Problemas con el tiempo

Harry Potter - J. K. Rowling
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Problemas con el tiempo

 

 

Era habitual para todo el que preguntara por Ron suponer que se encontraría con Harry, donde Harry o haciendo algo que tuviera que ver con Harry, todavía más habitual que saber que Harry estaría donde los Weasley, durmiendo la siesta, a pesar de los años, en la vieja habitación de su mejor amigo.

Si bien, les habían tomado dos años, terminar tanto su estatus académico en Hogwarts y acabar la academia para aurores, recibiéndose con honores, no había pasado ni siquiera un mes cuando el pelirrojo del dúo desertó. Harry se había sentido triste por la pérdida de su compañero pero lo había aceptado mas que encantado al saber que Ron tenía una idea diferente de ayudar a la gente y hacer lo que más le gustaba; se quedó en su puesto, persiguiendo a los mortifagos restantes y una serie cliché de señores oscuros que lo tenían ahora, a los 26 años, como el jefe de aurores más joven de la historia. A pesar de que sonaba como un trabajo de tiempo completo, los 6 años que llevaba trabajando para el MM topándose de aquí por allá con viejos compañeros del colegio como las Patil, secretarias de Hermione en el área de Criaturas Mágicas y conocimientos Muggles donde el señor Weasley ahora dirigía un proyecto de colegios interculturales, o los Malfoy (señora Black, Astoria y Draco) que se movían por la coordinación de financiamiento e infraestructura mercantil y que a pesar de todo, ahora eran muy amigos de Potter -se reunían para hablar de la colecta anual de la fundación por la guerra y las beneficencias, también de vez en cuando los viernes para tomar té y tener tontas pero agradables revanchas de quidditch con el adorable de Scorpius-, Harry y su extraña agenda tenían tiempo para recoger a Teddy de la escuela y llevar a Grimmauld Place para jugar juntos todos los fines de semana, hacer la tarea con James, ver películas con Albus o hacer jardinería con Rosie en el patio de Molly. Incluso para ver como Ron y George abrían un centro de sanación, aunque su objetivo era la gente de la guerra, habían atraído a heridos de todo tipo y los conocimientos de la academia para aurores que Ron había obtenido fueron aplicados con fervor y George no perdió la oportunidad de invertir todas las frívolas chucherías de Sortilegios W, que cada vez tenia mas ganancias.

Y tampoco se perdería la boda de Ginny y Neville. 

Asi que cuando le preguntaron donde estaba Ron, realmente se extraño de no saberlo. Primero respondió al Patronus de Charlie, enviando su ciervo "¿no esta en casa?", luego a la vieja lechuza de George "no lo he visto en todo el día" y finalmente respondió al memorándum de Hermione rápidamente con su respuesta "probablemente en el centro" y acomodo sus informes en el escritorio listo para terminar su día temprano, pues Molly había requerido su presencia para mantener a los niños a raya, sobre todo con las gemelas Olivia y Ophelia, encantadoras pero tremendas hijas de Factura. y Fleur, el único tranquilo aunque en demasía era el mayor de todos, John, el hijo de un matrimonio separado de Percy. Recogió su maletín, abrocho la gabardina y al abrir su puerta dio de frente con rebuscado susodicho al que se le habían caído una particular cantidad de flores.

-Oye, a ti te quería ver.

Celia, su secretaria, hizo un movimiento de varita para recoger los coloridos arreglos mientras Ron se ponía de pie y usaba su propia varita para reacomodar su figura incluso el gracioso pero tierno corbatín de su cuello.

-¿A mí? ¿Para qué?

-Lo sabrán los tuyos, no paran de preguntarme por ti desde temprano, vino tu padre y me dejo esto para ti.

-Claro, gracias, tenia días esperando este pergamino.

