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Topanga Karate había sido un dojo muy agradable para Devon Lee, el entrenamiento era más relajado pero Devon se seguia enfocando en mejorar sus debilidades en el karate. Era demasiado pacifista para su gusto, pero honestamente no le importaba mucho.
Como su día a día se volvía cada vez más gris, más apagado; al menos podía enfocarse en algo así no caía en la depresión. Incluso pensó en ir a terapia, definitivamente lo necesitaba. Por suerte, las salidas con sus amigos más cercanos también la distraían y ayudaban indirectamente. Podían hacerla reir, cuando tal vez era lo que más le costaba hacer en la semana.
Desde el viaje a México hablaba muy poco con Miguel, quién parecia tener toda su atención en Samantha y eso le molestaba en cierto punto. Pero mucho no se preocupo, gracias a que su mejor amigo Anthony siempre estuvo a su lado para apoyarla y darle fuerzas, e incluso Tory Nichols hacia espacios en su agenda para salir a merendar con Devon. Las dos eran parecidas, empatizaban mucho con la otra y se podían entender casi a la perfección. Hablaban de cualquier cosa, desde lo más superficial hasta lo más profundo que pase por sus mentes.
—Entonces.. Robby te cortó por eso?–inquirió mientras tomaba su malteada, la ojiverde asintió
—Es rídiculo, entiendo que le desagrade Cobra Kai pero tampoco puede cortarte por una razón tan tonta–bufó
—Si, opino lo mismo. Eso me ha estado distrayendo últimamente, siento que estoy desenfocada en el karate.. mucho más que antes–suspiro y tomó su café frio
—Deberian hablar, sin dudas–Tory asintio y levantó una ceja al instante
—Tu también deberias hablar con Miguel, hay cosas ahí sin arreglar
—¿Eso crees? No me ha escrito desde que volvimos de México, puede que se haya decidido por Samantha..–bajó la mirada y jugo con la bombilla de su malteada
—No puedes saberlo si no hablas con él–la miro—.. o te pone mal todo lo relacionado con el?
—Más o menos. Tengo suficiente con lo de mi familia, siento que si lo enfrento voy a obtener respuestas que no quiero escuchar–tomó de su malteada, la rubia la miro apenada
—Pero no sabes que respuestas vas a escuchar–devon la interrumpio—Puedo suponer cual sera
—Insisto, habla con él. Yo, en ese entonces lo hice y al menos me quede sin dudas–la pelinegra la miro—No puedo creer que salieras con Miguel, nunca pensé que fuese tu tipo
—Bueno, no me conoces lo suficiente.. todavia–le sonrio ligeramente
—Como esta todo en casa?–preguntó Devon tranquilamente, cambiando de tema
—Más o menos, mamá se puso feliz cuando le conté que gane un trofeo–bajo la mirada melancolica
—Su salud empeora–suspiro, Devon la miro con tristeza
—Intenta pasar más tiempo con ella, cualquier tiempo libre que tengas usalo. Y no te preocupes, seguro esta muy orgullosa de ti–Tory la miro y rápidamente desvio la mirada. El tema del soborno al arbitro daba vueltas en su cabeza constantemente, se sentia un fraude por completo.
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—Por favor, no te golpeé tan fuerte–dijo Devon después de derribar a su compañero de practica con una simple patada
—Esa fue una patada fabulosa Devon, pero recuerda que aquí todos somos amigos. Ten cuidado con la agresión, bueno?–dijo su senseí Rosenthal, la pelinegra rodó los ojos
—A mi me parecio una pelea perfecta–mencionó Terry Silver, que habia recién entrado al dojo—Terry! Me alegra verte–el senseí se acercó hacia Silver, Devon miro a todos los Cobra Kai confusa. Hasta le dio una mirada a Tory, quien se encogio de hombros.
