El diario de Luther, informes de misión de una segunda oportunidad.

The Umbrella Academy (TV) The Umbrella Academy (Comics)
F/F
F/M
Gen
M/M
Multi
Other
G
El diario de Luther, informes de misión de una segunda oportunidad.
All Chapters

Capítulo 2- La mañana

Con lo tranquila que fue la noche, no me debería haber sorprendido lo animada que fue la mañana.


Puede que me mal acostumbrase a que mis despertares fuesen siempre tranquilos, excesivamente tranquilos, pero una cosa que no echaba de menos de mi adolescencia eran los gritos, aflautados y estridentes, de mis hermanos, y meno como dulce melodía para despertar. No recordaba que la voz de Klaus fuese tan aflautada.

En algún momento de la noche había terminado con mi brazo rodeando a Diego y a través de el a Vanya, y por detrás con Allison haciendo de la chuchara grande.

Mi primer recuerdo de un abrazo grupal con mis hermanos es ese, puesto que por mucho que me esfuerzo en recordar no hay nada en mi primera vida que se le parezca, excepto aquel caso en Estambul…. Y había demasiada sangre en Ben para considerarlo un buen abrazo. Realmente incluso sin el grupal, creo que puedo contar los abrazo a mis hermanos con los dedos de una mano, y son seis hermanos.

¿Cómo de triste es eso?

Vanya se había despertado con el ajetreo y estaba tensa, Diego y Ben fueron los primeros en darse cuenta y estaban haciendo un intento de explicarle que había ocurrido, pero creo que nadie se esperaba verla retroceder torpemente, con lagrimas en los ojos, totalmente confusa. Se puso de espaldas a la pared mirándonos a todos con cara de miedo. Sus primeras palabras y expresión en esta vida eran tristemente horribles, y desde su punto de vista, realistas.

- ¿Por qué no estoy en mi celda?

Todos se callaron súbitamente, Allison y Klaus se miraron y se le acercaron como a un animal pequeño y asustado.

-Vanya, cariño, ¿por qué crees que te vamos a encerrar? - Las manos de Klaus flotaban indeciso si tocarla o no.

- ¿Entonces solo necesito permanecer drogada?

- ¿Qué? - La confusión de Allison y en todos debía ser clara.

-Mi mundo vuelve a estar gris y bajo el agua, es lo que me hacen las pastillas.

-Vanya, no te hemos dado ninguna dosis, al volver a nuestro estado de doce años debes haber vuelto a tu estado medio de esa época. -La mirada de Cinco- Además es un método contraproducente, si no sientes tus poderes, no puedes aprender a dominarlos.

- ¿Es que voy a aprender?

Su mirada, ligeramente esperanzada, con su aspecto triste y pequeño contra esa pared retorció algo en mi pecho de una manera aún más desagradable que la reentrada en la Tierra.

-Claro cariño, tu aprenderás, y yo, ya que al parecer no lo sabía todo de mis poderes, ¿qué te parece? ¡El grupo de patea-culos Vanya y Klaus! Bueno, no es un gran nombre, pero en una pancarta con suficiente purpurina morada, debería quedar resultón, ¿u otro nombre? ...- Klaus empezó a mascullar para si mismo rimas atroces para su pancarta.

-Dejando de lado la ridiculez de Klaus, está claro que debes aprender a manejarlo, tenemos que idear un plan de estudios nosotros mismos, el viejo es totalmente inútil.

- Sobre todo en que sitio puede practicar, por que necesitamos un sitio que no se nos caiga encima.

-Y lejos de su vista, al menos que lo eliminemos.

-Diego, por mucho que odie decirlo no podemos matar a papá- No sé qué me asustaba más, que Diego también tu viese mi horrible idea o que Allison no pareciese tan asqueada como debería. -Vamos Luther, el con su maravillosa idea ha creado un Apocalipsis donde ha muerto todo el planeta, nos ha separado y puestos unos contra otros y, en términos generales, nos ha jodido la vida. Me parece poco matarlo en estos momentos.

-Desde luego es la opción más simple de eliminar un problema, voy a por un hacha. - Tuve que sujetar a Cinco antes que fuese y le eliminase. ¿Cuándo se ha vuelto tal salvaje?

- ¡No podemos matarle! - Todos me miraron como si hubiese perdido la cabeza, menos Vanya, que simplemente estaba mirándonos unos a los otros como un partido de tenis.

Diego se puso de pie, me sostuvo por los hombros con cara de sufrimiento listo para lo que parecía una charla de por que padre era malo para todos, cuando le interrumpí.

- ¿No os dais cuenta que si le matamos, no tendremos un adulto sobre el papel de hacer de nuestro tutor, y nos separarán a todos en distintas casas de acogida? Ni Pongo ni mamá son seres humanos adultos y responsables. - No sé quién estaba más sorprendidos por que les diese una razón objetiva, si ellos o yo. No sé donde surgió esa idea, pero hasta Cinco parecía haberse calmado de su sed de sangre.

-Pero entonces, ¿Cómo vamos a resolver esta mierda? Por que paso de seguir con el entrenamiento ridículo de papá y todo eso, gracias, pero ahora que estoy vivo, me niego a volver a morir.

- O a que vuelvan a drogar a Vanya. - Vanya, que estaba en medio de un sándwich de Klaus y Allison, mientras asentía las palabras de su hermana.

-O a que nos separen de nuevo. -Eso, desde mi punto de vista me parecía lo peor.

Si nos hubiésemos tenido los unos a los otros, Cinco no se hubiese lanzado al futuro sintiendo que no tenía nada que perder, hubiésemos calculado mejor la misión de Ben, Klaus podría haber recurrido a nosotros y no a las Drogas, y Vanya y yo no hubiésemos terminados aislados y convertidos, a fin de cuentas, en monstruos.

Mirando sus caras, nació una convicción en mí. Si mi eje central en mi vida anterior fue ser el buen soldado de papá, en esta, será mantener a mi familia junta y a salvo.

Cueste lo que cueste.

-Por el momento no le mataremos, iremos jugando de oído, pero, por el momento vamos a mantener tres principios en todo lo que hagamos. 1º Somos una familia por mucho que le duela, y ante todo somos un frente unido, 2º no permitiremos que drogue a Vanya y la separe de nosotros, el que nos fuerce a aislarla o a aislarnos queda descartado y 3º ya sea en misiones o entrenamientos, no permitiremos que nadie se muera o desaparezca- Todos parecían de acuerdo a mis palabras, incluso Cinco y Diego no tenían palabras en contra, o eso pensaba hasta que hablo Vanya.

-Puede que, al principio, las pastillas no sean una mala idea para mí.

Y con esa frase, nuestro segundo principio y el pandemónium, estallaron.


Sign in to leave a review.