
4 Días de rutina [Dia 3]
[Día 3]
Los sueños húmedos eran normales en el celo, pero no menos vergonzosos, Sooyoung acaba de despertar, apestando a, bueno como un omega mas cachondo de lo habitual, su sueño fue muy realista, demasiado, que era vergonzoso, no quería ni siquiera ver a Sangah que dormía tranquilamente a su lado, el reloj estaba marcando las 3 am.
Sentía una gran incomodidad en las piernas, era un desastre pegajoso, quería lavarse pero cada movimiento lograba que su cuerpo se calentara más, el tercer día era cuando su cuerpo era más fértil, junto al cuarto, en pocas palabras, estaba incomoda, ya fuese por sus pensamientos inapropiados o la vergüenza en su rostro alejándose de la otra para tomar una ducha.
No quería ceder a ese lado animal suyo, ese lado necesitado, que desea ser reclamado, no quiere, no puede ser como su madre.
Su madre era un omega que no parecía una persona, siempre buscando un alfa que la domina, que le diga qué hacer, que mandara en su vida, su madre no parecía dueña de su existencia, ella odiaba eso, por eso no le gustaban los alfas, siempre buscando dominar al otro.
En la secundaria, cuando los alfas la pretendían, aunque rechazara a todos, aquellos que insistían eran molestos, diciendo cosas, como que son alfas, que ellos mandan y dominan, que no podía rechazarlos, a veces solían tomarla de la muñeca con fuerza, tratando de someterla, era claro que nunca terminaba bien para ellos.
Sooyoung tenía colmillos, más grandes que el omega o beta promedio, morder siempre fue su mejor arma, eso o arañar, cuando un alfa se sobrepasaba, siempre terminaba con mordidas, mordidas que desgarraban y sangraban o arañazos tan profundos que dejaban cicatrices, por esa razón todos los alfas se lo pensaban 2 veces antes de intentar ir tras ella, conocida como un omega violento
Era bonita, tuvo muchos pretendientes pero jamás logró algo de ellos, porque no los necesitaba, no necesitaba de sus halagos vacíos o se sus promesas falsas, no creía en sus palabras, no creía o confiaba en nadie aparte de Dokja.
Tal vez por eso jamas necesito demasiado cuando estaba en celo, no armaba nidos, no ardía demasiado, no había un deseo como tal, nunca lo sintió, nunca sintió un dolor más allá de lo emocional.
Detestaba la vulnerabilidad en ese estado suyo, el deseo que ahora habia, el deseo de ser reclamado hormigueando su piel, el deseo de la cercanía del otro, lo aborrecía, le disgustaba, pero sobre todo le aterraba.
El deseo que sentía por Sangah, no podía ser suyo, no podía ser real, solo debía existir a causa de su enlace espiritual, no quería reconocerlo, incluso ahora, encerrada en el baño, con el agua cayendo sobre su cuerpo como suaves gotas, mientras hacía algo sucio a escondidas, "sucio" , era la forma más común en que ella solía sobrellevar sus celos antes.
Tocando su cuerpo con experiencia, sabiendo dónde tocar, donde presionar, mordiendo su propio labio tratando de callarse, era natural hacer esto, pero no menos vergonzoso , especialmente ahora que su mente le juega en contra.
Sus manos no son suyas, sino las de ella , de la mujer a solo unos metros de ella, la mujer que duerme plácidamente, desconociendo los pensamientos de la chica con la que vive.
No quería aceptar sus deseos, mientras pensaba en Sangah, en su suave cabello pelirrojo, en sus ojos cálidos y orgullosos, dominantes, en sus dedos largos pero firmes, la piel suave, los músculos firmes que tiene, ignorando el deseo de ser abrazada por su cuerpo, presionando el suyo contra el de ella, aprisionándola en sus brazos, dejándola sin escapatoria.
