Demon Magic Is NOT Dark Magic (And Also, Dark Magic Is Not Evil, You're Just Idiotic)

Harry Potter - J. K. Rowling Hazbin Hotel (Cartoon)
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Demon Magic Is NOT Dark Magic (And Also, Dark Magic Is Not Evil, You're Just Idiotic)
Summary
Cuando Charlie murió, el mundo de Lucifer también lo hizo. Vio rojo y antes de darse cuenta, ya lo había destruido todo en su furia, de una explosión de poder.Por eso no esperó la presencia de su Padre. Le ofreció una nueva oportunidad en otro mundo, con su hija. El único que tendría memorias era Lucifer, y su poder no estaría plenamente disponible. Pero eso da igual, ¿no? Charlie estaría ahí (pero no le perdonaba. No cuando tanto Lucifer como Él sabían que podría haber intervenido antes, antes de que Lucifer destruyera todo, antes de que Charlie muriera. Pero no lo hizo. Por eso, aunque estaba dispuesto a ya no odiarlo... Mucho, al menos. No iba a perdonarlo. Nunca).Pero por supuesto que tendría que estar también el botones, quien por un procedimiento médico angelical común de curación eso se traducía a una especie de cosa a la que en ese nuevo mundo llamaba... Alma gemela. Joder.Aunque el botones era más soportable que esos idiotas. ¿Qué magia oscura? Para empezar, la magia oscura no es mala, se están confundiendo con la magia negra de ese mundo. Y segundo, la magia demoníaca no es magia oscura ni negra. ¡¿Por qué estaban siendo tan pesados con eso?!
Note
Otra idea publicada para que no se borre. Esperemos que me dé la inspiración.

Chapter 1

Cuando su Padre le extendió una metafórica mano y le propuso algo en modo de disculpa por ser el peor padre en la existencia, Lucifer no se había esperado esto.

Rebobinando hacia atrás. Lucifer podría haber... destruido el mundo. ¡No le miréis así! Esos cabrones del Cielo fueron los verdaderos culpables.

Para empezar, ellos 'propusieron' la exterminaciones, lo cual significaba que le dieron un ultimatum: u ocurrían, o harían de su hija y de Lilith su objetivo. No pudo rechazarlo. Al menos consiguió negociar un poco.

Después tuvieron la brillante idea de semi-romper el trato al adelantar medio año la siguiente exterminación. Y luego tuvieron las pocas luces de ir a por su hija, quien estaba clara y estrictamente fuera de ser víctima de los exterminios.

Y, al acabar la pelea, todo estuvo por un momento mejor. Un amigo de su hija había muerto, junto a unos pocos caníbales, pero las pérdidas habían sido mínimas y habían ganado.

Los ángeles se retiraron y Charlie se puso en pánico porque Albert no estaba por ninguna parte. Musk (o Tusk o algo así) afirmó que 'ese cabrón está vivo'. Palabras textuales, no las suyas.

Y Charlie le dirigió esos ojitos llenos de lágrimas ante los cuales no podía decir que no. Así que no tuvo más remedio que buscar al botones y asegurarse de que estuviera bien.

Siguió el rastro de su magia. Fue bastante difícil y le sorprendió, había muy pocas personas que pudieran esconderse de él tan bien en el Infierno. Pero le pudo encontrar en su vieja estación de radio destrozada.

El botones estaba más inconsciente que presente en esos momentos y la herida en su pecho... Bueno, era un milagro que no estuviera muerto. De hecho, debería estar muerto. ¿Qué mierda?

Al menos parecía que no estaba en condiciones de rechazar ayuda y aunque no le cayera bien, su hija lloraría aún más si el botones muriera. Así que se puso manos a la obra.

Lo malo era que alguno de sus hermanos tuvo que hacer el arma de Adam porque esa clase de herida gritaba a arcángel. Podía sacar fácilmente la Luz Santa de Adam y curar la herida físicamente, pero quedarían restos de magia de arcángel que acabarían matándole como si fuera un veneno. Ese tipo de herida tenía que curarse lentamente con tratamiento vigilado y constante. Si fuera cualquier otro arcángel, no pasaría esto. Pero había sido el cabrón de Michael quien decidió que era buena idea crear un arma de su magia y dársela al imbécil de Adam. Y los dos eran gemelos, diferentes y sin embargo iguales en varios aspectos. Así que esta herida iba a llevar tiempo, tiempo que Lucifer no tenía porque tenía que ayudar a su hija.

