En un rincón oculto del mundo, donde la magia de los antiguos dioses aún resonaba, existía un lago misterioso conocido como el Lago del Destino. Entre sus aguas cristalinas y profundas, que reflejaban tanto el cielo azul como las sombras más oscuras, dos jóvenes estaban destinados a encontrar algo más que solo la tranquilidad de sus corazones.
Percy Jackson, hijo de Poseidón, se encontraba contemplando el horizonte desde la orilla. Su vida siempre estuvo marcada por grandes aventuras y desafíos épicos, pero en ese momento lo invadía una calma desconocida. Sus ojos verde marino brillaban con la luz tenue del atardecer, mientras sujetaba entre sus manos un tridente dorado, su arma inseparable. Había llegado al lago buscando respuestas, un respiro de la eterna lucha contra criaturas mitológicas y destinos tormentosos.
Al mismo tiempo, en el otro extremo del lago, se hallaba Harry Potter, un joven de cabellos oscuros y ojos verdes esmeralda, cuya cicatriz en forma de rayo apenas se notaba bajo la luz suave del crepúsculo. Sin embargo, en este relato alternativo, Harry no era un simple mago. Desde hacía años, había descubierto su verdadera herencia: era hijo de Hades, el dios del inframundo. Aceptar esta nueva identidad había sido un viaje complejo y solitario, buscando equilibrio entre la luz y la oscuridad que residía en su alma.
El agua del lago comenzó a mostrar un brillo inusual y, casi como si fuera una fuerza invocada por los dioses mismos, ambos jóvenes fueron atraídos hacia el centro del lago. Cuando finalmente sus miradas se encontraron, fue como si el tiempo se detuviera. La conexión inmediata y profunda que sintieron superó cualquier expectativa terrenal o divina.
Percy, con su aura segura y serena, fue el primero en hablar. "Nunca pensé que encontraría a alguien como tú aquí", dijo con una sonrisa que irradiaba calidez.
Harry, con una mezcla de timidez y determinación, respondió: "Tampoco yo... Pero parece que hay cosas que ni siquiera nosotros podemos controlar."
A medida que los días pasaban, Percy y Harry exploraron juntos los alrededores del lago, compartiendo historias de sus vidas y secretos que nunca habían confiado a nadie más. Descubrieron que, pese a sus diferencias, tenían mucho en común. Ambos habían llevado pesadas cargas sobre sus hombros, luchando contra el destino y encontrando fuerza en la adversidad.
Una noche, bajo un cielo lleno de estrellas, se sentaron al borde del lago, sus manos entrelazadas. "Siento que he estado esperando este momento toda mi vida," confesó Harry, su voz suave como el susurro del viento.
Percy asintió, sintiendo el mismo sentimiento profundo en su corazón. "Juntos, podemos crear nuestro propio destino, Harry. Uno donde la paz y el amor superen todo lo demás."
Con el tiempo, su amor se fortaleció, convirtiéndose en una unión inquebrantable. Las aventuras continuaban, pero siempre regresaban al lago que selló su destino. Decidieron formalizar su amor en una ceremonia íntima y mágica, bendecida por la presencia de los dioses. Bajo el cielo estrellado y las aguas centelleantes, Percy y Harry prometieron amarse y protegerse mutuamente por toda la eternidad.
Después de la ceremonia, decidieron crear su propia familia, una mezcla de almas valientes y corazones puros. Adoptaron a niños necesitados de amor y guía, brindándoles un hogar lleno de calidez y protección.
Percy y Harry construyeron una vida conjunta rica en aventuras, risas y desafíos superados. Juntos, demostraron que cuando el amor verdadero encuentra su camino, puede derrotar cualquier sombra y convertir los sueños en realidad. Y así, en el hogar que crearon junto al Lago que los junto , vivieron felices por siempre, sabiendo que su amor era tan eterno como las aguas cristalinas que los unieron.
FIN💘