CICATRIZ DE RAYO.

Harry sabía que su correo estaba siendo vigilado así que no podía enviarle una carta a la señora Black para preguntarle como conseguir a un consejero para su camara, al parecer no podían hacer una convocatoria, en su lugar había acompañado a Daphne a la lechucería para enviar su carta entre las de ella.

Heka descendió en picada en cuanto entraron y Harry le rasco debajo del pico a modo de disculpas.

“Esta vez no Heka, mi correo está siendo vigilado.”

“Por viejos entrometidos.” Agrego Tuch.

Heka ululo indignado y después de un par de rasguños más regreso a su percha. Daphne estaba acariciando a una hermosa lechuza, tenía plumas blancas alrededor de su rostro que contrastaban con su plumaje oscuro y resaltaban sus gigantes ojos dorados.

“Espuela, ¿crees que puedas llevar estas cartas?” La lechuza parpadeo y Daphne sonrió suavemente. “Ten mucho cuidado.”

Ambos vieron a la lechuza marcharse.

“Este es un buen momento para preguntar como cualquier otro.” Tuch susurro cerca de su oído.

Harry se aclaró la garganta y miro a su alrededor para confirmar que no hubiera nadie más con ellos.

“Daphne, ¿crees que a los demás les gustaría celebrar Pusiaužiemis conmigo?” Se atoró un poco mientras pronunciaba la extraña palabra pues aún no aprendía alto lituano.

La chica lo miró por unos segundos, miro a su daemonion quien parecía igual que cada que Harry lo veía pero al parecer había algo diferente porque después asintió y Daphne lo imito. “La mayoría de las familias celebran el medio invierno de forma diferente, ¿sabes cómo lo celebra tu familia?”

Harry asintió le había preguntado a la señora Black y el retrato le había explicado las tradiciones, alimentos y rituales necesarios para celebrar. Lo había anotado en uno de sus tantos diarios plateados. Tuch seguía tratando de convencerlo de que se disfrazara de Basilisco pues una de las tradiciones era vestirse como algún animal o planta mágico simbólico, Harry estaba completamente en contra de la idea.

Después de una pausa nerviosa Harry continuo.

“Aunque no sé dónde vamos a celebrarlo.”

“¿Debe de ser al aire libre?” Harry se encogió de hombros.

“Se necesita un círculo de fogatas.” Daphne asintió pensativa.

“Mi familia lo suele celebrar al aire libre, le diremos a los demás para comenzar a buscar un lugar.”

Al final habían tenido que celebrar el medio invierno dentro del baúl de Harry quien se preguntó si se podía adaptar alguna habitación de este para que pareciera estar al aire libre con árboles incluidos.

Harry se había disfrazado de serpiente cornuda para mantener la paz de Tuch quien le aplicaría la ley del hielo si iba de cualquier otra cosa. El resto de sus amigos había ido de diferentes tipos de animales, Blaise había ido como un abraxan, Tracey fue de escarbato, Millie de Esfinge y Theo de Mal acechador, Daphne había sido la única disfrazada de una planta decidiendo ir de tentácula venenosa.

Días después le había tenido que pedir a Gripook (en una carta enviada por la lechuza de Theo) que lo ayudara a crear algo así como una identidad fantasma, por el momento había comenzado a mandar sus cartas con preguntas a BEMO bajo el seudónimo de Antares Draiocht alguien quien en teoría existía (le había dolido la cabeza de pensarlo y Tuch lo había regañado por perder el tiempo por lo que trataba de no filosofar sobre el asunto) hasta el momento no había obtenido respuestas.

La señora Black había respondido (a través de Kreacher) con una carta, el pergamino tenía más de 15 cm y en ella lo había felicitado por lleva a cabo el ritual de medio invierno, lo había regañado por no contarle sobre las fallas de Dumbledore y le había dicho que no se apresurara en encontrar un concejero en sus propias palabras “deja a la magia actuar”. Eso quería decir que hasta el momento el puesto de consejero de su camara seguía vacío.

Las clases iban y venían, pociones seguía siendo horrible y Snape parecía querer quemarlo con la potencia de su mirada. Harry había comenzado a guardar muestras extras de pociones pues Snape había desarrollado la molesta costumbre de tirarlas cada que le entregaba la suya, cuando Harry le entregaba una segunda o tercer muestra el hombre lo miraba fijamente y parecía que le causaba un dolor físico aceptar su muestra en específico.

Hermione y Neville eran un asunto extraño. No eran exactamente amigos pero se sonreían en los pasillos y conversaban educadamente entre clases, Hermione incluso había comenzado a platicar con Millie a instancias de Tracey al parecer. Cuando la chica había captado su mirada simplemente le sonrío y se acercó para susurrarle.