Así que si no podía estar presente en una curación como esta, entonces haría la argumente mejor cosa... La cual era un poco incómoda, a decir verdad. Pero solamente sería parte y la recuperaría en cuanto el botones se recuperara. Él tampoco querría que una parte de Lucifer estuviera con él.

Eso sonó mal. No era exactamente una parte de Lucifer. Era una parte de su magia, por así decirlo... Lo cual, sabiendo que para un ángel Heavenborn y especialmente para un arcángel, la magia o energía eran básicamente su esencia y algo así como el equivalente a un alma humana (al menos la parte del 'núcleo' de su magia), sonaba muy íntimo. Pero lo era mucho menos de lo que esperaríais y era un tratamiento muy común entre los ángeles. Además de temporal, así que no pasaba nada.

Jajajaja. Hasta que... Lucifer volvió tras dejar al botones al menos tumbado en una posición menos dolorosa (en serio, a Lucifer le dolía el cuerpo con sólo haberle visto en esa posición) y empezó a ayudar a construir el hotel.

Eso no suena demasiado malo. Pero ese ángel que fue a por Adam después de que este muriera les pilló desprevenidos. No se habían esperado que un ángel se quedara atrás. Había esperado el momento justo para apuñalar a Charlie en la espalda.

Normalmente, habría sentido su presencia. Pero había demasiada energía angelical por la zona y la propia energía angelical de ese ángel estaba casi agotada (además de que casi parecía más una Caída que un ángel normal en esos momentos. Estaba a punto de caer, se dio cuenta).

Lucifer empezó a ver todo rojo y, con el cuerpo y la cabeza separada de su hija en sus brazos en el siguiente instante, todo empezó a arder y congelarse.

En su tragedia y dolor, no notó cómo todo a su alrededor quedaba destrozado.

Fue entonces que, una vez que pareció calmarse, sintió la presencia de su Padre. Quien intentó pedir perdón a pesar de saber que no lo conseguiría. Le propuso una oferta. Ir a otro mundo paralelo, uno en el que estaría su hija. Seguiría siendo su hija y su alma sería la misma, pero ella no tendría memorias de lo ocurrido. Su Padre solamente podía asegurar las memorias de Lucifer, junto a sus poderes... Los cuales debería notar que estaban ahí pero no para su uso completo. Podría haber alguna forma de recuperarlos plenamente, pero era incierto.

Lucifer se sorprendió ante esto. Ya que su Padre nunca le gustó lo incierto. Él respondió su silenciosa pregunta con qué desde que el libre albedrío creó, más y más dimensiones surgieron, cada una con menos certeza que la anterior. Al principio, Él intentó controlarlas, pensando que el choque entre dimensiones podría causar algún cataclismo nunca visto antes, pero pronto se dio cuenta de la unicidad y la maravilla en éstas. No chocaban entre sí, sino que estaban conectadas y podían convivir entre sí. Decidió dejarlas estar.

Su Padre le dijo que en la dimensión a la que le mandaría no existían realmente los ángeles y los demonios. Había creencias, sí, pero esos seres no estaban ahí. La humanidad también era muy parecida a la de la Dimensión Original, aunque con algunos cambios. El resto lo tendría que descubrir por sí mismo.

También le dijo que Él no podría acompañarle. Había dejado por sí mismas a esas dimensiones y así se quedaría, pero le estaría viendo desde lejos... Como siempre.

No era un final feliz, sino una nueva oportunidad. Pero por encima de todo, Charlie estaría ahí. Su Charlie, no ninguna versión paralela de ésta (porque, por lo que parecía, había dimensiones paralelas). No dudó en aceptar.

Y así, Lucifer se encontró declarando que los partos eran menos traumáticos desde el punto de vista de los adultos. El bebé en cuestión que estaba naciendo en ese parto, por otro lado, se llevaba lo peor.

Había visto atrocidades, baños de sangre y toda clase de cosas en el Infierno, pero no estaba preparado para esto.

