
Decisiones
Los siguientes dos días, Harry se dedico a estudiar junto con Hermione y Neville, Ron solo los acompañaba ocasionalmente ya que a él no le interesaba ninguna de las materias. Pero la realidad es que no dejaba de pensar en la profecía, no importaba cuantas veces lo pensara, no se veía capaz de perdonar a Voldemort. Simplemente viendo los sucesos de los últimos años le hervía la sangre; como cuando casi mata a Ginny y literalmente, casi lo mata a él dos veces. Además, según la profecía tenía toda la pinta de que el culpable de que su nombre estuviera en el dichoso cáliz también era obra suya.
Así pues, utilizando el mapa del merodeador, el domingo por la tarde busco a Luna y la encontró en unos de los jardines mas cercano a la torre de astronomía.
-Luna- La llamo mientras se acechaba a ella, que parecía estar mirando algo en unas flores, ella le asintió como reconociendo. El también miro las flores por curiosidad- ¿Qué haces? - pregunto desconcertado, después de esperar un rato y que ella se moviera por el jardín, acercándose a árboles, arbustos y flores.
-Estoy persuadiendo a las hadas de las flores para que se muden al invernadero. Ya tengo una colmena de Billywig, aunque ellos ya estaban allí, pero no me di cuenta hasta ayer. También hay un Demiguise y una familia de Bowtruckle. Espero convencer a un Murtlap que está cerca del Lago Negro y del borde del Bosque Prohibido. Esta mañana, en una de las habitaciones del ala sur, encontré una pareja de Occamy- Le explico Luna a Harry, mientras susurraba a unas flores. Harry la miro sin comprender lo que decía, aparte de que en dos días ya había criaturas viviendo en el invernadero. Esa chica trabajaba rápido.
Entonces Harry vio una de las cosas más impresionantemente mágicas y maravillosas. Un grupo de pétalos, hojas y ramas se levantaron de todo el jardín y empezaron a brillar sutilmente, luego se dio cuenta de que no eran nada de eso, poco a poco se empezó a ver la forma real de las hadas, semi humanoides con alas transparentes y brillantes.
-Luna ¿exactamente como pretendes, llevar todas estas hadas hasta el invernadero sin que los demás habitantes del castillo las vea? - pregunto Harry aun fascinado, era un espectáculo increíble y estaba intentando contar las, pero era difícil, aunque estaba seguro que había por lo menos 50 de ellas.
-Oh, Harry, no te preocupes por eso. Las hadas de las flores son muy buenas escondiéndose cuando quieren. Si las llevo en frascos pequeños, cubiertos con hojas encantadas, nadie las verá. Además, siempre están los pasadizos secretos y rincones escondidos del castillo que casi nadie conoce. Es como si Hogwarts mismo ayudara a mantener a salvo a todas las criaturas mágicas que viven aquí. ¿No crees que el castillo tiene un modo de proteger lo que es especial? - Respondió Luna mirando a Harry con sus ojos soñadores. Luego de un pequeño bolso marrón que llevaba encima, empezó a sacar frasco, con hojas encantadas. Ella estaba preparada desde el principio.
-Bien, deja que te ayude, entre dos podemos llevar a estas hadas más rápido al invernadero- dijo Harry cogiendo un tarro. Se dio cuenta que la tapa tenía agujeros y el tarro tenia diferentes tipos de hojas y ramas encantadas. Cuando abrió la tapa un grupo de 5 hadas entro en el bote rápidamente sin quejarse ni una vez. Harry miro a Luna sorprendido.
-Oh, muchas gracias, Harry, eso sería maravilloso – dijo Luna con una sonrisa soñadora. Observó a Harry mientras tomaba el tarro y, al ver las hadas entrar tan dócilmente, sus ojos se iluminaron con una chispa de sorpresa y alegría.
– ¿No son encantadoras? – comentó Luna, mirando a las hadas con afecto. – Siempre he pensado que las criaturas mágicas pueden sentir cuando alguien tiene buenas intenciones. Creo que les gustas, Harry. Quizá porque eres tan valiente y amable. Vamos, llevemos las al invernadero antes de que cambien de opinión.
Les tomo 3 viajes llevar a todas las hadas, iban con 4 tarros por viaje entre los dos. Resulto que eran 57 hadas. Harry decidió que necesitaba un libro que hablase de estas hadas, le pareció unos seres tan encantadores y sorprendentes. Además, parecía que le gustaba a ellas.
