Always you

Arcane: League of Legends (Cartoon 2021) League of Legends
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Always you
Summary
Caitlyn siente que debería decir algo más, algo que realmente le haga saber a Vi que no tiene nada de que preocuparse. Quiere que sepa que está ahí para ella, que la apoya, que la entiende.Caitlyn quiere decir más, quiere decir que la respeta, que la apoyará si eso la hace sentir incómoda. Quiere que sepa que Vi es importante para ella, de un modo que ni ella misma acaba de comprender.Pero entonces recuerda a Gert. Recuerda la manera en la que Vi la mira, la forma en la que le habla.Y no dice nada.Sus sentimientos se sienten confusos dentro de ella, pero intenta apartarlos con todas sus fuerzas. No puede pensar más sobre eso ahora.Se queda sentada en el sofá, con la vista clavada en la pantalla, fingiendo que todo sigue igual.Aunque, por alguna razón, siente que nada lo está.OUn paseo por los años mientras Caitlyn se da cuenta de sus sentimientos por su mejor amiga Vi.
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Chapter 2

———————————————⌗ ❜ 20 años. ❀

El club está abarrotado cuando Caitlyn finalmente se abre paso para llegar hasta donde sus amigos la esperan. Choca con cuerpos sudorosos, y las luces parpadeantes hace que sus ojos duelan por unos segundos.

El bajo de la música retumba en el pecho de Caitlyn mientras se abre paso entre la multitud con su copa en la mano, esquivando a la gente que se mueve demasiado cerca de ella. El aire está cargado de alcohol, perfume barato y el sonido de risas estridentes que no terminan de encajar con su estado de ánimo.

Todas esas sensaciones siempre la llevan de vuelta a ese club antiguo, hace años, con Vi... La noche que empezó su tortura.

No sabe por qué aceptó venir hoy. Supuestamente, esta noche es para celebrar el final de su primer año de universidad, para relajarse después de meses de trabajo arduo, pero en realidad, lo único que quiere es terminar su copa y salir de ahí.

Pero Vi había insistido en que viniera, y las cosas entre ellas...

Siguen siendo mejores amigas, no cree que nada pueda cambiar eso. Pero es obvio que se han alejado cada vez más con el paso de los años. Especialmente más en los últimos meses.

Nada más llegar a la zona, saluda rápidamente a sus amigos, pero no puede evitar buscar a Vi con la mirada.

Es estúpido que su primer instinto siempre sea buscarla primero...

—¡Caitlyn! —grita una voz conocida, pero no la que quiere oír Caitlyn.

Sonríe mientras se acerca a Jayce, uno de los pocos amigos cercanos que ha logrado hacer en la universidad. Esta sentado junto con Viktor, Mel y algunos más que Caitlyn realmente no conoce.

No hay signos de Vi por ningún lado, pero sabe que debe estar cerca. Tal vez ya esté en la pista bailando con alguna chica bonita, o... Sacude la cabeza, centrándose en saludar a la gente ahí.

Toma asiento en la mesa, sintiéndose algo tensa. No es muy fan de relacionarse con más gente, ya tiene suficiente con los pocos amigos cercanos que tiene.

Aun así, sonríe y pide una bebida sin alcohol, esperando ver a Vi.

—Eres la primera de tu clase, ¿no? —dice una voz por su lado, haciendo que se gire hacia ella y deje de buscar en la pista.

Hay una pequeña chica con el cabello naranja y muy corto. Le suena haberla visto, tal vez por los pasillos de la universidad, pero no sabe nada de ella. Ni siquiera recuerda haberla visto alguna vez con Jayce.

—Oh, sí —dice Caitlyn, con una sonrisa amable—. Soy Caitlyn.

—Lo sé —responde la chica, riendo suavemente de una forma algo extraña—. Encantada, soy Maddie. Ni esperaba verte aquí hoy.

Es bonita, y hay algo en la forma en que la mira, como si fuera... Especial. Nunca se ha sentido mirada así antes.

—No suelo venir mucho.

De todos modos, por mucho que se sienta agradecida por la chica y su atención, su corazón nunca va a estar en ello.

Solo hay una chica por la que realmente se interesa...

—También lo sé. Siempre he querido hablar contigo, ¿sabes? Te ves tan elegante y... —empieza a decir Maddie, inclinándose cada vez más hacia Caitlyn.

—¡Cupcake! —grita una voz, haciendo que Caitlyn deje de prestarle atención a la chica a su lado en segundos.

Se gira con una sonrisa, notando a Vi moviéndose con rapidez entre la gente para llegar hasta ella.

De ve increíble, con su cabello rosado despeinado, y ese delineado negro que le gusta llevar ahora. Entiende que Vi siempre tenga una chica bonita colgada de su brazo, pero eso no impide que me duela menos.

Sin querer pensar en ello, se levanta de la mesa para saludar a Vi, sorprendiéndose cuando la mujer la rodea con los brazos de forma exagerada, tirando de Caitlyn hasta que casi se cae sobre ella.

—¡Vi! —saluda Caitlyn, pero es casi más una petición para que la suelte.

Por mucho que disfrute del contacto con Vi, parece que la mujer no es consciente de que tanto esta apretando a Caitlyn. Y, por mucho que aprecie los músculos de Vi, que aprecia tal vez demasiado, necesita oxígeno para seguir viviendo.

—Había tanta cola para ir al lavabo —habla Vi, agarrando una silla de otra mesa para ponerla al lado de la de Caitlyn.

—Oh, ahí estabas —susurra Caitlyn, casi para sí misma.

Se siente un poco más aliviada al saber que Vi no tiene a una chica nueva. O que, por lo menos, no la ha traído con ella esta noche.

—¿Cómo te sientes ahora que eres libre de exámenes por unos días?

—Muy bien —responde Caitlyn, jugando distraídamente con su vaso vacío sobre la mesa, mientras casi olvida que no son los únicos que están ahí—. ¿Y tú?

—Lista para pasármelo mejor que nunca —ríe Vi, tomando un trago de un camarero.

Solo por la vista del vaso, Caitlyn sabe que debe tener alcohol. No es que Vi no beba, solo... Hay algo incómodo en quedarse con Vi cuando bebe.

No es que lo hayan hecho mucho, pero suele... Ponerse mucho más cariñosa. Y eso siempre hace que Caitlyn se sienta vacía y sola al día siguiente.

Vi suele colgarse a ella cuando está borracha, en cualquier sitio o lugar. Se aferra a ella como si necesitará cualquier tipo de confirmación de que Caitlyn sigue estando ahí.

Por eso evita todo lo que tenga que ver con alcohol y con Vi en la misma frase. Pero la había extrañado tanto...