Ron le tendió el ramo de flores a Harry, excusando su intercambio para tomar el papel entre sus manos, Harry olisqueo las flores, era una mezcolanza dulzona que le recordaba al prado junto al lago de Hogwarts y particularmente a la gran cantidad de lilas que le había recordándole dulcemente al jardín especial de Molly ya su propia madre, Ron dio un salto y con la cara radiante se abalanzo a darle un abrazo, apretado pero gustoso recibió el afecto cuidando que las flores no se dañaran y Se sintió como Ron, después de zarandearlo recorría los dedos por sus brazos hasta tomarle de las manos.

-Nos dieron permiso de contratar sanadores muggles Harry, ¡Sanadores muggles!

Harry le dio un presionado, contento, contagiado por Ron dio algunos saltos y las flores se tentaron nuevamente al suelo pero Celia usó su magia nuevamente y Harry le agradeció con una sonrisa torcida, ella solo rodo los ojos y Ron carraspeo llevándolo con un poco de prisa a la Red Flú para ir a casa.

Ron lo soltó en la fila tarareando una disculpa muy vaga y hablándole sobre los arreglos para la boda, aunque tenia su propia Red Flú en la oficina, prefería venir a la de servicio común para despedirse de sus compañeros y sobre todo, revisar que nadie tuviera problemas, no por nada era el jefe. El pelirrojo frente a él siguió su plétora quejosa sobre su día ocupadísimo y las compras que había hecho. Harry se burlo cariñosamente.

-¿Entonces estas no son para mi?- olisqueo nuevamente.

La vista le dio a Ron un emblema personal de felicidad haciendo a su corazón detenerse entre latidos, se ruborizo ​​​​del cuello hasta la punta de sus orejas y le dio un empujón amistoso, y contestando en el mismo tono que su amigo, aparte la mirada tocandose la nuca.

-Siento decepcionarte Julieta, este Romeo las compro para su madre.

Y sus carcajadas rompieron con la seriedad que distinguía al MM Lo que hizo fácil a Draco alcanzarlos a pocas personas de su turno. Harry amaba que ahora Ron pudiera usar referencias muggles y entenderlas.

-Hola, Potter.

-¡Draco!

Ron no se perdió la forma en que el auror pronunciaba su nombre, viéndolo salir de la fila para charlar amistosamente con su ex archienemigo. Las cabezas juntas susurrando y compartiendo bromas internas, se enfurruño esperando.

-Harry, casi es nuestro turno.

-¿Eh?, si ya voy.

-Espera, Potter, toma es de Scorpius.

-Acosar...

-¡No me lo creo!¡Ron, mira!- Era una postal con la imagen de Malfoy Manon y detrás en una letra un tanto chueca pero pulida decía. "Saludos señor Harry Potter, Jefe de Aurores, salvador del mundo mágico, visítenos pronto en este su hogar ancestral, mis mejores deseos. Heredero Scorpius Malfoy"- La primera misiva de Scorp, Merlin, mira esa letra, ojala Albus escribiera así.

-Harry, es muy lindo pero tenemos que irnos.

-Muéstrame tus resultados.-Harry saco de su bolsillo interno una Polaroid de Albus visitando la tienda de escobas y detrás en trazos borrosos por no esperar a la tinta secarse y porque "no usemos bolígrafos, es mejor una pluma y tintero" se leía. "Para Draco, ganémosle a papá en quidditch la próxima vez, con amor Albus"- Nada mal para un Potter.

-Oh, llámate.

-Harry, nuestro turno.

El mencionado se giro para ver al penúltimo hermano Weasley ya en la red con su polvo en mano esperando por su presencia, con mueca y todo, la misma que le hacia Rosie si se tardaba mucho en darle sus dulces.

-No te quito más tu tiempo, Potter, Ronald.

Se despidió Draco, prometiendo llamarlo por la baratija muggle que recientemente había adquirido. Harry se contentó aún más y siguió conversando a gritos hasta la chimenea donde su acompañante los dirigía a casa.

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Casi no alcanzaba a entrar y salió de la chimenea dando trompicones.

-Oye, ¿de dónde viene la prisa?