Cunado todas las hadas encontraron su lugar en ‘el invernadero’ la habitación se sintió diferente, más limpia, más pura y Harry no pudo evitar relajarse. Se sorprendió más cuando algunas de las plantas empezaron a crecer a simple vista y en algunas de las macetas vacias se pudo ver crecer algunos brotes nuevos. Miro a Luna sorprendido.
-Se les llama hadas de las flores porque su presencia hace que las plantas florezcan más rápido, para los herbologos ser capaz de mantener una bandada de hadas de las flores y que ellas los aprueben, es un orgullo, un honor y una gran ganancia- dijo Luna mientras saludaba a una de las hadas que se había posado en un helecho- Los maestros de pociones están dispuestos a pagar más por ingredientes de pociones que han teniendo una bandada de ellas cuidando las plantas
Harry se sorprendió, la verdad esa era otra cosa que había estado pensando. Si de verdad conseguía perdonar a Voldemort podría decidir que hacer con su futuro, no solo sobrevivir un año más, si no pensar de verdad en un futuro más a largo plazo y por tanto un trabajo para él.
La verdadera la razón por la que odiaba tanto a Snape es porque Harry estaba seguro de que se le daría bien pociones, pero Snape no ayudaba. El no podía leer bien lo escrito en la pizarra y los Slytherin se dedicaban a meter diferente ingrediente en su caldero, Harry siempre conseguía arreglarlo, pero solo para conseguir un bien. Tenía talento, lo sabía, pero con Snape como profesor nunca podría conseguir buena nota el año que viene en los TIMOS.
Bueno aprendió que podría volver a hacerlos el año siguiente. Si empezaba a aprender este año pociones por su cuenta podría ser porcionista como soñó la primera vez. Aunque en los 4 años que llevaba en Hogwarts le había cogido más cariño a herbología y no le parecía una mala profesión, pero hacer las dos… no era imposible, tendrá que hablar con Hermione de las posibilidades y hablando de Hermione.
-Luna, sinceramente no se si podre perdonar a Voldemort, tengo miedo de lo que puede pasar si no llevo a cabo esta profecía, pero el odio que siento por el... estoy seguro que hay que perdonarlo desde el corazón y en este momento no me veo con esa capacidad- Harry suspiro frustrado. Sintió que una de las hadas estaba en su cabello- Quiero contarle la profecía a Hermione y tráela aquí, creo que podría ser de ayuda. Alguien inteligente nos vendría muy bien, y después de lo que paso con Ron a principio de curso, no sé si todavía puedo confiar en el- levanto la mano para tocar lo que estaba haciendo el hada y sintió ¿una trenza?
-Harry, creo que todos enfrentamos desafíos en el corazón que a veces parecen imposibles de superar – dijo Luna, mirándolo con sus ojos grandes y serenos. – El perdón es algo muy personal y profundo, y no siempre llega cuando lo esperamos. Pero no te preocupes por eso ahora. Hacer lo que es correcto no siempre significa que debas sentirte de una manera específica en este momento.
Luna observó cómo Harry se tocaba el cabello, y una sonrisa traviesa apareció en su rostro al ver la pequeña trenza que el hada había hecho.
– Oh, parece que le gustas mucho a esa hada – dijo, riendo suavemente. – Creo que contarle a Hermione es una excelente idea. Ella siempre tiene una perspectiva brillante y lógica que puede ayudarnos a ver las cosas de manera diferente. En cuanto a Ron, todos cometemos errores. A veces necesitamos tiempo para sanar y encontrar de nuevo la confianza. Pero estoy segura de que en el fondo, él, sigue siendo tu amigo.
Luna tomó suavemente la mano de Harry y le dio un apretón reconfortante.
– Estamos juntos en esto, Harry. Y recuerda, la verdadera magia está en cómo enfrentamos nuestros miedos y dudas, incluso cuando no sabemos cómo perdonar.
Harry suspiro más tranquilo y agacho un poco la cabeza, eso hizo que el hada callera hacia adelante dado que no estaba preparada para el movimiento, y Harry pudo ver al hada de tipo pétalo, un pétalo lila, agarrada de la trenza que había echo, no pudo evitar reírse y escucho a Luna hacer lo mismo.
