Maternidad Sustituta

t.A.T.u. (Band)
F/F
G
Maternidad Sustituta
Summary
Julia Volkova es una joven doctora que tiene a su cargo el área de pediatría de un hospital y muere por tener sus propios hijos con su esposa Valentina pero después de muchos intentos y múltiples abortos y de la noticia de su infertilidad de su esposa, las esperanzas se comienzan a perder en el matrimonio. Valentina nota la tristeza nostálgica de los ojos de su esposa así que recurrirá, por consejo de un amigo, al uso de una práctica muy criticada por parte de la sociedad: la maternidad sustituta; pero su idea es muy diferente a como normalmente sucede en los contratos de la maternidad subrogada cuando conoce a la joven e inexperta estudiante de psicología, Elena Katina, debido a que Valentina quiere que la concepción de su bebé sea un proceso completamente natural y no por medio de la inseminación artificial además de que ha recurrido a la extorsión y amenazas para que la joven Elena acepte sus términos y condiciones y no descansará hasta que su esposa cumpla con su “obligación” en este acuerdo, pero no cuenta con que los sentimientos se mezclen entre la hermosa jovencita y su esposa debido a sus exigencias.
Note
Dejo esta historia por acá, espero sea de su agrado y como pueden ver, se trata de un fanfic sobre las chicas de t.A.T.u.
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Lo superaremos juntas

Lo superaremos juntas

Julia sonríe por lo que acaba de pasar y camina hacia la salida para buscar su auto pero no puede dejar de pensar en la mirada de la jovencita pero no solo en eso sino en la jovencita en general, se ha sentido atraída por ella y se regaña a sí misma por ello pues sabe que está casada; suspira con resignación y desactiva la alarma para abrir la puerta de atrás y colocar su portafolio antes de encenderlo y conducir a su casa por primera vez sonríe sin cansancio y se ve feliz y radiante como adolescente enamorada por haber conocido a la jovencita.
Al llega a casa, coloca las llaves en el tazón azul que está sobre la mesa cerca de la entrada, se quita el saco y es recibida por la señora Ana y una joven del servicio a la que le entrega el saco y la corbata.
―Buenas tardes señora ― saludan al unísono Ana y la joven.
―Buenas tardes, Ana, ¿La señora está aquí o ha salido? ― Pregunta recogiendo las mangas de su camisa mientras se dirige hacia las escaleras.
―Está aquí pero desde que llegó se ha encerrado con una caja de pruebas de embarazo en el cuarto de baño, no ha salido para nada y me preocupa.
―Tendré que hablar con ella, gracias Ana.
Sube los peldaños de la escalera y se dirige hacia la habitación que comparte con su esposa, mientras camina analiza la situación pues el estado depresivo, obsesivo y retraído de su esposa le preocupa un poco; no ha querido conseguir ayuda profesional porque Valentina le dice que no es necesario pero esto de encerrarse con una caja entera de pruebas de embarazo ya es mucho, debe hablar con ella.
Abre la puerta de la gran habitación y ve la cama vacía, recuerda con amargura y tristeza el momento en que Valentina ha sufrido el aborto, ha sido un momento demasiado shockeante que han tenido que mudarse de habitación para evitar recordar lo que ha pasado pero parece no dar mucho resultado pues Valentina no lo ha superado.
Camina hacia la puerta del baño y al entrar ve a su esposa hecha un mar de llanto sentada abrazando sus piernas pegadas a su pecho rodeada de al menos quince pruebas de embarazo, lleva el pequeño short de u pijama y su expresión es idéntica a la que tenía cuando le ha comunicado el aborto mientras aprisiona uno de las pruebas en su mano.
― ¿Qué pasa mi amor? ― Julia se acerca y se arrodilla frente a su esposa para tomar sus manos y quitarle la prueba.
―Otra vez ha dado negativo… ― Baja la mirada y se arroja su cuello aferrándose a él.
―No pasa nada, seguramente lo conseguiremos a la próxima, lo superaremos juntas… ― le alienta correspondiendo a su desesperado abrazo.
