18 de mayo del 1972
No debió de asistir a las clases, en esos momentos se arrepiente tanto no hacerle caso a Prongs sobre faltar a clases e ir directamente con Poppy para que le recetara algo para las dolencias. Pero no podía faltar, ya podían ver temas con importancias en las clases del día de hoy y la segunda clase era de pociones, no era su materia favorita, pero ese día Lucius Malfoy iba a impartir la clase y no podía faltar.
Disfruto la clase dado por el heredero Malfoy y podía decir que fue una de las mejores clases que de poción que han tenido, y no lo decía por su enamoramiento que tenía por el joven Omega, lo decía por qué el perfecto de las serpientes tenía una mente brillante que dejaba deslumbrado a cualquiera, así que valió toda la pena tragarse el dolor y fatiga que sentía en esos momentos, pero por desgracia su decisión ya le estaba cobrando facturas.
Apoya su espalda en una de las paredes del pasillo, había decidido ir a los baños para refrescarse un poco, así que había pedido a sus amigos que se adelantaran al comedor, así que en esos momentos sus únicas compañías eran los cuadros que adornaban el pasillo.
Su cuerpo lo sentía demasiado pesado, sus piernas no pudieron más su cuerpo haciendo que cayera al suelo sentando. Lupin sentía que todo se movía a su alrededor y también como su lobo quería romperle la cabeza, de sus labios suelta un leve quejido de dolor, gracias a que sus oídos solo se podía escuchar un zumbido no noto unos pasos que se acercaban a donde se encontraba. Cierra sus ojos con desesperación, intentando calmar las dolencias.
"¿Lupin?, ¿te encuentras bien?" una voz lo llamo, pero al momento de abrir sus ojos veía borroso así que los cerros por inercia y por temor.
"Duele." Fue la única respuesta que pudo darle al desconocido, el cual sentía que se encontraba enfrente suyo.
"Niño tonto, te estás presentando." ¿Presentando? Se pregunta el niño de cabello castaño, pero no pudo indagar más en aquella afirmación, ya que fue rodeado por un delicioso de aroma, olía pino y la tierra recién mojada por la lluvia. Lupin suelta un gemido y deja caer su cabeza hacia adelante, si no fuera por el cuerpo que estaba enfrente de seguro su rostro hubiera dado hasta el suelo. "Como se te ocurre asistir a clases en estas condiciones, ¿tu perfecto no se dio cuenta de tu condición?" Remus sintió unos brazos que lo rodeaban en un brazo salido y su rostro quedo apoyado en el hombro de su salvador suelta un suspiro de gustoso mientras se dejaba manejar por el desconocido. "Voy a llevarte con Madame Poppy, no te duermas por favor Lupin."
Remus asiente antes de caer en los brazos de Morfeo.
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Abre sus ojos con rapidez cuando sentía algo suave debajo de su cabeza, ve el techo analizándolo un poco y llegando a la conclusión de que se encontraba en la enfermería. De sus labios sale un quejido cuando intenta sentarse en la cama.
"¡Por fin desiertas Moony!" Lupin chasquea su lengua con algo de molestia cuando el grito hace zumbar un poco sus oídos. "Lo siento." Voltea hacía a su lado y ahí se encontraba sus tres amigos, los cuales lo veían con preocupación.
"Estoy bien..." es lo único que se le ocurrió decir, haciendo que Sirius se levantara de su asiento con su cuerpo rígido.
"¿Estoy bien?, ¿es lo primero que nos dices?, ¡no estás bien Moony! Estuviste toda la tarde ayer durmiendo y esta mañana seguías durmiendo." Sirius da un golpe al suelo con su pie, James solo agradece que Madam Poppy salió
"¿Qué hora es?" pregunta con preocupación con el castaño.
"Son las 4 de la tarde Moony." Esta vez responde Peter, con una leve sonrisa para tranquilizarlo, pero no le ayudo, ya que Remus sentía como su alma abandona su cuerpo y casi cae desmayado de nuevo.
"¡Las cuatro de la tarde!" intenta levantarse, pero James lo impide hacerlo. "Me perdí varias clases."