Pellizcaba su pecho, tratando de pensar cómo actuaría la otra en estas situaciones, sabiendo que tiene más experiencia, ¿Le hablaría?, ¿Se callaria?, Sangah sabe más de estas cosas que ella, eso le molesta, saber que estuvo con otros omegas, le causa un pensamiento confuso.
Conflictivo pero que estando en este estado lo ignora, buscando una liberación, usando sus manos e imaginación, con una mano empieza a simular la mordida en la glándula de su cuello, presionando, pensando en los colmillos de Sangah, grandes, largos, derechos, sin duda dejarían una linda marca.
Piensa en como la sangre chorrearía de su cuello, bañando lentamente su cuerpo de un color carmesí, como Sangah seguramente diría cosas raras pero cursis, "Me perteneces"
Puede imaginar su lengua bebiendo de ella, de sus manos dejando marcas rojas por la fuerza que seguro usa, como la cubriría con su cuerpo, presionándola contra la cama, las sábanas, su nido, mostrando que solo existe ella al momento de marcar, de reclamar.
Sujetando su cuello con los dientes, bebiendo de ella, comiéndola pedazo a pedazo, como si fuera un manjar raro, puede imaginar el aliento caliente de Sangah contra su piel sensible y sudorosa, puede imaginar el olor de las dos combinadas, puede imaginarse siendo reclamada.
El solo pensar en eso, es suficiente para que acabe, tratando de callarse mordiendo su propio brazo, mientras su cuerpo se pone menos rígido, pensando como su fantasía de ser reclamada es incorrecta.
No quiere pertenecer a nadie más que a ella misma pero el deseo de serlo es cada vez más persistente y dominante, superando sus morales de independencia.
"Ella no tiene que saber que hice esto", estaba otra vez avergonzada, viendo la grasa en su mano, era demasiado, viscosa y de un olor almizclado, por un instante se imaginó a la otra lamiendo la grasa, eso calentó su cuerpo, su piel blanca tornándose rosa, el agua ya no estaba ayudando demasiado.
2:49 pm
Sangah era un alfa puro, que siempre tuvo lo que quiso sin pedir demasiado, pero ahora mismo, su propio sub-género que le dio tantos beneficios le estaba sobrepasando, jadeando, tratando de respirar, todo el lugar olía a Sooyoung, olía a hormonas fértiles , una omega lista para la reproducción, fértil y listo para tomar.
El celo de Sooyoung había llegado al pico más alto, al punto en que la termino echando de la habitación apenas termino de comer, gritándole que se alejara, sacándola del nido sin darle tiempo de tomar otra cosa que una manta donde Sooyoung estaba recostada antes, cerrandole la puerta en la cara mientras aún podía olerla.
Estaba presionando su frente contra la puerta, podía olerla, saborearla en el aire, arañando la puerta, ella era un alfa, era mejor que esto, era más que esto se repetía, mientras trataba de ignorar el deseo de enterrar su rostro sobre la manta suave en sus manos, tratando de ignorar la poca viscosidad que se pegaba lentamente a su mano.
Su cabeza dando vueltas, atormentándola, su alfa interno exigía que actuara, que hiciera algo, que diera una orden pero sabia que Sooyoung solo terminaría alejándola más si es que llegaba a hacerlo, todo lo que hizo para avanzar sería en vano si Sooyoung termina alejándose ahora
Gruñendo, resignada, sabiendo que no podría soportarlo más, se dirigió a otra habitación, el cuarto de camaras, sabia que estaba mal, muy mal, pero no podía resistir más, el cuarto en si era su oficina donde trabajaba, aprendiendo a cómo tomar decisiones, poder y autoridad desde ahora sobre la empresa que heredaría apenas terminara su carrera.
Cuando adquirió el departamento, trajo a una pareja, tuvieron sexo y sin que ella lo supiera el omega la estuvo vigilando por 3 semanas con cámaras, ella se deshizo de ellas, termino con el omega pero la idea de las cámaras se quedó, poniendo cámaras en cada lugar, eran pequeñas, casi imperceptibles.
