
Sirius Black es una persona orgullosa, todo el mundo lo sabe. Y aún así, Sirius puede admitir cuando la ha cagado, y cagado en grande.
Se supone que sería una broma pequeña, para despedir de buenos ánimos a Snivellus, Snape… Severus, ahg, ¿a quien engañaba? Sirius entró en pánico, ¿okey? Que se supone que debía de hacer cuando vio a su hermano menor muy juntito a Snivellus. Era preocupación por Regulus debido a que el slytherin mayor se juntaba con puros mortífagos. Cosa que tú mismo causaste al separarlo de su única amiga, por celos.
Era su último año como estudiante de Hogwarts, unos meses y entraría a la academia de aurores con James, unos meses y comenzaría su vida de adulto. Dejando atrás todo tipo de comportamiento infantil, o sea las bromas que les hacían a Snape.
Cuando Lily comenzó a salir con James -gracias a Merlín-, a pesar de que la pelirroja ya no era amiga de Snape, le pidió al castaño dejar de molestarlo y dejarle en paz, eso incluía a Peter y Sirius. Y, con tal de hacer feliz a prongs, le dieron su palabra, ya no molestarían al slytherin. Pero esto ameritaba una excepción, ¿no? Ver a su hermano tan…pegado a Snape le causaba un sabor amargo en la boca.
Desde que Regulus entró a Hogwarts se la pasaba siempre junto a Snape, pero ahora era diferente, ¿verdad? Su hermano ya estaba grande, debería ya dejar de seguir al slytherin, pero no. Siempre a donde iba Snape, Regulus le seguía.
Moony alguna vez le dijo que lo que sentía eran celos. ¿Celos? ¿De qué? Si Sirius es mejor en todo aspecto a comparación de Snivellus, si su hermano necesitaba ayuda el gryffindor era la mejor opción -mentira, desde que te fuiste de la casa y lo abandonaste no te habla-. Regulus lo más seguro que estaba ahí por algún tipo de reto…pero cada abrazo, cada susurro le hervía la sangre.
Es totalmente justificado lo que hizo, ¿okey? Ver a Snape solo sin regulus de por medio solo lo movió sin pensar.
Ahora Sirius no podía pensar con claridad. Delante de él se encontraba la puerta de enfermería, en donde se encontraban Remus y Snape. Entre sus manos yacía una nota, una carta que no recuerda haber escrito pero estaba ya doblada de todas las veces que ha apretado el puño deliberando si entrar o no a la enfermería. Esto no debió haberse salido de sus manos.
Solo es una broma pequeña, prongs. Recuerda haber dicho en algún punto de la noche antes de ver salir corriendo a James, con Peter justo detrás de él.
Tomando respiraciones profundas, Sirius poco a poco comenzaba a calmarse. Decirle a Snape que su hermano le esperaba después de clases en La Casa de los Gritos no fue una buena idea. Ni siquiera se había acercado al slytherin con esas intenciones. Apretó la carta una última vez antes de caminar en dirección al patio, agarrando bien la capa de invisibilidad para no ser atrapado.
Sirius es orgulloso, tanto que le costó cuatro años, y muchas pláticas con moony, admitir que gustaba de Snape. Le costó un año más dejar de acostarse con cualquiera que tuviera cabello lacio negro y ojos negros. Y justo cuando admitió en voz alta, en su dormitorio vacío, que le gustaba Severus es cuando comenzó a notar que su hermano apareció en la ecuación.
No es su culpa, padfoot. Remus le dijo alguna vez. Obviamente no lo era.
Por la broma de James después de los exámenes de 6to es que Severus perdió a su mejor amiga. James no lo hechizó a decir ese insulto, pero si lo orilló a explotar, y Sirius no hizo nada más que reírse falsamente mientras notaba cómo la mirada que tanto le gustaba perdía su brillo.
Entonces, no, no era culpa de Regulus siempre estar con Severus, considerando que su hermano era el único amigo verdadero del pelinegro.
Caminó sin rumbo hasta que llegó al borde del bosque prohibido. Respirando profundo se quitó la capa y se arrodilló detrás de unos arbustos. En sus manos estaba la carta que Remus le ayudó a escribir, en donde abría su corazón y pedía disculpas sin esperar realmente un perdón. Carta que le iba a entregar hoy a Severus, pero al verlo con el suéter de su hermano le hizo actuar cegado por los celos.