—¿Qué es eso? —pregunta Caitlyn, haciendo un pequeño gesto a la bebida.

—Solo algo de alcohol, pero es muy suave, lo prometo. Te dije que no me iba a emborrachar hoy, y no lo haré.

—Seguro...

—Vamos, cupcake. Voy a empezar a pensar que no confías en mí —murmura Vi, inclinándose un poco para acercarse más a Caitlyn.

Desde tan cerca, los ojos de Vi se ven más brillantes y bonitos. Caitlyn tiene que esforzarse en mantener su vista en los ojos de Vi y no más abajo.

Podría pasarse horas mirando a la otra mujer. Siempre pensó que era bonita, pero ahora entiende por qué su corazón latía con locura cada vez que estaban en el mismo lugar. Ahora entiende muchas cosas sobre sí misma.

Incluso cuando no ha sido fácil lidiar con todos los sentimientos de darse cuenta de que esta enamorada de su mejor amiga, no puede decir que se arrepienta de ello. No cree que pueda haber otra persona que se merezca su amor más que Vi, aún que no sea correspondido.

Vi la mira más intensamente, sin moverse. Caitlyn también parece incapaz de apartarse, y está cada vez más interesada en mirar hacia abajo, en esos labios con esa cicatriz que...

—Oh, Vi, ¿no está tu novia aquí hoy? —murmura Maddie por detrás, recordándole a Caitlyn su existencia.

Caitlyn se aparta de golpe de Vi, procesando las palabras de Maddie. Por supuesto que hay una novia en algún lado. Caitlyn no puede olvidarse de eso de nuevo.

Las acciones de Vi cuando bebe siempre son cuestionables, incluso esos pequeños gestos...

—No, solo estoy yo —susurra Vi, con una mueca en el rostro.

Así que sí que hay una novia por algún lado. Caitlyn se pregunta si ya la conoce o es otra de las nuevas, pero no va a decirlo en voz alta.

Prefiere saber lo menos posible de las novias de Vi. Saberlo solo hace más daño, y Caitlyn esta empezando a sentirse cansada de sufrir por preguntar cosas que no debería.

—Genial —susurra Maddie, y casi parece molesta.

No es que a Caitlyn le importe esa chica de todos modos, todavía está ocupada intentando recuperarse del golpe que ya sabía que venía.

—No vamos a durar igual —dice Vi en voz baja, mirando a Caitlyn con una intensidad que casi la abrasa—. Ninguna de ellas importa.

Caitlyn siente lo que Vi esta tratando de decir con eso, o al menos lo que ella quiere creer.

Que, a pesar de todas las novias que pueda tener, ninguna es como Caitlyn. Y lo entiende, llevan siendo mejores amigas durante años... Pero eso no significa que pueda ser romántico como Caitlyn quiere sea.

No, no puede ser romántico. Vi no es las que espera en silencio, ya le hubiera dicho algo a Caitlyn si se hubiera referido a eso.

—Nunca tienes relaciones largas —observa Caitlyn, sintiéndose un poco menos tensa.

Pase lo que pase al final, Caitlyn sigue siendo la que lleva más tiempo al lado de Vi.

—No —murmura Vi, pareciendo dolida por unos segundos—. Supongo que no son la correcta.

Caitlyn asiente, sintiendo un peso en su corazón, sintiendo el anhelo corriendo por sus venas.

Sería tan fácil preguntar como sería la correcta para Vi, pero no quiere saberlo. No quiere saber que tan diferente es a ella.

Por eso se mantiene en silencio, llevando la conversación a un tema más neutral. No pregunta sobre su vida amorosa, ni sobre nada que pueda hacer que Vi se cierre. Solo esta ahí, oyendo hablar a su mejor amiga sobre las cosas que quiere hacer en algún momento.

La chica a su lado, que ya no recuerda el nombre, desaparece en algún momento, igual que todos los demás. Pero a Caitlyn no le importa, esta demasiado ocupada hablando con Vi, como si la distancia que Caitlyn hubiera estado viendo no fuera nada.

Se pone rígida cuando Vi levanta la mano hacia su rostro y, con mucha suavidad, pasa el dedo pulgar sobre el labio inferior de Caitlyn. Siente como su corazón rebota en su pecho, pensando en el contacto incluso cuando Vi ya ha apartado la mano.

—Tenías algo ahí —susurra Vi, con la voz algo gruesa.

El corazón de Caitlyn sigue latiendo rápido mientras cambia el tema a uno más normal, recordándose una y otra vez que Vi ya tiene una novia. Incluso si no cree que vayan a durar, tiene claro que habrá otra en poco tiempo. Así es Vi.

Ignorando el dolor en su corazón, se centra en disfrutar el tiempo con su mejor amiga como si nada estuviera pasando.

Como si no estuviera perdidamente enamorada de ella.

———————————————⌗ ❜ 21 años. ❀

Caitlyn vuelve a revisar su teléfono por décima vez en los últimos cinco minutos, con la garganta seca.

5:30 p.m.

Vi dijo que estaría aquí hace media hora. Ella nunca llega tan tarde.

No es que Vi sea la persona más puntual del mundo, pero nunca ha llegado las de quince minutos tarde. Media hora... Es preocupante.

Se remueve incómoda en el sofá, tratando de ignorar la inquietud que se posa en su pecho. Solo es media hora, no quiere actuar como una persona obsesiva o algo así, pero es tan raro.

Además, Vi sabe cuanto odia Caitlyn cuando alguien llega tarde. Lo sabe.

Vuelve a mirar su teléfono, mirando el último mensaje aún sin responder. ¿Dónde se ha metido?

5:50 p.m.

Se siente cada vez más preocupada. Con cada minuto que pasa, siente como su cuerpo se tensa más.

Intenta centrarse en otras cosas, pero acaba mirando la televisión sin escuchar ni ver nada realmente. Sigue esperando un mensaje de Vi, pero no llega nada.

Ya ha intentado llamar a la mujer varias veces, pero tampoco responde.

¿Debería ir a su casa? O tal vez llamar a Jinx. O cualquier cosa que le pueda dar algo de tranquilidad.

Sacude la cabeza, mirando su teléfono con una expresión en blanco.

¿Tal vez está con alguna novia nueva? No, claro que no. Vi no le haría eso, dejarla esperando sin saberlo. O tal vez se ha olvidado...

Esos pensamientos hacen que la espera aún duela más.

Pero no, debe ser algo muy importante para retener a Vi de llegar a ella. Nunca antes la ha dejado sola, sin importar con quien estuviera saliendo.

Vi tiene que estar bien, claro que debe estarlo.

Tal vez... Solo ha tenido un pequeño inconveniente en el camino.