En todo lugar menos en el baño, pero su habitación.
Sabia que estaba mal, invadir esa privacidad, pero ahora mismo no era la más racional, si Sooyoung no la dejaba acercarse ahora, entonces que puede hacer antes de perder la poca cordura que le queda.
cerrando la puerta con seguro, como si tuviera miedo de ser atrapada, sentándose y sujetando con fuerza la manta en sus manos, sus nudillos tornándose de un tono blanco y rojizo, sintiendo sus uñas y colmillos perforar la carne de su mano y labio.
Saboreando su sangre, imaginado cómo sabría la de Sooyoung, solo debía hacer un clic y podría ver a Sooyoung, podría estar satisfecha con solo verla dormir, Esto no está bien.
Se volvió a repetir, pero era tarde, presiono la cámara correspondiente, esperando ver a Sooyoung solo dormida, pero como siempre el destino se burla de ella, se burla de ella de la manera más extraña.
Mordió con fuerza, tensando su mandíbula y tragando la saliva que ahora escurría por sus labios, espeso, con las toxinas que dejarían su aroma en cada mordida que podría hacerle a su pareja.
Ahí estaba Sooyoung, tocándose, tan desesperada, respirando apenas, buscando algo en las sábanas mientras se retorcía, podía verla desde un ángulo de una esquina que enseñaba toda la habitación.
Sooyoung estaba con su mano entre sus piernas, acariciando sus muslos, tratando desesperadamente de limpiar la grasa que escurría y manchaba sus sábanas, esta era la primera vez que vio a Sooyoung mediante sus cámaras, pero ahora no cree que será la última, la imagen era demasiado como para dejarla ir.
Hizo zoom, acercando la imagen y poder ver mejor, la piel rosa, Sooyoung tratando de sostener las sábanas, mientras se echaba de lado, olfateando las sábanas, mojandolas con saliva, lágrimas y grasa, gimiendo y retorciéndose, mordiendo la almohada que ella había estado usando antes de que la echara de ahí.
olfateando, tenía las orejas de un color rojo, parecía avergonzada, tímida, muy diferente al omega que le hecho de la habitación con tanta agresividad, encorvándose, mientras temblaba como un pequeño animal, mordiendo y babeando su almohada.
"Si tanto quieres mi aroma, ¿Por que me echaste?", Sooyoung estaba llorando, sus dedos se movían con agilidad, con solo la camisa de su pijama, que ahora se pegaba a su piel, debía de ser incómodo pero en el auge de su excitación seguro no le tomaba importancia.
Se movía por toda la cama, menos mal compro una cama grande, pero nunca dejo de mover su mano, arqueandose, era una linda curva, seguía llorando, su rostro sonrojada enterrado en sus sábanas, como si ni siquiera ella quisiera ver lo que hacia, debía ser incomodo toda la grasa que estaba soltando, escurriéndose incluso de su mano, manchando sus mantas.
cayendo lentamente, espesa y seguramente deliciosa, la sed estaba matándola, mirando la manta en su mano, sintiendo un poco de esa viscosidad, podía fácilmente llevar la manta a sus labios y saborear la grasa de ahi, pero no, ella era un alfa puro, era mejor que eso, mejor que esto.
Solo faltaba prender el micrófono, podría oírla, podría saber que era lo que estaba callando contra las mantas, podía, dolia, dolia, todo su cuerpo estaba ardiendo, era incomodo sentir como la ropa se pegaba a su propia piel por el sudor, mirando abajo, conociendo bien lo que había ahi, ¿Por que estaba siendo tan tímida ahora?, ¿Era por Sooyoung?
- A la mierda con esto.- prendió el micrófono
Los gemidos llegaron fuertemente, resonando por toda la habitación, Sooyoung ni siquiera estaba hablando, solo estaba balbuceando cosas sin sentido, ahogandose con sus lagrimas y su saliva, haciendo sonidos ahogados y quejidos de vez en cuando, ahora estaba sentada sobre su almohada, la que ella había estado usando hasta ahora, moviéndose frenéticamente, buscando algo de placer paro poder calmarse y poder dormir seguro.