—Clase, reunanse por favor–habló en un tono suave, como de costumbre—Tengo un.. anuncio agridulce que hacerles, el senseí Terry Silver me hizo una oferta muy generosa–se dirigio a todos sus alumnos
—Y me enorgullece decir que Topanga Karate está ahora bajo una nueva dirección–la pelinegra en su gi azul seguía mirando confundida a su senseí y a los Cobra Kai—Estamos encantados en ser parte de la familia Cobra Kai
—Gracias senseí–comenzó a caminar por el dojo mirando a los estudiantes—Se preguntaran que significa esto para el futuro de su dojo, si, habran algunos cambios–explicó—Todos para mejor. Y espero que no les importe que sus cuotas sean más bajas–algunos rieron, Devon siguio seria observandolo
—Se les asignara un nuevo senseí, por hoy la senseí Kim y el senseí Hyan Woo–siguio hablando y al lado suyo el senseí Rosenthal le susurró confundido
—¿Me estas reemplazando Terry? Este no fue el trato que hicimos
—Desde hace unos años Topanga Karate ha experimentado pérdidas a diestra y siniestra. Eso termina hoy–Devon lo observó con el ceño fruncido, que tipo más rídiculo
—Mis nuevos senseís harán de todos unos ganadores, como nuestra campeona del All Valley Tory Nichols–ella dio un paso adelante
—Si quieren que les enseñe lo mejor de lo mejor, vengan y tomen un gi–otro senseí, llamado Odel, abrió una caja llena de gi's nuevos y limpios
—Si quieren renunciar, al menos tomen un termo de cortesía del senseí Bacaria–el mencionado abrio una caja lleno de termos—Como mi regalo para ustedes
Varios estudiantes aceptaron, por no decir literalmente todos; tomando el gi negro caracteristico de Cobra Kai. En cambio, Devon conservó el azul electrico de Topanga Karate pero se quedó en la clase. Se formo como si fuera cualquier otra clase y prestó atención, como comunmente hace en cada una de ellas.
—Formen parejas; golpe de cuchillo, el golpe de palo, golpe de revés, cinco arriba y cinco abajo–habló la intimidante senseí Kim Da-Eun—Comiencen!–dijo por último en coreano.
Devon miro al chico con él que entrenaba antes pero la dejo de lado sin dudarlo. Ella lo miro haciendo una mueca, cuanta cobardía. Así que se fue sola a practicar con un muñeco, sin notar que Tory Nichols la miraba desde lejos.
Siguio golpeando el muñeco con cada vez más furia, odiaba la idea de traicionar a su senseí pero al mismo tiempo se sentía algo nuevo en el aire las veces que pensaba en que ahora aceptó estar bajo el mando de Cobra Kai. O bueno, no del todo. No había algo que la terminara de convencer de usar aquel gi soso de color negro.
—Te romperas la mano si golpeas así–la rubia, que la habia estado observando desde hacia rato se le acercó a decirle eso
—Se muy bien lo que hago–Devon Lee odiaba ser corregida por alguién más, solo ella misma podía notar sus errores y mejorar según su orgullo—Entonces golpeame–la desafió y la pelinegra se puso en posición y lo intentó, fallando en el intento ya que la ojiverde cazó su mano con rapidez
—Incorrecto–la voz de la experiencia habló, se acercó al muñeco y le mostró como golpear correctamente
—Debes mantener el lado de la mano afilada, como un cuchillo–Devon sonrio y asintio, haciendole caso y notando que tenía razón
—Mejor, pero no mucho. ¿Porque sigues con ese gi? No crees ser buena para Cobra Kai?–preguntó divertida Tory pero Devon se lo tomó medio mal
—Aún estoy viendo si tu dojo tiene lo que se necesita para ganar–Tory rodó los ojos
—No te preocupes, porque lo tenemos–la miro atenta—Estas segura? Tú eres un caso aparte, tu dojo juega sucio
—Si crees eso, entonces, porque sigues aquí? Tuviste que haberte ido con el estúpido termo que ofrecieron–la pelinegra desvio su mirada, tory tragó saliva. Su dojo si jugaba sucio, siempre.
