
Chapter 1
No era común en Brian dar una cálida tan bienvenida a sus aventuras de una noche, pero el niño (Justin, le recuerda su subconsciente, quien parece ignorar sus intentos conscientes de olvidar como se llamaba el rubio) era prácticamente irresistible. Salieron del baño besandose, y el estaba decidido a tener una buena porción extra de ese trasero antes de no volver a verlo.
Aunque ligeramente frustrado por perder el contacto con los labios del rubio, no se deja desanimar mientras baja sus besos por el cuello del chico, disfrutando los ligeros temblores que siente en el cuerpo del contrario mientras muerde ligeramente.
-¿Salem o Ilvermorny?- La voz de Justin salió entrecortada, sus dedos tirando de los cabellos de Brian mientras disfrutaba de la atención que su cuello estaba recibiendo.
¿Que clase de pregunta es esa? ¿Y porque el rubio estaba hablando en lugar de jadear o usar la boca para algo más productivo.
-¿A qué escuela de magia fuiste Brian? Yo me gradué de Ilvermorny el año pasado-
La palabra con M saca a Brian de su deseo de probar ese tentador culo una vez más, su cerebro corriendo a toda capacidad tratando de procesar porque este niño sabría algo de magia, y más aún porque le preguntaría a él sobre eso.
-¿De que demonios estas hablando?- Si algo había aprendido en todos esos años de vivir encubierto, era en hacerse el tonto y fingir que la magia era, como para el resto del mundo no magic, solo una fantasia.
La mirada divertida en los ojos del rubio no era lo que esperaba recibir como respuesta.
-No intentes fingir ser un no magic, anoche te vi usar tu varita para hacer levitar las manzanas con las que no pudiste hacer malabares...y luego hacer flotar el sofá para que tengamos sexo en el aire... ¿Recuerdas? Incluso tuvimos un pequeño duelo aunque no recuerdo exactamente porque...-
Mientras el chico seguía hablando, las imágenes de la noche anterior flotan en su mente, y quiere lanzar un avada kedavra a si mismo por lo descuidado que fue con las dosis de anita como para exponer ese secreto a un no magic...
Esa línea de pensamiento es rápidamente detenida al recordar las palabras anteriores del rubio "No Magic" "Escuelas de magia" "Salem o Ilvermorny".
Los ojos de Brian rápidamente viajan al rubio frente a el, sonriente y divertido mientras claramente se entretiene con la momentánea confusión en el rostro del moreno.
-Quien lo diria...mi primera noche de regreso al mundo no magic y me cruzo a otro mago-
-Mundo pequeño- Es todo lo que dice, ahora estudiando al rubio con una perspectiva diferente, tratando de encontrar las señales que paso por alto al creer que solo era otro no magic.
Su ropa era completamente normal, y a diferencia de lo que sería cualquier otro mago, Justin no parecía confundido por el loft y todas las cosas de no magics que tenía.
-¿Entonces? ¿Salem o Ilvermorny?- El jovencito parece decidido a seguir indagando y Brian solo rueda los ojos al recordar la edad del chico.
Diecisiete años, legalmente todo un adulto en el mundo mágico, listo para emprender la vida adulta fuera de los grandes e interminables internados.
Rindiendose a la idea de tener mas de Justin esta mañana, se dirige a su armario para buscar su ropa del día sintiendo la insistente y curiosa mirada del niño sobre el.
Comienza a tirar su ropa del día en la cama antes de ir por su ropa interior, sintiéndose extrañamente nervioso por los insistentes ojos azules sobre el.
-Ninguna, aprendí todo por mi cuenta, ahora vístete- Por la periferia observa al chico seguir su indicación, tomando la toalla olvidada en el suelo para cesarse y cubrir sus caderas mientras comienza a buscar su ropa por todo el desastre del lugar, y lamentablemente eso no es suficiente para mantenerlo callado.
-¿Es posible no ir a ninguna? Creí que eran obligatoria la asistencia- Su voz suena clara y nítida, mientras revuelve la cama lo mejor posible sin arruinar la camisa y el saco que Brian ya había dejado allí.
Brian niega con la cabeza, ignorando el cariño reacio que siente al ver la expresión confundida del rubio, toma la ropa interior del niño, que todo el tiempo estuvo bajo la cama y se acerca al rubio, quien se queda completamente quieto al verlo acercarse.
