Maternidad Sustituta

t.A.T.u. (Band)
F/F
G
Maternidad Sustituta
Summary
Julia Volkova es una joven doctora que tiene a su cargo el área de pediatría de un hospital y muere por tener sus propios hijos con su esposa Valentina pero después de muchos intentos y múltiples abortos y de la noticia de su infertilidad de su esposa, las esperanzas se comienzan a perder en el matrimonio. Valentina nota la tristeza nostálgica de los ojos de su esposa así que recurrirá, por consejo de un amigo, al uso de una práctica muy criticada por parte de la sociedad: la maternidad sustituta; pero su idea es muy diferente a como normalmente sucede en los contratos de la maternidad subrogada cuando conoce a la joven e inexperta estudiante de psicología, Elena Katina, debido a que Valentina quiere que la concepción de su bebé sea un proceso completamente natural y no por medio de la inseminación artificial además de que ha recurrido a la extorsión y amenazas para que la joven Elena acepte sus términos y condiciones y no descansará hasta que su esposa cumpla con su “obligación” en este acuerdo, pero no cuenta con que los sentimientos se mezclen entre la hermosa jovencita y su esposa debido a sus exigencias.
Note
Dejo esta historia por acá, espero sea de su agrado y como pueden ver, se trata de un fanfic sobre las chicas de t.A.T.u.
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Todo sale a la luz Parte II

Problemas, se han adelantado…Verdades, remordimientos y acontecimientos inesperados: Todo sale a la luz Parte II
La ambulancia está llegando al hospital y bajan a Lena en la camilla todavía retorciéndose un poco por el dolor y aunque intenta detener a Julia en el acceso de las ambulancias unas enfermeras y pasantes le reconocen como doctora del hospital y le dejan pasar así que Julia permanece a su lado sin soltar su mano en ningún momento pasando por diferentes pasillos hasta llegar a la habitación privada que ha solicitado Julia para ella, la joven ginecóloga que se ha encargado de revisar su evolución entra casi al instante en que acomodan a Lena en la cama.
―Buenas tardes doctora Volkova ― saluda vistiendo su traje azul de operaciones mientras Julia extiende su mano libre para saludar pero Lena presiona su mano y Julia muerde sus labios para evitar soltar una maldición ― señorita Katina ― Lena saluda con una mueca dolorosa presionando la mano derecha de Julia ― y la joven galena sonríe y comienza a palpar el vientre abultado y adolorido de Lena causándole mayor dolor ― lo siento pero debo hacer esto para saber cómo están los bebés y saber cómo vienen porque tal vez nacerán hoy y si es necesaria la cesárea para tener preparado el equipo…― Anuncia para levantar el vestido y revisar la dilatación presentada.
― ¿Qué piensa? ― Pregunta Julia nerviosa y sudando debido al dolor que siente, una gota de sudor baja por su cien.
―Va muy avanzada, no creí que estaría muy dilatada si sus dolores empezaron hace unos momentos, a menos que… ― Ve a Julia y dirige su atención a Lena ― ¿Desde cuando empezaron los dolores?
―Des… Desde… Desde que… Julia fue arrestada ― responde de manera entrecortada y lo más claramente que el dolor se lo permite.
― ¿Por qué no dijiste nada? ― Recrimina Julia.
―Er… Eran unas… ¡Ahhh! Leves oleadas de dolor… ¡Ahhh! No… No, creí que fuesen importantes ― no puede soportar más y suelta un grito desgarrador cuando siente los movimientos inquieto y bruscos de los pequeños ― ¡ahhhhhhhhhhhhhhh! Además… Sacarte de… La prisión era más importante.
―Mi amor… ― Murmura y besa su sudorosa frente ― ¿Qué opinas? ― Dirige su atención a la joven ginecóloga, quien se mantiene al margen de la conversación mientras medita sobre qué van a hace.
―La dilatación avanza muy rápido así que no creo que sea necesaria la cesárea porque ambos bebés vienen en buena posición para nacer, hasta me atrevo a decir que será el niño quien llegue al mundo primero pero por cualquier cosa, pediré que mantenga la sala de operaciones lista para usarse en el peor de los casos ― esto alarma a Lena y se muestra inquieta pero Julia besa su mano y la presiona ― pediré que la preparen para ingresar aunque no creo que la necesitemos, ¿entrará con ella?
―Claro que sí, no la dejo por nada del mundo ― responde Julia con seguridad sonriéndole y recibiendo la sonrisa feliz de Lena ― adelante ― uno a uno entran Inessa, Larissa, Anastasia y Oleg para saber sobre la situación.