—Mi mamá siempre decia..–bajo la mirada—La única forma de preever es rindiendote
—Era una mujer inteligente.. lo siento–la pelinegra negó con la cabeza—No hiciste nada, soy yo quién esta desconfiada sobre tu dojo.. me encantaría patearle el trasero al cáncer. La extraño mucho–Tory la miro con tristeza
—Se como se siente–afirmó, Devon ya sabía eso—Pero debes tomar toda esa ira y ponerla en tu puño, yo no soy tu enemiga, este dojo tampoco–ella asintió, Tory tenía razón. Probó con intentar de nuevo el golpe en el muñeco y le salió mucho mejor
—Paren–habló en coreano la senseí—Ya vi suficiente, usan su fuerza para entrenarse mutuamente.. ahora seran los unos contra los otros
—Nichols, preparalos–se dirigio a la ojiverde.
Tanto Devon como Tory se miraron mutuamente confundidas, o bueno más bien Devon pero le hicieron caso a la senseí Kim y formaron uno al lado de la otra, junto a los demás estudiantes.
A través del ventanal de aquel dojo, Johnny Lawrence enojado maldecía por lo bajo al ver a su ex-alumna en una clase de Cobra Kai, estaban estirando para pelear uno contra otros.
—En corea nuestros estudiantes escalaban la montaña más alta del continente, con pesadas mochilas llenas de solo agua. Entrenabamos en la cima mucho después de que el sol se pusiera y las noches se volvieran frías–Devon la escuchó con atención, le parecía interesante
—Yo entrenaba entre ellos, llevaba DOS mochilas pesadas–aclaró mientras seguía hablandole a los alumnos—Mis estudiantes eran decididos, veere lo decididos que son ustedes
—Ustedes dos, arriba–las señalo a Tory y Devon, ellas se miraron entre sí y se encogieron de hombros antes de levantarse, y ponerse enfrentadadas con una mesa negra en medio de ellas
—Toma esto–él senseí Hyun woo le mostró un palo de bambú a Devon
—Detenla–se dirigio a Tory y lo puso en medio—Usa cualquier medio necesario, tienes un minuto
—Comiencen–mencionó en coreano
Las dos adolescentes comenzaron el combate sin dudarlo. A devon le encantaba los desafios y la competencia, se puso en posicion de guardía y intentó agarrarlo, falló y hizo una patada giratoria, fallando de nuevo. Lo tomó con rapidez cuando Tory seguía mirando el palo.
—Si, lo logré!–dijo sonriente Devon, la senseí tomo su palo y lo puso enojada de nuevo en el centro de la mesita negra
—El camino del puño significa que no te contienes, no te guardas nada. O es esto lo que significa ser un campeón en Estados Unidos?–cuestiono con desdén
—Otra vez–Tory la miro mal a la senseí. Devon intentó distraer a Tory, pero ella era más rápida y logró patearla con facilidad en el estomago
—Ay!–gritó Devon, la rubia la miro triste
—¡Más fuerte!–volvió a hablar la senseí. La pelinegra intentó una patada que la ojiverde esquivó con facilidad, volvió a intentar con golpes más directos, y con rapidez tomó el palo pero Tory piso su mano y de una patada la mando hacia atrás.
—¡Más fuerte!–la senseí la golpeó en los gemelos a la rubia con un palo, ella jadeó del dolor y su mandíbula se apretó.
—No aceptamos la derrota, no aceptamos la rendición. Lucha como si este día fuera el último–fue determinante
Devon y Tory pelearon más seriamente, a la azabache le costaba mucho seguirle el ritmo o bloquearle los golpes así que saltó hacia ella, intentando que un golpe pueda llegarle a la rubia. Así aprovechó y tomó el palo, pero Nichols se lo quitó de una patada, y con un combo giratorio la hizo caer. Se terminó acercando ferozmente hacia Devon, rápidamente se arrepintio retrocediendo.