Resopland Ron se dirigió a la cocina sacando una cerveza de mantequilla del refrigerador. Harry dejo las flores en la mesita junto a la chimenea y se quito su gabardina, las túnicas y las colgó junto a su corbata. El ruido de la cocina se intensificó probablemente el pelirrojo cocinando algo cuando Harry recibió otro patronus de Charlie "Dímelo tú".

Harry miró alrededor, a la vieja y crepitosa sala de estar de Grimmauld Place, se detuvo a escuchar las traqueteantes tuberias y las voces de la magia oscura que aún pululaban en las paredes junto al moho. ¿Esto era casa para Ron? Kreacher apareció a su lado con un pop, acostumbrado a las repentinas apariciones, Harry le tendió la misiva de Scorp con sus mejillas doliendo en una sonrisa orgullosa.

Kreacher aplaudio por la postal y corrio a ponerla justo encima de la chimenea donde descansaban los recuerdos más preciados de su dueño. Fotografías inéditas de la vieja camara de Collins, recortes enmarcados del profeta y el quisquilloso con las mas vagas menciones de sus seres queridos y los titulares gritando Sirius Black y El niño que mintió, la apertura de sortilegios W, el centro de sanacion, el ascenso de Hermione, el torneo que ganó Ginny, la boda de Seamus y Dean, Angelina como entrenadora en Hogwarts, Madame  Profesora  Minerva McGonagall y sus postales de la remodelación. del castillo y la favorita de todos, ella y su nueva cafetera muggle.

-Amigo...

-¿Si, amo?

-¿Te parece este un hogar adecuado?

Kreacher se ofendió profundamente por la pregunta.

-¿Hay algo que no le guste al amo Potter? Kreacher lo arreglara enseguida.

-No seas dramático, es solo, ya sabes. Aun es muy lugubre.

-Es difícil eliminar la magia oscura de un enraizado Black.

-Ya pierdes, es solo, ya ves, los niños pasan mucho tiempo aquí... y también Ron.

Kreacher le sonreía burlonamente. Tomo asiento en el sofá dándole palmaditas a su lado para que Harry se sienta, quien obedeció rápidamente.

-El amo Weasley  no pasa tiempo aquí  amo Potter.

-Por supuesto que si, míralo, entrando a mi cocina como si nada.

-El amo Weasley tiene su propia habitación, la casa se la dio hace mucho tiempo.

-Si bueno, pero solo se queda ¿que? dos veces por semana.

-No, el amo Weasley se queda siempre.

-¿Como?

-El amo Weasley  vive aquí  desde el final de la guerra en 1998.

-Ehmm, no. El comenzó a dormir aquí cuando empezamos la academia de aurores.

-No, comenzó después de que el señor Harry Potter derrotara a usted-ya-sabe-quien, le tomo 3 semanas salir del hogar ancestral Weasley y venir para terminar de firmar con su magia la propiedad. Vinieron los herederos Weasley y limpiaron la casa, el frente y el jardín mientras el amo Potter descansaba o se deprimia, Kreacher no recuerda bien las palabras de la señorita Hermione Granger.

-¡OYE!

-Se quedaron un par de semanas pero volvieron a la Madriguera y solo se quedó el señor Ronald Bilius Weasley.

Harry observa las flores en la mesita y Kreacher las apareció en un jarrón con agua fresca, lanzandoles hechizos de conservación. El elfo le devolvió la mirada una vez que las flores retomaron su vivez.

-Son para la madre de Ron.

-Eh...

-¿Entonces porque lo veo tan pocas veces?

-El amo Potter suele tener mucho tiempo libre cuando el resto del mundo está durmiendo, el amo Weasley le deja pasar mucho tiempo con los niños cuando vienen de visita, el resto del tiempo el señor está dormido y el amo Weasley va a trabajar en su respetable y honorosa institución de sanadores, que orgullo para los pura sangre, un linaje lleno de virtuosos contribuyentes de la magia...

-Oye, oye, oye, vuelve, no te pierdas en eso amigo. Bueno, no tiene sentido, tengo mucho tiempo libre.

-Asi es amo Potter, a veces tiene tanto tiempo libre que no duerme.

