El Dilema de Regulus Black

Harry Potter - J. K. Rowling
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El Dilema de Regulus Black
Summary
Le costó años lograr que su padre lo apoyara, aún cuando su madre y su hermano podían dar la vida por defenderlo, hacer que su padre lo hiciera válido como hombre era como una misión imposible. Llevaba poco más de un año que este al fin se había resignado y lo trataba como lo que era.Sin embargo, el dilema de Regulus Black no tiene nada que ver con su padre o con la sociedad, sino con él mismo. Porque sentía que no tenía caso su lucha para ser chico si iba y se enamoraba de uno.Menciones de otras parejas pero con menor relevancia, tales como:-Dorlene-Snily-Rosekiller (+pete)-Xandora

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Se consideraba afortunado, muy afortunado por la familia que tenía: lo apoyaban en sus decisiones y siempre estuvieron para él. Incluso su padre, quien al principio se mostró en desacuerdo, ahora daría su vida por defenderlo de todo aquel que esté en su contra.

Durante mucho tiempo se condieró heterosexual. Claro, desde su niñez se había dado cuenta de lo hermosas que se le hacían las chicas y de lo protector que se volvía con ellas; como en muchos casos, al principio pensó que era lesbiana, un clásico.

Desde los siete hasta los diez lo consideró así. No fue hasta que entró a Hogwarts que todo cambio. Cuando se dió cuenta de que no era una mujer, que nunca lo había sido y que simplemente estaba viviendo en un cuerpo equivocado. Pensaba mantenerlo en secreto, pero no duró mucho. Una semana después de darse cuenta, las escaleras hacia su dormitorio no lo dejaron pasar.

En vacaciones de invierno se lo dijo a su familia, quienes hasta el momento sabían que le gustaban las chicas. Fueron reacciones diferentes entre todos. Mientras que Walburga comenzó a llorar y lo abrazó, diciendo que estaba muy orgullosa de él, Sirius se golpeó a si mismo porque le había comprado maquillaje de regalo de navidad. Orión no mostró expresión alguna y se levantó de la mesa, dio la excusa que estaba cansado y se fue a su habitación. Su madre lo siguió dándole una sonrisa a su dos hijos y dejándolos solos en la mesa.

También recuerda que no fue hasta poco antes de entrar a su cuarto año que su padre un día le habló para aclarar las cosas. Le dijo que todo era muy nuevo para él, pero que con la noticia de que Sirius era gay (que también les había dicho ese verano), no le quedaba nada más que abrir los ojos y apoyarlos, porque al final de cuentas eran sus hijos, y solo a ellos los tendría en el futuro.

Ahora mismo tenía 15 años, se encontraba yendo hacia su sala común con sus mejillas sonrojadas y a paso rápido, entre más mejor. Su corazón latía a una velocidad impresionante. ¿La razón? James Potter.

No es que el chico en sí le haya gustado antes, aunque no negaba que era muy guapo, solo era el idiota mejor amigo de su hermano, eso era todo.

Entonces, ¿qué lo tenía en ese estado?

Iba saliendo del gran comedor con sus manos ocupadas cargando pergaminos llenos de dibujos que había estado haciendo. Eran más de los que imaginaba, pero no se atrevía a meterlos a su mochila por miedo a que se corriera la tinta.

En el pasillo pasando la entrada chocó contra él.

James Potter venía solo, algo extraño, pues parecía que lo habían pegado con pegamento a sus tres amiguitos ruidosos. Cuando chocaron, de las manos de Regulus se cayeron un par de sus pergaminos, quedando sus dibujos expuestos en el suelo. Sentía que se moría de la pena de que alguien a quien no le tenía confianza viera sus dibujos.

''Discúlpame, Regulus. No te ví.'' Dijo él, agachándose al mismo tiempo que el Slytherin para juntar los dibujos, acción que provoco que sus cabezas chocaran. ''¡Perdón de nuevo!''