Decide que enviarle un mensaje a Jinx preguntando tampoco haría daño, y tal vez podría calmarla un poco. Pero no recibe una respuesta inmediata como esperaba hacerlo.

6:10 p.m.

El timbre suena de golpe, haciendo que Caitlyn tire su teléfono hacia un lado con el sobresalto.

Se levanta con rapidez del sofá, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. No cree que alguna vez antes se haya movido tan rápido por su propia casa.

Suspira con fuerza cuando abre la puerta con un tirón rápido, revelando a Vi al otro lado. Esta ahí, apoyada en el marco de la puerta con una sonrisa ladeada y el cabello revuelto. Pero hay algo en su mirada que preocupa a Caitlyn.

Se siente aliviada de ver a Vi delante de ella, pero también siente que hay algo extraño en toda la situación.

Con un suspiro, agarra a la mujer de la manga de la chaqueta y tira de ella hacia dentro del apartamento. Lo último que quiere es tener una conversación con ella a la vista de las otras personas o algo así.

—¿Tienes idea de qué hora es? —pregunta Caitlyn, cruzándose de brazos—. He estado volviéndome loca.

Y lo ha hecho. Había pensado en tantas opciones malas... Casi había perdido la cabeza en esos momentos, pensando demasiado en todo.

Cuando Vi fija sus ojos en los de Caitlyn, casi se ve culpable. Su rostro baja hacia el suelo, y se encoge de hombros con demasiada suavidad.

Ahora está más segura de nunca de que algo debe haber pasado, algo que afectó a Vi. Se siente dolida de que no sea lo primero que le diga la mujer nada más entrar después de una hora y diez minutos de espera.

—Perdí la noción del tiempo...

—Sé que pasa algo —interrumpe Caitlyn, antes de que Vi pueda pensar más en la excusa que quiere dar.

La conoce demasiado bien, puede verlo. En la forma en que intenta evitar la mirada de Caitlyn, en lo culpable que parece... Hay algo oculto ahí. Y Caitlyn va a averiguarlo.

Con un resoplido, da un paso atrás, dejando espacio libre para qué Vi pueda caminar hasta el sofá. Esta claro que esto no ha terminado, pero puede llevar la conversación a un sitio donde Vi se sienta más cómoda.

A veces, solo quiere poder poner a Vi una protección de todo el mundo. Quiere poder protegerla de todo. Tiene los medios para hacerlo, pero... No siempre puede estar ahí para ella.

Aun así, no piensa que nada pueda impedirle que esté ahí para Vi esta vez. Sea lo que sea que ha hecho que Vi llegué tarde y se vea así de conmovida, Caitlyn encontrará una forma de mejorarlo.

Caitlyn camina detrás de Vi, sentándose a su lado en el sofá. El sonido de la televisión suena de fondo, pero ninguna de las dos le presta atención. Están demasiado ocupadas mirándose la una a la otra, esperado el momento en que una se eche hacia atrás.

Pero Caitlyn esta segura de que no será ella. Y, efectivamente, es Vi la que acaba rompiendo el silencio.

—Discutí con Kels —acaba diciendo Vi, con un suspiro cansado—. No paraba de hablar y no podía irme. Intente irme, te lo prometo, sé cuanto odias que lleguen tarde, pero...

Oh, una discusión con una nueva novia...

Caitlyn intenta ignorar el dolor que se posa en su pecho al pensar en ello, en otra mujer con Vi... No, ya ha superado eso. Sabe que no puede hacer otra cosa, y ha aprendido a vivir con ello. Aun así, eso no hace que sea más fácil de oír.

—Podrías haberme avisado —suspira Caitlyn, negándose a preguntar más sobre esa nueva novia.

Y eso también la molesta. Podría haber respondido a uno de los mensajes o llamadas de Caitlyn. ¿Tan importante es esta nueva chica que la pone por encima de ella?

Nunca antes ha habido alguien por encima de Caitlyn para Vi.

—Lo habría hecho si hubiera tenido un teléfono —admite Vi, en voz tan baja que Caitlyn casi no escucha.

—¿Qué quieres decir?

—Tiró mi teléfono contra el suelo. Se rompió en tantos pedazos, sabe que era un teléfono antiguo y...

¿Hizo qué? No puede ser que alguien haga algo así.

Se pregunta de dónde saca Vi esas novias de nuevo, mientras una ola de furia pasa por su cuerpo mientras piensa en ello.

Se siente un poco menos doloroso ahora, saber que no aviso a Caitlyn por no tener una forma de hacerlo.

Ahora ese dolor se ha vuelto rabia y odio hacia la nueva novia de Vi. O exnovia, porque Caitlyn esta segura de que, en caso de que todavía estén juntas, Vi la deje lo antes posible.

Romper un teléfono... ¿Qué estaban discutiendo para acabar así?

—¿Por qué demonios rompería tu teléfono? —pregunta Caitlyn, ahora sintiéndose enfadada en nombre de su mejor amiga.

—Es complicado...

—Violet.

Ahora, Caitlyn solo usa el nombre de Violet en momentos importantes, especialmente cuando sabe que la mujer se ablanda hacia ese mote.

Funciona tal y como esperaba, con Vi levantando la cabeza y fijando esos bonitos ojos en los de Caitlyn. Siempre siente que pierde un poco la respiración cuando ve a Vi tan cerca de ella.

Pero no es momento de pensar en esas cosas.

—Estaba celosa. Es una tontería, pero le dije que estabas esperándome y... No sé. Se volvió loca —explica Vi, haciendo una mueca extraña mientras habla—. Lo siguiente que supe es que estaba hablando sin parar y no podía irme.

¿Celosa? No entiende cómo alguien que tiene a Vi para sí sola puede sentirse celosa por algo.

—No entiendo, ¿celosa de...?

—De ti —suspira Vi, en tono bajo.

Caitlyn se queda parada por unos segundos, mirando a Vi con la expresión vacía. No acaba de entender que se supone que envidiaba la otra mujer sobre ella.

Es solo la mejor amiga de Vi. Sabe que hay algunas parejas que no se llevan bien con los amigos del otro, pero... Ella siempre ha estado ahí para Vi, y no va a alejarse de ella por algo que diga una mujer sin importancia.

—¿De qué estaba celosa? Que tontería —habla Caitlyn, sintiendo más rabia aún por ello—. Soy tu mejor amiga, ¿no puedo pasar tiempo contigo ahora? Más te vale que la dejes pronto.

Vi la mira sin decir nada por unos segundos, con algo en sus ojos que Caitlyn no logra definir. Se siente intenso, y Caitlyn tiene que dejar de pensar en lo bonita que se ve Vi.

Son mejores amigas desde hace tantos años... No puede arruinar todo por sus sentimientos, y mucho menos en un impulso tonto.

