
Capitulo 2
James William Potter, Futuro rey de Hogwarts, Heredero de la Casa Potter o Jaime para los amigos. Se encontraba corriendo de algunos guardias, no era su intención molestar a su maestra de etiqueta, pero sus clases eran tan aburridas y el no entendía por que existían tantas cucharas si todas servían para lo mismo. James era muy querido por todo el reino y todos conocían lo travieso y enérgico que era, así que no se les hacia raro verlo corriendo alrededor del pueblo.
James una vez hubo desviado a los guardias, se dirigió al bosque, ahí siempre había algo nuevo que explorar y se demoraban más al encontrarlo. Paso toda su mañana corriendo y trepando arboles, al darse cuenta que el tiempo había pasado y probablemente ya era hora de la merienda, decidió regresar. En el camino empezó a recoger lirios, ya que estas eran las flores favoritas de su mamá. Así quizás esta vez, el regaño no seria tan malo. Ya iba por su cuarta flor cuando chocó con alguien, al levantar la mirada se encontró con unos ojos plateados y un frondoso cabello negro. El niño lo miro por un momento, como si estuviese analizando si era peligroso o no, al parecer decidió que no, ya que se acerco al el y le extendió la mano.
- Hola, mi nombre es Sirius y me preguntaba si conoces algún lugar donde haya libros, llevo mas de media hora caminando y no encuentro nada- El niño sonrió juguetonamente, James le dio la mano contagiado por la emoción que le trasmitía el conocer nuevas personas y lo interesante que le parecía el nuevo niño.
-Claro, Soy James, justo regresaba a casa, en el pueblo hay muchos lugares de esos creo, realmente no suelo visitarlos mucho- Mencionó-Pero en casa hay una habitación gigante de puros libros, puedes venir a ver si quieres- Sonrió y pasó una mano por su cabello. Sirius lo miro y asintió.
-Tienes libros sobre estrellas?- mencionó
-No estoy muy seguro, pero podemos preguntar, por cierto, por qué quieres un libro sobre estrellas?
-Ah, estoy en una gran misión- susurró y se acerco a james- resulta que hoy es el cumpleaños de mi hermanito, y el adora las estrellas, en casa teníamos muchos libros sobre ellas pero- se quedo callado un momento.- No importa, lo primordial ahora es hacerle una super sorpresa a mi hermano.- Inflo el pecho y sonrió decidido. James amaba los cumpleaños, para él era su día favorito de todo el año y siempre se esmeraba en buscar los mejores regalos. Ver a las personas sonreír cuando abrían sus regalos era lo mejor.
-Yo te puedo ayudar, soy muy bueno en los regalos. Mamá siempre sonríe cuando le regalo algo y Papá siempre me pide ayuda-
Sirius lo miró por un momento y esbozo una gran sonrisa- Claro, lo mejor para Reggie.
-Entonces, Vamos por ese libro!-Exclamó
-Vamos!!- grito Sirius contagiado por la emoción, juntos empezaron a caminar de regreso, hasta que sirius notó las flores en su mano-Por qué tienes flores?-preguntó.
- Son para mamá, a ella le gustan los lirios y siempre se pone muy feliz cuando se los llevo- Sirius pareció pensarlo.
-Siempre se pone feliz?- James asintió, para el regalar flores era igual a regalar felicidad.
-Es un método infalible, si vez a alguien triste tienes que regalarle flores, eso siempre lo arregla todo- dijo decidido y elevo los brazos para darle más emoción. Sirius lo miro serio por un momento y luego sonrió como si hubiese sido iluminado.
-Entonces tenemos que llevarle muchas flores a Reggie, y de las más bonitas para que nunca deje de sonreír- James asintió aprobando la idea y empezó a contarle todo sobre las flores que le parecían más bonitas. Juntos fueron caminando hacia el castillo, ambos emocionados por el regalo sorpresa que estaban preparando.
Al llegar se encontraron con una Euphemia Potter cruzada de brazos. James se acercó sonrió un poco apenado y le extendió el ramo de lirios.