-¿No duermo?

-No señor.

-No te estoy entendiendo.

-Bueno señor, el amo Potter a veces olvida quitarse su giratiempo y usted se queda descansando con los niños cuando usted se va a trabajar.

-¿Que yo que?

-Pero Kreacher se ha encargado de que todo salga bien.

-¿Por que no me lo habías dicho?¿Hace cuanto pasa?

-El amo Potter recibió su giratiempo desde que es jefe de aurores.

-¡Hace 3 años!

-Desde el primer día.

-¿Y como rayos es que nadie más me lo ha dicho?

-Como ya le había dicho, Kreacher se ha encargado de eso, además, el amo Potter viene a Grimmauld Place número 12 oa la Madrigera, a veces va a Hogwarts oa las recaudaciones oa cualquier lugar mientras está en el trabajo.

-¿Me diciendo estás que yo, no me he topado conmigo, porque tu, que si te diste cuante has estado cuidandome porque no se usar un giratiempo que me dieron hace 3 años?

-Así te amo Potter.

-¡RON!

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-Sí, eso tiene sentido.

-¿Como tiene sentido?

-A veces iba para almorzar contigo al ministerio pero me decian que estabas en una ultramega mision secreta y volvia aqui y te veia con los niños, habia pensado que tu secretaria usaba como codigo eso para decir que estabas en casa o haciendo otra cosa que no querias que  el resto  supiera.

Ron permanecio moviendo su mirada de la de Harry a la chimenea con su fuego rojo iluminando la sala y las flores que destellavan por la magia que las envolvia.

-Ron, ¿pensaste que te ocultaba que venia a mi casa...- Kreacher lo observaba desde las escaleras, muy, muy acusadoramente- quiero decir, a nuestra casa, a pasar el rato con los niños, a dormir o lo que sea?

-Mmm.

-¿Por qué?

-No se, desde que abandone a los aurores nosotros no, ya sabes, no es igual y luego te volviste jefe y te veia aun menos... solo se sintio como el curso natural de las cosas. Además, no era el único que no sabia donde estabas o hacias que asi que...

-Vaya. Hola Kreacher.

-¿Si te amo Potter?

-¿Entonces tengo como, no se, 29 años? Diablos, voy a cumplir 30.

-Asi no funciona el giratiempo amo Potter, usted sigue teniendo 26, el día devuelve sus pasos al tiempo en que usted regresa al mismo tiempo que le da una versión de ese momento a su cuerpo.

-Vaya, sí. Entonces soy viejo de mentalidad, quiza ya tengo 40 por la cantidad de tiempo que retrocedi.

Kreacher se río y Ron se quedó desnudo.

-Podria decirse, la gran biblioteca Black alberga contenido que explica estos temas, Kreacher puede investigar mas para usted si lo desea.

.Grandioso amigo, adelante.

Con un pop, el elfo desaparecio dejando a los amigos en el sofá, un silencio intranquilo los rodeaba.

-Vaya, si, eso le da mucho sentido a las cosas.

Harry es un cabrón.

-Bueno, al menos se que ahora debes tener más cuidado con esta pequeña cosita.

Lo sostubo entre sus manos para que Ron lo viera, las yemas de los dedos de Harry rozaron la mano pecosa que lo tomaba en su palma.

-A pesar de que Hermione tuvo uno en el tercer año, nunca usó uno.

Los ojos azules de Ron no se perdieron el destello de los verdes que comenzaban a ampliarse en el rostro moreno, con la barba de 4 días y el cabello alborotado, de Harry.

-Ron...

-No.

-¡No dijo nada!

-Ya se lo que vas a decir, te vas a metro en problemas.

-¡Claro que no!

-Por supuesto que sí, el ministerio tiene un registro de las actividades mágicas incluidas tu giratiempo.

-Bueno pues de ser así ya me habrían dicho algo.

-¿A ti, jefe de aurores, salvador del mundo mágico? Claro.

-Con mayor razón, hagamoslo.

-Acosar.

-Ron.