El resto fue crecer y madurar.

Su familia era de nuevo una mierda. Eso no había cambiado, al parecer.

Seguía teniendo un mellizo, Michael, quien era el favorito de sus padres. Gabriel seguía siendo una pequeña mierdecilla y el resto de sus hermanos parecían haber copiado sus personalidades de sus contrapartes también.

Este padre suyo era un controlador y un cabrón. Serio, sin discusiones ante sus decisiones, bastante racista... Un cabrón en general.

Su madre (y vaya novedad, una madre) era fría y alejada de sus hijos. Parecía verlos como si fueran unas ratas que desgraciadamente eran sus hijos y definitivamente no amaba a su marido igual que éste tampoco la amaba a ella. Murió poco después de dar a luz al más pequeño de ellos, Ariel.

Entre cada generación de hermanos había un año de diferencia más o menos, así que Lucifer y Ariel se llevaban siete años, siendo Michael el más mayor por minutos.

Lucifer, en cuanto vio a ese cabrón que se hacía llamar su padre, básicamente dijo 'nope' y dejó que Michael brillara.

Hubo una vida en la que Lucifer fue el hijo favorito, pero el predilecto siempre fue Michael.

Había una cosa más... Existía la magia. Una magia algo diferente y definitivamente más débil a la que estaba acostumbrado. Su familia venía de una 'larga y prestigiosa estirpe' llamada Morningstar. Pero con el paso de los años, se convirtió en Magne y el nombre Morningstar pasó a ser poco recordado con el paso de los años. No porque fuera menos prestigioso, sino porque se les conocía mucho mejor por Magne. En esos tiempos, Morningstar era una especie de epíteto que solamente el verdadero Lord de la Casa podía llevar. La mayoría ni siquiera sabían lo que sugnificaba, pero aún así entre su familia era algo prestigioso.

No había habido un Morningstar en generaciones puesto que con cada generación, había menos magia entre ellos. Eran casi Squibs (personas que no pueden hacer magia a pesar de nacer en una familia mágica) hasta que de repente nació su padre con una magia algo más fuerte de la media.

Eso hizo que se pudiera casar con su madre, una bruja casi squib pero que era el último vástago de los Sayre, otra familia mágica con bastante historia y que solía ser más conocida puesto que su declive había empezado más tarde (aunque la línea Magne, al parecer, era mucho más antigua).

Desgraciadamente, solamente quien heredaba las magias familiares podían intentar ir a por el título Morningstar. Su padre podía hacer algo parecido, pero no eran las magias familiares.

Lucifer estuvo a punto de gritarle en la cara que la falta de magia era obviamente por la endogamia, pero después suspiró y decidió que no valía la pena por esta gente.

Al principio intentó amar a sus hermanos, pero desde el principio había demasiada competición entre ellos y las amistades no era algo que se pudiera generar entre ellos. Siendo hijos de su padre, se esperaba que ellos fueran aún mejores y si no ellos, entonces que alguno de sus hijos fuera el siguiente Morningstar (podía ser mujer, pero esta generación era solamente de hombres).

Lucifer, desde el principio, pudo sentir ese terror ante lo inevitable. Sabía que él tendría que heredar esas magias. Que les jodan a este mundo y a su Padre (su padre original), su Padre tenía que haber estado metido en algo de esto y le había mentido, porque de ninguna manera esto podía ser una coincidencia.

Por suerte, la edad segura (porque antes, era demasiado pronto y podía ser malo para su magia, y después era ya demasiado tarde) para manifestar esas magias era entre los quince y diecidiete años. Por eso pudo librarse de que su familia se enterara.

Fue un lío y tuvo mucho que ver con que su familia le viera como las últimas sobras. Y una desgracia también.

Empezó a ir a colegio... Ahí la conoció. Otra vez.

Se llamaba Lillian Sterlan y era una bruja Nacida de Muggles. Fueron al colegio de Ilvermorny y se hicieron mejores amigos de inmediato. Lucifer no pudo evitar enamorarse otra vez.