―Les dejo para que se preparen, debo afinar los detalles… Vuelvo en diez minutos ― anuncia la joven doctora y sale de la aglomerada habitación.
―Está entrando en labor de parto así que los gemelos llegarán hoy al mundo ― comenta feliz Julia explicando la situación a grandes rasgos mientras se cambia de ropa completamente nerviosa.
― ¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!―Grita Lena desesperada.
―Cuida de mi bebé ― suplica Inessa preocupada, Oleg coloca su mano sobre el hombro de la nerviosa mujer para darle ánimo mientras su esposa esconde su rostro en el pecho de su esposo buscando consuelo.
―Claro que lo haré… ― Anastasia le dedica una mirada simbólica y levanta su pulgar en apoyo cuando Lena les dedica una última mirada antes de salir.
Entran dos enfermeras acompañadas por dos paramédicos para transportar a Lena hacia el quirófano, Julia camina a la par de ella sujetando su mano en todo momento mientras Lena todavía siente las contracciones dolorosas camino hacia el quirófano mientras su mente viaja hacia los últimos acontecimientos…
*** *** *** Flashback *** *** ***
Tal como le ha dicho Oleg Julia ha llevado a Lena ante su madre y no ha esperado mucho para contarle toda la verdad aunque a Larissa no termina de convencerle la “explicación”, y omitiendo la parte del contrato, que le ha dado su hija puesto que es un poco más suspicaz que Oleg pero al ver las miradas furtivas que se regalan Lena y Julia termina por convencerse de que su hija es más feliz que nunca al lado de esa dulce niña de cabellos pelirrojos además puede percibir la sencillez y dulzura de Lena aunque le consterna la idea de que Julia deje a Valentina por la cuestión de los gemelos, Julia le explica a su madre lo del engaño cuando están a solas y Larisa termina de sorprenderse aunque Oleg le había dicho algo lo que había platicado con Julia la noche anterior, no puede terminar de creerlo.
― ¿Quieres decir que estaba de parte de una arpía de doble cara? ― El hecho de conocer la doble cara de la que fuese su nuera no le deja tranquila.
―Sí pero es bueno que todos conozcamos a la verdadera Valentina tal como es, una vil rata de alcantarilla ― comenta Julia con algo de desdén ― pero pronto me divorciaré de ella ― añade feliz.
Larissa se muestra totalmente horrorizada con las cosas que Julia le cuenta sin que Lena se entere por su puesto pues Julia no quiere preocuparla mucho y hacerla sentir como la tercera en discordia por la cual quiere divorciarse.
A Lena le ha entrado el temor del rechazo por parte de la madre de Julia peor Julia no ha soltado su mano en ningún momento, eso le da el valor de aceptar y confrontar las recriminaciones que les hace Larissa y aunque al principio la pobre ha estado dando gritos de angustia y reclamando a Julia sobre su secreta relación con ella pues no puede creer que la han mantenido muy oculta durante mucho tiempo debido a que su hija es una persona que no se deja llevar por lo que siente viendo pero Oleg intercede diciendo que se trata de la felicidad de su hija y termina por aceptarla cuando puede cruzar unas palabras con ella o más bien cuando termina interrogándola sobre sus sentimientos como para aceptar estar con Julia sabiendo que es casada.
―Bueno que puedo hacer si tú serás la madre de mis nietos y mi hija te ama ― comenta Larissa cuando se han quedado solas.
― ¿En serio no le molesta en lo más mínimo? ― Pregunta Lena algo nerviosa pues la presencia de Julia es la que le hace sentirse segura ante su madre.
―Me molestaría si no supiera toda la verdad sobre Valentina y te hubiese metido en el matrimonio de mi hija…― Lena se sonroja y se intimida ― Pero al ver cómo te mira mi Jul puedo notar la misma mirada que tenía mi Oleg cuando éramos novios ― añade para hacer que se relaje la nerviosa joven sonriéndole de manera amable ― y dime, ¿escogieron los nombres de los pequeños? Porque Julia no me ha dicho nada.
―La verdad no hemos decidido muy bien el nombre de la pequeña aunque si tenemos el nombre para el niño, se llamará Sergey como mi padre ― comenta aún nerviosa.
―Tranquila niña, no muerdo ― se mofa ― ¿y por qué no han decidido el nombre de la niña?