Sabía que esa misma noche había luna llena, sabía que la última clase de Regulus era astronomía, y sabía que Severus iría a La Casa de los Gritos cuando la luna estaría en su máximo apogeo… cuando Remus estaría transformado.
Y además de orgulloso, Sirius era un cobarde. Porque en lugar de decirle la verdad a James le mintió diciendo que era una broma. Ahora Remus y Severus están en las camillas de enfermería, y Sirius no sabe la condición física de ninguno de los dos.
Una gota de pronto cayó en la carta entre sus manos, Sirius volteó su mirada hacia arriba pero solo el reflejo de las estrellas se veía, ninguna nube presente. Regresó su mirada al sobre y cada vez más gotas caían. Tardó un poco en darse cuenta que eran sus lágrimas las que estaban mojando la carta.
Sin tan solo Sirius hubiera dejado de lado sus celos y simplemente haberle dado la carta a Severus, sin tan solo hubiera detenido a James antes de que lanzara Levicorpus a Severus, sin tan solo no se hubiera burlado del niño que le decía emocionado que quería estar en Slytherin, tal vez Severus no estaría en enfermería por su culpa.
Quitando bruscamente sus lágrimas, comenzó a hacer un hoyo en la tierra, cuando iba a cubrir la carta con la tierra que sacó escuchó como una rama se rompía detrás de él. Asustado volteó rápidamente apuntando en alto su varita. Su vista tardó un poco en adaptarse al brillo de Lumos de la persona que estaba frente a él. Antes de reconocerlo de vista le reconoció la voz.
“¿Qué estás haciendo?”
Un momento de silencio pasó antes de que Sirius encontrará su voz.
“¿Snape? ¿Qué haces aquí?”
“Pregunté qué estás haciendo Black, no por mi nombre. Además, Madam Pomfrey me dio de alta,” Severus bajó su varita iluminando el hoyo y la carta a medio enterrar. “huh, parece que en realidad sí eres un can.”
Sirius se quedó con palabras, con la boca abierta mirando a Severus, el cual se veía…¿normal? No se veía para nada como si casi fuera comida de hombre lobo. De hecho, se veía bien, su cabello largo parecía tener un halo de luz por los colores del amanecer que apenas hacían aparición. ¿Amanecer? ¿Por cuánto tiempo había estado afuera?
“Entonces, vas a contestar o mejor me voy…” El slytherin lo sacó nuevamente de sus pensamientos. Pasando saliva, y evitando la mirada del más alto, Sirius agarró la carta, la medio limpió y se paró para estar el nivel de Severus.
“Pues, emmm…” Se aclaró la garganta antes de continuar. “Antes que nada, ¿estás bien? Se que lo que hice estuvo mal, solo me dejé llevar por mis celos y claramente no pensé en las consecuencias. En realidad hoy en la mañana quería darte esto pero te vi en el suéter de Regulus y nada más mi boca comenzó a sacar palabras, como lo está haciendo ahora, perdón.” Sirius soltó un suspiro antes de extender su mano y entregarle la carta a Severus.
“Y esto que-” Sin mirarle Sirius le interrumpió.
“Eso explica todo.” De manera nerviosa metió sus manos a sus bolsillos.
Notó en la esquina de su ojo cómo Severus levantó su ceja antes de abrir el sobre y comenzar a leer. Pasaron un par de minutos en donde los únicos ruidos eran los del bosque y el pasar de hoja de la carta. Si, Sirius escribió cuatro hojas enteras de 12 pulgadas y gramaticalmente corregidas por moony, muchas gracias.
El gryffindor comenzaba a preocuparse hasta que escuchó al slytherin reír.
“Eres un tonto Black,” Si, lo sabía, no hacía falta recordárselo. Sirius iba a contestarle pero Severus continuó. “no soy el mejor usando mis palabras pero de igual manera lo intentaré.” Agarrando el poco coraje que tenía, el ojigris dejó de ver el piso para mirar a Severus, el cual tenía la mirada desviada, parecía avergonzado, sujetando con fuerza la carta de Sirius. Soltando un suspiro el slytherin prosiguió.
