
Noche de tormenta
Tal vez era por la cotidianidad adoptada y el tiempo que llevaban juntos o tal vez era por desgaste de la relación, Evan nunca sabía responder cuál de las dos era la opción correcta, pero él y Barty habían alcanzado un punto en el que aunque no parecían una pareja convencional él estaba cómodo con tal y como eran.
Llevaban juntos desde que Evan tenía 13 años y Barty tenía 14, actualmente Evan tenía 16 y Barty 17, eso hacía un total de 2 años y medio de relación. Toda una adolescencia comprometidos, sin estar con otras personas ni experimentar más allá de los límites impuestos en la relación. Aunque a veces bromeaban con tener una relación abierta y ver a otras personas. Barty incluso bromeaba con ponerle los cuernos a Evan, cosa que de primeras a la gente le sonaba extraño y podían llegar a pensar que cómo podía Evan permitir que Barty fuese así con él, pero eran bromas que realizaban desde que empezaron así que eran inofensivas, ¿verdad?
Evan era muy consciente de lo peculiar que era su relación, tenían una norma clara de no besos en público o evitar estar muy pastelosos en grupo, todo esto ya que Evan no llegaba a sentirse cómodo con estar tan pegados cuando había más amigos presentes, no quería hacer sentir fuera de lugar a nadie. Barty cuando Evan puso estos límites nunca se quejó por lo que durante 3 años han estado así, aunque poco a poco se ha ido soltando en público y tirando indirectas de que le gustaría ser más cariñoso, incluso se lo ha dicho de manera de directa, aunque parece que Barty no lo captaba.
Ahora mismo se encuentran de viaje en Hogsmeade. La escuela ha decidido organizar un fin de semana en el pueblo vecino para que así puedan despejarse con motivos del final de curso y el inicio de lo que será su último año en el mismo lugar que ha sido su hogar los últimos 7 años.
Para ser exactos se encuentran en la taberna, sentados en una mesa junto a Regulus, Pandora y Dorcas. Evan está sentado enfrente de Barty, nunca se sientan al lado pero siempre intentan estar enfrente uno del otro.
- Voy a pedir algo - exclama Pandora
- Espera Pan te ayudó a traer cosas, pediré otra ronda para todos.
Y con eso Evan se levanta siguiendo a su hermana. Al llegar a la mesa ve como de manera disimulada Barty ha movido un lugar a su derecha por lo que ahora Barty está frente a Regulus y Evan tiene enfrente a Dorcas. Pero esto no tiene porque significar nada. Así que se decide por sentarse y la cena continúa.
Durante más cena no para de bromear de hablar con Dorcas y Pandora, incluso se les ha unido a la mesa Marlene por petición y Dorcas y en consecuencia Mary que iba con ella, hablan de todo y de nada, las risas van y vienen pero Barty no mira a Evan ni aunque le pagaran por hacerlo, sólo habla con el resto y bromea con Regulus. Por momentos parece que Evan ni está sentado en la mesa y empieza a sentirse muy fuera de lugar, como si no fuesen ni sus amigos, ni su hermana, ni su novio, si no una mesa de completos desconocidos en la que se ha sentado y en la que por consecuencia es normal que nadie le haga caso.
Hablan y deciden comprar botellas de alcohol para beber en las habitaciones, así que eso es lo que hacen, la compran Barty y Mary que son los que parecen más mayores por lo que no les pide identificación.
Al llegar al hotel deciden que la mejor idea es ir a la habitación de Dorcas y Pandora, por lo que acaban allí. La gente va y viene de la habitación pero ellos empiezan a jugar yo nunca, nunca. “Yo nunca, nunca me ha gustado alguien de esta habitación” Evan bebé rápido dándole un guiño a Barty que está sentado en la cama de enfrente, sigue evitando su mirada, Dorcas y Marlene beben, Barty también y aunque nadie parece notarlo Regulus también. El juego continúa con normalidad.