"No te preocupes Moony, Poppy les dio aviso a los profesores, también informo a Minerva para que pudiera regañar a Arthur por no dar informe de que te estabas presentando."
"¿Presentando? Que locuras dices Prongs, soy un Beta, mis padres son Beta" nota que sus amigos se ven entre sí.
"No, de hecho..."
"Se presentó como Alfa joven Lupin." Los cuatro adolescentes voltean hacia la voz que acaba llegar, era Madame Poppy quien entro a la enfermería y detrás de ella venía Minerva. "Es poco común de que alguien se presente como Omega o Alfa si tiene padres Betas, pero puede suceder, ahora mismo le otorgaré las indicaciones a Madame Minerva para sus rutinas y medicamentos que debe de tomar para un mejor desarrollo de su casta, pero no se preocupe eso, usted acuéstese y descansen, y recuerden chicos deben irse antes de que acabe la hora de la comida." Los merodeadores asienten lo dicho por la Omega mayor.
Ven como ambas mujeres desaparecen en una puerta. Lupin deja caer su espalda en la pared y suelta un resoplido en sus manos.
"Mira el lado bueno Moony, eres un Alfa." Remus suelta otro bufido molesto.
"Si, dejando de lado las rutinas de lado y las cosas bochornosas del sexo, ser Alfa es algo genial, mi padre lo es y también lo es Dumbledore." James intenta alegrar a Lupin, quien ya deja su rostro descubierto. Su mirada baja hasta su regazo, nota que encima de esta se encontraba una toga con la insignia de Slytherin.
"¿De quién es esto?" pregunta con sorpresa, agarrando la prenda en sus manos. Sirius resopla y sonríe de manera maliciosa.
"Es del puntiagudo de Malfoy, parece que el día de ayer no querías soltarlo y casi mordiste a James cuando intento separarte de él." El rostro de Moony se torna de un tono rosado, sentía que el calor se iba hasta sus orejas.
"¿Qué?" pregunta sin comprender.
"Cuando no llegaste a la hora del almuerzo el día de ayer fuimos a buscar, nos sorprendimos bastante ver como Malfoy te estaba cargando en tu espalda."
"Sí, debiste de ver la cara que puso tu novio cuando Sirius lo acuso de hacerte daño." Ríe entre dientes Peter.
"No es mi novio." Susurra Remus, pero los otros tres chicos vieron su pequeña sonrisa que se formó en sus labios.
"Le ayudamos a atraerte hasta la enfermería, pero cuando intento acostarte en la cama te negaste soltarlo, intente ayudarlo, pero intentaste morderme" Remus suelta un pequeño grito y se cubre totalmente con la manta, Sirius resopla con diversión y le arrebata la cobija "así que la única solución que encontró es dejarte su toga, la cual funciono, ya que te acurrucaste con ella en la cama y te quedaste dormido."
"Por favor, mátenme."
"Oh vamos, solamente hiciste el ridículo enfrente de tu amor imposible ¿qué tiene de malo?" pregunta con diversión, se sienta en la cama a lado del castaño, quien le dirige una mirada mordaz.
"No es mi amor imposible."
"Remus, todos sabemos que te encuentras enamorado del príncipe de hielo, no puedes negarlo."
"¿Creen que si me muerdo la lengua me muera?"
"Probablemente, pero si te mueres ya no tendremos a nadie que nos recuerde de nuestras tareas, así que no debes de morir." Sirius pasa su brazo por el hombro de Remus, quien le regala una sonrisa.
"Exactamente, si mueres ya no tendremos un miembro responsable dentro del grupo, y ninguno de los tres podemos ocupar ese puesto." James se acomoda en el asiento.
"Yo puedo tomar ese puesto." Peter se señala así mismo con una sonrisa.
"No lo creo, hace dos semanas hiciste explotar una pobre rana por intentarlo cambiar a un gato."
"Oye, la profesora Minerva dijo que era normal las primeras veces." Los cuatro chicos se rieron. Remus amaba esos momentos, donde podía ser solamente un niño que se divertía con sus amigos, dejando al olvido que sangre enferma y también que ahora era un Alfa.
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