- Vale, el martes traeré a Hermione, ella suele estar en la biblioteca, y Ron esta con Seamus y Dean jugando ajedrez o snap explosivo - Dijo Harry mientras ayudaba al hada a volver a su pelo, ella se acomodó otra vez y siguió jugando con el.
-Harry, me alegra saber que te sientes un poco más tranquilo – dijo Luna, con su habitual tono calmado y soñador. Se río suavemente al ver al hada aferrada a la trenza de Harry, disfrutando del momento de ligereza.
-Le dije que necesitaba un tiempo por lo que paso al principio del torneo de los tres magos, Ron parece entenderlo. Aun paso la mayor parte del tiempo con Ron y Hermione, más con Hermione, le estoy agradecido por que me dé espacio, su desconfianza me dolido mucho- vio a Luna recoger una Orquídea con pétalos lilas y acercarse a él
-Me alegro que Ron entienda que el tiempo y el espacio a veces, son lo que más necesitamos para sanar - Luna recogió la orquídea con pétalos lilas y se acercó a Harry, su expresión llena de comprensión y apoyo.
- Me voy ahora vale, quiero estudiar algo pociones, tengo que subir mis notas para el año que viene, por si consigo perdonar a Tom. Nos vemos el martes- recogió con cuidado al hada he intento dejarla en una de las flores. Intento fue la palabra ella no quería dejarlo, volvía todo el rato.
- Está bien, Harry. Es importante que te cuides y que sigas adelante con tus estudios. Las pociones pueden ser complicadas, pero estoy segura de que mejorarás. Y recuerda, el perdón es un viaje, no un destino. Tomarse el tiempo para entender tus propios sentimientos es muy valiente- Le sonrió, observando cómo Harry colocaba al hada cuidadosamente en una flor.
-No te puedo llevar conmigo a la habitación, puede ser peligroso para ti- dijo Harry volviendo a deja el hada en la planta, no importo volvió a su pelo. Harry miro a luna desesperado buscando su ayuda, ella tendió la orquídea como si esa fuera toda la respuesta que necesitaba. Harry la miro desconcertado.
- A veces, las respuestas son más simples de lo que pensamos - dijo Luna suavemente, moviendo la orquídea un poco más cerca de Harry. - Las hadas de pétalos tienen una fuerte conexión con las flores. Si colocas la orquídea en tu habitación, es probable que el hada decida quedarse con ella en lugar de seguirte. A las hadas les gusta estar cerca de lo que les es familiar y acogedor.
Harry tomó la orquídea con cuidado, empezando a entender la idea.
- Gracias, Luna. Pondré esta orquídea en mi habitación. Espero que eso funcione - Luna asintió, su expresión llena de confianza y serenidad.
- Estoy segura de que lo hará. Las hadas saben encontrar su lugar, y tú también, Harry. Nos vemos el martes - dijo, despidiéndose con una pequeña inclinación de cabeza y una sonrisa encantadora.
-Venga ponte en la orquídea, por lo menos hasta que lleguemos a la habitación, no quiero que nadie te haga nada malo. Ahora mismo no soy del agrado de la mayoría del colegio- de dijo al hada mientas se dirigía a la puesta. El hada se poso en la orquídea camuflando se completamente con esta. Si no supiera que está allí no sabía si podría verla, solo mirando la planta.
- Harry - llamo Luna antes de que este se fuera – Deberías poner le un hombre – dijo mientras seguía viendo como se acomodaban las hadas.
Bueno eso iba a ser un poco complicado, no se le ocurría ningún nombre bueno para un hada. Tendría que volver a mirar libros de historia a ver si encontraba uno que le gustara.
Harry colgó la planta en el centro del armazón de dosel donde se juntaban dos tablas, rego la planta un poco, el hada se sacudió y miro a Harry un poco mal, él se rio suavemente. Salió del cuarto directo a la biblioteca, quería hablar con Hermione y encontrar un libro de historia interesante y otro sobre hadas.
La encontró sentada sola en una de las mesas, hoy domingo no había mucha gente en la biblioteca, sobre todo teniendo en cuenta que este año no había exámenes, excepto por los TIMOS y EXTASIS por eso el torneo terminaría un mes antes de que se terminara el curso.
Primero fue a recoger los libros, encontró uno sobre la historia antes de la caza de brujas, y luego otro que decía “Criaturas mágicas y su simbiosis con las plantas” así que se lo llevo. Se sentó enfrente de Hermione y dejo caer los libros para llamar su atención.