Mordiéndose a si misma, sus mangas llenas de saliva, tratando de callarse, ella sigue incomoda, parecia que por mas que intentara no lograba soltarse, tal vez sus lagrimas eran por la impotencia de no poder quitar el calor de su cuerpo.
rasguñando su vientre, metiendo su mano de nuevo, agarrando otra ropa para porder, su camisa blanca ahora estaba con manchas de saliva, Sooyoung estaba mordiendo demasiado, su cuerpo debía de doler, se veía tan vulnerable y lamentable en ese estado
"Sangah", Sooyoung empezó a repetir su nombre, una y otra vez, mientras inhalaba más de ella, retorciéndose sobre las mantas, su nido estaba otra vez destruido luego de todo lo que hacia al moverse, frotándose contra todo, soltando quejidos y pellizcando la piel, dejando pequeñas marcas rojas por todo su cuerpo, gimiendo más fuerte ante el dolor.
Así que a Sooyoung, ¿Le gusta eso?, le gusta el dolor en el sexo, o tal vez simplemente necesitaba sentir algo en todo ese frenesí caluroso que era su cuerpo, ahora sus colmillos dolian mas, exigiendo algo para morder, algo que rasgar y marcar, lo estaba deseando, quería hacerlo, hacerlo con Sooyoung, su omega, su pareja, su compañero de vida, su alma gemela.
Su cuerpo empezó a calentarse, jadeando por aire mientras sostenía la tela de su camisa, estaba haciendo demasiado calor pero su mente no dejo de fantasear, el querer meterse a la habitación y poder reclamar su lugar con Sooyoung.
No necesito tener sexo, todo lo que desea es estar ahí, ayudarla a poder liberarse de ese calor, poder morder la piel donde Sooyoung habia estado pellizcando, dejar mordidas, llenaras de toxinas tan fuertes que ningún otro alfa volvería a acercarse, nadie podría acercarse, nadie seria una amenaza para Sooyoung si tan solo llevara su mordida.
Esa mordida, por la cual había estado fantaseando desde hace mucho, no quería fingir más, necesitaba de Sooyoung para respirar, necesitaba de su presencia para estar en calma, la quería con ella, incluso si eso dolía.
Sooyoung podría volverla un desastre y seria la mas feliz, siempre y cuando Sooyoung lleve su mordida en el cuello con orgullo será la mas feliz, no quiere nada mas que a Sooyoung, el anhelo estaba absorbiendo todo su raciocinio, dejando salir ese lado animal en su interior, ese lado que quería marcar y dominar, complaciéndose desde hace rato por su propia cuenta, dolia, dolia mucho, el celo es doloroso para ambos, pero no haría algo que Sooyoung no desee, incluso si lo piensa, si lo anhela, respetara lo que ella quiera
Pero ver a Sooyoung llegar hasta el final, no era algo para lo que estuviera lista, verla retorcerse en espasmos mientras soltaba un chillido agudo, alto y largo, estirándose por todo el nido, jadeando por aire, soltando saliva y lagrimas bañando su rostro.
Toda la piel de un tono rosado, estaba en pleno orgasmo pero no dejaba de mover sus dedos, expandiendo la sensación lo más posible, podía oirla murmurar su nombre, mientras soltaba maldiciones, la grasa que soltaba era demasiado, ¿Como un omega podía soltar tanto?, estaba manchando las sabanas, y debido a la posición en la que estaba, boca arriaba y con las rodillas flexionadas sobre su pecho, podía ver como escurría desde el centro hasta abajo, bajando lentamente pero de maneará abundante.
el sudor se mezclo con la grasa, volviendo mas brillosa la piel, Sangah que habia estado tan perdida en la imagen no se daba cuenta de lo que le sucedía a su propio cuerpo, tan centrado en captar cada gesto en el rostro de su pareja, cada expresión, cada sonido, cada mínima cosa
Los alfas hacen nudos, es normal, rara vez fuera del celo, y primordialmente mediante el sexo durante el celo, de esa manera aseguran la fecundación en el omega, asegurando su propia descendencia, Sangah, un alfa puro que jamás en su vida a logrado formar un nudo, porque según su médico sólo puede suceder verdaderamente una vez ella encuentre a su pareja destinada.
