Un regalo para Sirius

Harry Potter - J. K. Rowling
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Un regalo para Sirius
Summary
Es el decimo septimo cumpleaños de Sirius Black y James está emocionado, por lo que quiere prepararle una gran fiesta de cumpleaños con la ayuda de todos sus amigos, pero lo que no sabe James es que este año Sirius no está tan emocionado por una fiesta, lo único que realmente quiere solo se lo puede dar una persona.

- Hay que hacer algo grande para el cumpleaños de Padfoot! - James exclamó esto ante sus amigos-.

Todos los de séptimo año de Gryffindor estaban ocupando en ese momento una mesa en la Sala Común.

- Y qué tienes en mente? - preguntó Dorcas y el rostro de James cayó -.

- Nada! Por eso los he traído, para tener una lluvia de ideas!

- Hablas en serio James? - preguntó Mary con una ceja arqueada, James sonrojó un poco-.

- No he tenido tiempo para pensar, de acuerdo? Además siempre estoy con él, no es como que pueda planear una fiesta sorpresa para él con él - exclamó un poco exasperado -.

- Es que siempre están juntos - señaló Marlene-.

- Más que siameses - apoyó Lily haciendo reír a Remus y a Peter-.

James decidió ignorar el comentario de la chica, aunque parecía ligeramente sonrojado, y continuar con su diálogo.

- La cosa es que tenemos un mes para hacer algo.

- No sé por qué te estresas James, vamos por alcohol, por una gran cantidad de comida, más alcohol junto con las mejores canciones de Bowie, Queen y Beatles y tenemos a un Sirius contento por todo un mes - solucionó Remus y todos asintieron en de acuerdo con la idea -.

- Es cierto, el resto es el ambiente y las personas - añadió Marlene -.

James suspiró.

- No creen que debería ser algo más especial?

- Deberiamos poner Dancing Queen - aportó Peter divertido -.

Todos rieron y parecieron estar de acuerdo con la idea.

Remus era el encargado de distraer a Sirius para que no sospechara de la sorpresa de la que ya había estado sospechando, el muy bastardo sabía lo mucho que James lo amaba como para olvidar su cumpleaños, pero por primera vez Sirius no estaba realmente interesado en su cumpleaños o en su fiesta sino del chico que caminaba tranquilamente a su lado.

- Entonces hay una fiesta? - preguntó haciéndose el sorprendido -.

- Ya sabes que sí, James estaba al borde del colapso preparando todo
-  le confesó Remus sonriendo -.

Sirius sonrió con verdadero cariño y suspiró.

- No tenía que esforzarse tanto con alcohol, buena comida y buena música lo tengo todo.

Remus sonrió de medio lado y asintió.

- Eso le dije yo, pero dijo que tenía que ser perfecto.

- Amo a James, pero él nunca podrá darme lo que de verdad anhelo - le comentó Sirius bajito -.

Un escalofrío recorrió la columna de Remus al sentir los ojos de Sirius sobre él. Podría ser que supiera a lo que se estaba refiriendo Sirius, pero aún así quería asegurarse.

- Como qué?

- Una respuesta - contestó rápidamente el pelinegro -.

Remus suspiró y volteó a mirarlo aunque no debería de haberlo hecho, pero lo hizo, lo hizo porque le gusta lo difícil y porque es un idiota, Sirius lo miraba de la forma más bonita, de una forma en la que jamás nadie lo había mirado ni lo mirarían, sus ojos brillaban de deseo y pasó su lengua por sus labios para luego morder, todo este gesto denotando sus nervios por no saber la reacción de Remus.

- Sirius, creí haberte contestado.

- Quería una respuesta de verdad, no una gilipollez.

- Fué una respuesta de verdad.

- Remus, solo quiero que nuestra relación sea oficial - Remus frunció el ceño-.

- Acaso no lo es ya? Todos saben que estamos juntos.

Sirius suspiró y asintió.