“Me pregunto sobre costumbres de sangre pura pero mi familia no se preocupa demasiado por eso.” La forma en la que lo dijo le dio a entender a Harry que era una verdad a medias. “Millie creció rodeada de todas esas cosas y es más accesible que Daphne.”

Ambos miraban a la joven rubia y recatada escribiendo con letra estilizada un ensayo de herbología parecía estar ignorando por completo las miradas que le lanzaba Hermione tanto a ella como a su pergamino y Harry reprimió el impulso de soltar una risita. Daphne se había acercado una vez viendo como no despreciaba a Hermione con el rostro tenso.

“No la odio.” Había dicho mientras lo miraba fijamente. “Y no me importa que sea hija de muggles.” Le lanzo una mirada tanto a Blaise como a Theo. “Pero tiene tanta energía y habla tan rápido.”

Arus asintió desde su regazo y Harry sonrió. Daphne al igual que Theo eran personas recatadas, tal vez por su educación pero Harry sospechaba que era simplemente su forma de ser, cuando un tema apasionaba a Theo su mirada se encendía y murmuraba rápidamente toda la información que supiera sobre el tema como si estuviera desesperado por saberlo todo, por verlo todo. Harry lo había visto vagar en ocasiones siguiendo pistas que parecía ver solamente él. Daphne era todo lo contrario, investigaba primero (de fuentes confiables) se basaba en hechos ya comprobados y tardaba días enteros en tomar una decisión como si cada una de ellas tuviera el poder de traer consigo desastres.

Hermione parecía ser una mezcla de ambos, investigando y susurrándole a quien estuviera dispuesto sobre sus descubrimientos negándose a dudar de los libros que absorbía a una velocidad vertiginosa.

Todavía no era su amiga y aunque algo en lo profundo de Harry ardía ante esa verdad sabía en lo más profundo de su alma que algún día lo sería. La observaba fruncir el ceño ante un texto críptico y podía ver sobrepuesta a una Hermione un poco mayor, más desgastada y hambrienta leer una y otra vez un libro infantil como si tuviera las verdades del universo. Veía a la mujer en la que se convertiría dispuesta a morir por la esperanza de cambiar el mundo, una esperanza perdida.

Era el trabajo de Tracey sacarlo de sus ensoñaciones, compartía miradas nerviosas con Millie y su daemonion le susurraba al oído pero lo dejaban pasar, Harry estaba agradecido por eso.

Para él Hermione era todo lo que no podía recuperar incluyendo su amistad con Ron, su familia elegida y más tarde su familia formada. Dolía verla como un punto de sutura muggle y era por esa razón que los demás no podían entender porque la quería cerca si su presencia parecía incomodarlo (o causarle dolor).

Con la desconfianza arraigada de los Slytherin tomaría tiempo antes de que la consideraran uno de ellos pero la chica no era Gryffindor por nada y parecía dispuesta a hacerse amiga de un montón de serpientes. Hasta el momento parecía que tanto Millie como Tracey aceptaban su incipiente amistad y Daphne estaba en un territorio neutral pero Blaise y Theo eran otra historia.

Este último había comenzado algo parecido a una amistad tentativa con Hermione gracias a su curiosidad, le preguntaba toda clase de cosas. ¿Cómo conservan los muggles sus alimentos?¿Como hacen su ropa?¿Como hacen sus casas? Cuando Hermione terminaba de responder sus dudas parecía recordar que estaba hablando con una hija de muggles y se quedaba en silencio negándose a reconocer su existencia. Blaise por otro lado se burlaba sin escrúpulos cada que Hermione actuaba o decía algo que demostraba que no era una sangre pura, había dejado de hacerlo después de que Harry lo mantuvo casi un minuto bajo el encantamiento de cosquillas, después se había sentido mal y le había pedido disculpas al pobre muchacho.

“Mi madre era hija de muggles.” Le recordó. “Fui criado por muggles, el padre de Tracey es hijo de muggles.”

Blaise lo había mirado en silencio con la espalda recta al igual que Sala y después de unos segundos intensos había bajado la mirada, algo dentro de Harry se ondulo pero el asco que lo recorría en ese momento al recordar con que facilidad había torturado al chico (tal vez no había sido un crucio pero había sido igual de malo desde su punto de vista) le impidió prestarle atención.

“Está bien Antares.” Se le habían puesto los pelos de la nuca de punta ante su tono de voz, incluso Tuch dejo de murmurarle palabras de consuelo. “Estaba fuera de lugar, no lo volveré a hacer.”

Y no lo había hecho.

Después de eso Blaise había parecido encontrar su lugar dentro de su camara (Lady Black le había explicado que cada persona cumplía un rol y era su responsabilidad guiarlos hacia su rol adecuado, Harry había estado aterrorizado cuando lo leyó) ahora intercambiaba miradas con Tracey y Daphne antes de separarse de su grupo para dirigirse a Ravenclaws despistados o Hufflepuff solitarios. Cuando atrapaba la mirada de Harry le sonreía con inocencia de tal forma que Harry solo podía asumir que tramaba algo.