-Oh, Harry no me di cuenta que estabas aquí- dijo levantando la cabeza y mirándolo. El se rio de ella, sabía que cuando estaba leyendo nadie existía para ella. Hermione lo miro bien y no puedo evitar reir se sorprendida, no esperaba la trenza en el cabello de Harry que caía hacia el lado izquierdo de su cabeza.
- ¿Qué pasa? - pregunto Harry confundido.
- Tienes una trenza- Dijo ella con una sonrisa. Harry se sonrojo, se había olvidado de quitarse la trenza después de dejar a la orquídea con el hada en su cuarto. Se llevo las manos al pelo para intentar deshacerla.
- Oh no Harry, te queda bien, solo me sorprendió- dijo Hermione rápido. Realmente le queda bien, hacia que el pelo no se le viera tan revoltoso y enmarcaba bien su cara. Él bajo las manos aun sonrojado y se sentó moviéndose un poco inquieto. La verdad no quería deshacer el trabajo del hada, ella se esforzó mucho.
-Mmm… Hermione- dijo Harry abriendo un el libro de historia, primero encontrar el nombre para el hada- yo, me preguntaba si sabes lo que necesito para tener mi TIMO de pociones sin necesidad de utilizar las notas de Hogwarts- el recogió uno de los pergaminos libre de Hermione pidiéndole permiso con la mirada y se pudo a escribir nombres que aparecían en el libro de historia; Anjana, Melissa, flora, Áurea… Parece que voy a tener que conseguir un libro sobre el significado de los nombres.
-Si esperas asta tus EXTASIS, puedes pedir rehacer tus TIMOS, tendrás el examen otro día. Te pondrán la nota de ese examen, lo mismo pasaría con tus EXTASIS- Dijo Hermione extrañada por el pregunta, pero teniendo en cuenta que en clase no podía sacar las mejores notas debido al continuo sabotaje, ella lo entendía- También puedes pedir Rehacer el examen en verano y se te pondrá la nota de ese examen sin tener en cuenta las notas de la escuela- a Hermione se le hizo extraño que de pronto Harry preguntara por los exámenes, aunque solo le quedaba un año para poder subir las natas lo suficiente para poder elegir una profesión…
-Harry- susurro Hermione emocionada- ¿Decidiste ser porcionista? - Pregunto feliz, era el sueño de Harry, pero con Snape parecía imposible, pero si Harry estaba pensando en otras maneras de conseguir sus Timos eso era otra historia.
-Bueno, no solo porcionista, también herbologo, me gustan las dos, y no quiero seguir luchando después de todo lo que ha pasado estos últimos 4 años, quiero tranquilidad- suspiro mirando a Hermione, con ojos suplicantes esperando que ella lo entendiera.
- Oh Harry, te teniendo y tienes todo el derecho a desear ese tipo de vida- Asiento Hermione muy seria y con esa mirada en los ojos que decía que tenia una nueva misión. Harry estaba muy feliz de que su nueva misión fuese ayudar a Harry a conseguir su trabajo soñado.
-Gracias Hermione, yo tengo intención de empezar a estudiar desde ahora para subir mis notas en pociones, pero antes de eso- Harry suspiro casi derrotado- Tengo que mejorar en defensa contra las artes oscuras. Si no empiezo a aprender más hechizos, no sobreviviré a este Toreno- Él estaba muy cansado de ser siempre el que tenia que luchar para seguir viviendo. Esa profecía era su oportunidad y no quería desaprovecharla. Miro a Hermione.
-Mione, me gustaría que me acompañaras el martes a un lugar, solo tu, si no te importa- dijo Harry nervioso, desde que él y Ron volvían a hablar ella estaba internado que todo se solucionase más rápido, pero el necesitaba tiempo.
Hermione hizo una mueca, pero, tenia que entender a Harry, Ron cometió un error y tiene que aprender que sus accione sus palabras tienen consecuencias y pueden hacer daño a otras personas. Ella decidió que tenía que hacerse a un lado – Si Harry puedo acompañarte el martes- dijo con una sonrisa tranquilizadora.
-Gracias- Respondió con una sonrisa Harry y siguió son el libro. Ella lo imito y siguió leyendo el libro de runas, no quería quedarse atrás para el año que viene.