- Ya lo sé, pero no me dejas besarte en público, no me dejas tomarte de la mano Remus, necesito tomarte de la mano, mira lo cursi que me tienes - explicó mientras abría sus brazos como para dar más énfasis a sus palabras, realmente parecía desesperado -.

Remus rió.

- No sé cuál es la necesidad de exhibicionismo - comentó Remus meneando la cabeza -.

- Presumir ante el mundo entero que soy de Remus Lupin y que Remus Lupin es mío - explicó Sirius, luego su rostro cambió a una expresión solo un poco más seria -. También está lo otro.

Remus no quería tocar ese tema, era algo sobre lo que habían discutido una vez hacía un tiempo y no le habían quedado ganas de hacerlo de nuevo.

- Sirius...

- Remus, escúchame si? Podemos hacerlo! Es decir, mírate! Creías que no ibas a poder estudiar en Hogwarts y estás a punto de graduarte como el mejor estudiante, puedes hacer cualquier cosa que desees solo debes confiar en tí, ahora solo debes de confiar en mí también y todo irá bien.

- Que tal si no, Sirius? - preguntó mirándolo -. Irnos a vivir juntos no es tan fácil como parece.

- Moony que piensas hacer al salir de Hogwarts?  - preguntó, serio de pronto -. Porque si no quieres vivir conmigo, yo viviré contigo - Remus volvió a reír -. Hablo en serio Lupin, esperaré que encuentres una casa, un apartamento, no sé, dónde sea y poco a poco me mudaré contigo, no quiero vivir solo Remus y tampoco quiero hacerlo con alguien más que no seas tú.

- No lo sé Sirius, no creas que no aprecio que quieras vivir conmigo, es... Es lo mejor que me podría pasar en la vida luego del hecho de que estemos juntos.

- Y entonces?

- Entonces debes entender que se me harán difíciles muchas cosas y...

- Y me estás dando más razones para quedarme contigo y apoyarte, Remus si esto es por el dinero...

- No es por el dinero! - exclamó un poco irritado, porque si lo era-.

- Alphard me dejó mucho, nos dejó mucho - especificó el chico -.

- Es tuyo Sirius, no me incluyas.

- Te incluyo porque nos dió su bendición y le gustaste cuando se conocieron además, en la carta que me dejó básicamente te menciona.

Remus lo miró con ojos entrecerrados.

- Leí esa carta y en ningún lugar dice Remus Lupin.

- Claro que sí! Dice: " Para que seas felíz con la persona que amas y construyas una verdadera familia" - dijo citando realmente el fragmento de la carta, luego de la muerte de Alphard, Sirius había pasado por unos días muy reflexivos y leía la carta una y otra vez -. Tú eres a quien amo, no sé cómo hacemos con la parte de la familia, pero eso no importa ahora.

- Sirius no pienso tener hijos, ni de una ni de otra forma - le recordó Remus -.

- Pues perfecto, yo tampoco - resolvió fácilmente -.

Remus rió con ganas.

- Sirius, estás si quiera seguro de lo que dices?

- Alguna vez me has visto fantaseando con tener hijos? Eso es cosa de James. Remus, yo solo necesito estar contigo, solo te necesito a tí.

Eso había llegado al corazón de Remus quién no pudo evitar suspirar y que su cuerpo se sintiera cálido y su estómago caliente.

- Podemos seguir juntos - comenzó suave -. Nadie ha dicho nada de separarnos.

- Eres idiota Remus? - Remus a este punto estaba seguro de que si Sirius realmente no lo amara tanto como lo hace o si fuera James con él que estuviera hablando, hacía rato lo hubiera golpeado para que lo entendiera, así de exasperado se veía -. Cómo vamos a seguir juntos mientras vivimos separados?

- Es lo que realmente hacen las parejas - se excusó Remus -.

Sirius tenía una mirada de incredulidad, simplemente no podía creer lo que estaba oyendo.

- Remus hemos vivido juntos desde los once años y estamos saliendo desde los quince y vas a decirme que ahora que podemos formalizar nuestra relación, de llevarla al siguiente nivel... Viviremos separados? No me jodas Lupin.