—Muy bien. Fuerza, determinación. Ese es el camino del puño, nada menos, recuerdalo–le habló intimidante a Tory—La clase termino–todos se despidieron con una reverencia, excepto Devon que había salido corriendo del lugar
Devon no pudo soportar lo que habia ocurrido, asi que huyó, como siempre hace cuando se siente acorralada; o como siempre hacia su padre cuando discutia a gritos con su madre en aquellas madrugadas de verano. Podía sentir el sabor amargo en su boca mientras se alejaba lo más posible del dojo, habia sido completamente humillada; y por su mejor amiga. Pero lo dudó, dudo tantas cosas conforme avanzaban más sus pasos. Se preguntó si era tan malo haber perdido así, porque empezó a considerar que no era así. Maldijo internamente al haber salido corriendo tal y como lo hizo, porque es literalmente lo que su padre siempre hace; huir. Y la pelinegra podía ser cualquier cosa, menos, tener las actitudes nefastas de la persona que más odia con todo su corazón.
El odio que le tenia a su propio padre era irreversible, a veces esperaba que se transformara en indiferencia. Ni ella misma podía creer la repulsión que le generaba alguien de su propia familia. Alguien que, hace unos años era la persona la cual más confiaba y quería mucho. Pero la confianza se pierde, las relaciones se atrasan y las familias se rompen, en tantos pedazos que ni siquiera el mejor pegamento lograba pegar.
Estas enseñanzas eran nuevas para ella, muy nuevas. Demasiado fuertes y poco correctas para los propios límites de Devon Lee. Pero puede que, detrás de la novedad, la competividad y la búsqueda de sacar lo mejor de sus alumnos; la hayan comprado a la pelinegra también. Que tan absorta en sus pensamientos, no notó como a lo lejos una rubia en un gi negro la llamaba intentando obtener su atención. La siguio e intento captar su atención como pudo, al no lograrlo optó por tomarla del brazo
—Dev, porque te fuiste asi?–Devon bufó y la miro seriamente—A ti que te paso, Tory.. ¿que fue eso ahi dentro?–dijo en un tono mordaz
—Lo siento, no quería ser así..contigo...–la pelinegra suspiro agachando su mirada
—...Esta bien Tory, no es tu culpa. Esa senseí te estaba presionando, demasiado–se rascó la cabeza incómoda
—Y creo que eso es lo que yo necesito, que me presionen. Necesito competir porque es lo que mejor se hacer–Tory la miro
—¿Estas segura? Sabes Devon, lo pensé mejor.. y no creo que Cobra Kai sea un lugar seguro para ti
—¿Piensas que no es un lugar seguro para mi, porque salí corriendo?–respondió con el ceño fruncido—Ten por seguro que no pienso huir nunca más
—Devon, tienes que escucharme–la azabache negó con la cabeza—Creo que tu dojo tiene lo necesario para hacerme una campeona, tenias razón
Aunque Tory quiso protestar, Devon Lee ya habia seguido su camino hacia las garras de aquel intimidante dojo y cayó ante la tentación de usar su oscuro gi.
Se lo comprobó a la pobre Tory; que comprendió su equivocación por completo cuando la senseí Kim Da-eun la golpeaba a ella misma con un palo de bambú, y se cuestionó si siquiera podría proteger a Devon Lee de Terry Silver. Eso era lo que más la irritaba, seguir junto a ese deplorable ser, y saber que; tendría otra responsabilidad sobre sus hombros.
Que Devon Lee no fuese consumida por Cobra Kai, tal y como ella lo fué. Porque veía a su reflejo en aquellos cabellos castaños oscuros que caían por esos hombros bajo el viento de la noche en plena calle del Valle, alejandose con prisa y confianza de su presencia.
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Ni siquiera la persona más random del momento pudó predecir como al siguiente dia Devon Lee abría la puerta del dojo Cobra Kai en el barrio de Encino, para unirse a sus clases con el gi negro desde ese instante en adelante.
Decidida, entró con confianza hacia esta nueva etapa en su vida; ¿Quien sabrá cuanto durará?
Todos los Cobra Kai giraron su mirada hacia Devon Lee, la antigua Eagle-Fang que ahora caminaba con un gi oscuro de Cobra Kai. Una rubia, que estaba estirando junto a los otros, la miro seriamente y se acercó hacia la recién llegada con un bolso.