Ella es la que rompe la mirada, volviendo a mirar la televisión.

Oye como Vi tose un poco, pero se esfuerza en no volver a mirarla durante unos segundos. Necesita recomponerse de su intensa mirada, y estará acabada si vuelve a fijarse en ella.

—Ya la he dejado —aclara Vi, en un pequeño susurro.

—Genial —dice Caitlyn, y se esfuerza en que sus palabras suenen lo más normal posible—. Hay muchas más chicas y...

—Creo que voy a tomarme un tiempo sola —interrumpe Vi, y eso hace que Caitlyn la mire ahora.

Hace pasado un largo tiempo desde que Vi realmente estuvo sola. O por lo menos así se ha sentido. Si no era una chica a su lado, era una en su teléfono, o... Da igual, no quiere recordar todo eso.

—¿Y eso?

—Todas acaban siempre por la misma cosa —susurra Vi, y ahora es ella quien evita la mirada de Caitlyn—. ¿Para qué seguir intentándolo? No va a funcionar.

Caitlyn frunce el ceño, pensando en las palabras de su amiga. Siente una pizca de curiosidad por saber el motivo de que todas la dejen. Después de todo, nunca le ha preguntado a Vi sobre eso. Solo sabe sobre Gert y... Prefiere no pensar en la primera novia de Vi, especialmente cuando aún son amigas.

—Vi, todo está bien —susurra Caitlyn, intentando consolarla.

El tono de Vi suena cansado, y toda ella se ve tan... Pequeña.

Con cuidado, pasa una mano por el cabello de Vi, sabiendo que eso siempre consigue calmar a la chica. Se siente sedoso y suave, Caitlyn podría pasar horas jugando con el cabello de Vi.

Vi suspira lentamente, dejándose caer un poco más contra el costado de Caitlyn.

Se quedan ahí, en una especie de abrazo extraño mientras Caitlyn juega con el cabello de Vi. Hay demasiados pensamientos en su cabeza, cosas que no sabe como borrar.

Cada vez es más difícil estar cerca de Vi sin hacer notar sus sentimientos por ella. Cada mirada es una tentación, cada segundo estando tan juntas...

Pero no.

Caitlyn sabe como es Vi. La chica nunca se encoge sobre sí misma, siempre va a por lo que quiere con las chicas. La ha visto salir con muchas... Si hubiera querido algo de Caitlyn, ya lo hubiera intentado tiempo atrás...

¿No?

———————————————⌗ ❜ 22 años. ❀

—¿Puedes creer que Jinx está intentado que me vaya de mi propia casa? Me mudé con ella por lo mucho que insistió, y ahora quiere que me vaya para tener más privacidad con Ekko —se queja Vi, tirada en la cama de Caitlyn.

Caitlyn asiente, mirando su trabajo en el ordenador de nuevo.

Las quejas sobre Jinx han aumentado ahora que Vi ha pasado meses sin nadie más a su lado. Resulta que tener a una hermana siempre en casa por las noches no es lo que Jinx espero de vivir con ella.

No es que Caitlyn pueda hacer algo con eso.

Pero esta muy feliz de saber que Vi no está con nadie ahora, incluso si no puede obligarse a sí misma a dar un paso más allá de su amistad.

Tiene tanto miedo. Vi significa muchísimo para ella. Es la persona en la que más confía, la única que siempre necesita a su lado. Y la posibilidad de perder todo eso por un movimiento incorrecto la llena de pánico.

Y, aún que corresponda sus sentimientos, cosa que Caitlyn no cree posible, ¿qué pasa si después acaban rompiendo?

La posibilidad de perder a Vi de cualquier forma la asusta. No cree que sepa ser ella misma sin Vi a su lado.

—¿Y a dónde quiere que te vayas? —pregunta Caitlyn, riéndose suavemente.

Una vez que se ha asegurado que su trabajo en grupo está bien acabado, y siempre tiene que revisarlo ella porque algunos de sus compañeros realmente son inútiles, lo envía al profesor y apagar el ordenador, lista para centrarse en Vi.

La mujer se mueve en la cama para dejarle un hueco a Caitlyn, quien se tumba ignorando como su corazón late con fuerza.

Han pasado muchos días tiradas en la cama sin hacer nada, aún más últimamente que no hay chicas distrayendo a Vi, y aun así se siente tan nerviosa siempre que es casi estúpido.

—No lo sé —resopla Vi, con tono cansado—. ¿Debería ofenderme que mi hermana pequeña esté echándome? Yo debería ser la que la estuviera echando a ella.

—La quieres demasiado como para hacer eso —ríe Caitlyn, sabiendo muy bien eso.

Vi adora a su hermana, muchísimo. Hace mucho por ella, tanto como puede. Siente que Vi aún parece algo culpable por la muerte de sus padres biológicos, incluso cuando no tuvo nada que ver con ello.

Caitlyn conoce a Jinx, y puede decir que se lleva bien con la chica. A veces hace comentarios algo extraños, como si supiera... No, Caitlyn no ha hecho nada que pueda indicar que tiene sentimientos por Vi. Esos comentarios de Jinx son solo una coincidencia estúpida.

—¡Tienes que estar de mi lado, cupcake! —se queja Vi, pero Caitlyn puede oír la diversión en su voz.

Hay una idea en el fondo de su mente ahora. Sabe que no debería decirlo, sabe que solo complicará las cosas...

—Podrías quedarte aquí —dice Caitlyn, en voz baja y algo insegura.

Sería una buena solución para su problema. Además, Caitlyn tiene una habitación vacía aquí, y se niega a dejar que un extraño viva con ella. Pero Vi es ideal.

Así no se sentiría tan sola en su propia casa.

Aun así, la idea de tener a Vi a su alrededor la pone un poco ansiosa. ¿Cómo podrá disimular sus sentimientos entonces? Siente que ya casi no puede ocultarlo, por la forma en que sus ojos acaban yendo a los labios de Vi más veces de las que le gustaría admitir.

—¿Estás bromeando o va en serio? —pregunta Vi después de unos segundos, mirando a Caitlyn como si estuviera intentando descifrarla.

—Sabes que tengo una habitación libre.

No puede decirle que ahora que lo ha dicho, realmente desea que Vi sea la que ocupe ese espacio. Ahora que está libre, que no hay nadie más a su alrededor, tal vez...

No va a decir que no a la oportunidad de pasar más tiempo con Vi.

Vi se congela unos segundos, mirando a Caitlyn como si la estuviera intentando entender. Sus ojos están bien abiertos y tan llenos de emociones. Caitlyn daría lo que fuera para poder ver dentro de la mente de Vi ahora.