Era diferente a Lilith a pesar de sus parecidos. Lillian seguía teniendo un gran fuego en su interior y era distinta a los de su alrededor. Independiente, no toleraba las idioteces innecesarias de los otros, imponente... Pero Lillian también era más... Amable. Lilith cambió mucho a lo largo de los años. Su amor empezó a ser condicional y nunca había suficiente para ella. Lillian, en cambio, nunca dejó de amarle. A lo mejor era la diferencia entre la cantidad de tiempo vivida, pero definitivamente eran distintas y Lucifer no podía verlas como la misma persona. Aunque se superponían muchas veces, demasiadas veces, las suficientes como para hacerle sentirse mal con frecuencia.

Aún así, no pudo evitar enamorarse otra vez. Y a su familia eso no le gustó. Si la amistad ya generó un revuelo, el amor romántico le convirtió en una desgracia total a los ojos de su familia.

Se emanticipó a los quince años y se mudó con Lillian y sus padres, quienes eran muy majos, junto con los ahorros que tenía (lo había anticipado, así que estuvo preparado. Tampoco quería ser una carga).

Aunque su familia le mantuvo vigilado hasta los dieciocho años por si acaso. No se lo esperaban, pero no era algo que se pudieran permitir pasar por alto.

Lucifer mostró los indicios de las magias familiares a los dieciséis años y lo escondió. Su familia pensó que en cuanto lo descubriera, alardearía de ello para ser aceptado entre ellos, así que mientras que lo mantuviera discreto, no habría problemas.

Lillian, por supuesto, lo sabía. Y le apoyó (algo que Lilith nunca hubiera hecho. Lilith hubiera intentado convencerle de sacarle provecho y buscar venganza o algo por el estilo, pero Lucifer prefería alejarse de su familia cuanto antes por encima de cualquier venganza posible. Porque, para empezar, no había venganza si nunca habían sido realmente su familia, ¿no?).

A los diecisiete se graduaron y decidieron vivir un año más con los padres de Lillian. Esto era para dejar que la familia de Lucifer les vigilara sin recurrir a otros medios. Quién sabría a lo que recurrirían si no.

Después de eso, hicieron un pequeño viaje por Europa. Utilizando transportes Muggles para moverse de un país a otro y quedándose al margen de la sociedad no mágica por lo demás. Querían explorar mundo. Incluso pasaron unos años así.

Hasta que los padres de Lillian murieron. Quisieron ocultarlo en sus cartas para no molestarles, pero por alguna enfermedad extraña murieron antes de que ellos regresaran.

No se pudieron enterar de las buenas noticias: Lillian estaba embarazada.

La gracia fue que por más luchó, Lillian murió en el parto. Habían viajado a Inglaterra para alejarse un poco de los sitios familiares que les recordara a los padres de Lillian. No pudieron ir al hospital mágico porque no quisieron atenderles. Era un tiempo conflictivo entre mentalidades en Inglaterra, pero no pensaron que llegaría a perjudicar tanto incluso en los hospitales. Los Sangre Limpia se negaban a ayudar a una Nacida de Muggles y a la escoria de una familia mágica (porque por más prestigiosa que fuera la familia Magne, él había sido repudiado por ellos). Y los Nacidos de Muggles y el resto de los que estaban con ellos también se negaban a ayudarles porque habían 'escuchado' que la familia Magne era oscura y no sé qué más mierdas racistas.

Los hospitales Muggles, sin embargo, no pudieron hacer nada. Llegaron por pocas a uno, pero aún así, el parto fue difícil y ellos no tenían los medios necesarios para hacer mucho más que asegurar que su hija saliera viva de esta. Fue un parto difícil y prematuro.

Y así, Lucifer de quedó como un padre viudo con una hija recién nacida.

Charlotte era una maravilla, por supuesto. Un milagro en sí mismo, habían pensado que Lillian no podía tener bebés por una mutación en sus genes, pero se pudo quedar embarazada.

Lucifer lloró otra vez. Porque en sus dos vidas, su amor por cualquier versión de Lilith parecía no tener final feliz.

Pero entonces Charlotte puso sus pequeñas manos en su cara y Lucifer se negó a caer ante la depresión otra vez. No cuando Charlotte le necesitaba. La última vez, Charlie había sido más mayor y había tenido a su madre hasta unos siete años antes del desastre. Pero esta vez, solamente le tenía a él y Lucifer no podía volver a defraudar a su hija de esa manera.