—¿Que haces aquí? ¿No habias renunciado?–la cuestionó con cierto tono de preocupación—Me venciste en la colchoneta pero solamente pierdo si me rindo, me gustó eso–Tory suspiro, apretando la mandíbula
—Señorita Lee, ve a hablar con la recepcionista. Ella te dara un pase por si quieres entrenar fuera de horario–Terry Silver se dirigió hacia Devon, con Kim Da-Eun a su lado. Tory la miro con algo de decepción, Devon ya habia hecho su decisión y no habia vuelta atrás sin importar cuanto le intentase explicar lo peligroso que era Cobra Kai.
—Por supuesto, estaré encantada–sonrió la pelinegra y caminó hacia la recepcionista con su bolso negro en mano, y decidida a formar parte de este dojo.
Q
uien hubiese pensado que Devon Lee había considerado a Cobra Kai como la mejor opción en todo el valle.
Johnny ya no estaba, su amada madre tampoco. Miguel no hablaba con Devon desde lo de México y ambos parecían seguir evitandose, para evitar la incomodidad de hablar sobre sus sentimientos. Anthony estaba a su lado, Tory al otro lado. Pero Devon necesitaba desquitarse, necesitaba la ira que le inspiraba la ofensiva enseñada en Cobra Kai. Necesitaba eso, necesitaba enfrentarse a las adversidades y pelear con sus más feroces garras.
Devon Lee, estaba cayendo en un punto muy bajo según su moral. Siempre criticó internamente las enseñanzas en Cobra Kai, pero quería sacar lo mejor de si misma. En su confundida mente, ser una campeona era la opción perfecta de distracción ante los depresivos días de su corta vida. Ser una campeona, no era solo un reconocimiento de haber mejorado completamente sus habilidades; si no también algo que mejoraría su ánimo y le traeria cambios personales en su forma de verse a si misma, ya no sería una cobarde que huye. Ahora, Devon Lee podía ver las posibilidades de ser una luchadora que gana.
Seguia participando en el dojo día a día, alejandose cada vez más de lo que alguna vez conoció como Eagle Fang. Su competitividad interna arrasó con todo, y por eso sus horarios se veían ocupados con viajes diarios hacia el dojo en Encino. Aunque los entrenamientos sean muy agotadores según su punto de vista, eran lo justo y necesario para ser una campeona.
—Nos exigen mucho últimamente, parece como si nos estuviesen preparando para un combate. Pero, contra quién pelearemos?–le preguntó a Tory mientras seguía practicando con constancia golpes y patadas al aire junto a flexiones. Tory la miro y simplemente la ignoró, la pelinegra rodó los ojos y frunció el ceño
—Aún no me quieres aquí, no? Porque estas tan rara conmigo?–le preguntó en un tono mordaz, Tory la interrumpió
—Porque no deberias estar aquí–Devon rodó los ojos—¿Te asusta llegarme a considerar una competencia? O que yo pueda robarte la corona?–le preguntó soberbia, la rubia bufó
Devon, honestamente no creía ser una competencia para Tory, pero seguía sin entender su indiferencia. De hecho, quería aprender de su resiliencia y de como la rubía afronta las situaciones que se presentan en su dia a dia, quería no huir, tal y como Tory hace. Enfrentarse.
Pero la actitud que estas últimas semanas había tomado Tory Nichols contra Devon Lee en el dojo no le gustaban en lo absoluto a la azabache, que sabía que probablemente de que la rubia solo quería cuidarla, apesar de ello; la azabache no consideraba que deberían cuidarla, a ella nadie la cuidaba, ni siquiera su padre, recientemente convertido en un borracho tras la muerte de su madre.
Entonces, ¿que buscaba tory? ¿que tan malo podria ser Cobra Kai? Devon no había notado nada fuera de lugar en estos últimos dias, únicamente habia sido capaz de notar la constancia rigurosa que se manejaba en cada clase. Puliendo cada detalle, buscando la mejora en cada estudiante.
La pelinegra, que se encontraba prácticando ferozmente, se rio ligeramente cuando a su lado un pequeño Kenny Payne seguía las ordenes de Kyler Park, el bully de la secundaria.