Una pequeña sonrisa se expandió por sus labios. ''No te preocupes, está bien.''

Ambos juntaban papeles del suelo, James se detuvo, admirando uno. Un hermoso gato negro acurrucado en un sillón. ''Que hermoso dibujas.''

Ese fue el problema. Esas tres malditas palabras fueron la perdición de Regulus Black; volteó a ver al mayor con los ojos muy abiertos, su sonrisa siempre cálida provocaba que sus ojos se achinaran y sus lentes estaban un poco chuecos, haciendo juego con su cabello tan desordenado. El más bajito sintió en su pecho se instauraba un calor diferente a todo lo que había sentido antes, se sentía protector y muy cálido, como el chico que tenía frente a él, tendiéndole con una mano un par de pergaminos.

''Gracias.'' Susurró, apartando su mirada de esos ojos color avellana y tomando todos sus dibujos. Sin decir nada más, se fue en dirección a su sala común.

No podía sacar ese momento de su cabeza. El recuerdo de James Potter diciéndole que dibujaba hermoso y sonriendo lo hacía sentir bien. Y mierda, el sabía perfectamente lo que estaba pasando. El maldito y egocéntrico de James Potter lo había flechado.

Su querido mejor amigo fue el primero en darse cuenta, el primero en sacarle información, y por supuesto, el primero en estar en desacuerdo con ese crush.

''Tantas personas en Hogwarts, Reg. ¿James Potter?''

''Bueno, Severus, que él te caiga mal no lo hace menos lindo.'' Le dijo, abrazando la almohada de su mejor amigo. Había ido a refugiarse a la habitación del mayor aún sabiendo que este no tenía una buena historia con él. O al menos Severus había desarrollado ese rencor cuando el Gryffindor había estado andado con su novia. Claro, en su momento aún no era su novia, pero eso no lo hizo excusa para él.

''Es atractivo, si es a lo que te refieres. Pero, ¿lindo?'' Su ceño estaba fruncido mientras cerraba su libro de pociones con una pluma entre las hojas, posiblemente para no perder la hoja en donde se había quedado.

''Lindo.'' Cubrió su rostro con la almohada, sintiendo como se volvía a sonrojar por el simple recuerdo de haber chocado con él. ''¿Y si tiene novia?''

El mayor negó. ''No lo creo, ya ves como es de escandaloso, mínimo todo Hogwarts ya lo supiera.'' Le dio una sonrisa tranquilizadora. ''Y no es muy heterosexual, no te preocupes.''

El Black le lanzó una mirada interrogante ante esto último. ''¿Y tú cómo sabes eso?''

''Oh, ya sabes. El año pasado Dumbledore puso muérdago en los pasillos. Digamos que después de liberarnos me guiñó un ojo. Asqueroso.'' Contestó él, pasando una mano por su cabello lacio que le llegaba un poco más abajo de los hombros.

''¿Por qué no me habías contado eso?''

''¡Porque no es algo que quisiera recordar! Yo sí soy heterosexual, besar a un hombre, especialmente a Potter, no fue una experiencia maravillosa.'' Lo miró escandalizado, como si la simple memoria de ese beso fuera suficiente para traumatizarlo nuevamente.

''Oh, bueno. Solo tengo curiosidad, emm...'' Se quedó mirándolo por unos segundos, como si esperaba que le leyera la mente.

''Besa bien.'' Fue lo único que dijo, logrando darse cuenta de qué era lo que Regulus quería escuchar. ''Quiero decir, no es como si a mí me haya gustado, pero sé apreciar un buen beso.'' Se defendió inútilmente.

''Está bien, te creo, Sev. No tienes que volver a decirlo en cada oración, no le diré nada a Lily, Merlín.'' Se burló Reg. La situación le resultaba muy graciosa pues el sabía que el muérdago solo funcionaba en dos situaciones: uno, ambos quieren besarse; o dos, ayuda a romper una tensión no necesariamente romántica. El menor no dudaba que fuera la segunda, puesto que ambos en algún momento pelearon por Lily, quien se quedó primero con Potter y actualmente con el Slytherin.