―Hemos tenido muchas discusiones porque ella quiere que sean nombres rusos pero yo quiero nombres extranjeros aunque no me decido, tal vez yo termino convenciéndola por el que yo quiero… ― Larissa sonríe de buena gana.
―Creo que la convencerás, cariño ― le guiña un ojo provocando la risa de ambas.
―Madre, ¿puedes dejar de complotar contra mí una vez en tu vida? ― Interrumpe Julia sentándose al lado de Lena pues les ha visto cuchicheando muy bajito.
― ¿Y quién dice que estoy complotando algo con Lena? ― Simula inocencia.
―Te conozco y siempre intentas algo con todas mis novias… ― Señala y Lena les mira confundida.
―Larissa siempre trata de mantener controlada a Julia y busca aliadas en su búsqueda ― explica Oleg uniéndose a la plática y provocando la risa de todas.
―Ustedes siempre arruinan mis planes ― finge molestia ― no los escuches hija, intentan fastidiarme.
―Es una buena actriz Lena, que no te engañe con sus lágrimas falsas.
― ¿Cómo puedes decir eso de tu propia madre? ― Comienza con la escena dramática ― ¿Cómo puedes ser tan cruel con la mujer que te cargó en su vientre durante siete meses porque no quisiste esperar…? ― La misma escena de recriminación de las veces anteriores comienza a repetirse y Lena ríe al ver “discutir” a Julia y sus padres pues le resulta chistosa la situación.
Verdaderamente ha sido un día de grandes sorpresas y Larissa pide una copa de vodka, Oleg y Julia se sorprenden pues ella nunca bebe a menos que sea una ocasión especial o festiva aunque también suele hacerlo cuando está muy preocupada y en esta ocasión lo hace porque tiene un terrible presentimiento de que algo pasará; Julia lleva a Lena a ver su habitación y Larissa les observa irse entre risas y jugueteos, algo que nunca ocurrió mientras estaba con Valentina aunque algo no le deja disfrutar
―Se ve muy feliz… ― Observa Oleg acercándose a su esposa para preguntar si se encuentra bien pues va por su tercer vaso de vodka.
―Ciertamente lo está, ni cuando se casó con Valentina la vi así de feliz ― añade Larissa abrazándose a sí misma.
― ¿Sucede algo?
―No, bueno, sí… Tengo uno de esos malos presentimientos de madre de que algo va a pasar, tengo miedo Oleg, ¿y si Valentina intenta algo? ― Oleg le abraza y trata de consolarle.
―No pasará nada, no dejaré que arruine la felicidad de nuestra hija y si eso significa cortar toda relación con los Korolev, no me importa ― sentencia de manera firme.
Larissa no menciona nada de sus preocupaciones porque las cree algo absurdas y no quiere arruinar el feliz día, Julia le pide a su madre que no le diga que ya sabe todo a Valentina pues teme a represalias y pide a sus padres un favor especial, el que dejen quedar a Lena con ellos mientras busca una casa adecuada para ellas cuando deje la casa que comparte con Valentina porque no quiere dejarle sola con un monstruo como lo es ella; se despiden de los padres de Lena y emprenden el camino hacia casa.
― ¿Y, qué piensas de mis padres? ― Comienza Julia sujetando su mano mientras conduce.
―Son buenas personas aunque tu madre… ― Comenta Lena.
―Sí, lo sé es todo un caso.
***
Valentina está algo nerviosa y contrariada porque no ha sabido nada de Julia y Lena durante un buen tiempo, así que ha enviado a uno de sus emisarios a seguirles, encontrándose con la novedad de que han estado durante mucho tiempo en casa de sus suegros.
“¿Qué rayos estuvieron haciendo allí? ¿No me digas que ya le contaste todo a tus padres? ¡Maldición! Una aliada menos, bueno no es que Larissa hubiese sido una de las mejores pero con ella podía tener a Julia bajo mi control… Lenita, estás causándome muchos problemas, tengo que mantener el control sobre mi dominio y ya eres un estorbo…” Piensa dando vueltas por su habitación.
Valentina ha comenzado a hablar sola, está comenzando a alucinar además de que se está volviendo paranoica, su mente poco a poco se está desquiciando y siempre está pensando en que alguien o algo le persigue, tiene miedo de su propia sombra y está comenzando a desconfiar de todo; últimamente ha dejado de ir al trabajo y sus casos como fiscal de distrito se están yendo por la borda pues no piensa más que en Lena, ha llegado a verse a sí misma como Lena, ha comenzado a tener un desorden de personalidad y algunas veces las miradas que le dedica a Lena, Julia las puede percibir llenas de odio y rencor y es por eso que le preocupa dejar a Lena a solas con ella.