Fue difícil. La lucidez parecía ir y venir, solamente Charlotte le anclaba al presente. Pero al menos no les faltaba.

Había sabido esconderle bien las cosas a su familia. No reclamó su herencia hasta los dieciocho y justo antes de irse a su viaje por el mundo. Los duendes, por supuesto, guardaron silencio y en ningún lugar decía que se tuviera que anunciar al mundo, así que quedó en secreto.

Y mientras que las bóvedas Magne tenían mucho dinero y se heredaban según lo que el Lord decidía, no el Morningstar de la familia, mientrad que la herencia Morningstar solamente podía ser accedida por el Morningstar y a los que éste decidía que podían acceder. Solía ser de otra forma la familia en tiempo lejano a menos que se dijera lo contrario, pero con menos personas heredando las magias familiares, eso cambió.

Y como los Magne no podían comprobar el estado Morningstar sin nadie con las magias familiares, no se enterarían. Y Lucifer dudaba muchísimo que cualquier hijo de sus hermanos las heredara. De todas formas, no creerían que sería él o Charlotte. Ya pensaban que Lucifer no las heredó y que si Charlotte las tuviera, no tardaría en alardear de ello 'para salir de la ruina' o lo que quiera que ellos pensaran.

Se decidió mudar otra vez después de tener suficiente fuerza emocional para hacer más que lo que Charlotte necesitaba y nada más. También necesitaba un cambio de aires e Inglaterra parecía estar a punto de estallar en guerra. No merecía la pena seguir en ese país.

Literalmente tiró un dedo a un mapa para decidir su siguiente destino. Cayó en América, pero no estaba cerca de su familia, así que le bastó.

Dos semanas después, se chocó con un chiquillo tras dejar a Charlie (porque ya estaba diciendo que 'Charlotte no, papá, es Charlie' con esa adorable voz suya) con su nueva niñera (era una mujer muy maja y amable).

Cayó al suelo de culo igual que el niño y... Le pareció muy familiar el chiquillo.

Había estado sintiendo algo raro en esa ciudad, pero no había sabido decir el qué. No se esperó encontrarse con un niño de unos quince años que se viera como una especie de versión humana del botones.

Al principio pensó que era una coincidencia y que no debería extrañarle tanto puesto que las versiones de tantas personas que había conocido estaban aquí también. Por supuesto que el botones tenía que estar ahí aunque fuera solamente para molestar. Aunque... Ni siquiera era un adulto, a lo mejor debería ser más majo con él y, de todas formas, esta versión no era la misma persona, se recordó a sí mismo. A veces se le daba mal diferenciar entre ambos y recordar que no eran las mismas personas.

Hasta que algo en la cara de Lucifer tuvo que darle alguna pista al botones de que él recordaba y le miró amenazante con una sonrisa alegre... Vale, eso no había cambiado. Estaba bastante seguro de que nadie podía juntar así y tanto dos expresiones faciales tan diferentes.

"Fue usted quien hizo esto, ¿no, su majestad?" Lucifer tardó un par de segundos en procesar esa implicación y solamente pudo reaccionar quedándose pasmado. El botones puso sus ojos en blanco. "Ya, ya. Yo también recuerdo, no hace falta reaccionar así. Aunque... Será mejor que hablemos de esto en otro lado. Venga."

Lucifer le siguió al no saber cómo reaccionar. ¡¿Cómo podía estar el botones aquí también?!

El botones siguió hablando mientras caminaban, aunque de forma baja y con una sonrisa amable como si la expresión molesta de antes no hubiera estado ahí.

"Por cierto, por el bien de su propia imagen y reputación, es más propicio decir que le iba a ayudar con la mancha de café que 'le causé yo a usted' al chocarnos. Y que como mi casa está cerca, era el lugar idóneo para ello." Cuando Lucifer no contestó al intentar procesar todavía esto, el botones siguió. "Claro está, si no prefiere ser visto mal como un pedófilo por los vecinos." Eso le sacó de su shock y le miró mal al botones. "Alegre esa cara. Los vecinos creerán que está enfadado con el chico que le ayudó y, por encima todo, uno nunca está completamente vestido sin una sonrisa."