''Solo me aseguro de que no pienses que me gusta o algo así, tienes libre el camino.'' Se defendió, poniendo sus dos manos a la altura de su cabeza.

Regulus rodó los ojos. La simple idea de estar con James Potter hasta hace dos horas aún lo disgustaba, pero después de ese pequeño encuentro en el pasillo había cambiado de opinión.

''¿Debería contárselo a Sirius?''

''No aún, ya sabes que es algo tonto. Creo que debes esperar un poco más, quizá hasta que estés bien seguro de qure sí te gusta. No queremos que Black vaya a hacer un comentario fuera de lugar y te haga sentir incómodo.''

El menor asintió, soltando un susupiro. Mierda, un pequeño dolor nació en su vientre. Cólicos.

''Voy a ir a mi cuarto por algo, me acompñas con Pomfrey?''

''Claro, aunque quedé de verme con Lily para la cena.''

Una mueca nació en el rostro del de ojos azules por el dolor, no era insoportable, pero era mejor no tenerlo. ''Claro, no te preocupes. Cenaré con Pandora probablemenmte, o quizá con Barty si es que ella no está.'' Le dijo, dándole una sonrisa y saliendo de la habitación de su amigo para ir a la suya, que estaba por el mismo corredor pero a un par de puertas de distancia.

Pandora era su mejor amiga, lo ha sido desde el primer año. A pesar de ella ser de Ravenclaw, solían compartir muchas clases y con el tiempo se hicieron amigos, Ella fue la primera persona a quien le contó sobre su identidad de género, y desde entonces ha estado para él en cualquier cosa. Su hermano mayor, Evan, iba en la misma casa de Regulus, Slytherin, pero debido a su gran 'amistad' con Barty Crouch Jr., solía pasar todas las comidas en la mesa de Raenclaw, aprovechaba y estaba con su hermana y su cuñado, Xenophilus. Regulus solía estar en ese grupito desde hacía unos años, específicamente desde segundo grado, cuando Pandora le confesó que era novia de Xenophilus.

La parada en la enfermería fue corta, unas milagrosas pastillas que hacían que todo tu periodo te bajara en pocos minutos. Sumamente doloroso, pero valían por completo la pena.

''Entonces, ¿vas a cenar con Lily?'' Le preguntó mientras se iban en dirección al gran comedor.

El más alto asintió en silencio, leyendo cuidadosamente el libro entre sus manos. Era su libro de pociones de sexto grado.

''¿Qué tanto le ves a ese libro? Ultimamente te he visto más tiempo con eso entre tus manos que estando con tu novia.''

''Estoy memorizándolo y corrigiéndolo.'' Le dijo él, cerrando su libro. ''Hay muchas cosas aquí que podrían hacerse mejor con experiencia. Afortunadamente para mí, lo que tu llamas 'tiempo perdido' en el laboratorio y biblioteca, yo lo llamo experiencia suficiente para poder reescirbir este libro de principio a fin.''

El menor alzó sus cejas ligeramente sorprendido. ''Entonces memorizas libros de pociones. ¿Acaso ese es tu nuevo hobby?''

''No memorizo libros, estudio las pociones.'' Lo corrigió Severus. ''Es muy diferente.''

Regulus asintó, fingiendo que lo comprendía; las pociones eran una materia que le encantaba, podía decirse que era la materia que más se le facilitaba y por ende tenía buenas calificaciones, pero no podía entender la pasión que su mejor amigo tenía por eso. Para él era una simple materia más, como todas.