Le parecía rídiculo como entre matones, habían ciertos niveles entre cada uno. Pero más rídiculo le parecia, ya que Kenny era notablemente más talentoso en los entrenamientos que Kyler.
—¿En serio vas a simplemente hacerle caso?–le habló algo burlona, Kenny la miró de mala manera.—Ocupate de tus propios asuntos–le susurro, la pelinegra se encogio de hombros. Rápidamente entraron todos los senseís, haciendolos formar.
—El mundo lo conforman dos tipos de personas; lideres y seguidores–comenzó a hablar Terry Silver—Cobra Kai o una unidad militar.. necesita ambos para funcionar con éxito
—Así que, los dividiremos por parejas–les siguio hablando a los alumnos del dojo
—El objetivo de cada pareja es anotar un punto contra un oponente que los supera. Solo un liderazgo sólido les permitira prevalecer–dijo la senseí Kim Da-Eun
—La sensei Kim se encargara de las chicas. Los chicos se quedaran aquí. Muy bien, separense–todos los alumnos se separaron por género. La senseí Kim miro hacia la azabache, sería en una esquina del dojo.
—Lee, Nichols–la azabache se levantó sin dudarlo, la rubía también. Ambas saludaron con una reverencia, poniendose al lado de la otra
—Posicion de combate–se pusieron en guardia. Devon intentó atacar primero pero con una rápida patada la senseí la mando para atrás
—Oye, que haces? Trabajamos juntas–la rubia se dirigio hacia la recién golpeada
—¿Ahora trabajamos juntas, con tu indiferencia? Fuera de mi camino, yo puedo con ella–volvió a avanzar, retrocedio evitando una patada pero la volvio a derribar haciendola girar por los aires, golpeando luego a la rubia. La senseí Kim les estaba pateando el trasero.
—Bueno, si trabajamos juntas–Devon la miro dolorida a Tory y está le asintió
—A tu izquierda–ambas adolescentes chocaron y giraron por los aires, cayendo fuertemente al suelo. Devon gimió del dolor, Tory se paró rápidamente
—¿Que fue ese ruido? ¿Fue de dolor? El dolor no existe en este do–Devon suspiro y habló rápidamente—¡No Senseí!–la rubia miro a Devon y le susurró—Yo arriba, tu abajo
La azabache entendió al instante, y cuando Tory se le abalanzó a atacarla por arriba a la senseí, Devon se dio la vuelta acercandose rápido y golpeó con patadas sus gemelos rapidamente haciendola caer de rodillas. De un golpe seco de puño hacia el estomago junto a atrapar sus piernas bloqueando una patada, la senseí se saco de encima a Devon pero eso le dio el tiempo necesario a Tory para a asestarle una patada directa a la cara haciendola caer fuertemente para atrás.
La senseí Kim, bastante sorprendida, finalizó el combate.
—Esto es exactamente a lo que nos referimos con lider y seguidor. Ambas, pueden sentarse.–las miró con algo de orgullo, hasta a Tory; a la cual no le tenía confianza en lo absoluto.
La ojos cafe oscuro se acercó a la ojiverde que tomaba agua fuera del dojo, mirando hacia la prueba masculina. A Kenny lo estaban golpeando muchísimo.
—Sabes, estuviste bien allí–le dijo la rubia
—Gracias, pero tu me lideraste. Así que en teoría es todo mérito tuyo–Tory sonrio
—De ambas
—La verdad, no se como pude pensar que algo estaba mal entre nosotras. Pero algo esta raro, no creo que sea una competencia para ti pero siento que no eres de todo honesta conmigo–Tory suspiro
—No es que no quiera ser honesta, eres terca Devon y tampoco escuchas. Si no me escuchabas recién en el combate a lo último, estariamos como el chico Payne recibiendo golpes a lo loco.–la miro triste—Nunca te veria como una competencia, eres mi amiga Devon, mi mejor amiga–la azabache a su lado se recostó sobre la pared
—Tampoco es que no quiera escucharte, lo intento Tory pero exageras. Este lugar no es tan malo–la ojiverde negó con la cabeza decepcionada—Ahí vamos de nuevo..