―Tienes que deshacerte de ella… ― Comenta una voz.
―Pero, ¿Cómo? ―Responde buscando la voz.
―Un accidente por las escales… ― Murmura otra voz infantil.
― ¿Qué pasaría con los bebés? Son mis hijos, no podría matarlos…― Continua buscando a las personas que le hablan.
―Claro que no los matarás tonta, eso será después de que los tenga porque esos bebés son tuyos y de Julia, Elena es una entrometida que está embrujando a Tu Julia… ― Prosigue otra voz masculina.
―Sí, Julia es mía al igual que mis hijos… ― Camina hacia el espejo con la mirada ausente ― Tengo que recuperarlos y quitar a Lena de mi camino… ― Está totalmente desquiciada y fuera de sí pero sonríe al espejo.
Frente al cristal reflejante están tres personas más el reflejo de Valentina, una de las personas es una mujer mayor que viste un uniforme de enfermera totalmente blanco cubierto de sangre, su cabello está muy despeinada y sonríe de manera diabólica sujetando su hacha; la segunda persona es un niño pálido de aspecto macabro vistiendo una pijama, en su pecho hay un gran agujero a causa de una herida de escopeta y porta un arma, sonríe de manera infantil pero su sonrisa es lúgubre y tétrica. Al medio del niño y la mujer, está parado un hombre con un smoking, también cubierto de sangre y con un bate en su hombro, no sonríe sólo asiente con el rostro serio.
Valentina se acerca y les sonríe a sus alucinaciones mientras asiente de manera sumisa, estas alucinaciones le han acompañado durante casi toda su vida y sólo aparecen cuando está sola nunca lo ha comentado a nadie pues ellos han sido sus compañeros de juegos y sus mejores amigos desde que tiene memoria, nunca le han dejado sola y siempre le han aconsejado lo que es “mejor” para ella como en aquella ocasión en la cual apedreó y asesinó sin remordimiento a los pequeños patitos que visitaban el estanque de la casa de sus padres cuando tenía seis años.
―Sí, lo haré por ustedes… ― Los tres personajes sonríen mientras se ven entre sí.
Valentina no se percata de que hay alguien tras la puerta que es testigo de todo, la pobre mujer siente como su corazón se contrae y se agita un poco al descubrir por ella misma la clase de persona que es aquella a quien ha considerado la hija que no ha podido tener, no sabe si realmente le sorprende o si sólo ha pretendido pasar por alto todo lo que ha hecho haciéndose la tonta.
―No puedo permitir que lo haga, necesita ayuda… ― Murmura alejándose.
***
Tan sólo ha pasado un día desde que Julia ha comunicado la noticia a sus padres y no ha dejado pasar la oportunidad de mudar a Lena con ellos pues temer por su seguridad pues al menos ella si se puede defender; mientras empaca, Valentina se acerca para preguntarle si todavía está dispuesta a continuar con su absurda idea de irse con Lena.
―Entonces, ¿es tu última palabra? ― Insiste Valentina con cierto rencor escondido en su voz.
―Así es, mi padre te enviará los papeles para que los firmes porque no quiero tener más trato contigo, me das asco como persona y como mujer…― Sentencia Julia terminando de hacer sus maletas y caminando hacia la salida pero Valentina le arroja un florero que está a su alcance aunque Julia lo esquiva y sólo le hieren algunos cristales que rebotan en la pared.
―No te facilitaré las cosas, yo pagué por esos bebés y los tendré… ¡Se los quitaré a la fuerza!― Grita cuando Julia ha bajado las escaleras ― Ya veremos si puedes ser feliz, amor mío…
―Loca ― murmura Julia cuando siente la sangre de sus heridas en la mano e intenta limpiarla con la manga de su camisa.
―Señora Julia… ― Se acerca Ana.
― ¿Qué sucede, Ana? No quisiera dejarte aquí con ella… ― Julia sonríe mientras coloca las maletas en el suelo ― Si quieres puedes venir a casa de mis padres, necesitaremos ayuda extra con los gemelitos ― ofrece pero la mujer niega con la cabeza.
―No puedo dejarla sola, está enferma y me necesita más que nunca… No puedo abandonarla, no ahora ― responde con algo de tristeza en sus palabras ― aunque tal vez después…
―Las puertas de nuestra casa estarán abiertas para ti cuando quieras… ― Coloca una mano sobre el hombro de Ana ― Bueno, debo irme sino Valentina se alterará más ― comenta levantando las maletas al escuchar como Valentina está comenzando a destrozar la habitación y camina hacia la puerta.