Remus se detuvo en seco y Sirius con él, se acercó y tomó las manos del chico.

- Sabes que te amo mucho? - preguntó Remus mirando sus intensos ojos grises -.

Los ojos de Sirius parecían centellas y brillaron un poco más al oír la pregunta, sus manos dieron un suave apretón a las de Remus y asintió.

- Claro, sí, yo también te amo mucho - respondió con suavidad, como el chico enamorado que era -.

- No quiero ser una molestia para tí - se explicó el castaño mirando sus manos unidas -.

- Remus jamás serías una molestia para mí, yo solamente quiero ser un adulto para tí.

Eso llamó la atención del lincantropo, quién alzó la mirada para verlo con una sonrisa divertida en sus labios.

- Ah, sí?

- Si - respondió muy seguro -. Quiero cuidar de tí, te quiero proteger y consentirte, sé de sobra que no necesitas ninguna de las dos primeras, pero aún así quiero hacerlo y si vivimos separados no lo voy a poder hacer estando lejos de tí.

- Lo sé, pero debes entender que yo también quiero ser un adulto Sirius y sé cómo eres, primero me vas a decir que no necesito porque molestarme por la comida o por el alquiler o por otra cosa y cuando me de cuenta, serías tú el único sustento de la casa.

- Oye, tenerte en casa todo el día todos los días no suena a mala idea - comentó divertido, Remus rodó los ojos -.

- Sirius... - le llamó Remus la atención -.

- Sabes que lo digo de broma, sé perfectamente que tienes tus propias aspiraciones y metas, solo quiero ayudarte en todo lo que pueda para que lo logres.

- Y lo harás, con estar a mi lado y apoyarme es más que suficiente.

Sirius suspiró y se acercó más a su novio para abrazarlo, Remus le regresó el abrazo.

- Eres tan obstinado - susurró enfurruñado -.

- Mira quién lo dice - contestó Remus sonriente -.

- Remus...

- Dime

- Promete que lo pensarás un poco más, yo cederé el no sobre protegerte y dejar ciertas cosas por tu cuenta, pero tu cedes el vivir juntos, que dices? - preguntó mientras se separaba lo suficiente para mirarlo a los ojos -. Suena justo para mí

- Como que solo ciertas cosas? - preguntó Remus mirándolo con sospecha -.

- Pues yo te conozco a ti jovencito, y sé que vas a querer hacerlo todo por ti solo, como si yo no estuviera allí para ayudarte, seremos un equipo, así que cuando necesites de mi ayuda solo pídela porque no dudes que voy a necesitar mucho de tu ayuda.

Remus lo miró, desvió un poco la mirada para reflexionar otro poco y volvió a mirarlo, Sirius se mordía el labio, expectante.

- De acuerdo, lo pensaré más seriamente, sí? - concedió el castaño -.

- En serio?! - preguntó Sirius con emoción -.

- En serio

- Remus! - gritó emocionado en medio del pasillo donde algunos cuadros lo mandaron a callar -. Te amo, te amo, te amo!

Remus rió, muy contento de verlo emocionado.

- Es suficiente para hacerte feliz?

- De momento sí.

Remus negó con la cabeza como irritado, pero seguía sonriendo.

- Eres un insaciable.

- Especialmente si se trata de tí

Sirius volvió a acercarse a Remus y comenzó a dar besos en su cuello y Remus decidió apartarlo aunque con poco éxito, si continuaban así no iban a llegar a la fiesta.

- Padfoot, creo que ya debería de estar lista tu sorpresa - dijo Remus no sabiendo ni como, una vez que Sirius lo comenzaba a besar su cerebro dejaba de funcionar -.

- Ajá - murmuró aún con su boca en su cuello -.

- Sirius - llamó Remus intentando que no sonara como un gemido -. Que James le puso mucho cariño.

Sirius suspiró, se apartó sin ganas y asintió.

- Ok, tienes razón.