—No quiero molestarte, Cait —murmura finalmente Vi, aún que sigue mirando a Caitlyn con la esperanza grabada en su rostro.

Caitlyn suelta una risa suave ante el pensamiento, como si Vi pudiera ser una molestia para ella alguna vez. Incluso con todas esas chicas detrás, no hay nada que haga más feliz a Caitlyn que estar con Vi.

Nada va a cambiar eso. Solo deberá aprender a controlar sus sentimientos de una forma diferente.

—Deja de decir tonterías, Vi. No eres una molestia —dice Caitlyn, dándole una sonrisa para calmar lo que sea que está pasando por la mente de Vi ahora—. Te quiero aquí.

Hay una intensidad en el momento, mientras ambas se miran sin decir nada más.

Hay más cosas que Caitlyn quiere decir, tanto. Pero esta asustada, y siente que ya ha dado un paso muy grande simplemente hablando sobre mudarse juntas. Ya se ha arriesgado mucho por un día, y no cree poder soportar un rechazo ahora, cuando se siente tan sensible.

Finalmente, Vi se ríe con un sonido suave, tirando de Caitlyn para darle un abrazo con un brazo.

Caitlyn deja hacer, disfrutando del contacto con Vi de nuevo. Se siente cálida y más calmada desde el primer momento que propuso que vivieran juntas. Pase lo que pase, quiere que sigan siendo solo ellas por mucho más tiempo.

—Supongo que eres mi salvadora, cupcake.

Caitlyn se ríe, moviéndose para acomodarse contra el cuerpo cálido de Vi, más feliz que en mucho tiempo.

Tiene miedo de muchas cosas, pero solo la idea de tener a Vi cerca de ella durante tanto tiempo hace que todo lo demás no importe por el momento. Solo quiere disfrutar de lo que tiene.

En el fondo, siempre ha querido vivir con Vi. Fantaseo con eso mucho tiempo cuando eran niñas, una vida donde solo estuvieran ellas. Pero, cuando Vi empezó a salir, le resultó imposible poder decirlo en voz alta.

Si hubiera sido en ese momento... Caitlyn no habría podido proponérselo.

Pero Vi lleva tiempo sin estar con nadie, por lo que espera no tener que lidiar con ella llevando a chicas a casa. Es lo único que ella quiere evitar a toda costa. Espera que tener un nuevo espacio para ella no sea también el momento en el que Vi decida retomar su vida amorosa.

—Me gusta como suena eso.

—La increíble Caitlyn Kiramman, la salvadora de hogares —bromea Vi, riendo suavemente mientras estrecha a Caitlyn más cerca—. No sé que haría sin ti, Cait.

Su voz suena más suave y sensible con las últimas palabras, y eso casi hace que Caitlyn se quede paralizada por un momento.

—Yo tampoco sé que haría sin ti.

Levanta la cabeza, encontrándose con los ojos de Vi vidriosos ya puestos en ella.

—Suerte que nunca tendremos que averiguarlo —dice Vi, riéndose suavemente y dejando un beso suave en la frente de Caitlyn—. Ya sabes, soy como la suciedad en tus uñas, cupcake. Nunca me voy a ir.

Caitlyn también se ríe de ello, bajando la mirada.

—Puedes mudarte cuando quieras —acaba diciendo Caitlyn, cerrando los ojos.

—Una semana —responde Vi, inmediatamente—. Necesitaré empacar mis cosas y asegurar que todo esté bien con Jinx y Ekko. Estoy segura de que convertirá mi habitación en un laboratorio extraño tan pronto como este fuera.

—Seguro que lo hará —ríe Caitlyn, imaginándolo.

—Gracias de nuevo, Cait. Por todo —oye murmurar a Vi, sintiendo una mano pasando por su cabello con suavidad.

—No tienes que darlas, Violet.

Solo espera que puedan tener muchos momentos así cuando vivan juntas, solo ellas dos disfrutando de la otra.

Es lo que más desea.

Una semana más tarde, Vi aparece con una pequeña maleta y Jinx a su lado, lista para mudarse ahí.

Caitlyn sonríe, mientras su casa se siente un poco más habitada poco a poco. Incluso asiente sin replicar cuando Jinx decide darle todo un sermón sobre como debe tratar a Vi, incluso cuando hay algunos comentarios que no acaba de entender de Jinx, ¿a qué se refiere con cuidar el corazón de Vi? ¿O qué no puede salir con nadie más?

No es como si Caitlyn hubiera estado interesada en salir con nadie nunca. Solo... Solo quiere eso con Vi.

Pero ignora todo eso, centrándose en tener a su mejor amiga, y la persona de la que está perdidamente enamorada, tan cerca de ella durante tanto tiempo.

Pase lo que pase, sabe que siempre tendrá a Vi ahí para apoyarla.

———————————————⌗ ❜ 23 años. ❀

Han pasado unos pocos meses desde que Vi se mudó con ella, y puede decirse que las cosas son mucho mejores de lo que Caitlyn pensó que sería.

Su relación es incluso más estrecha que antes, es como si siempre hubieran estado destinadas a vivir juntas.

Los pequeños detalles son lo que más calientan el corazón de Caitlyn. Las mañanas en las que Vi se despierta antes para dejarle el desayuno hecho a Caitlyn antes de que tenga que irse a sus clases de medicina. Las noches que pasan tiradas en el sofá viendo películas, acurrucadas la una en la otra. Esas miradas que dirán demasiado entre ellas, dando a Caitlyn esos pensamientos...

Ahora siente que hay algo cambiando entre ellas. Y Caitlyn esta cansada de esconder lo que siente.

Siente que su paciencia se pone a prueba cada vez que Vi sale de la ducha, casi parece que hace tanto ruido a propósito para que Caitlyn la vea salir solo con la toalla rodeándole el cuerpo, como las gotas de agua caen de su cabello rosado...

Por no hablar de los días en los que Vi decide entrenar en el salón de casa, donde Caitlyn puede ver la forma en que sus músculos se flexiona y tiene que morderse la lengua para evitar decir algo.

O lo cerca que se pone a veces, dejando a Caitlyn sin otra opción que mirar sus labios y fantasear con otras cosas. Siente que los toques entre ellas son mucho más frecuentes ahora, y es Vi quien los inicia la mayor parte del tiempo.

Es demasiado difícil vivir con la persona de la que está tan enamorada.

Siente que esta al borde del precipicio constantemente, y tal vez esta vez quiera dejarse caer.

No hay otras chicas en la vida de Vi, tal y como dijo que haría, por lo que significa aún más tiempo con ella. Y la tranquilidad de que solo Caitlyn esta en su vida ahora. Incluso si tiene más amigas, no tiene una novia. Y es todo lo que necesito Caitlyn durante mucho tiempo.