―Señora, espere… ― Se acerca nuevamente Ana para ayudarle a abrir la puerta ― Debo decirle algo ― Julia le mira expectante ― creo que la señorita Lena está en peligro.
― ¿Por qué lo dices? ― Se muestra algo contrariada por tal confesión.
―Escuche a la niña Val hablando sola en su habitación y hablaba sobre quitar a alguien del camino y temo por la seguridad de ella o de usted, sé que debí haber dicho algo antes pero usted sabe que quiero a la niña como si fuese mi hija… ― Baja la mirada apenada ― Es por eso que no puedo dejarla, no así…
―Lo sé, gracias por contarme esto… ― Le sonríe agradecida por estar un paso delante de Valentina.
El rostro de Julia se torna serio y aprieta la mandíbula al pensar en los planes de su esposa, en realidad futura exesposa; sonríe a Ana y se despide con la mano para encaminarse hacia su auto y alejarse de ahí, puede sentir la mirada de Valentina a través de la ventana y su cuerpo se estremece un poco, hasta puede sentirse intimidada pero recuerda a Lena y a sus gemelitos y eso le da fuerzas para enfrentar lo que venga aunque no tiene idea de lo que está por pasar.
***
Han pasado dos días desde que Julia ha abandonado la casa que ha compartido con Valentina casi por cuatro años y no ha sido hasta ahora que se da cuenta de la clase de persona con quien ha estado compartiendo parte de su vida y eso es lo que le hace arrepentirse de haberse enamorado alguna vez de ella.
El otoño está cerca y se puede sentir, Lena siente su cuerpo estremecer cuando una brisa helada le acaricia y le hace estremecer un poco aunque no se estremece sólo por el viento helado que rodea la atmosfera del jardín sino el recuerdo de un sueño o más bien una pesadilla recurrente que le ha invadido desde hace tres días, el sólo recuerdo le hace sentirse amenazada y miedo, cierra los ojos y el horrible sueño regresa a ella.
En la pesadilla, se ve a sí misma completamente sola en un cuarto de hospital cuando despierta sintiendo una terrible punzada en su vientre bajo y cuando intenta tocarlo, ya no está abultado sino plano; esto la alarma y trata de levantarse pero se ve esposada a la cama de hospital así que levanta parte de su torso y puede ver que la cama está cubierta de sangre, de pronto la oscuridad comienza a envolverla hasta dejar todo en silencio. Una luz se enciende y puede ver dos pequeñas incubadoras frente a ella con dos mantitas, una azul y la otra rosa, allí están sus bebés, respira con alivio aunque la desesperación vuelve a ella cuando percibe pasos acercándose hasta los bebés que comienzan a llorar; la persona que se acerca viste ropas blancas y el resplandor le envuelve completamente volviéndose incandescente y haciendo imposible ver de quien se trata, lo único que sabe es que se trata de una mujer.
Su voz se apaga cuando intenta gritar, trata de llamar a Julia pero de su boca no sale sonido alguno, comienza a desesperarse nuevamente cuando la persona desconocida toma en brazos a los gemelitos cuando comienzan a llorar y la persona misteriosa al verla reaccionar de manera impotente comienza a reírse descaradamente, su risa taladra sus oídos y se graba en su mente, sabe ahora de quien se trata, es Valentina. Intenta levantarse pero ahora está atada a la cama, así que se mueve tratando de liberarse pero no lo consigue, lágrimas de impotencia y dolor resbalan por sus mejillas y cuando más desesperada está, la luz vuelve y puede observar a Julia acercarse para quitarle a los gemelos a Valentina pero ésta ya no se encuentra; respira con alivio al ver a Julia acercarse con los pequeños acercándose hasta ella aunque una nueva oscuridad vuelve a invadir la habitación y envuelve a Julia con los gemelitos tomándolos y llevándolos fuera del lugar.
Grita pero de su boca no sale sonido alguno otra vez y puede ver el rostro de Valentina sonriendo con satisfacción mientras le dice que ha obtenido lo que quiere y lo que merece, una puerta se cierra y se ve a sí misma en una habitación blanca y atada a una cama de hospital psiquiátrico, no puede moverse mientras siente que se queda sin respiración y comienza a agitarse, sus ojos se están cerrando poco a poco mientras ve a Valentina abrazando a los gemelitos junto a una hipnotizada Julia, sus ojos casi están por cerrarse de manera impotente…
― ¡Ahhh! ― Grita de asustada cuando siente que le acarician el hombro.