La conversación se vio interrumpida, las dos chicas giraron su cabeza hacia el combate masculino y se acercaron misteriosamente a ver que ocurría. Kenny se parecía estar peleando con Kyler, y luego se fue hacia el despacho de Silver a hablar con él. Kyler se quedó en el una esquina del dojo, refunfuñando.
Por el otro lado, en el lado femenino, sin contar a Tory y a Devon; las demás peleadoras femeninas eran derrotadas con demasiada facilidad. Así que ambas se sentaron al lado de las demás estudiantes, Devon la miro a Tory como si le preguntara de volver al combate con la senseí Kim con solo su mirada de bambi.
—¿De verdad quieres volver allí? Nos pateó el trasero y fue dificil darle un solo golpe porque bloqueaba y esquivaba todo–dijo la rubia
—No me asusta que me pateen el trasero, si es lo que hace falta para mejorar–respondió con determinación
—Si volvemos, escuchame bien y sigueme–la azabache asintio sin dudarlo
—Estamos aquí para pelear, no para chismosear. ¿Piensan que porque lograron anotar un punto tienen el derecho de hacer cualquier cosa de lo que resta de la clase? La perfección requiere sacrificio, y la distracción no es aceptada en mi dojo–se dirigio hacia todas
—¿Ninguna va a pelear?–dijo con algo de soberbia. Devon y Tory se pusieron de pie—Nosotras–hicieron una reverencia
—En posicion–las dos chicas se pusieron en guardía, mirandose entre sí—A tu izquierda–cada una avanzó intentando darle golpes a la senseí, pero ninguna lo lograba. Ambas estaban siendo superadas facilmente por la senseí, quien bloqueaba defendiendose y atacaba ferozmente a la perfección. Tory le dio una rápida mirada a Devon, ella lo entendió en un instante sin la necesidad de palabras de por medio. La rubia atacó en lo alto, y de imprevisto Devon intentó derribar a la senseí. Atacar los puntos bajos, las debilidades de cada luchador era algo que Devon habia analizado y utilizado a la perfección no solo en este combate, si no que el de hace varios minutos. Estar en Cobra Kai, estimuló su capacidad de reaccionar ante un adversario muchisimo más superior. Y, tras unos arduos minutos ambas atacando por diferentes áreas; Tory logró asestarle un golpe a la senseí Kim, que la hizó flaquear por un momento. Pero con enojo, luego de eso logró derribar a Devon con facilidad nuevamente, ahí Tory se interpusó. Siendo golpeada en un gemelo, haciendola caer de espaldas y recibiendo una patada en la cara. Cuando estuvo por recibir un golpe final, Tory la bloqueó rápidamente.
—Si hubieras sacrificado a tu peón, hubieras conseguido tu punto–la sensei Kim se dirigió hacia Tory, está respondio—No hay puntos en el mundo real
—Pero los hay en este ejercicio, y tu pierdes–la senseí Kim había logrado los tres puntos con tanta facilidad, que sus pocos segundos de flaqueza donde la rubia había logrado encajar un punto eran vistos como un gran logro para ambas adolescentes que se miraban mientras Tory le daba la mano para levantarse
—Lo hicimos bien. Hubieras dejado que me golpeara para marcar un punto
—Entonces no sería una buena líder–Devon le sonrió y Tory le dio una palmadita en la espalda, para ambas retirarse del dojo. No sería buena idea enfrentar de nuevo a la senseí Kim, en dos combates lograron al menos un punto; uno, que la tomó por sorpresa y otro, que surgió entre tanta ofensiva y defensiva de ambas partes. Esto hablaba, bastante bien del duo que ambas chicas hacian.
Las dos se alejaron, y dirigieron su atención a la rama masculina; donde Kenny Payne al parecer habia tomado el liderazgo, y habia superado al senseí que Silver habia asignado para la tarea. Era de esperarse, sin dudas. Pero aún así, se llevo varias miradas curiosas y sorprendidas de todo el dojo.
