Capítulo 09: Un Momento Tranquilo

La desaparición del niño que vivió le causo a Severus una inmensa carga laboral, Dumbledore quería encontrar lo antes posible al niño que vivió, pero no había forma. No existía rastro de Harry Potter en el mundo muggle y por el mundo mágico era más complicado. Por suerte para Severus, Bill Weasley se negó a dar información confidencial de Harry, que Dumbledore no pueda acceder a ningún documento relacionado con Potter le irritaba de sobre manera. Lo que causaba que presionará a sus trabajadores por resultados.

Resultados que, Severus esperaba, nunca llegarán. Es que ¿cómo alguien puede mirar a Alex y pensar que se parecía a James o Lily? Era imposible. Existían rumores, esos nunca se evitaban, pero nada que apuntará a la realidad. Lo más común era escuchar acerca de posibles infidelidades, y Severus sólo podía reír con eso. Lucius jamás le sería infiel, el contrato matrimonial prohibía aquellos actos, además dudaba que Lucius quisiera serlo. Pero bueno, era mínimamente entretenido escuchar cómo las personas sacaban sus teorías.

En este momento se encontraba bebiendo una taza de café charlando con sus colegas, a espaldas de Albus.

—Sí a Albus se le vuelve a ocurrir la "brillante" idea de utilizar plantas para localizar a Potter, meteré un lazo del diablo a su oficina. —Menciona Spraut mientras bebía una taza de leche chocolatada.

—Al menos tú tienes más descanso, nosotros tuvimos que entrar en los registros de la Inglaterra muggle buscando información de Potter. —Dijo Flitwick, haciendo referencia a él y a McGonagall, mientras se tomaba una taza de avena.

—Yo estuve en el callejón Knockturn, dos semanas porque Albus quería asegurarse de que ningún mago oscuro lo hubiera secuestrado. —Severus comenta mientras bebía una infusión de lavanda.

Era mentira y a la vez cierto, Dumbledore quería que buscará información acerca de Harry en aquél sitió, pero él optó por investigar sobre Ghouls y conseguir vitaminas para Alex, era difícil mantener a un pequeño híbrido saludable.

Mientras que todo esto se presentaba por el lado de los adultos, tenemos a Draco y a Alex, los dos hermanos que leían muy tranquilamente hasta que...

—¡Hey! Ustedes, chicos ¿Quieren probar algo increíble? —Unos gemelos pelirrojos se les acercaron con una pequeña caja llena de diversos tipos de golosinas, Alex y Draco los reconocieron de inmediato cómo Weasley.

Pero a diferencia de Draco, quién quería negar, Alex soltó un alegre "¡Claro!" Y agarró un caramelo que causó que su cara se pusiera roja y humo saliera de sus oídos.

—¡Wow! —Draco agarró lo que parecía una pastilla roja. —¿Qué hace esté? —pregunta, ahora interesado.

—Solo lo sabrás si lo pruebas.

Después de un rato probando dulces, los hermanos finalmente se presentan cómo George y Fred Weasley, dicen tener el sueño de montar una tienda de bromas y esos eran sus prototipos.

Fácilmente convencieron a Draco a colaborar con ellos en la fabricación de diversos productos, los gemelos finalmente se marchan felices de haber conseguido un nuevo cómplice y una nueva víctima para sus bromas.

Continuará.