Llegaron al gran comedor, donde habían muchos alumnos hablando y disfrutando de una increíble cena. Regulus miró hacia el techo. Cientos de estrellas estaban brillando encima de ellos, era una noche despejada y lucía muy hermosa. Algo que a Regulus Black le encantaba era la astronmía, era su materia favorita en todo Hogwarts. Desde su hogar siempre se les enseñó mucho a su hermano y a él acerca de ello, pues los Black tenían la tradición de poner nombres de estrellas por el legado de grandes astrónomos en sus antepasados. Él y su hermano tomaron Astronomía como materia en tercer grado, y hasta el día de hoy no había clase a la que faltaran.

Se depidió de su mejor amigo con una sonrisa, pues él se fue hacia la mesa de Slytherin, donde Lily se encontraba hablando con Dorcas, esperándolo.

Regulus tomó asiento al lado derecho de Pandora, entre ella y Evan. Le sorprendió lo brutalmente ignorado que fue cuando llegó, pero el rubio rapidamente lo incluyó a la conversación.

''Regulus, dice Barty que debería pintarme el cabello. ¿Qué opinas?'' Sacó su varita, apuntándola a su cabello y haciendo un rapido 'glamour'. El cabello que antes era de un tono rubio dorado ahora había pasado a gris.

El Black arrugó la nariz. ''Pareces anciano.''

Barty comenzó a reir, su cara poniéndose roja. Evan lo miró con cierta molestia. ''¡Tú fuiste quien sugirió este color!''

''Bueno, yo no te veía como anciano, quizá como un hermoso albino.'' Pellizcó su nariz con diversión. ''Aunque un poco bronceado.''

Regulus sentía que estaba ahí de mal tercio.

''Prueba con naranja.'' Le sugirió el Ravenclaw.

Evan hizo una mueca de disgusto. ''¿Y parecer uno de los gemelos Prewett? Dios, creeran que soy Gryffindor, que asco.''

Pandora se unió a la conversación al escuchar lo dicho por su hermano. ''Vamos, Evan. No es tan malo ser de Gryffindor. Todas las casa son buenas.''

''Excepto Gryffindor.'' Dijo Regulus, dándole la razón a su compañero de casa.

Un pequeño golpe de pergamino en su cabeza por parte de la chica a modo de regaño lo sorprendió.

''¿Qué? Solo estoy diciendo la verdad.''

Evan se rio junto con él, fingiendo que no lo hacía cuando su hermana lo miró amenazante. A barty no le importó, soltó una carcajada libremente.

Continuaron la cena entre pláticas y un par de risas. Una voz muy peculiar llamó la atención de Regulus. Su querido hermano: Sirius Black.

El mencionado iba entrando al gran comedor en crop top, un tipo de ropa que se había hecho común en él desde mediados del año pasado. Llevaba su cabello en una coleta agarrada con su corbatra y su varita, se podía ver un poco de sombra negra en sus ojos y unas cejas muy bien peinadas.

''Super gay.'' Susurró Evan. Barty asintió de acuerdo. ''Me sorprende que hay quienes aún no se dan cuenta.'' Dijo este último.

Tan solo unos pasos atras venía James Potter. La respiración del Black menor falló por un momento al verlo. Aunque él iba vestido como solía hacerlo todos los días (con una camisa roja, unos jeans negros y unos converse rojos junto con su cabello y lentes desordenados) esta vez la vista se le hizo majestuosa. Tuvo que ocultar su sonrojo detrás de su vaso de jugo de uva. ¿Por qué le estaba pasando a él? ¿Qué su mente no entendía que el hecho de que le gustaran los hombres lo hacia sentir disforia?

Pandora lo miraba con una ceja alzada por su sonrojo. Ella siguió su mirada hasta toparse con James Potter, quien se estaba sentando a un lado de Peter y daba un mordizco a su tarta de manzana.

''Oh.'' Fue lo único que dijo. Entrelazó sus dedos con los de él por debajo de la mesa, en señal de apoyo.

Regulus no sabía como describir lo mucho que adoraba el tipo de persona que su mejor amiga era.