"Sigues siendo un cabrón, por lo que veo." Susurró. El botones sonrió con un poco de burla, lo cual solamente le molestó aún más, aunque puso mejor cara para guardar las apariencia.

"Igual que usted, supongo. De todas formas, hemos llegado. Pase usted primero." Le abrió la puerta como un caballero pero Lucifer sabía que eso era más burla que cualquier otra cosa.

En cuanto el botones cerró la puerta a sus espaldas y echó las persianas, Lucifer le acorraló contra la pared más cercana para intimidarle un poco. Sabía que no funcionaría, pero al menos se sentiría mejor saboreando que en esos momentos Lucifer era el más alto de los dos.

Hasta que el botones tocó su muñeca para intentar apartarla de la pared en la que la había apoyado justo al lado de la cabeza del botones.

Fue entonces que Lucifer se sintió completo y se dio cuenta de que se había olvidado que una parte de sí mismo había seguido en el botones para curarle antes de cambiar de dimensión...

Eso en realidad explicaba mucho. Aunque sabía que sus poderes originales no iban a funcionar al completo, había esperado algo más. Pero siempre había una especie de pared que lo evitaba. Porque por supuesto que sería más difícil cuando una parte de sus poderes estaba con el botones. También explicaba el extraño sentimiento al llegar a esa ciudad.

Maldición el botones (aunque en el fondo, sabía que él no tenía la culpa de eso).

Mientras que Lucifer y Alastor estaban todavía en shock por el sentimiento, un grito ahogado se escuchó en el aire, llamando la atención de ambos.

A unos pocos metros de ellos, había una mujer de piel más oscura que la del botones pero que compartía muchos rasgos con... Y era la misma mujer que hacía de niñera de Charlie... Y Charlie estaba en sus brazos...

"Maman, esto no es-." Pero el botones no pudo acabar su frase porque su madre ya había empezado a hablar con una cara llena de felicidad.

"Tonterías, Allie. La luz brillante que surgió al tocaros es la del encuentro entre dos almas gemelas. ¡No me lo puedo creer! ¡Tienes un alma gemela y le has conocido, Allie!" ¿Una qué? "Oh, esto es momento de festejo. Tenemos que preparar una gran cena. Por supuesto, será jambalaya, pero supongo que también habría que tomar en cuenta los gustos de nuestros invitados. Y preparar algo más para la pequeña Charlie. Los bebés como ella no deberían tomar cosas picantes. Y hay que hacer la compra porque nos faltan algunos ingredientes y-"

"Maman. No creo que este sea el mejor momento. Él y yo no-." Intentó intervenir el botones (¿Allie? ¿Era ese su nombre? Lucifer hubiera casi jurado que era más largo el nombre), pero su madre siguió hablando.

"Ah, claro. ¡Qué descortesía! ¡Por supuesto que tendríais que hablar primero un poco! Estas cosas se deben hablar, después de todo. Mmmm... Bueno, entonces creo que iré a por lo que los falta con la pequeña Charlie mientras que vosotros habláis de vuestras cosas. ¿Alguna alergia o preferencia que deba saber?" Lucifer estaba tan confundido que le respondió inconscientemente.

"Ninguna. Charlie tampoco, que yo sepa. Y los dos solemos preferir cosas dulces. Pero-"

"¡Excelente! Entonces os dejo ahora mismo para que habléis. ¡Pasáoslo bien pero no tan bien!" La niñera de su hija (y madre del botones también, al parecer) giró un ojo mientras se iba por la puerta. Sacando un ruido de hartura del botones.

Tras unos momento de silencio, Lucifer no pudo más.

"... ¿De qué estaba hablando?" Todavía estaba bastante confundido sobre lo que dijo sobre las almas gemelas. Era un concepto que entendía, pero la realidad (o al menos en la Dimensión Original) era que no existían exactamente. Algunas almas parecían ser más compatibles que otras entre sí. Pero aparte de eso, lo más parecido a almas gemelas que había era una resonancia armoniosa entre almas (esencias, más bien, pero ese era un término más coherente para las mentes humanas) de ángeles Heavenborns, normalmente más para los de mayor rango, que entrelazaban entre sí al convertirse en compañeros de vida o como quiera que lo empezaran a llamar ahí Arriba. Y eso solamente se podía hacer entre ángeles Heavenborns, además.