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-De acuerdo y ¿ahora que?

- No se, ¿qué quieres hacer? hace mucho no teníamos tiempo para nosotros.

Después de usar el giratiempo y aparecer a saber si uno o tres días antes, Ron y Harry se escondían en la habitación de Harry, que nunca usaba ya que se quedaba en la de Sirius.

A pesar de eso, Kreacher sigue arreglando la habitación con las cosas favoritas de Harry, como la ropa para invierno regalo de la señora Weasley, los dibujos que le daban los niños y fotos de Ron y hermione y por supuesto, sus padres.

-La verdad tengo un monton de papeleo que aun no termino y me faltan cosas por comprar para la boda...

-Kreacher.

-Si, amo Potter, oh, y ahora con el señor Weasley.

-Si, ya nos explicaste del giratiempo así que aquí estamos, ¿puedes traer unos papeles de la oficina de Ron?

-Por supuesto. ron le explico cuales y que tuviera cuidado por que su yo no salia mucho de la oficina.

-¿Y qué vas a hacer?

-Es viernes, estoy en casa de Draco jugando quidditch con albus y Scorpius, creo que voy a ir por James y haremos tarta de melaza y pastelillos hasta las 6 talvez, no recuerdo si llegue mas tarde, estamos tres días atrasados ​​​​asi que si quieres, hoy nos ocupamos de los pendientes y mañana podemos divertirnos juntos.

-lo siento, compañero, te lo compensare.

-No importa, solo me alegra que las cosas estén claras ahora entre nosotros.

-Sí, por supuesto.

-¿Esta James donde Neville o con Molly?

-Con mamá, estoy haciendo pruebas de platillos.

-Bien, nos vemos más tarde, compañero.

y solo por acerlo se acerco y revolvio el cabello pelirrojo.

Con un crujido aparecido en la cocina abarrotada de comida.

-¡Acosar!

-¡Papá!

Harry fue lanzado del suelo por el abrazo fuerte que le daba su hijo y además de lo que ocurrió en el momento en que se apareció la señora Weasley. Era algo que a pesar de los años nunca cambió, la manera en la que entraba a un lugar siempre llamaba la atención.

-Hola Molly.

-Hola, Harry.

Molly lo apretujo entre sus brazos como a cada uno de sus hijos, bueno, ella lo había dicho "Harry es tan hijo mío como todos ustedes pelirrojos".

-¿Qué haces aquí, papá?

-Vengo a robarte un momento de tu abuela, si es que me deja...

-sí sí Por supuesto que te dejarás solo estábamos haciendo un montón de platillos para la boda.

la abuela quiere saber qué es lo que será más rico para comer

Harry enternecido de la vista de su hijo lleno de harina, betunes y un montón de salsas para guiso, probablemente hierbas de cocina su cabello que olía indiscutiblemente a pamela. Harry inspiró y pensó que desde ese momento seria su aroma favorito.

-Saben que debe ser un día perfecto mi hija que a estado esperando desde que nació este momento, para casarse con el amor de su vida.

Molly que había estado acurrucando su rostro entre sus manos tan emocionada, surcó la boca consternada.

-Quiero decir, Harry, tú, bueno. Sabe a qué me refiero.

-No te preocupes, sé a qué te refieres.

-Entonces abu ¿puedo ir?

-Está bien, adelante pero Harry ¿dónde está Albus?

-En casa de Malfoy, pasando tiempo de calidad con su mejor amigo en pomposos jardines.

Eso le hizo reír a James.

-Pero necesito que esto quede como un secreto de los tres ya que iremos a hacer una misión secreta tú y yo.

La matriarca Weasly dió una expresión de sorpresa siguiendo el juego Harry que en realidad no era un juego.

-Oíste eso, James, una misión secreta-susurro Molly.

James quién se cubrió la boca y susurro a su padre -En secreto como ¿para que Albus no lo sepa?

