Tal vez se estaba volviendo paranoico, o posiblemente ya se le había pegado la locura de su hijo como bien decían sus amigos, pero, sobre pensar en mas de cinco respuestas a un trágico accidente era muy normal.
Las personas no cambian, el pasado no puede ser borrado nada por hacer actos buenos y querer ser bueno con la sociedad, no todo se olvidaba con decir perdón como simple disculpa, no claro que no. Y lo más doloroso, es que los problemas reales se creaban en la mente.
Ayudo a acabar con la guerra, más no fue parte importante, las miradas que juzgaban y congelaban la sangre lo siguieron muchos años. Terapias infinitas y recurrir casi a un obliviate como última opción, era lo que le dejaba espacio para aclamar su cordura y paz mental como emocional.
Nadie estuvo cuando despertaba llorando sintiendo que su pecho se apretaba de dolor por no poder respirar, solo pocos entenderán ese cansancio excesivo que tenía el cuerpo durante el día y en la noche tener sueño y no poder dormir, porque tú me te no se apagaba.
Por supuesto que una guerra deja estragos, vivir con miedo todo el tiempo porque el villano del momento que tenía seguidores más por miedo que por lealtad, vivía en tu casa; no te dejaba contemplar el sueño, y eso a la larga trajo consecuencias.
Dar un paso en falso no era garantía de que no le pasaría nada, a pesar de que su juicio le dió el beneficio de quedar en libertad, nadie te libera del odio guardado que tiene la gente. Duró mucho tiempo hasta que todos empezaron a seguir una vida recordando que la maldad del ser humano no tiene límite.
Ahora de adulto, no podía perder costumbres, el reconocer los pasos que se acercaban a tu persona, aprender a callar para escuchar lo que hay a tu alrededor, hacer algo o decir algo sabiendo que tienes tres o cinco respuestas a las malas acciones que podría tomar la gente a tu alrededor.
Scorpius era un sol en esa profunda noche en la que muchos años vivió, Astoria lo bañó con una nobleza albergada desde su corazón que era imposible no quererlo, pero también, provocaba que se alejara de lugares o situaciones donde pudiera correr riesgo su heredero.
Era estricto claro que sí, más nunca como lo fue su padre, Astoria le enseñó el poder de dar amor a costa de nada, y a su hijo le enseñó acciones que en otros años, su padre podría llamarlo traición a la sangre, pero era Scorpius, y solo debía aprender que para todo mal, hay un bien que debe siempre elegir.
Era un paranoico querer huir cuando sentía que su mente lo traicionaba y le hacía ver un mar de malas opciones, pero por su hijo, lo cuidaría como el tesoro más grande que nunca tuvo, se lo prometió en el lecho de muerte de su esposa, pero también para liberar a su heredero, de la cadenas sangre pura que los Malfoy venían cargando durante tantos siglos.