― ¿Y si no? ― Le mira dubitativa y dudosa.
―Entonces no hay nada de malo… Veremos otras opciones para tener angelitos iluminándonos el camino… ― Le acaricia la cabeza a la vez que se aleja un poco para verla a la cara ― No me importaría adoptar, hay muchos niños que necesitan el cuidado de padres amorosos.
―Mis padres no aceptaría un nieto así ― se niega porque sabe la reacción de sus padres.
―Pero ellos no los cuidarán además serán nuestros hijos… ― Ataja Julia molesta por la actitud de Valentina.
―Claro pero sabes que siempre me ha gustado tener su aprobación.
―Sí, lo sé pero sucede que soy tu esposa y tus padres no pueden estar metiéndose en esto ― le recuerda molesta.
―Lo que ellos quieren es mi felicidad y también que la genética no quede dispersa y perdure, es por eso que quieren que sus nietos tengan su sangre…
―A mí eso no me importan en lo más mínimo… ― Le mira enojada y desesperada alejando su cuerpo de su esposa ― Serán mis hijos también, somos un matrimonio no puedes decidir solo por eso ni escuchar la opinión errada y mezquina de tus padres por creerse superiores a los demás, si quieres ser feliz ignóralos y sigamos intentando o adoptemos, podemos tener los hijos que queremos si la naturaleza ha decido no dárnoslos naturalmente….
― ¡Julia…! ― Valentina le mira con sus grandes ojos color miel ― Vitaly me dijo que no podría tener hijos ― dice de la nada captando la atención de su esposa.
― ¿Qué quieres decir? ― Julia la mira confundida.
―Hace unos días fui a verle para chequeo regular de cada mes y ver si había funcionado nuestro pequeño maratón del último mes o la última semana…― Comienza a recordar la cita.
*** *** *** *** *** *** Flashback *** *** *** *** *** ***
Nerviosa e impaciente camina por el largo pasillo de la clínica privada de Vitaly, hace unos días se ha comenzado a sentir algo mareada y ha sentido otra vez los mareos matutinos y con ilusión ha empezado a pensar que su meta al fin se ha cumplido.
Llega hasta el consultorio de su ginecólogo y saluda a la secretaria de mediana edad, quien ya la conoce y toma asiento para esperar su turno.
―Señora Volkova, el doctor le espera ― le anuncia amablemente caminando la consultorio para entregar unos expedientes.
Valentina asiente y camina tras ella, se sienta en la silla frente al escritorio y espera pacientemente a Vitaly, quien sale de la habitación del baño, el galeno le saluda y toma asiento frente a ella estirando el brazo para saludar a su paciente asidua.
― ¿Y cómo te sientes? ― Comienza sacando su expediente para hacer anotaciones.
―Pues he sentido algunos achaques de embarazada cuando recién se entera que está en estado de buena esperanza ― sonríe alegremente.
―Bien, veamos… ― Le invita a pasar al vestidor para comenzar el chequeo.
Valentina se cambia la ropa por una bata verde y sale dispuesta para ser revisada. Vitaly comienza con los signos vitales, la temperatura y otros exámenes de rutina.
―Ok, entonces ¿dices que sientes unos achaques, y qué tan seguidos son estos?
―Bueno si, siento mareos por las mañanas, me dan ganas de vomitar a veces y tengo antojos raros… Y todo esto comenzó hace como tres o cuatro semanas más o menos.
―Bien, haremos un test y tomaré algunas muestras de sangre para descartar otro tipo de cosas ― acerca una jeringa para tomar la muestra de sangre ― terminamos con esto, vayamos a hacer el ultrasonido.
Valentina ha sentido el frío del gel que Vitaly le coloca sobre el vientre y sin poder evitarlo se estremece causando la risa de Vitaly, quien ahora enciende la pantalla del monitor.
―Veamos, no hay nada raro por aquí… ― mueve la perilla del monitor ― Por aquí tampoco pero… ― Se detiene en el útero notando algo que no ha notado antes.
― ¿Qué pasa? ― Valentina levanta su torso y se recarga en sus codos.