Harry se acercó con la cabeza y tomando de la mano su hijo desapareció del lugar con un poco no sin antes preguntar a Molly sí quería que le llevara en el ramo de flores en ese momento o hasta el lunes. . Ella le dijo que ron estaba encargado de conseguir las flores y que no había ningún problema en cuanto llegaron siempre que fuera antes del miércoles.

Harry regresa a Grimmauld Place con su hijo en brazos contento de poder pasar un rato con él. Ron seguía en la habitación de Harry trabajando en sus documentos... o no. Fue y tocó la puerta para decirle que estarían ocupados en la cocina y que de ser necesario si necesitaba algo solo necesitaba enviar a Kreachen o un patronus o gritar su nombre, no lo había mirado como si se hubiera vuelto loco porque había olvidado que estaban tres días en el pasado y que todos sabrían que estaba en la central, entonces éste todavia era el Ron con el que había retrocedido.

-Está bien- había dicho Ron -solo no olvides traerme un poco de la tarta que prepara.

Harry y James permanecieron en la cocina un par de horas largas mientras las tartas se horneaban, lavaban los platos y hacían burbujas y cantaban y Kreachen tomaba fotografías que iba a poner en la habitación de Harry y Ron observaban cada una de ellas sonriendo por sus mejillas rosadas, la alegría de ver a su amigo contento ahora sabiendo que su intención nunca había sido evitarlo y el elfo, que las estaba pegando en la pared le comentó.

-Amo, Weasley, la señorita Ginny sigue olvidando decirle a su madre que le dé un retazo de flores Lilas. Si pudiera usted, señor, recordárselo a su madre para poder poner una maceta en el jardín sería espléndido.

-Claro, le dijo a Noah que pase por ellas y-

-Noa, Kreatcher no sabe quién es Noah. ¿Cómo puede encargar una tarea así y no saber quién es Noah?

Ron se sonrojo aún más y agacho la mirada, si, eso.

-Es un compañero del trabajo.

-Ah, un compañero. ¿Hace cuánto es un compañero?

-Bueno, trabaja con nosotros desde hace 6 meses.

-¿Es bueno con los encargos? Kreachen necesita saber para dejarle encargado su retaso de lilas o puede el amo Harry-

-No.

-¿No?.

-El amo Harry es un excelente personal para los encargos.

-Eh, sí, no lo nie-

-Y tambien un excelente compañero.

Ron levantó la mirada y entrecerró los ojos.

-Sí, pero Harry es mi mejor amigo y no trabaja conmigo.

Kreachen le devolvió la mirada, escudriñando el rostro pecoso.

-Ustedes trabajaron juntos, estudiaron juntos y ahora viven juntos, el amo Harry es un compañero.

-Harry es familia, más que un compañero.

El elfo sacudió la cabeza.

-¿Ves, amo Weasly? Harry es un compañero de vida. Digaselo entonces a la señorita Ginny, Kreachen no recibirá a Noah ni de Noah hasta no conocer a tal señor.

Y desapareció con el pequeño estallido de una burbuja.

El sanador tuvo dificultades para continuar terminando sus documentos, para archivar, para escribir. Garabatear en las hojas y pergaminos no tenía sentido después de las palabras del elfo y sin importar si quisiera solo podía escuchar las risas resonando a través de los muros; Harry y James en el patio, Ron se movió del escritorio solo para ver por la ventana cómo el sol bronceaba la piel de su mejor amigo y su sobrino. Estaban persiguiendo un avión de papel que Harry había hecho levitar con un hechizo, bajaban y volvían a levantarse para seguir tropezando se, era como si no les importara que pasaba fuera de su mundo, felices y satisfechos en la compañía del otro.

Harry murmuro algo viendo hacia la casa entonces el patio se expandió de su pequeño jardin a tener cientos de hectáreas, el pelinegro con su escoba y su primogenito hicieron un baile de la victoria que trajo al rostro del otro una sonrisa suave y dolor a su pecho, primero volaban bajo y lento hasta que los piececitos de James comenzaron a patalear pidiendo más velocidad entonces Harry y su sonrisa traviesa los elevó hasta el cielo y Ron solo pudo ver una línea borrosa.

