Mi Ancla

Harry Potter - J. K. Rowling
M/M
G
Mi Ancla
Summary
Draco ama profundamente a Harry, lo ama con locura y desea con todas sus fuerzas que Harry lo mire. Harry ahora es su amigo, debería estar feliz por eso, pero no, no está feliz, y el responsable de esa infelicidad no es nadie más que Ronald Weasley.
Note
Esta es una pequeña escena que tenia planeado incluir en una historia más larga, pero realmente nunca tuve la inspiración ni sabía que escribir, por lo que esta escena se quedó a la deriva en mis borradores, pero como me gustó bastante decidí publicarla.

Miró como se alejaba, apretó los puños y exclamó con furia— ¡Si no hubiera sido por ti, Harry no hubiera rechazado mi amistad!

Ron detuvo su caminar y se volteó hacia él, levantó las cejas con sorpresa antes de fruncir el ceño— ¿De que estas hablando Malfoy?, yo no tuve culpa de nada —Acercándose con molestia y un poco de confusión.

Draco se burló— Oh, ¡claro que sí!, si no te hubieras reído de mí esa vez, no habría reaccionado como reaccione y Harry habría aceptado mi mano en amistad —Draco estaba furioso, ¿Por qué siempre tenía que ser Weasley?

¿Qué tenía de especial? No tenía nada que ofrecerle a Harry, era una persona celosa que no paraba de abandonar a Harry en sus momentos de mayor necesidad, tanto en el torneo, como en el bosque, y aun así, Harry no lo dejaba, siempre que aparecía en una habitación volteaba en su dirección, cada vez que hablaba prestaba atención como si su palabra fuera santa, en cada chiste malo se reía aún más fuerte que la lunática y lo que era peor para Draco, después de la guerra parecía que era Harry quien seguía a Ron y no al revés como en los años antes del retorno de Voldemort.

Ron levantó una ceja y se cruzó de brazos— Me pareció gracioso tu nombre, si, lo admito, pero intenté camuflarlo tosiendo ya que mi madre me educó bien, mientras tanto, tú te burlaste de la situación económica de mi familia con todo el cinismo del mundo, y que yo recuerde no paso por tus ojos signo de arrepentimiento, cualquiera en su sano juicio no aceptaría amistad contigo, menos Harry que no tolera a los abusones.

— ¡Pero si tú-!

—Pero si yo nada, Malfoy. —Acercándose hasta quedar cara a cara— Aprende a aceptar tus errores de una buena vez, incluso si Harry hubiera aceptado tu amistad, no habría durado nada, tarde o temprano dejarías que tu verdadero yo saliera a la luz.— Ron no apartó la mirada, sus ojos azules estaban fríos como el hielo, nada comparado con su suave calidez de siempre— Puede que ahora hayas “cambiado” —Haciendo comillas con los dedos—, puede que Harry te haya perdonado, puede que todo el mundo te haya perdonado por tus errores pasados, pero eso no hace que desaparezcan, el hecho de que me estés culpando a mí por algo que únicamente fue culpa tuya, dice mucho sobre ti.

— ¡¿Fue mi culpa que te rieras?!

—Y ahí vas otra vez —dijo con fastidio—. ¿Qué tiene de importante que me haya reído o no?, igualmente no te habría aceptado de amigo. Draco se sobresaltó— ¿De qué hablas?

—Harry te conoció antes de llegar al tren, en Diagon Alley. —Draco palideció considerablemente.

— ¿Qué?

—Lo que dije, en Madame Malkin.

—Yo no...

Ron soltó una pequeña risita— Oh Malfoy, claro que lo hiciste, incluso criticaste a Hagrid, la primera persona que fue amable con Harry en toda su vida, hasta un insecto pasaría de ser tu amigo si hablas mal de alguien importante para él.

Draco tuvo la borrosa imagen de un niño flacucho vestido de vagabundo en su mente, su pequeño yo empezó a hablar con él por mero aburrimiento, nunca imaginó que sería Harry Potter.