“No voy a mentir diciendo que todos estos años de acoso no me causaron problemas, pero yo también comencé a desarrollar un tipo de…atracción hacia ti.” Okey, Sirius estaba alucinando. “Lo cual parece ilógico porque por ustedes ya no tengo a mi mejor amiga, y lo de hoy hubiera sido muy grave si yo no estuviera enterado de la condición de Lupin.”
…
¡PERO QUÉ!
Parece que la cara que hizo Sirius era demasiado cómica porque cuando Severus le regresó la mirada se le salió una pequeña risa la cual cubrió con su mano. Lindo.
“¡QUÉ! ¡¿Desde cuándo?!”
“Probablemente el mismo tiempo que ustedes, Black, no soy idiota,” Severus suspiró sarcásticamente antes de seguir. “Igual, me acerqué a Lupin para proponerle un trato, él me ayuda a estar más cerca de obtener mi maestría en pociones mientras yo le surto versiones mejoradas experimentales de poción Matalobos, pero esto no es el punto.”
Severus comenzó a acercarse a Sirius y éste sentía su corazón salir de su pecho.
“Lo que hiciste hoy solo demuestra tu inmadurez emocional,” Con cada paso Sirius se sentía cada vez más chiquito, a merced de Severus. “Pero reconocer tus errores y aceptar tu reconocimiento de tus propios fallos así que…”
Llegó un punto en el cual el cielo ya estaba lo suficientemente iluminado para que Severus guardara su varita. Provocando que Sirius pudiera notar de cerca todos esos detalles que le gustaban del slytherin. Sus ojos color obsidiana que parecían absorber toda su atención, su nariz tosca pero perfecta para su rostro, pequeñas pecas casi invisibles por toda su cara, pestañas largas que enmarcan sus ojos almendrados. Estaba tan perdido en Severus que se dio cuenta muy tarde que la mano que estaba sostenía su varita ahora le sostenía el rostro.
Ocasionando que Sirius le viera a los ojos. Gris encontrando a negro. Severus desvió su mirada a los labios del gryffindor.
Esto no está pasando, pensó Sirius cuando vio a Severus entrecerrar sus ojos y acercarse más al rostro del ojigris.
Esto no está pasando, pensó Sirius cuando Severus unió sus labios con los suyos en un suave beso.
Parece que Sirius tardó un poco de más en reaccionar, cuando sintió que el slytherin comenzar a separarse. Sirius sin dudar ni un segundo más volvió a conectar sus labios con Severus, tomándole por la cintura mientras sentía a Severus tomarle por los hombros acercando más sus cuerpos.
El beso fue todo lo que Sirius pensaba que sería, y mucho más. Moviendo lentamente sus labios, probando el sabor de Severus, menta, siguiendo la dirección del azabache. El contacto llegó muy rápido a su fin, separándose solo lo justo para verse a los ojos. Si Severus estaba sonrojado hasta las orejas, Sirius no quería saber cómo se miraba él.
El gryffindor iba a acercarse a besarle una vez más cuando Severus le tapó la boca con una mano.
“No pienso perdonarte tan fácilmente…” El slytherin quitó su mano para darle un beso rápido antes de continuar. “Pero puedes intentar.” Severus terminó con una sonrisa.
“Gracias por la oportunidad.” Sirius contestó, soltando suavemente la cintura del azabache.
“Tch, agradécele a Lupin, me resumió tus cinco años de problemas en dos minutos.” Severus dijo soltándose de los hombros de Sirius y guardando la carta en su bolsillo, para después continuar. “¿Regresamos al castillo? Madam Pomfrey se enojará conmigo si no me ve en la camilla.”
“¿No que te había dado de alta?” Sirius preguntó confundido.
Severus solo se encogió de hombros con una sonrisa mientras extendía su mano para que Sirius la tomara. Cosa que no dudó en hacer. Recogió la capa de James y tomados de la mano comenzaron a caminar de regreso al castillo.
El orgullo y Sirius eran uno mismo, pero Sirius dejaría todo de lado con tal de poder estar con Severus…iniciando con buscar la manera de compensar al slytherin y ganarse su corazón (y tal vez muchos besos más).