Cuando le explicaron que a diferencia de un alfa de baja, media clase e incluso dominante, ella no podría formar un nudo si no era su pareja destinada, eso le pareció una tontería, solía ver videos pornográficos sobre omegas siendo anudados, y los alfas parecían disfrutar de esa sensación y los omegas iguales, un omega que es anudado mediante el sexo, biológicamente se siente bien, seguro, lleno y cómodo.
Solía hablar de eso con su primo, el solo quería decir que se sentía bien, pero ella sabía más, cuando tenia sexo con otros omegas, estos siempre se veían bien, satisfechos, cómodos con ella adentro, pero ella nunca se sintió completa, pero ahora mismo, no sabe cómo sentirse.
Viendo a Sooyoung aun retorcerse, sintiendo su corazón oprimido, miro abajo, avergonzandose
Se había bajado un tanto su propio pantalón, para más comodidad, estaba respirando pesadamente, las mujeres alfa tiene un pene, al igual que los machos, lo sabe, ¿Por que es tan vergonzoso verlo ahora?
Justo en la parte de abajo, luego de haber estado frotándose contra su propia mano por minutos, se había formado, aquello que siempre quiso experimentar, estaba ahí, viendo como su propio presemen lo hacia más notorio, estaba avergonzada, mirándolo, debía medir lo mismo que su puño como mínimo, lo toco, logrando estremecerse en ese mismo segundo, era como si una corriente eléctrica le pasara por el cuerpo, pero no una mala.
Recordó los videos que vio, colocó su mano sobre el nudo, mirando a Sooyoung que parecía que empezaría a moverse de nuevo, presionado con fuerza, lo que sintió fue intenso, era más sensible de lo que pensó, terminó manchado su escritorio, su silla y si suelo.
pero no podía dejar de apretarlo, se sentía bien, demasiado bien para ser verdad, no era ajena al semen, pero ver como salia tanto era nuevo, era demasiado, más de lo normal, pero por alguna razón algo en su mente el picaba, era una molestia, se supone que todo eso debe ir dentro de Sooyoung.
Se supone que el nudo debe ir dentro de su pareja, para que ella se llenada de su escancia, y así estar comoda, comoda y fecundada, llevando la manta a su nariz, viendo a Sooyoung hacer sus propias cosas de nuevo, algun día, sin duda algun día.
3:30 pm
Los omegas durante el calor suelen masturbarse con frecuencia, Sooyoung solía hacerlo de joven, cuando estaba estresada, cuando estaba extrañamente cachonda o cuando estaba en celo, fuera de eso no lo hacia
Solía estar bien hacerlo unas 2 veces, con eso y estaba satisfecha, incluso en su último período de celo solo lo hizo unas 3 veces, no más, entonces porque ahora no se siente satisfecha.
A estado rodando por la cama minutos, jadeando y oliendo las sábanas que aún tenían el olor de Sangah, dolía, abajo no había dejado de mover sus propios dedos, estaba ardiendo por todas partes, su útero se sentía extraño, pidiendo algo.
Estaba hecha un desastre, mareada y con mucha sed, todo a su alrededor estaba mojado, ya sea por el lubricante, su sudor o su saliva, no había dejado de masturbarse desde que Sangha se fue del cuarto, abajo ardía, tal vez se había hinchado mucho debido al constante toque.