-Puedes no ir su tus padres no magic deciden no dejarte ir a un hospital de locos y paganos- Murmura contra los labios del rubio, sonriendo al ver como el chico suelta la toalla y sonríe contra sus labios mientras deja que le ponga la ropa interior.
Esta a mitad del muslo cuando el rubio habla, y sus ojos inevitablemente suben hasta sus labios para verlo mientras lo hace.
-Que mal, te perdiste muchos beneficios del internado- La voz del chico sale como un susurro y Brian sonríe al ver como una de sus mejillas se extendían levemente, en un gesto obsceno representativo de una mamada.
Brian ríe, continúa subiendo la ropa interior del chico mientras comienza a besar su cuello, con suerte tendrá que volver a quitarle los calzoncillos.
Por supuesto es en ese momento en el que el querido Mickey decide aparecerse.
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-¿Voy a verte otra vez?-
[...]
-Te veré en tus sueños-
Cuando Brian dijo eso, solo estaba dando una respuesta rápida, para persuadir al chico y, con algo de suerte, darle a entender que en realidad no estaba en sus planes volver a verlo.
Definitivamente no esperaba que el chico lo tomara literalmente.
Malditos Magos.
No sabe cuando paso, pero en algún momento estaba frente a la puerta de su loft, escuchando los golpes en ella, y sin pensarlo mucho se encontraba abriendo la puerta.
Y del otro lado, nadie mas ni nadie menos que un sonriente rubio a quien esperaba no volver a ver.
-¿Que mierda estas haciendo aquí?- Pregunta frunciendo el ceño.
El rubio solo se encoje de hombros.
-Dijiste que te vería otra vez en mis sueños...asique pensé en darte una visita en el tuyo para que eso pasara-
Brian quería contestar a eso, decirle que no diga idioteces, pero de la nada, en lugar de continuar en la puerta del loft, ambos se encontraban dentro, y el rubio frente a el solo continuaba sonriendo.
Da una rápida mirada en sus dedos, y tal y como penso, como seria en cualquier otro tipo de sueño, sus manos tienen mas que los usuales 5 dedos por mano.
-¿Entonces lanzaste un hechizo para conseguirlo?- Sus manos se posan en sus caderas, mientras frunce el ceño al chico frente suyo, que sonríe como si fuera completamente inocente.
-Un ritual en realidad...muchas velas y plantas, palabras en latín, yada yada- El chico parece despreocupado y Brian se pregunta, porqué tuvo que ir por ese hermoso chico debajo de esa farola.
-Un ritual que adorable, ahora largo, ya sabes donde esta la puerta- Dice fastidiado.
Para empeorar su humor Justin se inclina, tratando de ver detrás suyo, su sonrisa solo se ensancha.
-¿Que puerta?- La voz inocente del chico lo hace querer ahorcarlo, pero antes voltea a ver detrás suyo, y efectivamente su puerta había desaparecido, cuando vuelve a voltear para ver al chico, en lugar de ver parte de su sala, está frente a frente a su cama, con el chico ya acostado sobre ella.
-¡Deja de hacer eso!-
Justin alza sus manos en señal de rendición negando con la cabeza mientras se sienta en la cama. Brian debe recordarse así mismo que esta enojado con el chico y que no debe dejarse caer en la tentación de tenerlo en su cama.
Otra vez.
-Yo no hago nada, este es tu sueño, tu decides que sucede, lo que quieras es lo que se hará...y aparentemente me quieres en tu cama- El chico sonríe con petulancia, dejándose caer otra vez, mirando a Brian directo a los ojos.
Brian entrecierra los ojos, pensando en lo dicho por el rubio.
-No estes tan molesto, ¿Realmente no quieres saber cómo es tener sexo aquí? Es un mundo hecho de tus propias reglas Brian, todo es posible, si lo quieres-
Brian se guarda sus comentarios, observa el cuerpo del rubio, la misma ropa que llevaba esa mañana, observa la sonrisa petulante y los ojos que lo incitan a actuar.
¿Sacar al niño de su cabeza? o ¿Disfrutar de uno de los mejores polvos que tuvo con el incentivo adicional de que no existían reglas?
Brian sonríe, y al siguiente momento todo el lugar había cambiado una vez mis, el rubio parece confundido al inicio, pero luego ve a su alrededor y donde esta acostado antes de sonreír con gracia.
-¿La oficina ova?-
Brian solo se encoje de hombros, acercándose al rubio recostado en el gran e imponente escritorio del presidente, acaricia los muslos antes de separar sus piernas para poder ponerse en medio de ellas y sonríe.