Evan siempre le ha gustado beber aunque desfase siempre y muchas veces acabe muy perjudicado, le gusta beber porque se atreve a mantener las conversaciones y hacer las cosas que sobrio nunca haría. Por eso tal vez ha acabado siguiendo a Barty cuando ha dicho de ir al cuarto de baño.
Evan abre la puerta y lo primero que ve es su espalda encorvada en el lavabo, Barty se está lavando la cara, se acerca y le abraza por la espalda. El lavabo tiene una encimera grande por lo que se mueve y se sienta en ella mirando así a Barty, apreciando su pelo largo, como le cae por la frente, la parte de atrás de un verde mal teñido y disparejo por hacerlo él solo en su cuarto de Hogwarts sin un espejo en condiciones más allá de su reflejo en la ventana que daba al lago. Cuando Barty se levanta se quedan mirándose a los ojos y entonces Evan siente la necesidad de cogerlo de la camiseta, acercarlo y comérselo a besos, así que lo hace. Empieza a devorarlo como si la vida se le fuese en ello, Barty le sigue un rato, pero entonces lo empuja.
- Deberíamos volver con los demás - dijo Barty acercándose a la puerta pero siguiendo de espaldas a esta.
- Pero… Pensé que querías esto igual que yo… El otro día… - Evan dirigió la mirada al suelo avergonzado.
- El otro día era el otro día, no se Evan. Ya sabes con el tema de que no solemos liarnos porque no te gusta - Barty se notaba claramente incómodo ante la situación y seguía con una distancia prudente hacía Evan.
- Pero por eso lo hago, porque tú quieres, siempre has querido también debo adaptarme a ti, a lo que quieres.
- Bueno ya. Creo que se me hace raro, ya sabes. Llevamos tanto sin hacerlo que me cuesta.
El cuarto de baño se llena de un silencio ensordecedor, por un momento ni se escuchan las voces de fuera.
- Voy a volver a la habitación ¿vale?
Con eso Barty sacude el pelo de Evan y se va dejándolo a solas con sus pensamientos. De repente Evan tiene muchas ganas de vomitar como nunca las ha tenido y tal vez de llorar, después de la noche que ha pasado aguantando se las lágrimas y tratando de pasar un buen rato con su novio. Se incorpora un tiempo después y sale del baño pero en vez de ir con el resto decide irse fuera para que le dé un poco de aire, por lo que baja al frío de la calle y se queda sentado en la acera de la calle.
Le gusta sentir el frío en la cara y como se le mete en todo el cuerpo, va en pijama y se le han olvidado los calcetines así que no siente los pies.
- Pensé que tardabas mucho y quise ver como estabas - era la voz de Barty - No te vi así que supuse que habías bajado - se sentó a su lado dejando que Evan apoyase su cabeza en sus piernas y este se tumbase, por lo que Barty comenzó acariciar el pelo del rubio.
- No me sentía muy bien, perdón.
- No tienes porqué pedir perdón, te entiendo. Es normal. No fui muy amable en el baño.
Se quedaron en silencio en la oscuridad de la noche iluminados por la luna.
- Evan ¿cómo estamos?
Barty nombró la pregunta que Evan llevaba todo el viaje temiendo, la que no quería ni esperaba oír.
- No me mal entiendas. Te quiero, claro que lo hago, pero llevo un tiempo sin saber muy bien a donde va la relación. No me siento muy bien.
- ¿Es por algo que he hecho? - Evan se incorporó de golpe y las lágrimas volvieron amenazar con salir.
- No es… Es más complicado que eso, de verdad ¿a donde estamos yendo?
- No lo sé pero… Te quiero, me quieres, ¿no crees que es suficiente?
- No se que creer ¿debería serlo? A veces, haces cosas que me molestan y no se es un cúmulo, nunca cambias y no me malinterpretes te quiero, en todas tus facetas, pero llegas a ser pesado. ¿No crees que ha llegado ya el momento?
Esa declaración le sentó como un jarro de agua fría a Evan que de la nada se sentía como si le acabasen de sumergir en el océano en mitad de la noche. Se derrumbó en los brazos de Evan y empezó a llorar como si la vida se le fuese en ello.