Devon se quedó prácticando luego de los combates junto a Tory, perfeccionando su técnica y la rubia ayudandola en el camino. La azabache a veces no entendía la insistencia de Tory porque deje Cobra Kai, incluso llegó a arremeter contra ella diciendo que era por competitividad, aunque sabia que no era así. Pero algo que sabía Devon Lee, era que en algún momento debía ponerse un límite, porque pasar de huir a enfrentar no parecía malo; pero llegar hasta provocar era una línea más por encima que no debía pasar. Aunque ya lo haya hecho. Puede que desde el momento que tomó la ira, y actúo inmaduramente insultando a Samantha LaRusso; supo qué, su camino era este mismo.
—Oye, tú–Kenny, que se despedía de los demás chicos del dojo giro su cabeza hacia Devon de mala gana—¿Que quieres?–la azabache rodó los ojos—Me resultas odiable, demasiado. Pero tenia razón, no crees?–el adolescente dudó por un momento, y luego de suspirar pesadamente asintió ligeramente
—Si, la tenías Devon. Quieres que te diga gracias o qué? Por darte de cuenta de algo obvio
—Bueno, no sé si tan obvio. Que nisiquiera tú te diste cuenta de tu capacidad de liderazgo si no fuese por Silver–se rio de él, y se alejó dejandolo solo en la salida pensando en la rara interacción que tuvieron, y en sus últimas palabras. Devon, la rídicula amiga de LaPusso había notado un liderazgo en él, antes que él mismo.
Todos sabian que Anthony LaRusso y Kenny Payne no se llevaban para nada bien, y Devon Lee al ser mejor amiga del primero; siempre iba a estar en el medio apoyando a Anthony. Le caía demasiado mal Kenny, lo odiaba en cierto punto; porque no hay nada que le incomode más a Devon Lee, que el hecho de que molesten a los suyos. A ella le importaba muy poco que su mejor amigo estuviese en Miyagi-do entrenando, y ella en Cobra Kai. Su amistad es más importante que donde cada uno practica karate, según su punto de vista.
Pero también, lograba sentir pena por Kenny cuando a este lo reducian a ser un seguidor más del matón superior. Devon odiaba a los matones, y lograba comprender como Kenny no era más que el producto de juntarse con matones, o bueno, eso era lo que ella creía. Devon tal vez no comprendía a profundidad lo que requería seguir fielmente la filosofia de Cobra Kai, y como está afectaba desde la raíz a los adolescentes, que no son más que eso; adolescentes, aprendiendo de la vida misma.
Al mismo tiempo, odiaba sentir pena por Kenny. Kenny era el mismo que molestaba a Anthony, era el mismo que fue capaz de no dudar ni un solo segundo para pelear contra ella. Tampoco podía justificar a Anthony, pero, al menos el habia intentado cambiar. O bueno, cambio, porque ya no se juntaba más con su grupito rídiculo de Middle School.
Devon pensaba que, con Kenny ocurría algo parecido como paso con Anthony. Mala influencia, aunque se equivocó en cual era la fuente. Sin embargo, podemos decir que, hasta los mayores matematicos se equivocan en signos negativos o positivos en sus cálculos. Son errores comunes. Pero su relación con Kenny Payne no era común, se odiaban; y estas raras interacciones alteraban las emociones de ambos adolescentes. La azabache se preguntaba mientras pisaba las oscuras calles de Reseda volviendo hacia su casa, que sí Kenny era más que un estúpido matón. Anthony era más que eso, entonces, porque Kenny no? Pero Kenny no era Anthony, y no existen equivalencias exactas en la vida real.
Tenia mucho que pensar, porque le surgían esos pensamientos sobre Kenny; se sentía culpable aunque sean minimamente positivos, porque al mismo tiempo el era el mismo que seguía molestando al LaRusso menor. También, porque Tory seguía insistiendo sobre el peligro en Cobra Kai; cuando la de ojos café solo había experimentado un entrenamiento agotador, pero nada más que eso. O puede qué, la azabache no tenga los ojos completamente abiertos.
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