―Esto no lo he visto antes… ― Mira fijamente la pantalla ― Es raro.
―Vitaly, ¿Qué pasa? no me asustes.
―Puedes cambiarte ya para poder hablar.
Valentina se levanta de la mesa de revisión y camina hacia el vestidor para cambiarse, rostro de Vitaly muestra preocupación y eso le asusta, así que se apresura para saber qué pasa.
―Dime qué pasa Vitaly, no me asustes, ¿está todo bien? ― El semblante del médico no es muy alentador.
―Valentina, no sé por qué no había visto esto antes… ― Pausa ― Este es un caso algo particular…
―Vitaly, te aprecio como amigo y como doctor pero si no me dice qué está pasando te perderé la estima como ambos ― se impacienta.
―Bueno, seré honesto contigo, creo que sé cuál es la razón por la cual no has podido concebir… ― La mujer castaña le mira ilusionada ― Con el ultrasonido me acabo de percatar que tienes un grave problema con tu útero, este caso es raro y solo pasa uno en diez millones de mujeres ― le mira serio ― tu útero no puede soportar el proceso del embarazo, es como si consumiera tus óvulos cuando estos llegan a él, es como un cáncer y es un milagro sorprendente el que pudieras concebir el anterior feto pero por la misma naturaleza autodestructiva del útero se causó el aborto natural, lo lamento Valentina nunca podrás saber lo que es el proceso del embarazo…
Valentina siente un balde de agua fría del polo norte, su ilusión de ser madre y complacer a Julia y a sus padres se esfuma de pronto, el mundo se le cae a pedazos y tibias lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas.
―Entonces, los síntomas que te dije ¿no eran nada?
―Fue una sugestión predispuesta de tu cerebro y cuerpo, te programaste para que eso pasara y se estaba desarrollando un embarazo psicológico… ― Le toma la mano sobre el escritorio de caoba finamente tallado.
― ¿Y ahora cómo haré para darle un hijo a Julia? Ella desea ser madre y yo quiero verla feliz completamente… Pero to no puedo hacer nada… ― El llanto le ha invadido por completo ― ¿Por qué la vida es así? ― Reclama a la nada.
―Tranquila Val, yo sé que Julia será comprensiva y entenderá…
―Entenderá, ¡¿qué?! ¿Qué su esposa no es capaza de embarazarse y que no puede ni podrá darle lo que tanto desea? Entenderá, ¿Qué soy una mujer que no puede tener hijos? Dime Vitaly, ¿lo entenderá? ― Se pone histérica por la noticia y no puede controlarse ― ¿Se quedará a mí lado sabiendo eso sí sabe que puede buscarse a alguien más para cumplir su sueño de cargar un bebé? No lo creo, un bebé es lo que más quiere Julia…
―Lo entenderá porque te quiere, te apoyará… No lo dudes pero tienes que hablar con ella ― le mira comprensivo ― además hay otros métodos para tener hijos, pueden adoptar… ― Propone.
―No me gusta la idea y no creo que a mis padres tampoco.
―Pero debe ser la opinión de Julia la que más te importe, no creo Julia esté en desacuerdo si lo que más desea es un hijo…
―Lo sé pero también me importa mucho lo que piensen mis papás, si enteran de que su nieto no es hijos de sangre de nosotros no lo aceptarán ― mente divaga entristecida por no sabe qué hacer.
―Hay otras soluciones.
― ¿Cómo cuáles?
―La inseminación artificial, puedes alquilar el vientre de una mujer y con la ayuda de la ciencia genética podemos implantar un óvulo fecundado con ayuda de Julia… Me refiero a optar por la maternidad subrogada.
― ¿Pagarle a una mujer para que se embarace de mi Julia? ― Valentina le mira a los ojos algo desconfiada por la idea ― ¿Quieres decir, pagarle para que se acueste con MI esposa?
―No, eso no es lo que quise decir… ― Vitaly se pone nervioso por la mirada encolerizada de Valentina ― Puedes usar la inseminación para implantar el óvulo ya fecundado usando lo último en tecnología genética, es decir, fecundar el óvulo en un laboratorio usando una muestra seminal de Julia.