- Por favor prometo cambiar, dime lo que sea lo haré. Nada más volver, dame otra oportunidad. Cuando lleguemos a Hogwarts empezaremos de cero, pero no me dejes. No aquí, no así - Evan se aferraba a la camiseta de Barty como el que se aferra a un clavo ardiendo y seguía soltando súplicas sin saber si realmente estaban siendo escuchadas pero lo hacía. No paró hasta que Barty agarro su cara y la acunó con sus manos mientras secaba sus lágrimas con los pulgares.
- Tranquilízate. No es nada definitivo, simplemente era una idea. Hablemos. Eh, eh, Evan mirame a los ojos. Te quiero, ya lo he dicho y me gusta esto, lo nuestro, lo que tenemos, claro que quiero que funcione. Trabajemos en esto cuando volvamos. Seguro que todo sale bien.
La respiración de Evan se relajó poco a poco y cuando ya pudo respirar con normalidad, Barty le dio la mano y se levantaron para volver a la habitación.
Cuando llegaron a la habitación nada más llegar Barty se fue dejando otra vez tirado a Evan que desde el alfeizar de la puerta veía como este se iba a la misma cama donde Regulus estaba sentado. Sin realmente queriendo estar allí y pensando que si nadie lo notó antes no lo haría ahora volvió a dejar la habitación para dar vueltas en la parte de alrededor del hotel.
Estando abajo se sentó y comenzó a mirar las estrellas. No sabe cuánto tiempo pasó hasta que una persona pasó por allí. Era Mary, no se acostumbraba hablar con ella pero siempre había pensando que era bonita y muy maja. Mary se detuvo delante de Evan y lo examinó un rato, separó sus labios y los volvió a juntar con clara duda sin saber muy bien qué decir.
- ¿Estás bien?
Fue lo que finalmente dijo la chica, pero fue en un leve susurro que si no fuese por el silencio de la noche se hubiese perdido en el viento. Evan sin saber muy bien qué decir se encogió de hombros y le indico a Mary que se sentara a su lado. Ella sin dudar se sentó y le dio un abrazo a Evan, llevaba el pelo suelto por lo que su enorme melena de rizos rozaba la cara de Evan haciéndole cosquillas.
- Necesito, necesito despejarme.
- Estas de suerte porqué yo tenía planeado hacer lo mismo.
Mary le devolvió una sonrisa dulce y estuvieron brindando compañía mutua durante un rato sin realmente decir nada simplemente coexistiendo hasta que Evan se sintió preparado para hablar.
- Creo que me vendría bien moverme, ver gente.
- ¿Tus amigos?
- Sonara mal pero no es una opción.
- No te entiendo, creo que tengo la solución…
Y con eso se levantaron y sin saber a dónde se dirigen pero con una absoluta confianza volcada en la chica Evan le empieza a seguir hasta que llegan a una habitación y Mary toca la puerta. Esta es abierta de golpe por Sirius y de dentro se pueden escuchar todo tipo de ruidos, de fondo se ven botellas tiradas por los suelos y una nube de humo.
- ¿Qué se le ofrece? - Sirius pregunta apoyando su cuerpo en la puerta y en un tono que juega claramente con el coqueteo.
- ¿Podemos pasar? - Mary responde rodando los ojos ante el tono coqueto de Sirius.
- ¿Quién es podemos?
- Oh vamos Sirius, no seas así. Si quieren pasar a pasarlo bien que pasen déjalos.
La puerta es abierta del todo por un chico rubio, pero no rubio como Evan si no por uno que asemeja a unos hilos dorados, tiene una sonrisa encantadora y ancha, le saca por lo menos una cabeza a todos los presentas, no porque sean bajos, si no porque él es muy alto. Evan se queda embobado viendo le y no es que se mueve hasta que recibe un codazo de Mary que le indique que entre con la cabeza y así hace. Entra en la habitación y la puerta se cierra detrás de él, sin saber muy bien lo que le espera tras esa puerta.