-Creo que todo estadounidense alguna vez quiso tener sexo aquí- Se encojé de hombros al decirlo, inclinándose para poder besar al rubio de una vez por todas.
Odia admitirlo, pero al final de cuentas, fue un buen sueño.
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No esta seguro de si es porque el chico es un mago o si es solo Justin, pero pasar de "romperle el corazón" a levantarlo en brazos para bailar en medio de Babylon en cuestión de días es algo que Brian nunca creyó hacer, especialmente cuando llevo a Justin a su loft por segunda vez, rompiendo cualquier regla no escrita que alguna vez tuvo.
Y es por eso que prefería mantenerse alejado de los magos.
Si deja que pase una tercera vez, tendrá que repasar sus anti maleficios porque eso no es para nada como Brian Kinney actúa.
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La fiesta que armo luego de ser golpeado por otro auto se disuelve rápidamente luego de la partida del buen Doctor David, uno a uno, dos en dos, todos salen por la puerta, todos menos el joven mago.
Brian ve a Justin cerrar la pesada puerta del loft, y voltear a verlo, es casi un consuelo que a diferencia de los demás, no parece guardar sentimientos negativos por el movimiento de idiota que hizo al arruinar el viaje para follar de Mickey y David al bosque.
-Lo siento por mi padre Brian-
El solo rueda los ojos ante le tristeza en la voz del rubio.
-Fue su decisión no la tuya, aunque debo decir me sorprende que este tan molesto, considerando que eres un mago uno creería que estaría mas abierto a las cosas extrañas-
Justin se acerca, sentándose en el extremo contrario del sofá.
-Si bueno, aparentemente que tu hijo tenga magia es diferente a que sea un marica...-
-Ambos dan significados diferentes a jugar con varitas- Murmura Brian, sonriendo leve al escuchar la risa de Justin.
Cierra los ojos un momento, para descansar de la luz mas que para tomar una siesta, en esos segundos, escucha como el rubio se mueve para sentarse mas cerca de Brian.
-Y ninguno de ellos lo entusiasma, creo que mamá le mintió cuando llego mi carta para Ilvermorny, estoy seguro de que lo convenció de que yo moriría si no iba al internado- Brian apenas abre los ojos, confuso por la cercanía del rubio.
-Mmmm, o quizás ambos solo estuvieron felices de poder deshacerse de ti por tantos meses seguidos- Bromeo, sonriendo al ver la expresión de indignación del rubio.
-Se bueno o no curare tus heridas Brian, ahora mismo soy tu única opción entre estar perfecto o esperar días hasta desacerté de esos horribles moretones- Abre los ojos curioso por ello, y al hacerlo, puede ver al rubio con su varita en mano, es la primera vez que le presta tanta atención, y realmente no esta sorprendido de ver que es de una madera clarita, casi brillante a la luz, tal y como su dueño que siempre parece brillar.
-Bien, bien, lo siento, tienes razón, tu papito estaba muy preocupado por que su precioso niño muriera- Ante la voz exageradamente tierna de Brian, el rubio solo rueda los ojos, mientras toma el mentón de Brian con su mano para que incline la cabeza.
-Si bueno, de todas formas ahora debe estar arrepintiéndose de no dejarme morir- Tras esa frase todo queda en silencio, y luego de que Justin observara atentamente las heridas de su rostro, apunta su varita hacia ellas.
Su voz es casi inaudible, pero desde tan cerca, Brian puede ver sus labios moverse y distinguir algunos de los hechizos que va murmurando.
Luego de terminar con el rostro, levanta la camiseta de Brian para curar los moretones de abdomen, Brian solo observa casi fascinado como esas manchas purpura desaparecen, dejando en su lugar su piel perfecta de siempre.
Al terminar, el rubio se ve completamente satisfecho con su trabajo y sin dejar atrás lo cerca que están ahora, el moreno agarra la camiseta del rubio en su mano y tira de el obligándose a acercarse, sus rostros quedan a centímetros de distancia y ambos, por unos segundos disfrutan en silencio de compartir el mismo aire.
-Realmente impresionante sunshine...pero me temo que voy a necesitar probar físicamente la eficacia de tus hechizos- Tras esas palabras ambos sonrien, y sin esperar ni un minuto mas, el rubio deja caer su varita al suelo antes de rápidamente subirse sobre Brian.
-En ese caso, estoy mas que dispuesto a ayudar- El rubio murmura antes de que ambos hombres se hundan en un beso apasionado.