¿Qué tan malo podría ser confesar de una vez?

Incluso si Vi la rechazará, Caitlyn sabe que sería suave y dulce con ello, sabe que no sería algo que rompería su amistad.

Una noche, cuando están las dos tumbadas en el sofá mirando una sería que Caitlyn ya no recuerda, siente que va a perder su paciencia del todo.

Vi esta a su lado, jugando con el cabello de Caitlyn con suavidad. No sería algo extraño, salvo por la forma en que sus cuerpos están tan pegados que Caitlyn casi puede sentir las respiraciones de Vi.

Una noche, están en la cocina. Vi se sienta sobre la encimera, bebiendo una cerveza mientras Caitlyn prepara el té. Hay algo diferente en el aire, una electricidad silenciosa.

Vi llega todo el día actuando de una forma un tanto extraña. Ha hecho todo lo que suele volver a Caitlyn loca en un mismo día. Incluso se ha peinado con esa pequeña coleta que sabe que a Caitlyn le gusta. Solo se peina cuando va a salir de casa, y no ha salido en todo el día.

Se ha estado apoyando contra ella todo el día, murmurando lo bonita que se ve Caitlyn hoy. Casi hace que la mujer se atragante con su comida una vez.

—¿Alguna vez has pensado en nosotras? —pregunta Vi de repente, con un tono casual, pero que no se siente como nada casual.

Caitlyn se siente confusa por un segundo, procesando las palabras de Vi sin entender del todo a que se refiere con eso. No puede estar refiriéndose a lo que Caitlyn quiere, ¿no?

O tal vez lo esté haciendo.

—Te refieres a nosotras juntas... ¿Cómo una pareja? —pregunta Caitlyn, su voz temblando un poco cuando finalmente dice las palabras.

Ha pensado tanto en ello que se sorprende que aún Vi no pueda saberlo. Todos sus pensamientos giran sobre eso muchas veces, más ahora que están tanto tiempo juntas.

—Sí...

La voz de Vi se ha vuelto suave y casi insegura, pero Caitlyn no quiere levantar la cabeza de su pecho para verla a los ojos. No siente que pueda hacerlo ajora.

—Lo he hecho —admite Caitlyn, sin querer decir más aún—. ¿Y tú?

Vi suspira con la admisión de Caitlyn, y ella puede sentir como su cuerpo se relaja un poco. Ni siquiera había notado lo tensa que se había puesto Vi, perdida en la propia pregunta.

La ola de anhelo la golpea más fuerte que nunca. Hablar de todo eso hace que se sienta más real, que sus sentimientos golpeen con fuerza en su pecho y le exijan tomar lo que quiere. Sería tan fácil levantar la cabeza y probar finalmente los labios de Vi...

—Mucho —susurra Vi, apoyando su mejilla contra la parte superior de la cabeza de Caitlyn—. Cait, yo...

Es ahora o nunca, piensa Caitlyn, decidiendo decir lo que está pasando por su mente antes de que Vi la rechace suavemente o hable de alguna otra chica.

Es su momento, el momento de intentar tomar lo que quiere desde hace tanto tiempo.

—Estoy enamorada de ti —confiesa Caitlyn, con la cabeza aún contra el pecho de Vi.

Cierra los ojos después de decirlo, notando como Vi parece quedarse sin respiración por unos segundos.

—Es... ¿Es de verdad? —susurra Vi, con un tono bajo y casi roto—. No puedes bromear con algo así.

Caitlyn suspira, abriendo los ojos de nuevo.

Siente que su corazón va a salirse de su propio cuerpo en cualquier momento, nunca antes se ha sentido tan nerviosa como ahora. Nunca pensó que realmente estaría ahí, diciendo en voz alta todo lo que siente finalmente.

Aun así, se siente finalmente en paz. Por fin ha podido sacar de su corazón todos esos sentimientos que había estado ocultando durante años. Por fin puede decir en voz alta cuanto desea a Vi, y cuando ha odiado pasar todos esos años viéndola una y otra vez con chicas que no la merecían.

—Te amo, Violet. Siempre lo he hecho. Nunca pensé que podría decirlo, ¿sabes? Siempre estabas rodeada de chicas y yo... Lo odiaba. Aún lo odio.

Aún se niega a mirar a Vi a los ojos, sin saber qué esperar. Sabe que había indicaciones de que Vi podía sentir lo mismo por ella, pero esta asustada también. Si se ha equivocado... Solo espera que su relación pueda seguir igual.

Perder a Vi la rompería de tantas formas...

—Nunca quise a ninguna de ellas —habla Vi, con la voz algo extraña—. Caitlyn, llevó enamorada de ti desde que te conocí.

Ahora es cuando Caitlyn siente como su garganta se cierra, mientras esas palabras dan vueltas en su cerebro una y otra vez, incapaz de creer que finalmente ha oído lo que tanto deseaba desde el principio.

Siente como sus ojos se llenan de lágrimas por un momento, mientras su corazón late aún más rápido.

—Dilo de nuevo —pide Caitlyn, en un suspiro.

Siente como las manos de Vi van hacia su rostro, tirando de ella hacia arriba hasta que su mirada se cruza con la de Vi.

Se sorprende un poco al ver que la mujer también tiene el rostro lleno de lágrimas, y que la mira con tanta ternura... Siente que es todo lo que ha querido durante tanto tiempo.

Casi parece un sueño. Todo es demasiado bueno.

Sin confiar en ello, con las sensaciones expandiéndose por su pecho, desliza su propia mano hacia su brazo, para pellizcarse suavemente.

Pero nada cambia, sigue ahí, con Vi mirándola con esos ojos llenos de amor.

—Siempre he estado enamorada de ti, Cait. Las demás... Solo eran un triste intento de no pensar en ti. Nunca pensé que podrías quererme así —susurra Vi, sonando tan triste por eso—. Somos tan diferentes. Tú eres casi una princesa, y yo solo... Soy una chica de Zaun.

—Eres mucho más que eso —protesta Caitlyn, pasando una mano con rapidez para borrar el rastro de las lágrimas—. Nunca has sido solo una chica de Zaun para mí. Eres... Todo.

—Oh dios, Cait.

Antes de que pueda decir más, los ojos de Vi brillan con algo nuevo. Con una necesidad cruda, Caitlyn siente que sus ojos tienen que verse iguales.

Tanto tiempo anhelándole la una a la otra, cuando tiempo han perdido...

Pero no va a pensar en eso ahora, no cuando finalmente sabe que Vi se siente igual que ella.

El miedo queda atrás, ya nada la retiene. Esta vez está lista para tomar lo que quiere, y eso es Vi.

