
Conexiones
Las semanas pasaron rápidamente mientras Harry y Jasper se conocían. A menudo se encontraban en el bosque, donde compartían historias y risas. Harry descubrió que Jasper había vivido muchas vidas; había estado en batallas, pero también había aprendido sobre la paz y el amor.
Por primera vez desde Hogwarts, Harry sintió que podía abrir su corazón a alguien sin temor a ser herido.
Su relación comenzó a florecer, y pronto Harry entendió que su amor por Jasper iba más allá de la amistad. Sin embargo, algo en la mirada de Jasper le decía que había secretos que aún no había revelado.
Esa sombra de inquietud siempre lo acompañaba.
Un día, mientras paseaban por el río, Jasper tomó la mano de Harry con suavidad.
"Hay algo que debo contarte"--dijo, con la voz grave y serena que tanto le gustaba a Harry.
"Mi familia... somos diferentes.", Harry sintió que su corazón latía fuerte en su pecho.
A pesar de su historia en el mundo mágico, se dio cuenta de que había más en esta vida que nunca había imaginado.
Jasper le explicó que su familia era vampírica, pero que habían elegido llevar una vida pacífica, lejos de la violencia que caracteriza a otros de su especie.
Harry se sorprendió, pero, curiosamente, no sintió miedo. En su interior, sabía que había algo especial entre ellos, algo que trascendía las diferencias.