es repentinamente transformado en hombre lobo y arrastrado hacia un mundo mágico hasta entonces oculto. Allí, conoce a Blaise, un extravagante joven mago dispuesto a ayudarlo. Juntos, se embarcan en una aventura llena de misterios y peligros para desvelar los secretos que amenazan ambos mundos. Enfrentando criaturas hostiles y desafiando su propio destino, Ethan y Blaise deben descubrir el poder del vínculo entre la luna y la magia para salvarlos a todos.
“¿Alta fantasía? ¿…Extravagante?”, musita absorto en lo que está leyendo mientras vuelve a dejarse caer en el horrible sofá, mentalmente exhausto.
“No te preocupes colega, se les acabará pasando. Estas cosas suelen tener su boom, y luego simplemente baja. Ya conoces cómo funciona” intenta James, luego le arrastra hasta sus brazos y lo mece como si fuera una madre que intenta calmar la rabieta de su pequeño. En otras circunstancias se hubiera quejado del trato infantil y ñoño, pero ahora realmente siente que necesita los mimos y simplemente se deja hacer. No quiere pensar en estúpidos shippeos, ni en magos u hombres lobo, no quiere pensar en que acababa de lanzarse nuevamente a las garras de la prensa mediática y al salvaje mundo de la moda, que adora y teme a partes iguales, y mucho menos en el hecho de que él y James ya no van a vivir juntos. Joder no, no quiere pensar en eso.
“Es cierto reina del drama,” Marlene le palmea la cabeza con cariño “¿te acuerdas de la que se lió cuando los paparazzi me fotografiaron entrando en el hotel con Lola después de la afterparty de los Oscars?”
Sirius se ríe, porque que pillaran a Marlene, hija del político Richard Mckinnon, uno de los altos representantes del partido ultraconservador, volviendo a su hotel junto con la hija de Madonna fue un auténtico bombazo. Se lo pasaron en grande aquella semana con todos los titulares y medios escandalizados por la noticia. Y efectivamente, más pronto que tarde, la gente acabó olvidándose de aquello. Porque así funciona todo en internet.
Se deja arropar por sus amigos, una cálida sensación de afecto que brota de los lugares donde le abrazaban lo baña por completo, relajando los músculos que hasta ese momento no se había percatado que mantenía en tensión. Les quiere tanto, les necesita tanto, que no sabe qué sería de él si ellos no estuvieran en su vida. Ese fugaz pensamiento le horroriza, hasta el punto que en comparación todo aquel lío de twitter le parece una estúpida chorrada.
Justo como han dicho, seguramente será algo pasajero y sin mucha repercusión o importancia, no más de la que él le quiera dar.
Suspira aliviado, espera que tengan razón.