Con cuidado, se mueve en el sofá para quedar a la misma altura que Vi. Su mirada es intensa mientras mira de los ojos de Vi a sus labios, a esa pequeña cicatriz que la ha vuelto loca durante años.

Es Vi quien finalmente rompe la distancia entre ellas, echándose hacia delante como si no pudiera esperar más, dejando un leve gemido que hace que Caitlyn se sienta más apegada a su lugar.

La sensación es incluso mejor de lo que Caitlyn habría imaginado nunca. Se siente como finalmente llegar a casa después de mucho tiempo, como si llevará años reteniendo un suspiro y por fin pudiera soltarlo. Se siente libre y completa.

Los labios de Vi son suaves y dulces contra los suyos, moviéndose lentamente como si no quisiera asustar a Caitlyn. Pero eso no es suficiente. Necesita más.

Profundiza el beso, llevando una de sus manos al cabello de Vi y tirando de ella hacía que queda aún más cerca, con sus cuerpos apretados y sus labios moviéndose con más desesperación ahora.

Ya puede ser adicta a esto, al sabor de Vi en su lengua. Nunca nada se ha sentido tan bien como esto, tener finalmente a Vi.

Se niega a separarse de Vi hasta que se queda casi sin respiración.

Una de las manos de Vi se aferra a la cintura de Caitlyn, mientras la otra sube a su mejilla para acariciarla con cuidado.

—Es el mejor beso que he tenido nunca —murmura Vi, haciendo que Caitlyn se ría suavemente.

—Eso espero —bromea Caitlyn, recuperando la respiración.

Solo tarda unos pocos segundos antes de volver a tirar de Vi hacia un beso, esta vez menos desesperado. Esta vez Caitlyn explora a Vi, tirando suavemente de su cabello y gimiendo cuando Vi le muerde el labio de forma juguetona. Se siente tan bien estar así finalmente.

—Siempre serás mi mejor chica en todo —dice Vi, entre los besos—. La única que importa.

Caitlyn no puede negar lo complacida que está por esas palabras, lo mucho que se alegra de oírlas. Es lo que siempre quiso, y finalmente está consiguiéndolo.

—Tú eres la única que quiero —responde Caitlyn, casi gimiendo de frustración cuando Vi se aparta de ella.

—Es estúpido, pero siempre esperaba que te pusieras celosa de esas otras... Siempre esperaba que le dijeras algo y... —murmura Vi, bajando la mirada con cuidado.

Oh, maldición. Caitlyn puede verlo ahora, recordando todos esos momentos donde sintió como si Vi estuviera esperando algo más de ella, como si hubiera estado esperando que ella interviniera. Y realmente había querido que lo hiciera.

—Estaba tan celosa —admite Caitlyn, sacudiendo la cabeza—. Desde el primer momento que apareció Gert.

—Sabía que no te gustaba —se ríe Vi, aún acariciando la mejilla de Caitlyn.

—Tendría que habértelo dicho...

—Yo también tendría que haberte dicho lo que sentía —se queja Vi, con suavidad—. Supongo que las dos teníamos miedo.

—Tenía tanto miedo de perderte —afirma Caitlyn.

—Nunca vas a perderme, Caitlyn. Lo decía en serio todas esas veces.

—Tú tampoco vas a perderme.

Vi se ríe, suavemente y más llena de alegría que antes. Sus labios se unen en otro beso corto, sintiéndose más cómodas con sus sentimientos que nunca antes.

—Iba a decirte que no cuando me dijiste de mudarme. Tenía miedo de ser demasiado obvia, pero Jinx siguió diciéndome que era mi oportunidad —divaga Vi, suspirando—. Y sí, nada sobre mí saliendo de la ducha o haciendo deporte aquí era casual.

Caitlyn se ríe, dándole un suave empujón a Vi.

—Casi me volví loca por eso —dice, con una mueca molesta, jugando con Vi—. ¿Querías que saltará sobre ti para besarte como una loca?

—Hubiera estado bien —se ríe Vi, dándole otro beso en medio de la conversación—. Pero aún hay algo importante que quiero pedirte.

Antes de que Caitlyn pueda decir nada, Vi salta del sofá de un momento a otro. La ve desaparecer en su habitación, y oye los sonidos rápidos de como va abriendo puertas y moviendo cosas.

Minutos más tarde, Vi vuelve a aparecer en el salón, con las manos detrás de la espalda. Se ve nerviosa, de una forma linda, mientras da pasos cortos para acercarse al sofá de nuevo.

Cuando Caitlyn piensa que va a volver al sofá con ella, Vi se inclina hacia el suelo con una rodilla, mirando a Caitlyn con ojos brillantes.

Caitlyn se mueve en el sofá para quedar sentada delante de ella, sin saber que es exactamente lo que está ocurriendo ahora.

Vi no la hace esperar mucho, sacando de detrás de ella una pequeña bolsa que le tiende a Caitlyn.

Con cuidado, abre la bolsa, sin saber qué esperar. No había esperado nada de esto, para empezar. Es cuidadosa mientras saca lo que se siente como un collar de la bolsa bien cuidada. Sus ojos se amplían cuando finalmente lo ve, hay dos pequeños dijes en el collar, un rifle y un guante de boxeo.

—El rifle es lo que te representa a ti, a tu familia, y yo soy el guante de boxeo, como toda mi familia. Llevo con esto mucho tiempo, demasiado tiempo... Quería confesar hace mucho, pero estaba asustada así que lo mantuve conmigo por si alguien día...

—Es precioso —dice Caitlyn, aún mirando el collar con los ojos brillosos—. Es perfecto, Violet.

—Entonces, ¿quieres ser mi novia oficial, cupcake? —pregunta Vi, y Caitlyn rápidamente levanta la mirada del collar hacia Vi.

En unos segundos, se lanza contra la chica con cuidado, rodeándola con los brazos y empujándola al sofá de nuevo para poder besarla bien.

—Claro que sí —dice Caitlyn, riendo de felicidad—. Parece que tu plan salió bien y realmente acabe saltando sobre ti.

—Salió mejor que bien —replica Vi, también riendo.

—Pónmelo —dice Caitlyn, tendiéndole el collar a Vi.

En pocos segundos, esta ahí en su sofá de nuevo, besando a Vi como si fuera lo único que quiere hacer, con el collar colgando de su cuello.

Se siente más feliz y tranquila que nunca. Como si la vida fuera un sueño por primera vez en mucho tiempo. Ya no hay pequeños dolores en el fondo de su mente, ni otras preocupaciones.

No tiene que preguntarse de nuevo si verá a Vi con una chica nueva al final de la noche, si todas esas miradas son solo cosa suya o si esta fantaseando demasiado y siendo obvia con sus sentimientos.

Ya nada de eso la preocupa, Vi es suya ahora, y ella es de Vi también.

