
Dolor
Dolor
Dolor
Caitlyn pensaba que tenía una buena tolerancia al dolor, después de todo, era una niña a la que le gustaba correr en el jardín con sus dóberman, y no era raro cuando tropezaba y caía de rodillas raspándose, sintiendo como ardían y comenzaban a sangrar, este tipo de momentos le hacían recordar que su alma gemela también estaría sintiendo ese mismo dolor, por lo que siempre lanzaba una pequeña disculpa al viento esperando a que llegara al lugar en donde estaba su otra mitad.
Ardor
Dolor
Ardor
Caitlyn a sus 12 años seguía pensando que tenía una buena tolerancia al dolor ya que poco a poco las heridas y dolor de su alma gemela fueron aumentando de nivel, a veces durante el día sentía como llegaba un dolor inesperado en alguna parte de su cuerpo, normalmente en la espalda o en sus costillas, también había veces donde sus nudillos dolían demasiado, como si su alma gemela hubiera estado golpeando algo, sin embargo, Caitlyn pensaba en todas las veces en las que por estar perfeccionando su puntería su hombro terminaba gritándole piedad por lo que ella creía que era un intercambio justo para su alma gemela, aun así Caitlyn quería creer que su otra mitad también se disculpaba con ella cuando se lastimaban.
Punzada
Ardor
Dolor
A la edad de 14 años Caitlyn dejó de creer que tenía una buena tolerancia al dolor en el momento en que la explosión del laboratorio de Jayce dejo mal herida a su alma gemela y por extensión a ella; no es como que ella supiera que su otra mitad estuviera ahí y mucho menos sabía que era una zaunita de 15 años que estaba robando el laboratorio y tuvo la mala suerte que uno de los cristales que tenía Jayce explotara haciendo que todo su cuerpo recibiera el impacto; Caitlyn no tiene memoria de nada más que la mera explosión, sus recuerdos comienzan cuando despertó en el hospital con un tubo en su boca y todo un grupo de médicos al rededor de ella, apenas podía escuchar pero lo único que pudo divisar con su mirada fue el pelo color rosa de una chica en la camilla de al lado
“Estas despierta” la voz de esa chica llego hasta los oídos de Caitlyn y fue donde supo, esa chica era su alma gemela
Dolor
Dolor
Dolor
Caitlyn supo que tenía una mediocre resistencia al dolor cuando Vi, su alma gemela, le contó todo lo que había pasado en las semanas donde ella estuvo en coma, como fue la explosión, el diagnóstico y todos los estudios que les hicieron a ambas y aun así Vi jamás estuvo en coma, si no fueran pos las vendas y raspones parecía que ella no había estado en la explosión, fue cuando Caitlyn entendió que el cuerpo de Vi era más resilente que el de ella.
Durante las siguientes semanas después de que le retiraron el ventilador a Cait se dedicaron a conocerse más y cada día que pasaba ese lazo invisible se hacía cada vez más fuerte, aveces no se necesitaban palabras para comprender cómo se sentía la otra, después de todo al fin estaban juntas.
Ardor
Ardor
Ardor
Caitlyn tenía 15 años cuando entendió que su resistencia al dolor era casi nula a comparación a la de Vi, después de haber salido del hospital y que los padres de ambos lograran tener un acuerdo de como seguirse viendo, Caitlyn pasaba varios días en zaun dependiendo de que tantas veces Grayson fuera de expedición. Una vez en zaun Vi el contaba a Caitlyn sobre sus azañas con sus hermanos, las mini expediciones que hacían a piltover, de lo que querían hacer en el futuro, de como Vi quería tatuarse algo que significara a su familia, como Caitlyn le gustaría ayudar a los demás y claro lo que ocurría con los vigilantes, Cait escuchaba con mucha atención las historias de como los vigilantes que rondaban por Zaun parecían disfrutar causar dolor a los demás como si fueran sacos de boxeo.
Dolor
Dolor
Dolor
Dolor
“Me gustaría que me acompañaras cuando me haga el tatuaje, Cait”
“Quiero que estemos juntas en ese proceso, va a doler, pero al menos estaremos ahí juntas”
“Tu vas a estar en el tatuaje, eres parte de mi como yo soy parte de ti”
La mente de Caitlyn la hacía recordar cuando Vi le dijo todo eso hace varios años, en realidad tenía miedo de cuando el día llegara en el que Vi se tatuara pero algo en ella le decía que iba a ser una experiencia nueva, tal vez después de la explosión su tolerancia al dolor hubiera aumentado un poco más… oh que tan equivocada estaba Cait.
Caitlyn tenía 18 años cuando descubrió que tanto el dolor fisico como el emocional dolían pero juntos era algo a lo que nadie la pudo preparar; llevaba casi 6 mese desde que se enlistó con los vigilantes, 6 meses de entrenamiento fisico, golpes y contusiones, 6 meses desde que vio y habló con Vi por última vez y aun así dolía como el primer día; sin embargo, esa noche todo era distinto, durante el transcurso de la tarde Caitlyn comenzó a sentir dolor y ardor en su espalda creyendo que había caído mal en un combate lo dejó pasar pero con el transcurso de las horas ese dolor empezó a hacerse cada vez más fuerte y le impedía moverse por lo que se retiró a su pequeño cuarto para revisar el daño, cuál fue su sorpresa al mirarse al espejo y notar que poco a poco cortadas aparecían en su espalda dando forma a algo, fue cuando cayó en cuenta de que Vi se estaba tatuando, el tan esperado día había llegado y Cait no estaba con ella a su lado.
Caitlyn solo podía estar boca abajo en su catre, el dolor era insoportable si estaba acostada sobre la espalda, ella intentaba respirar y compartimentarizar el dolor fisico pero parecería que su dolor emocional no se la estaba haciendo más fácil hasta que su propia mente le hizo una jugarreta.
“Estudios en la mente han demostrado que una gran cantidad de personas prefieren causarse daño físico como una forma de lidiar con emociones abrumadoras, dolor mental o estrés. Esto puede incluir cortarse, quemarse o golpearse, entre muchas formas de autolesión…”
Caitlyn había leído eso hace años, ella no lo pudo comprender en ese entonces pero ahora que todo en su vida estaba de cabeza lo entendió, su cuerpo comenzó a temblar, su mandíbula comenzó a tensarse y su respiración se volvió errática cuando algo en ella se rompió y lágrimas comenzaron a caer por su cara, el dolor comenzó a nublar su pensamiento y solo quedó un pensamiento… Caitlyn tenía una leve resistencia al dolor físico pero ninguna al dolor emocional y esta vez Caitlyn sabía que no estaría recibiendo una disculpa silenciosa de Vi por que incluso ella sabía que en el fondo se lo merecía.