―Entonces, ¿mi bebé sería producto de una “probeta”? ¡No! ― El simple hecho de decir aquello es cuestión de escándalo y más si lo saben sus padres pues son muy estrictos en la línea de descendencia porque se consideran bendecidos por el mismo Dios y quieren conservar su linaje intacto.
―Bueno si lo dices de esa forma, parece algo descabellado pero te permitiría hacer tu sueño realidad… Así podrías mantener a Julia a tu lado como dices tú ― esta idea le abre la mente a Valentina y la pone a pensar para decidir sobre la idea no tan convencional ― Tengo un amigo en una clínica de fertilidad, puedo conseguirte un catálogo de algunas buenas candidatas y su precio, aunque no supongo un problema en ese aspecto, además tienen un estricto control de confidencialidad si es lo que te preocupa, tus padres nunca sabrán lo que pasó.
La idea de poder darle un hijo a Julia comienza a cegarle el pensamiento y cualquier razonamiento pero tanto es su afán de que Julia pueda tener lo que tanto desea, que cometerá la peor de las locuras.
―Debo pensarlo un poco, se lo comunicaré a Julia esto y te haré saber una respuesta ― Se levanta y se despide de su amigo.
Durante todo el trayecto de la clínica privada, un solo pensamiento le recorre la mente y ese es sobre la idea de contratar a un mujer para que cargue en su vientre a su pequeño durante los nueve meses, “seguramente Julia no estará de acuerdo pero le haré ver que puede ser lo mejor porque a mí me molesta la idea de adoptar a alguien que puede ser hijo de cualquier persona, no… Dejaré que vea a las posibles candidatas o la convenceré de otra forma… “mira su escultural figura de modelo y sonríe con malicia.
*** *** *** *** *** *** Fin de flashback *** *** *** *** *** ***
―Esa es la única verdad, estás casada con una mujer seca que no puede darte lo que más quieres ― su voz se quiebra al decir aquello y baja la cabeza comenzando a llorar.
― ¿Por qué no me lo habías dicho? ― Le abraza nuevamente.
―Tenía miedo de que me dejaras al saber esto, tenía miedo de que me dejaras por no poder darte un hijo…
―No es justo que sufras tu sola, somos un matrimonio y estamos para apoyarnos en las buenas y en las malas, ¿recuerdas, tontita? ― Le levanta la barbilla y le besa dulcemente mientras le ve de tiernamente.
―Sí, lo recuerdo muy bien ― le regala una sonrisa mientras se seca las lágrimas.
―Entonces, ya solucionaremos esto… Lo superaremos juntas, no te preocupes, yo nunca te dejaría por algo tan simple como esto ― se pones en pie y le ayuda a levantarse, ― ahora vamos a cenar que tengo tanta hambre ― le empuja fuera de la habitación para regresar y comenzar a meter todas las pruebas de embarazo ― que desperdicio.
Sonríe a su pesar pues ha soñado con ver a Valentina en su estado de buena esperanza desde que se casaron pero no ha podido realizar su sueño, levanta la caja y la lleva hacia el bote de basura para colocarla cerca de él y sin poder evitarlo recuerda a la jovencita con la que ha charlado en el ascensor, es sin duda hermosa y le ha llamado la atención removiendo sus emociones pero recuerda que está casada y que quiere ayudarla por lo que durante la cena; suspira y sale para cambiar su ropa de trabajo por una más cómoda como unos pantalones deportivos, una sudadera ligera de color roja y un par de sandalias para estar por la casa.
Mientras baja los peldaños de la escalera para ir al comedor, piensa en las soluciones posibles para realizar el sueño de su esposa y ella misma, “si no quiere adoptar entonces la maternidad subrogada no es tan mal opción y si eso la hace feliz estaré de acuerdo… Me gustaría saber cómo serán nuestros hijos, seguramente serán lindos aunque todo depende de la genética y no puedo adelantar los hechos…“concede llegando al primer piso de la casa.

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