Finalmente, después de años de anhelo y dolor, están donde tienen que estar.

Juntas.

———————————————⌗ ❜ 25 años. ❀

Caitlyn entra a su apartamento, dejando caer su chaqueta en el sofá sin cuidado. Ha tenido un día complicado en la consulta donde está haciendo prácticas de enfermería ahora, y sabe que solo hay una cosa que puede relajarla.

Suspira de alivio cuando Vi ya está ahí, en la cocina preparando algo que huele estupendo. La cocina de Vi se ha vuelto incluso mejor con los años, y Caitlyn es una total adicta a ella.

—¿Cómo estuvo el trabajo? —pregunta Caitlyn, acercándose para darle un beso suave a Vi.

Todo lo demás parece borrarse de su mente cuando está con ella, y se siente cada vez más enamorada de la mujer. Es la única que consigue calmarla cuando está tensa.

Vi está trabajando en un nuevo taller de coches y, aun que le gusta el trabajo, sabe que siempre llega muy cansada a casa. Es por eso que no le gusta llegar tan tarde, sabiendo que su mujer necesita un tiempo de paz y tranquilidad en la cama antes de empezar el día siguiente, pero la consulta siempre está tan llena...

—Como siempre. Un asco —murmura Vi, volviendo a mirar la sartén que tiene en el fuego—. Al menos pude salir temprano, ¿qué hay de ti?

Caitlyn suspira, apoyándose en la encimera para ver mejor a Vi.

—Muchos pacientes al igual que siempre —responde, sonriendo cuando Vi le da una cucharada de la comida que está preparando para que la pruebe—. Oh dios, esto está buenísimo.

Oye la risa de Vi mientras ella se inclina hacia delante para qué Vi le dé más comida de la que está haciendo, pero acaba llevándose un beso suave en los labios. No es que se pueda quejar, también está muy contenta con ello.

Cocinar siempre ha sido muy complicado para Caitlyn, no es algo que se le dé particularmente bien. Y ni siquiera puede competir con todo lo que Vi sabe hacer.

—¿Falta mucho? —pregunta Caitlyn, moviéndose para rodear la cintura de Vi con los brazos—. Solo quiero cenar e irme contigo a la cama...

—Oh vaya, alguien está despertada hoy —bromea Vi, apoyándose más en el contacto de Caitlyn—. Tendría que haberme puesto algo más sexy.

—Ya estás muy sexy —dice Caitlyn, riéndose—. Bueno, todo lo que te pongas lo es.

—¿Seguirías viéndome sexy con una bolsa de basura? —bromea Vi, levantando una ceja para fijarse en Caitlyn.

—Incluso con eso.

Y Caitlyn esta totalmente segura de eso. Los músculos de Vi han crecido incluso más que antes, y todo en ella es llamativo, perfecto y sexy. No hay ninguna forma en la que pueda sentirse menos atraída por Vi, y su ropa no es nada para ella.

Vi es sexy tan solo existiendo para Caitlyn, es una adicta a ella.

Vi acaba la comida en unos minutos, y hablan sobre como les ha ido el día, y algunos cotilleos nuevos que saben. Aún siguen siendo mejores amigas, y eso facilita mucho su relación. Siempre tienen algo de que hablar, algo que ver juntas, o simplemente darse apoyo la una a la otra.

Caitlyn sabía que salir con Vi sería genial, pero es incluso mejor de lo que fantaseo todos esos años. No lo cambiaría por nada.

Come en un momento. Ni siquiera se había dado cuenta de lo hambrienta que estaba, ya que a penas había podido cogerse unos minutos libres antes de que más pacientes llegarán a la consulta.

—A la cama —dice Caitlyn, cuando Vi también ha terminado de comer.

Vi se ríe, pero le hace caso. Caitlyn recoge los platos rápidamente, metiendo todo al lavavajillas y siguiendo a Vi hasta el dormitorio. Se cambia a un pijama en un segundo, impidiéndole a sí misma mirar a Vi para no acabar saltando sobre ella en ese mismo momento.

Ahora, el antiguo dormitorio de Vi se ha convertido en una pequeña sala de juegos, y a veces pasan horas ahí dentro jugando al ordenador o practicando otras cosas. Es su pequeño espacio de aficiones para las dos.

Y, más importante que nada, duermen todas las noches en la misma cama. Es algo obvio en una relación, pero Caitlyn había estado deseando eso por tantos años que ahora parece un milagro.

—¿Y si no vamos mañana a trabajar? —susurra Vi, derritiéndose en los brazos de Caitlyn tan pronto como la mujer se tumba con ella.

Caitlyn se ríe, dándole un pequeño beso.

—Podríamos hacer eso, pero realmente necesitamos el trabajo —bromea Caitlyn, pasando una mano con cuidado por el cabello de Vi, sabiendo cuanto le gusta a la otra mujer que haga eso.

—Al menos tengo un lugar a donde volver después del trabajo —murmura Vi, cerrando los ojos para disfrutar más del toque de Caitlyn.

Caitlyn arquea una ceja, mirando a Vi con diversión.

—Claro que lo tienes.

Vi sonríe y tira suavemente del cinturón de la bata de Caitlyn, acercándola. Abre los ojos, y esa mirada intensa le recorre el cuerpo, sabiendo muy bien que es lo que quiere.

—Y a alguien con quien volver.

Caitlyn siente su corazón acelerarse, pero finge indiferencia. Sabe que caerá en unos segundos, ya lo está sintiendo, pero le gusta jugar con Vi al principio.

—¿Seguro que no estás aquí solo porque te doy café gratis?

Vi suelta una carcajada y la besa con fuerza, y ahí es cuando Caitlyn se pierde en las sensaciones adictivas.

—Tenemos que planificar unas vacaciones pronto —murmura Vi entre besos, mientras sus manos se deslizan por el cuerpo de Caitlyn—. Te necesito para mi sola durante más de un día.

—Sí, hagamos eso —suspira Caitlyn, perdida en las sensaciones de placer que le recorren el cuerpo con los movimientos de Vi.

Caitlyn piensa que, ahora más que nunca, tiene exactamente lo que siempre quiso.

Y, aunque podría haber sido antes, no cambiaría nada si eso la lleva a este mismo instante. Lo que tienen ahora es como un sueño, y las cosas solo parecen mejorar cuanto más tiempo pasan juntas.

Se conocen mejor que nadie, por lo que saben que límites no deben pasar en su relación. Saben que deben hacer cuando la otra está mal, o como ayudar. Siguen siendo Vi y Caitlyn, las mismas de siempre, solo que finalmente juntas ahora.

Siempre ha sido Vi para ella, y siempre lo será. La única que realmente importa.

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