La presencia de Neville había sido bienvenida. Hermione parecía estar enfocándose en su conocimiento en herbología para aumentar su rendimiento en pociones y al parecer funcionaba. Tenía meses que no había un accidente en su clase de pociones Snape ahora miraba a su mesa como un halcón esperando tal vez que hicieran trampa de alguna forma.

“No es tan difícil si pienso en ello como si fuera herbología.” Se inclino para susurrarle con una sonrisa en sus labios teniendo cuidado de no tirar a Cora. “Aunque definitivamente Sprout y Snape no tienen nada en común.”

Harry había soltado una carcajada ante eso, Madame Sprout le había bajado un punto por distraer tanto a la clase como a los bulbos rebotadores. Neville tenía las orejas rojas pero una pequeña sonrisa adornaba sus labios.

Otra cosa que había notado era su varita, era diferente y cuando lo menciono de la forma más casual que pudo sin generar sospechas Neville intercambio miradas con Cora y suspiro. “Gran vio el libro que me regalaste, me lo quito de las manos y me dijo que me preparara, que iríamos al Callejón Diagon.”

“Fueron horas de sufrimiento.” Murmuro la marta y Neville asintió.

“Al final conseguí mi varita, una especial solo para mí.” Sus ojos brillaban y Harry aparto la mirada rápidamente.

Se mantuvieron en un silencio levemente incomodo con Daphne haciendo todo lo posible por cambiar de cuerpo con su Daemonion si sus movimientos lentos y calculados indicaban algo.

Al final Neville rompió el silencio nuevamente.

“Por cierto escuche que te quedas con los Weasley este verano.” El bulbo rebotador que había estado sosteniendo se le escapo entre los dedos y lo golpeo con fuerza en el rostro.

Malfoy se burló de él.

Le bajaron puntos a Slytherin.

Ron se burló de él.

Le bajaron puntos a Gryffindor.

Ambos miraron indignados a una Madame Sprout impasible.

Daphne tenía una sonrisa en su rostro y Harry solo pudo hacer una mueca antes de lanzarse por la cosa para terminar de dibujarla bajo el peso de la mirada de Madame Sprout.

Cuando la clase finalmente termino intercambio miradas con Daphne y decidió no hacer nada por cambiar los rumores, al menos no por el momento.

Había comenzado a arrepentirse desde que escucho a Ron Weasley quejarse a todo volumen sobre tener que soportar a una viscosa serpiente durante el verano. Harry no negó el rumor para quitarse de encima a Dumbledore por el resto del ciclo escolar.

Slytherin había ganado la copa de las casas para sorpresa de nadie y disgusto de muchos. Dumbledore se veía un poco menos brillante que al inicio del ciclo escolar pero nadie le prestaba atención, al menos por el momento.

Harry y su pequeño grupo subieron al tren e hicieron planes para las vacaciones. Harry prometió visitar a sus amigos ganándose miradas incrédulas de todos.

La señora Black había mencionado en una carta que Kreacher estaba arreglando la red flu de Grimmauld Place así que Harry pidió las direcciones flu de sus amigos por si acaso el pobre elfo lo había logrado, sino buscaría otra solución pero Harry se negaba a pasar todo su verano desconectado del mundo mágico.

Se pasó casi todo el camino escribiendo carta tras carta durante todo el trayecto. Su identidad fantasma necesitaba mucho papeleo algo que no había previsto cuando la solicito, Gripook incluso menciono que varias personas del ministerio habían comenzado a hacer preguntas, al parecer el apellido Draiocht seguía siendo recordando en algunos círculos sociales.

En algún punto Theo había bromeado que se parecía a su padre y todos cayeron en un incómodo silencio que hizo que Harry levantara la vista de la carta de un hombre que le pedía estudiar su magia para comprobar que pertenecía realmente a la casa Draiocht.

Todos lo miraban por el rabillo del ojo y Harry resopló.

“Todos saben que el padre de Theo seguía a un loco, sí.” Frunció el ceño ante un nombre desconocido. “¿Conocen a alguien llamado Corvus?”

Millie parpadeo rápidamente y soltó lo que parecía ser una risita nerviosa.

“Harry la mitad de la familia Black llevaba ese nombre.”

Por supuesto.

Decidió preguntarle a Gripook sobre el tema antes de contestarle a un posible secuestrador.

“¿Por qué tienes tantas cartas de todos modos?” Blaise trato de tomar una de ellas y recibió una palmada.

“Es para un pequeño proyecto mío.”

Sus amigos rodaron los ojos con tanta fuerza que Harry prácticamente lo escuchó.

“Tal vez deberíamos abrir una convocatoria para buscarle a Harry una secretaria.” Tracey susurro.

FIN.