Los chicos llegaron a la Sala Común donde todos encendieron la luz para salir de sus escondites y gritar
"!sorpresa¡" a un Sirius que estaba muy  "sorprendido". James inmediatamente corrió a su lado para abrazarlo y luego mirarlo y sin siquiera dejar que Sirius se fije en su fiesta o dejarlo pasar un poco más allá de la entrada, le pregunta:

- Te hemos sorprendido? Te gusta tu fiesta sorpresa? - los ojos de James brillaba de emoción -.

- Me gusta Jamie, siempre logras sorprenderme - le sonrió Sirius con auténtica emoción -.

La fiesta sobra decir que fué bastante increíble, habían muchos estudiantes, incluso Regulus aceptó asistir, claramente James lo había convencido, además de que este mismo, había cumplido con las expectativas de Sirius, había buena música, sus comidas favoritas y mucho alcohol. A las tres de la mañana entró la profesora Macgonagall para llamarles la atención, pero una vez se hubo ido la mujer, la fiesta continuó en un volumen más acorde a la hora y los que no eran de Gryffindor se retiraron a sus respectivas casas. Sirius en toda la noche no se había separado de Remus, de un lado a otro estuvieron con las manos tomadas o Sirius tomándolo de la cintura cuando Remus tenía sus manos ocupadas, pero en ningún momento perdieron el contacto entre ellos, por lo que a las cinco de la mañana cuando Remus ya no podía mantener sus ojos abiertos por mucho más tiempo y le susurró a Sirius que iba a dormir, este le siguió a la habitación.

- Sirius, puedes quedarte, es tu fiesta - le recordó Remus mientras se cambiaban, abajo la fiesta continuaba sin el cumpleañero -.

- Y perder la oportunidad de dormir contigo? Ni loco.

Remus sonrió.

- Siempre dormimos juntos

- Y que se mantenga así.

Al final Sirius se quedó, nadie lo iba a hacer cambiar de parecer cuando se trataba de quedarse con su chico. Una vez que los dos estaban en la cama, Sirius abrazando a Remus por la espalda, manteniéndolo tan cerca que su rostro estaba escondido en el cuello del chico y ambos en el umbral del sueño, Remus habló bajito:

- Sirius?

- Moons? Dime - contestó adormilado -.

- Recuerdas nuestra conversación de antes?

- En la que prometiste ser completamente mío y vivir bajo sumisión?

Remus estaba muy cansado y con mucho sueño, pero eso no quitó que pusiera sus ojos en blanco y sonriera.

- Si, esa misma, hubo una parte que se te olvidó por completo.

- Olvidé? - murmuró en su hombro casi ya de manera ininteligible -.

- Habías dicho que querías demostraciones de afecto en público.

Sirius lentamente levantó su rostro de donde estaba.

- Si, lo dije y lo mantengo - susurró suave, como si le diera miedo que Remus de pronto cambie de opinión -.

- Pues... Está bien.

- Está bien el qué? - respondió dubitativo -.

- Estan bien los besos y los abrazos en público - respondió Remus un poco tímido sin saber por qué -.

- Y tomar tu mano? - preguntó Sirius, la emoción ya asomando en su voz -.

- También Padfoot.

Sirius se sentó en la cama, lo tomó del hombro y lo volteó un poco para que lo mirara.

- Me hablas en serio Moony?

- Claro.

Sirius se acostó encima del chico aplastando a Remus en el colchón con su peso, pero este reía divertido.

- Remus, eres el mejor! - dijo en su pecho sonriendo -.

- Lo sé, para qué negarlo - contestó Remus divertido -.

Sirius levantó su rostro y tomó el de Remus entre sus manos.

- Eres el mejor novio del mundo, no tienes ni una idea de lo felíz que me hace, Lupin.

- Y tú a mí, Black.

Sirius besó profundamente a su novio para luego volver a acostarse sobre él, abrazarlo y quedarse dormido oyendo los rítmicos latidos de su corazón, contento de haber recibido el mejor regalo de su vida, la oportunidad de compartir una vida junto a su Remus.