― ¿Estás bien? ― Es Larissa quien se acerca con dos tazas de té ― ¿Te pasa algo?
―Eh, no, es sólo que… No estaba… Quiero decir… ― Balbucea nerviosa.
―Calma, cariño… Entiendo que estás nerviosa por lo del parto y por lo de Valentina, ¿o me equivoco? ― le ofrece la taza.
―Gracias, bueno, sí lo estoy un poco…
― ¿Quieres contarme?
Lena duda un momento pero decide contarle lo del sueño y Larissa le escucha atenta de principio a fin, su instinto de madre le dice que la chica también se preocupa por Julia y que teme más porque algo le suceda a su hija que por ella misma.
―Presiento que algo va a pasar.
―Te confieso que yo también, no me gusta ésta desagradable sensación… ― Manifiesta algo preocupada.
―Hola, ¿Cómo están las mujeres más hermosas de toda Rusia? ― Interrumpe Julia y tanto Lena como Larissa se miran y deciden no contar nada para no preocupar más a Julia.
Julia siente que pasa algo pero que no quieren decirle así que no insiste pues sabe que terminarán contándoselo de todas formas, la plática se desvía a otros temas sobre cómo estuvo su día y cosas sin importancia para intentar calmar los nervios.
Mientras conversan sobre algunos detalles sobre los bebés, llaman al timbre de la casa y cuando una de las jóvenes que trabajan en el servicio abre la puerta, dos oficiales de policía entran mostrando sus placas y preguntan sobre Julia, la joven inocentemente les responde que se encuentra en jardín así que ambos oficiales se miran y caminan hacia donde se encuentra Julia, quien les ve salir por la puerta pues está sentada frente a ella y se levanta al ver la dura expresión en sus rostros intentando no alarmar a Lena ni a su madre.
―Ahora vuelvo… ― Murmura para dirigirse hacia los oficiales ― ¿Puedo ayudarles, oficiales? ― Comienza amablemente Julia interceptándolos en la entrada pero los hombre no responden y uno de ellos se acerca a esposarla.
―Doctora Julia Volkova, está bajo arresto así que debe acompañarnos a la jefatura ― responde el otro.
― ¿Puedo saber por qué me arrestan? ― Intenta razonar con ellos para impedir que se forme un escándalo pero es imposible pues tanto Lena como su madre se han dado cuenta.
―Hija… ― Larissa se ve preocupada al igual que Lena.
―Debe tratarse de un error, descuida mamá… ― Intenta calmarles pero Lena comienza a alterarse más cuando los oficiales le colocan las esposas sin ningún cuidado y comienzan a halarla hacia la patrulla y la revuelta comienza porque Julia forcejea para tratar de calmar a Lena.
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―Calma Len, estaré bien… Tal vez se trate de un error, no te preocupes… ― Pero Lena se altea más.
―No, Jul… ¡No, ¿Por qué se la llevan?! ¡Suéltenla! ¡Julia! ― Toma del brazo a Julia pero los oficiales le alejan halando más a Julia.
― ¡Esperen! ¡No pueden llevarme así, dejen que la calme…! ― Uno de los oficiales empuja a Lena y Larissa le sujeta ― ¡Lena! ¿Por qué hizo eso? ¡Lena! ¡No! ¡Mamá, llama a papá! ― Forcejea más y logra escaparse para ver a Lena ― ¡Llámalo y no la dejes sola!
―Shh, calma cariño… Te hará mal a ti y los pequeños, llamará a Oleg ― Larissa le abraza para calmarle y calmarse ella misma cuando ven a Julia camino hacia la patrulla.
Mientras Julia todavía forcejea con los oficiales y uno de ellos golpea su estómago para poder introducirla en la patrulla, Julia está sofocada y sus ojos se nublan un poco pero logra ver a lo lejos un auto conocido al igual que la figura conocida del conductor, es Valentina, quien sonríe victoriosa al verla arrestada.
―Tenemos órdenes estrictas por parte de la fiscalía para llevarla a la jefatura, sabe sus derechos, ¿o tenemos que decírselos? Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser y será usado en su contra, tiene derecho a un abogado pero sino puede pagarlo, la corte le asignará uno… ― Las palabras se desvanecen y Julia sólo piensa en la sonrisa victoriosa de Valentina al verla esposada pero sabe que no se saldrá con la suya.