"... Hay una creencia mágica sobre las almas gemelas. Según algunos escritos de variante confianza, existen. Aunque se estima que son bastante pocos y hay aún menos probabilidad de que se encuentren, en cuyo caso se sabe cuando, al tocarse por primera vez físicamente, se expulsa una luz brillante y magia de todas las partidas en armonía. Eso es a lo que Maman se refería. Sin embargo, me temo que esto es algo en lo que se está equivocando y tiene más que ver con lo que quiera que haya hecho usted para que todo esto suceda."

Lucifer puso una mueca de disconformidad, removiendo en el sitio (al menos se habían separado ante la compañía sorpresa) un poco con nerviosismo.

"Bueno..."

"Como salga de su boca lo que creo que va a salir, no saldrá de aquí con todas las extremidades conectadas a su cuerpo." La sonrisa del botones era más inquietante que nunca y Lucifer no pudo evitar reírse con nervios.

"No exactamente pero..." Suspiró. "¿Sabes qué? ¿Por qué no nos sentamos y explico desde el principio?" Le debía al menos eso al botones. Había sido parcialmente culpa de Lucifer todo esto, después de todo.

El botones le llevó a una sala que tenía pinta de ser el salón. Era pequeño, pero cómodo y muy hogareño. Se sentía el olor a familia en el aire, cosa que casi hizo que Lucifer derramara lágrimas al recordar cosas, pero lo evitó rápidamente porque ese no era momento para sacar ese tema. Tenían un rato por delante.

El botones se cruzó de piernas en el sofá mientras que Lucifer se sentó en un sillón especialmente cómodo. También le alzó una ceja para que empezara.

"... Supongo que debería empezar por el final de la batalla... Ganamos. Aunque hubo algunas pérdidas, ganamos. Los ángeles se fueron al Cielo y empezamos a reconstruir el hotel... Pero un ángel se quedó atrás. No lo pude detectar por la esencia angelical ya en el aire y por lo poco que quedaba de ángel en ella... Charlie... Charlie no sobrevivió cuando fue atacada por sorpresa. Yo no pude protegerla." Hubo una pausa. A lo mejor fueron minutos, pero el botones no dijo nada. Al menos no parecía ser tan bastardo. "Y estaba enfadado. Muy enfadado. Me enfurecí y todo se volvió rojo. Para cuando recuperé el control, mi Padre estaba presente diciendo que básicamente lo había destruido todo en mi furia y que me ofrecía una oportunidad. Cuando la libre voluntad empezó, un surgimiento de dimensiones y dimensiones paralelas surgieron, cada una más impredecible para Padre que la anterior. Él quiso acabar con ellas porque temía que chocaran entre sí y lo destruyeran todo, pero después de un tiempo, vio que estaban como en armonía y que eso no pasaría, así que decidió dejar de interferir en las dimensiones y dejar que siguieran su curso.

La oportunidad fue mandarme a otra dimensión diferente. Yo tendría mis memorias y mis poderes, aunque estos no estarían del todo conectados y no sabía ni siquiera si había forma de recuperarlos todos, todo era tan incierto para Él que daba casi hasta miedo." No pudo evitar dejar escapar ese pensamiento. Sabía que se había quejado mucho sobre lo controlador que era su Padre, pero saber que de verdad algo se le escapaba... Era terrorífico, a decir verdad. "Pero me pudo afirmar que Charlie estaría ahí, mi Charlie. Su alma reencarnaría y seguiría siendo mi hija, pero sus memorias no las tendría. Y yo acepté. No podía dejar escapar esta oportunidad. Aunque todavía no he perdonado a ese cabrón ni nunca lo haré." Detestaba demasiado a su Padre.

El botones pareció entenderlo. Aunque Lucifer no quería reconocerlo, ese bastardo también parecía haberle pillado cariño a Charlie. Lo suficiente como para tener ese tic de molestia en el ojo.