— ¿Ya lo recordaste? Me alegro —De manera seca— Deja de culpar a los demás por tus errores Malfoy, aprende a aceptarlos, no intentes justificar tus acciones y sé realista, si por un milagro Harry hubiera aceptado ser tu amigo, habría muerto —Draco se sobresaltó y miró fijamente aquellos ojos que de alguna manera se enfriaban cada vez más— O por culpa de sus asquerosos parientes o por Voldemort, más bien agradece que eso no ocurrió y que puedes estar es su vida ahora.

El tono de Ron había cambiado, ya no era molesto, ahora mostraba indiferencia— Sé lo que has intentado hacer durante todo este tiempo.
—No, no sé de qué hablas. —Ron suspiró y movió suavemente su cabeza de un lado al otro.

—Te estas destrozando lentamente, para mi sorpresa soy el único que lo ve —iba a interrumpirlo, pero Ron no lo dejó hablar—. Y lo entiendo —Para sorpresa de Draco, Ron mostró una pequeña sonrisa comprensiva—. Es por eso que no he mostrado resistencia a que Harry se junte contigo, entiendo que necesites a alguien a quien aferrarte en estos momentos, pero si intentas acapararlo saldrás lastimado.

Draco apretó la mandíbula— ¡A ti que te importa si salgo lastimado! —Draco ya podía sentir las lágrimas en sus ojos, por la manera en que la expresión de Ron se ablandó supo que él lo había notado, lo odiaba— Yo lo necesito —Con la voz quebradiza— ¡Lo necesito más que tú!, lo necesito más que nadie, lo necesito tanto que siento que voy a morir si no está a mi lado, ¡¿Qué no lo entiendes?! Fue la primera persona en defenderme cuando todos estaban en mi contra, fue la primera persona en mostrarme que este mundo no está tan podrido como pensé, que hay lugares para personas como yo, rechazadas por la sociedad.

En definitiva había perdido el control, pero ¿podían juzgarlo? Cada vez que estaba con Harry se sentía seguro, se sentía amado por una persona sin importar su sangre o su riqueza, Harry era su ancla a este mundo, si era arrancada de él no lo soportaría. Miró como Ron lo miraba con lastima, estaba a punto de abalanzarse y destrozarle la cara, pero para su mala suerte Ron no le dejo hablar.

—El hecho de que no te odie no significa que me agrades Malfoy, solo que no puedo soportar verte caer —Dio un largo suspiro— No estoy en contra de que estés con Harry, puedes casarte con él si te pega la gana, pero eso no depende de mí Malfoy, depende de él, y para tu desgracia si no puedes aceptarme en su vida, deberías empezar a olvidarte de él, puede que no sepa exactamente lo que sientes, lo que sí sé es que entre tú y yo, Harry no dudaría ni por un segundo elegirme a mí…y eso es lo que te condenará. —Entonces se dio la vuelta.

Lo único que se escuchó por el pasillo fueron los pasos de Ron, Draco se quedó en el mismo lugar, mirando el cabello rojo iluminado por la luz de luna alejarse lentamente, apretó los puños junto a la mandíbula, sin perder el tiempo corrió directo a las mazmorra, dijo la contraseña y sin saludar a sus compañeros de habitación se ocultó detrás de las cortinas de su cama y colocó hechizos de privacidad.

"Entre tú y yo, Harry no dudaría ni por un segundo elegirme a mí"

Lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas, intentó limpiarlas, pero era inútil, no paraban de salir de sus ojos, Draco lo odiaba, pero no podía negarlo, lo que había dicho Ron era verdad, Harry no dudaría en elegir al pelirrojo, no importaba la obsesión que Harry había sentido en sexto año, eso no tenía comparación con la que había sentido por Ron desde que se conocieron.

Abrazó la almohada y metió la nariz en la camisa que aún mantenía el embriagador olor de Harry— ¿No vas a dejarme, verdad Harry? —Mirando fijamente la foto enmarcada a la cabeza de la cama, esta era una tomada al estilo Muggle, por lo que no se movía— Se arrodilló frente a esta y pasó sus dedos por encima de la fotografía sin dejar de abrazar la almohada y drogarse con el espectacular aroma de su amado.