***
Han pasado más de dos horas pero Oleg no ha podido hacer mucho para arreglar la situación de su hija y Julia se encuentra en una celda de la jefatura recargada en una de las paredes esperando saber los cargos que Valentina ha inventado para molestarla, se ha quitado el saco y ha doblado las mangas de su camisa para sentirse más cómoda pero la desesperación comienza a invadirla cuando la puerta de acceso a las celdas se abre y deja ver la silueta coqueta de Valentina acercándose con su maletín.
―Debí suponer que tú estabas detrás de todo esto… ― Murmura Julia sin voltear a verla.
―Claro que sí cariño, te dije que haría lo que fuese para recuperarte ― Valentina coloca su maletín en el suelo para regodearse con la situación de Julia.
― ¿Te divierte? ― Camina para colocarse frente a ella.
―No puedo mentirte porque sí es divertido, al menos para mí… ― Se mofa acercándose a los barrotes de la celda ― Aún estoy a tiempo de detener los cargos y dejarte salir, si vuelves conmigo claro ― ofrece.
―Prefiero pudrirme aquí antes de volver contigo… ― Responde Julia encarándola.
―Será una lástima que una mujer tan exitosa, guapa y atractiva como tú termine sus días aquí… ― Acaricia los barrotes y no advierte que Julia empuña las manos.
―No lo haré, papá me sacará de aquí y te juro que terminaré con tus jueguitos macabros, ¡loca!... ― en un descuido Julia le toma del cuello y comienza a estrangularla ― ¿Qué se siente no poder hacer nada? ― La presión en el cuello aumenta.
Valentina no puede zafarse de ella, las manos de Julia son bastante fuertes y le impiden soltarse, Julia hace más presión porque siente unas ganas terribles de asesinarla y acabar con todo aquel teatrito pero recuerda a Lena y a sus hijos no nacidos y la suelta arrojándola lo más lejos que los barrotes le permiten.
―Tuve tu vida en mis manos y estuve así de cerca… ― muestra un pequeño espacio entre sus dedos índice y medio cuando Valentina le observa jadeando y tocando su cuello con las marcas de las manos, está asustada pues nunca antes ha vista a Julia comportarse así ― De asesinarte pero no quiero cargar con tu muerte en mi conciencia, eres una escoria, no, eres menos que eso… ¡Lárgate antes de que me arrepienta y lo haga! ― Exclama Julia iracunda sujetándose de los barrotes mientras hace una rabieta sujetando los barrotes ― ¡Si te atreves a hacerles algo, te mato, ¿me escuchaste?! ¡TE MATO! ¡Ahhh!
Valentina sale apresurada y se encuentra con Oleg en el pasillo, cubre su cuello y le ve entrar en la puerta de las celdas donde está Julia, detiene su rápido andar y se recarga en la pared recordando la expresión de Julia mientras le estrangulaba, respira con dificultad y su celular suena asustándola.
― ¿Aló? ― Responde a penas con gran dificultad ―No… ― Susurra mientras se desliza por la pared dejando caer el celular al suelo mientras algunas lagrimas caen de sus ojos.
Oleg entra al acceso de las celdas y se acerca a Julia pues ha escuchado la amenaza directa e intenta calmar el carácter explosivo de su hija diciéndole que ha conseguido liberarla desechando los cargos absurdos que le han imputado gracias a la confesión de Vitaly.
―Él se ha declarado culpable de todo pero creo que lograremos sacarlo alegando la demencia de Valentina al formular los cargos... Y en cuanto a ella, he puesto una demanda por ser un peligro para la sociedad y no creo que nos cause más problemas.
― ¿Y cuándo la meterán a la cárcel donde pertenece?
―En cuanto se gire la orden, creo que mañana mismo porque se han encontrado más cargos en su contra: corrupción, abuso de poder, amenaza a una menor de edad, tráfico de influencias… Y la lista sigue.
―Gracias papá sólo espero que la aprendan pronto antes de que escape… ¿Cómo está Lena?
―Están bien aunque preocupada al igual que tu madre porque no puede conseguir que te visitaran en este tiempo pero creo que es mejor llevarte con ella, vamos…
―Creo que fue mejor así, no quería que me vieran en esta situación ― argumenta Julia justificándose.
Julia toma su saco y se dirige hacia la salida junto a su padre y el transcurso se enteran de que Valentina ha escapado gracias a uno de sus cómplices y subordinados, Julia teme por la seguridad de Lena y sus hijos así que apresura a su padre a llegar lo antes posible a casa aunque también se enteran de que los padres de Valentina han muerto en un accidente de avión, el reportaje está en todas las noticias.