-Disculpa mamá, realmente no pensé demorarme tanto, me entretuve recogiendo lirios, cuando los vi pensé en la asombrosa madre que tengo y en el gran ramo que merecía- Effie sonrió, realmente amaba a su hijo aunque a veces jugara tanto con su paciencia. Fue en ese momento que se dio cuenta que su hijo no llegaba solo, a su costado un muchacho de ojos color plata y cabello muy negro la miraba dudoso. James al darse cuenta, se acercó a su amigo y lo jaló a su lado.
-Este es mi amigo mamá, se llama Sirius, estamos planeando una gran sorpresa para su hermano, será la mejor de todas- Sonrió mostrando todos sus dientes. Ella lo miro y sonrió, aunque algo en el niño le resultaba un poco extraño, como si lo hubiera visto en otro lado, solo que no recordaba donde.
-Hola Sirius- se acerco y palmeó levemente la espalda del niño.-Bueno podrán continuar con la gran sorpresa después de la merienda. Sirius que había estado tenso hasta ese momento se relajo y sonrió.
-Claro, hoy hay tarta de calabaza, es la mejor!, ven vamos a probarla Sirius
Así fue como después de la comida, se fueron a la biblioteca a buscar "el mejor libro sobre estrellas" , una vez listo, sirius, se despidió de James y Effie, con libro en mano y un bonito ramo de violetas, decidió emprender el camino de regreso, lastima que esa hermosa y divertida mañana duró muy poco. Sirius después de caminar 3 veces y cruzarse siempre con el mismo árbol se dio cuenta que realmente no se acordaba el camino de regreso. Aun peor no se acordaba como era su casa, el sabia que estaba allí en lo profundo de su memoria y que estaba en alguna parte del bosque, simplemente no lograba recordar, es como si algo lo impidiera. Pronto empezó a desesperarse, no sabía que hacer, Regulus lo debe de estar esperando, el había insistido en que no saliese, solo lo dejo ir cuando prometió llegar antes de que su madre regresara para no meterse en problemas.
Oh no, su Reggie se iba a quedar solo con esa bruja si no volvía, el sabía, estaba seguro que algo había hecho su madre y por eso no podía recordar, lloró de frustración y lo intento una vez más, cuando se dio cuenta que realmente no podía recordar el camino a casa, corrió directo de regreso, James y su madre habían sido muy lindos, estaba seguro que podrían ayudarlo. Al llegar se escabullo por el mismo camino que James le había enseñado para entrar. Felizmente logró ubicarlo fácil. James al notar lo desesperado que estaba su amigo y recibir la explicación entre sollozos, lo llevó con su madre.
Euphemia había decidido tomar un poco de aire en el jardín, llevó su libro favorito decidida a leer. Tiempo después, vio llegar a su hijo con una expresión de preocupación y su amigo sollozando, se levanto de la mesa y dejo el libro que estaba leyendo, dirigiéndose a los niños. James al ver que Sirius no podía explicar bien lo sucedido debido al llanto, decidió encargarse el. Le explicó a su madre que Sirius no encontraba el camino a casa y estaba muy preocupado por su hermano.
Effie se agacho, abrazó a sirius, le limpió las lagrimas y prometió ayudarlo. Todos en el pueblo se conocían así que estaba segura que pronto encontrarían a la familia de sirius. Una vez que logró calmarlo, lo sentó.
-Cariño, necesito que me digas todo lo que recuerdes para poder ubicar a tu familia- Sirius se tensó y la miró con ojos tristes.
-Realmente no recuerdo el camino de regreso, se que estaba en alguna parte del bosque pero no me acuerdo donde-su voz fue disminuyendo y se notaba inestable, como si estuviese aguantando las ganas de llorar. Effie lo abrazo
-Entonces me podrías decir el nombre de tus padres o el tuyo- hablo bajito y dulce, sin querer alterarlo. Al menos si es que nos daban el nombre de los padres podrían iniciar una búsqueda, estaba segura que con el apoyo del pueblo y las demás casas los encontrarían.
Sirius la miró por un momento, se secó las lagrimas y asintió -Me llamo Sirius Black y mi madre es Walburga Black- En ese momento Effie se dio cuenta por que le parecía tan familiar ese cabello negro y esos ojos color plata, y por que ese nombre le recordaba a algo, tristemente también cayo en cuenta que se necesitaría más que la ayuda del pueblo para encontrar a su hermano.