Ardía de una forma que era cómoda, satisfactoria, con un picor justo entre lo incomodo y su propio placer, tal vez por eso no había dejado de moverse incluso cuando su mano parecía ya acalambrarse, teniendo otro orgasmo luego de varios minutos de metros los dedos hasta donde podía, mordió la camisa que encontró de Sangah, en algún momento la había perforado con sus dientes
jadeo, el aire dejo sus pulmones por unos segundos antes de volver, se desplomo sobre la cama, aun sentía su útero arder en deseo, su parte baja apretándose contra la nada, aun ardiendo en deseo, ella sabía que necesitaba algo más grande, algo que pudiera llenarla mas, además de que la cama ya no olía a Sangah, miro a un lado, hacia el espejo del escritorio, su cabello estaba pegado a su piel, su piel estaba pegajosa, el lubricante estaba chorreando, manchando sus muslos
"Seder", ella sabe que no soportara lo que queda del día así, lo sabe, a estado leyendo sobre esto
En internet busco sobre las almas gemelas, por pura curiosidad, simple curiosidad, especialmente porque habia estado oyendo a gente hablar sobre como seria pasar el celo con Sangah siendo su pareja destinada, como ellos anhelaban eso pero que ella no lo aprovechaba.
Busco información, al parecer mientras mas tiempo pasa con tu pareja destinada el deseo sexual no ara mas que crecer, o al menos eso decían varios, puede variar pero se nota que ella no tuvo tanta suerte, no podía negar que sus propias fantasías eran buenas, pero una cosa era imaginaria y otra completamente realizarla
Una vez, se repite, solo necesita de Sangah una vez, o podría actuar con total normalidad..... tal vez podría intentar una vez, solo una vez más.
Tomo su teléfono y empezo a marcar, "Hola", la voz de Sangah sonaba pesada, tal vez no era la única afectada por esto, "Tengo hambre y sed, ¿Ya esta la comida?"
"Dame 30 minutos, preparate algo, date una ducha, se te escuchaba hasta aquí"
Su rostro se puso rojo y le grito, pero ella ya había colgado, su cuerpo ardía, pero apestaba más, tuvo su ducha rápida, lavando todo su cuerpo, hasta quedar limpio, trato de hacer la cama, pero se rindió rápido, ahora se veía decente, al menos.
Salió de la habitación, dejando la puerta abierta, camino hasta llegar a la cocina, en el piso de abajo, donde la comida ya estaba servida, Sangah la estaba esperando, con esa sonrisa molesta, era pasta blanca, olía muy bien.
"Come, debes tener hambre", Sooyoung quiso ignorar lo rápido que su cuerpo se estaba calentando ahora que estaba en presencia de Sangah, ignorar la incomodidad que empezaba a crecer en sus muslos, afrontar su lado omega.
Sangah indiferente a su problema empezó a comer, con esa elegancia con la que fue criada, comiendo y bebiendo agua, aunque a grandes cantidades, Sooyoung empezó a comer, de manera tranquila, escuchando ambas el sonido de la TV de fondo, cada vez comiendo con más rapidez, moviendo su pierna constantemente de arriba a abajo, masticando pesadamente, tratando y encontrando el sabor que se le escapa de la boca.
Sangah seguía tranquila, comiendo con gracia y elegancia, pero, tomaba cada vez más agua, teniendo que rellenar la jarra, ninguna decía nada, pero era claro el problema entre ellas.
Luego de un rato, en un muy mal momento, las malditas noticias cambiaron de enfoque, de uno a contar crímenes a, hablar de la tasa de natalidad de Corea del Sur.