―No le deseaba nada malo pero creo que ha comenzado a pagar lo que debe ― comenta Julia ― y espero que sea más pronto de lo que se imagine.
*** *** *** Fin de flashback *** *** ***
― Ah ahah… ¡Ahhhhhhhhhhhhhhh! ― Los gritos de Lena se pueden escuchar por casi todo el hospital y presiona más la mano de Julia.
―Vamos Lena, ¡puja!... ― Anima la ginecóloga ―Ya viene… Una vez más, puedo ver la cabecita...
―Vamos amor, tu puedes… ― Murmura Julia en su oído mientras sujeta su mano.
― Ah ahah… ¡Ahhhhhhhhhhhhhhh! ― Lena se aferra a la mano de Julia mientras hace lo mejor que puede y siente desfallecerse y morir cuando unos pequeños sollozos le enternecen el corazón, su primer hijo ha nacido, pequeños mechones cubren su cabecita sucia por el liquido amniótico, están rubio como una vez lo fue su mami y Julia sonríe con orgullo sintiendo como lagrimas de felicidad escapan de sus ojos pues siempre ha deseado sentir la dicha de ver a sus hijos nacer y ahora su sueño se cumple al lado de la mujer que ama.
―Es el niño… ― Anuncia la joven ― ¿Quieres cortar el cordón? ― Le entrega las tijeras a Julia, quien las toma emocionada y lo corta.
Julia besa la mano y frente de Lena mientras le agradece juntando su frente con la de Lena, quien se encuentra totalmente cubierta de sudor mientras siente las lágrimas de la felicidad surcar sus mejillas, ambas madres primerizas ven como se llevan al pequeño rubiecito al limpiar.
― ¿Dó…Dónde lo llevan? ― Lena intenta levantarse pero le duele un poco el vientre.
―Lo van a limpiar y lo traerán después ― explica Julia antes de acercarse como pediatra para corroborar que todo esté bien con su pequeño ― todo está bien, es un varoncito sano ― añade orgullosa.
―Bueno, es hora de continuar con la niña… Lena quiero que vuelvas a pujar fuerte, la niña ya está casi fuera pero necesita de tu ayuda ― Lena asiente y respira hondo y vuelve a sujetar la casi fracturada mano de Julia.
El mismo procedimiento se repite solo que el sufrimiento de Lena se extiende un poco más porque la niña se ha enredado en el cordón umbilical complicando las cosas y ante ello, Lena se muestra muy desesperada y se ha puesto nerviosa por no poder hacer nada, su instinto de madre ha salido a flote pero la joven ginecóloga ha puesto todo su empeño en recibir a la pequeña sin la intervención quirúrgica así que con algunas maniobras, toma a la pequeña cuando Lena se vuelve a concentrar en pujar.
―Vamos, Lena un último esfuerzo…― Anima y toma a la pequeña en brazos que ha nacido llorando.
―Es pelirrojita como tú ― observa Julia cuando corta el cordón umbilical, le duele la mano por la presión que Lena ha aplicado en su agarre pero que importa si con eso ha contribuido a traer a sus pequeños, acaricia un poco la pelirroja cabellera de su hija con mucha ternura mientras sus manos tiemblan ante por este momento, el parto de casi tres horas ha terminado.
Lágrimas de felicidad resbalan por las mejillas de Lena, Julia se acerca nuevamente para revisar que todo esté bien con su hija y regresa al lado de Lena para felicitarla y besarla.
―Lo hiciste muy bien, Lena… Fuiste muy valiente ― felicita la joven ginecóloga.
―Son preciosos… ― Murmura Julia en voz baja cuando Lena los toma entre sus brazos y cesan su llanto ― Sergey y Milenka… ― Acaricia la rubia cabellera de su hijo y después la de su pequeña.
― ¿Milenka? ― Lena le ve con los ojos casi cerrados debido al cansancio.
―Sí, porque se parece a ti y además se parece a tu nombre…― se justifica Julia tomando a los gemelitos meciéndolos un poco.
―Qué lindo… ― Murmura Lena antes de caer rendida en los brazos de Morfeo debido al cansancio y agitación.
―Dejemos a mamá descansar un poco… ― Entrega a los gemelitos a una de las enfermeras para que los lleve a una incubadora y sale a dar las buenas nuevas con una sonrisa boba en su rostro y una mano vendada casi fracturada.

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