Sí, su Padre le dio otra oportunidad con su hija. Interfirió por una vez a su favor. Estaba incluso agradecido por ello a pesar de que no debería estarlo. Después de todo, era lo mínimo que debería hacer después de todo lo que había pasado. Pero no podía perdonarle. ¿Cómo podría? ¿Cómo? Porque si bien había interferido, también había decidido quedarse al margen mientras que su nieta moría. Y Él podría haberlo evitado perfectamente, ambos lo sabían. Pero no lo hizo. Solamente intervino después. Después de que Lucifer destruyera la Dimensión Original, después de que Charlie muriera, después de que Lucifer fallara en salvarla. Y por eso... Por eso nunca le perdonaría.

"Está bien, supongo que no tiene la culpa al menos en esa parte. ¿Y yo? ¿Qué hago aquí?" Lucifer puso otra vez esa cara de disconformidad.

"... En cuanto a eso... ¿Te acuerdas cuando te curé la herida que Adam te hizo?"

"Por supuesto que sí. Me desperté contigo yéndote y yo no estando casi partido por la mitad." Lucifer no podía leerle. ¿Por qué tenía que ser tan difícil de leer?

"Sí... Charlie estaba preocupada por ti, así que me mandó a buscarte y a asegurarme de que estabas bien. Por cierto, no sé cómo no moriste. Adam no era tan fuerte pero esa arma fue hecha por un arcángel. Y no solamente cualquier arcángel, sino por Michael, mi hermano gemelo. Por eso no podía simplemente curarte en un segundo. Físicamente era fácil y quitarte la Luz Santa de Adam era también algo positivo para mí porque tener que sentirla constantemente era un asco. Ese bastardo era un cabrón. Pero entonces quedarían los restos de la energía angelical de esa arma todavía. Si fuera otro arcángel, no sería tanto problema. Pero era Michael, así que necesitaría tiempo y estar presente constantemente cuando no tenía tiempo y necesitaba ayudar con el hotel. Así que hice la siguiente mejor cosa, coger una parte de... Mi poder y dejártelo a ti temporalmente para que te curara. Es un procedimiento angelical bastante común para heridas más graves."

La cara del botones exigía que siguiera hablando... Cierto, él no sabía sobre la importancia de los poderes para los ángeles Heavenborns.

"Al cambiar de dimensión junto con mis poderes, parece ser que te arrastré hasta aquí... Con memorias y todo también." Le iba a matar, ¿no? Miró otra vez la cara con impaciencia del botones y síp, le iba a matar en cuanto lo supiera. "Antes de que te enfades. No es realmente tan... Íntimo, por así decirlo. Pero el poder de un ángel Heavenborn es básicamente su esencia, o al menos la parte del núcleo del poder... Lo cual estaba muy, muy, muy parcialmente incluido en lo que tuve que dejar en ti." Mierda, la sonrisa era incluso peor ahora. "¡Repito que no es tan íntimo como suena! Debería ser algo solamente temporal y bastante común de hacer en caso de emergencia. Pero supongo que al cambiar de dimensión en esas condiciones, reencarnándonos encima, eso podría haber llevado a que... Fuera parecido a lo que las almas gemelas son en esta dimensión..." Vale, el último empujoncito, Lucifer. Después te tienes que ir pitando de ahí si no quieres ser descuartizado. "Y esto es porque... Aunque no existen en la Dimensión Original, nuestra dimensión, lo más parecido son algunas compatibilidades entre almas, lo cual es más común de lo que parece, y..."

"¿Y?" Guau. Juraría que el ruido de radio que le seguía en la voz no lo tenía en este mundo, pero ese tono hacía que se replanteara esa creencia.

"Y también, lo más parecido, es una especie de resonancia armoniosa entre almas, o esencia mejor dicho, entre ángeles Heavenborns y solamente entre ángeles Heavenborns, que se hace cuando se elige compañero de vida... Pero al parecer acabó siendo que estas... Condiciones que tenemos se parecen bastante a eso en la práctica y ahora, muy técnicamente y cogido con pinzas, somos al parecer a lo que en este mundo llaman... Almas gemelas."

La mirada asesina del botones fue la única advertencia antes de que se le abalanzara amenazantemente. Era hora de huir.