
Su vida desde hace mas de dos meses no era la misma, durante el día le sirve al señor Oscuro, como su alimentador personal, brindándole por medio de leche 'materna' su magia y nutrientes necesarios para fortalecer su cuerpo actual, mientras que por la tarde...
Vaya que era otro escenario.
Por la tarde le pertenecía a otra persona, al dueño del hogar donde se encuentran escondidos.
La noche en la que lo secuestraron, había sido sometido con un Imperio y luego se le aplicó un hechizo de lactancia modificado que rápidamente hizo efecto a su cuerpo, llenando sus glándulas mamarias de manera prominente para su delgado cuerpo, y de donde Voldemort inmediatamente empezó a succionar como si realmente de un bebé hambriento se tratase.
Su mente se había mantenido intimidada, asustado por completo de no poder moverse a voluntad y cambios que nunca consideró en si mismo como varón (cosa que descubrió en realidad era común entre los sangre pura, pero no compartido en una conversación común)
Pero todo cambió a curiosidad al ver que, al parecer, no se encontraba en verdadero peligro, exhausto por la lucha contra el Imperius, siguió más fácilmente las órdenes de bañarse a conciencia y acostarse en el lado derecho de una cama sumamente cómoda, pero completamente desnudo.
Sus pies se contrajeron la recordar cómo fue examinado por su captor con dedos minuciosos durante algunos minutos, escuchando siseos de enojo al ver cicatrices de palizas en casa de su tía.
Pero los dedos no se habían detenido ahí. Trazaron amplios círculos alrededor de sus aureolas rojizas por la succión, y luego apretaron sus pezones hasta sacar una gota de leche.
Oh, como quiso retorcerse al sentir una lengua caliente jugando y lamiendo con sus protuberancias doloridas por la succión fuerte y mordidas con incisivos afiliados al pedir beber del otro seno.
Pero no pudo hacer mucho salvo respirar con dificultad para demostrar era consiente de si mismo.
Luego de eso, de noche tras noche la exploración de suaves dedos solo en su pecho, llegó a extensos masajes en sus muslos cada vez más abiertos, donde Barty disfrutar posarse y lamer sus senos y la leche que desborda de ellos.
Porque por alguna razón su magia disfruta alimentar a cualquier criatura mágica que se acerque a él.
Ya que basta incluso la presencia de un elfo domestico para que en esos extraños momentos donde se encontró solo, su pecho siempre expuesto empezara a humedecerse con perlas blancas de leche.
Bartemius jr se había vuelto adicto a jugar con su cuerpo. Estirando con suavidad sus paredes anales y alojando objetos que ayudarían en esa tarea. Tanta paciencia para un hombre ansioso
El Imperius se había debilitado hasta romperse, incluso Barty lo sabía, pero su curiosidad y tranquilidad habían ganado por sobre la urgencia de escapar a dónde estaba seguro que sería una sentencia de golpizas por atreverse a escapar de casa.
El solo caminar se volvía un desafío al tener siempre algún juguete, vibrando y masajeando su interior durante todo el día.
Tenía la libertad de ir a donde quisiera en realidad, las órdenes se habían restringido a alimentar a Voldemort y ser un buen niño para Barty.
Sus momentos con Voldemort era lo más tranquilo de su día, donde el placer de la succión y estimulación eran suaves, como olas durante mareas bajas, nunca conseguía liberación pero todas esas sensaciones eran bienvenidas. Mordiscos y apretones que le hacen suspirar y gemir con vergüenza pero nunca iban más allá.
Una larga, suave y lenta tortura matutina.
Sus tardes variaban, a veces Barty estaba tan ocupado que solo hacía buen uso de sus manos y lengua, lamiendo y succionando su miembro hasta que se corriera en su boca, luego lo mandaría de regreso a su habitación y podría jugar con el juguete que quiera hasta la cena.
Esas tardes se sentían solitarias porque no sabía que hacer después de correrse una o dos veces por si solo, pero desde que supo que podía llamar a un elfo domestico, había dejado que succionen sus rojizos pezones y usen su boca a gusto siempre y cuando lo ayudasen a correrse una o dos veces más.
Pero cuando Barty tenía tiempo para él... Era un desastre, un juguete antiestrés que chillaba y jadeaba por horas al ser follado a fondo por el mismo Barty y luego por el juguete que escogiera hasta que tuviera ganas volver a follarlo y el ciclo solo se repetía, nunca permitía que su conciencia se desvaneciera por completo.
Incluso terminaría montando su polla al final de la cena porque el mayor quería un buen sueño.
Cuando el Señor tenebroso volvió a su forma humana, pensó que sería el final, su principal función se había cumplido y el elegante hombre que había resurgido en el ritual lo condenaría a morir.
Pero su función siguió adelante, con adiciones como despertar a su señor con la lengua, succionando y babeando la monstruosa y texturizada polla, hasta que la suave mano se posara el su cabello y embistiera su garganta unas cuantas veces hasta correrse.
Luego se recortaría a su lado y el hombre se posa sobre él para alimentarse de su leche y embestirlo a gusto hasta saciarse.
Incluso terminaría durmiendo de nuevo una hora más utilizando su cuerpo como calentador de pollas utilizándolo al despertar.
La invocación del círculo interno fue todo un espectáculo, adornado con joyas y nada más, fue presentado como el salvador de su señor, y cada seguidor le dio las gracias bebiendo un poco de su leche mientras montaba suavemente a Voldemort dándole la espalda.
El rostro de Lucius fue de absoluta vergüenza, atreviéndose a apenas succionar un par de veces, mientras que Severus a pesar de su evidente renuencia fue quien bebió más tiempo de él.
Los hermanos Carrow habían avanzado a la vez, dando a Harry una sensación deliciosa y si sus caderas temblaron un poco fue un movimiento muy bienvenido.
Colagusano ni siquiera se atrevió a aparecer, y posteriormente quienes fueron sacados de Azkaban por contrabando también se llevaron una probada de sus ahora mas grandes tetas, incluida una chillona Bellatrix quien se había quedado dormida por el suave arrullo, su marido y yerno se turnaron varias veces haciendo sonidos de ansia por el delicioso sabor.
Con el aumento de seres en su entorno la magia a su alrededor había aumentado y eso también había influido en el nivel de leche que producía y el tamaño de sus tetas.
Voldemort se daba cuenta por supuesto, encantado le ordenó a los elfos domésticos que lo ordeñen como a una vaca y utilicen la leche en sus alimentos. Durante tres horas, su leche era succionada por bocas ansiosas y un hechizo que les permitía almacenar limpiamente el líquido.
Barty por supuesto tenía privilegios, su Señor le permitirá libre entrada a Harry y podía llamarlo a sus habitaciones luego de su ordeño diario, de donde saldría caminando con un vibrador atado a su interior mágicamente y el agujero lleno de semen chorreando.
Es una deliciosa condena, el mundo mágico podía defenderse solo.