- Últimamente, la tasa de natalidad en nuestro país a ido en aumento, con un creciente 10% 2020, Corea del Sur se ha ido recuperando lentamente de la baja natalidad que afectaba al país, los bebes que han comenzado a nacer son todos sanos, y la tasa de bebés puros en el país han crecido e un 4% que nos posiciona como el cuarto país con mas bebes puros del mundo, estando por debajo de USA, Rusia y China, nos alegra escuchar que cada vez más parejas desde destinadas coreanas logran encontrarse, se les motiva a las parejas destinadas a preparar para cuando decidan ser padres, el gobierno también a apoyó la idea de dar un bono extra a estas parejas que traen honor a la nacida-
Sooyoung no pudo soportarlo más, apagando la televisión antes de que la preciosista siguiera, estaba temblando, de ira, de frustración, por la extraña sensación de sentir como la grasa empezaba a bajar por sus muslos, con el aire torneándose pesado.
"Idiotas, todos esos imbéciles..."
Sangah que había estado sentada vio a Sooyoung, olía muy bien, pero lucia molesta, levantándose de la silla, se acerco con cuidado de no asustarla, rodeándola con sus brazos, soltando su aroma para que se clamara, respirando el aroma de su cuello, "Esta bien Sooyoung", ella no se estaba moviendo, parecía cada vez más inquieta.
la estaba aprisionando contra su cuerpo, absorbiendo de su aroma de manera inocente, Sooyoung se dio la vuelta y el abrazo de vuelta, dejando que todo su aroma saliera, sofocándola poco a poco, pero sin darle importancia.
"Duele, duele mucho Sangah", Sooyoung tomo la mano de su pareja y la colocada sobre su vientre, estremeciéndose por el contacto, "Duele", Sangah que estaba inmóvil trago en seco, sin saber que hacer ahora mismo, si decirle que quería ayudar, preguntarle si debía ayudar o no sabe, ella no sabe que hacer
"Quiero que me ayudes", si, ella no tenía idea de que hacer, por lo que solo movió la cabeza para aceptar, "Pero será bajo mis propias reglas", movió la cabeza de nuevo, aceptando, Sooyoung la miro a los ojos con firmeza, para luego arrastrarla a su habitación.
El alfa en su interior estaba retorciendose por la emoción, pero Sangah estaba en blanco, normalmente es confiada en estas situaciones, pero ahora esta en blanco.
Sooyoung la tiro directamente sobre su cama, subiéndose encima de suyo, tenía esa mirada segura que era atractiva, esa mirada de lo sabia.
"Mis términos son simples, aras lo que te pido, solo lo que te pido, si sobrepasas un límite te pediré que te detengas y te detendrás, si no obedeces no garantiza tu seguridad, y por ultimó, no me marques, no quiero ser marcado "
Sangah, aunque disgustada por la última petición aceptó, moviendo sus manos para sostener su cintura, era estrecha, cabía muy bien en sus manos, Sooyoung se estremecía por la sensación, realmente iba a hacer esto, realmente iba a hacerlo.
Vio las pupilas dilatadas de Sangah, cubriendo todo el color ámbar de sus lindos ojos, su respiración, sus mejillas sonrosadas, esa mirada de admiración, sus manos sosteniéndola con cuidado, con ternura, como si fuese a romperse, debía estar esperando a que hiciera algo, sostuvo sus mejillas y no supo si eran sus manos o sus mejillas las que ardían.
Olfateo su cabello, beso su frente y el beso, el beso por primera vez, suave y calmado, Sangah le siguió el ritmo, con mucho entusiasmo, bebiendo de ella, sosteniendola con más fuerza, cuando se alejo, le divirtió ver como ella le perseguía, era lindo, lindo y divertido.
bajo la mirada atenta de su compañera, empezó a sacarse la camisa, no tenía nada abajo, nada de que avergonzarse de su cuerpo, pero recordó los comentarios de los otros omegas, no podía verla a los ojos, no sabía que hacer, pero sintió como Sangah pasaba sus manos por su cuerpo, parecía tan concentrada, viendo su abdomen, acariciándola, sin poder verle a los ojos tampoco, "¿Que opinas?, ¿Cumplo tus estándares?", Sooyoung la obligo a verla, con esa sonrisa orgullosa pero con una duda en sus ojos
Sangah tragó saliva otra vez, temblando, sin saber porque