Sabía que no debía salir de la habitación por si de casualidad no recordaba haber regresado a casa temprano pero tenía una necesidad de acercarse para ver, ver algo, hacer algo.

Salió al patio y la hierba se ve como un resguardo comodo, de repente el sueño que había perdido todos esos años en sus espirales le llego de golpe y se recostó; el cielo era una fuga de figuras del chico que vivió. Ron se sintió mortificado y el sol en sus nervios era cálido, la hierba acariciaba su piel, no supo se habían pasado minutos, horas o si quisiera algunos segundos cuando una sombra se oscureció la tarde.

Se quedó un momento considerando si valía la pena desperezarse, en lo profundo de sus huesos sabía quien estaba frente a él, suspiro, no importaba cuanto tiempo pasara ni que hiciera al respecto parecia que todo su cuerpo siempre reaccionaria de esa forma que hacía cosquillas en el estómago, con la piel radiando, Harry, Harry, Harry. 

Y de la impresión se puso de pie y le dio un cabezazo en la barbilla a Harry qué soltó una carcajada sujetándose por el dolor. 

-Caray, me diste un susto, estabas muy cerca. 

-Siento haberte despertado compañero. 

Ron parpadeo ruborizado, compañero.

-Nada por qué disculparse, no estaba dormido solo me sorprendiste. 

Apenas era un murmullo sus respiraciones en el aire empujando las ramas del árbol de su jardín.

-¿Dónde está James?

-Kreacher lo llevó a casa, ya casi están todos donde deben estar a esta hora.

Harry riendo de esa forma suave que parecía más un murmullo, un tarareo de una canción desconocida que Ron quería escuchar por siempre, ahí sentados en la hierba.

 

Harry de hecho, despues de la guerra se habia vuelto mas abierto, relajado, como se supone qu3 deben de ser los adolescentes o los nuños, sin problemas de que preocuparse. Ron  se da cuenta de lo muy, muy lejano que eran los tiempos de Hogwarts donde habría sido más fácil haberle confesado a su mejor amigo que estaba enamorado de él, ahora con 27 años, sin hijos y con un trabajo que absorbía todo su tiempo parecía cada vez más difícil estar cerca de Harry, Harry que era auror, jefe de aurrores, de hecho, que seguía salvando el mundo, que seguía yendo a beneficiencia y recaudaciones y ahora era amigo de Malfoy y que le sonreía a su secretaria, Harry que no se se había enojado con él después de que abandonó su puesto como auror, Harry que les había dado dinero para poder abrir el centro, Harry que no se había dado cuenta que Ron vivía en Grimmauld Place y que llenaba la alacena, que ayudaba a Kreacher a limpiar el jardín, que revisaba todas las noches que siguiera durmiendo sin pesadillas a pesar de todos los años pasados, ​​Harry que tenía un giratiempo desde hace 3 años y no sabía que estaba usando y Harry que estaba sentado a su lado como si el tiempo que pasaba con Ron fuera lo mejor del mundo.

 

El penultimo Weasly sentía qué una parte de su pecho dolía y dejó caer su cabeza, sobre sus rodillas, sus manos cubriendo sus ojos: estaba frustrado, estaba cansado, estaba derrotado.

 

¿Cómo es posible que siguiera enamorado de Harry?

¿Cómo era aún peor de imposible que Harry no se diera cuenta? Seguro se habría dado cuenta, si sus lentes realmente fueran útiles.

 

Ron ya habia pasado unas cuantas verguenzas con sus allegados que oo habian atrapado con los ojos en el pelinegro que no lo miraba de una manera mas amistosa ( lo que se traducia a que quería morderle los labios, la barbilla y el cuello; que quería jalarle el cabello, que quería presionarlo contra todo lo que pudiera en su casa; abrazarlo, tomarle la mano, llevarle a citas, festejar aniversarios, cumpleaños y estar juntos; hacer las cosas que hacen las parejas incluso ir al cine o la cosa que le gustaba a Harry para ver películas porque ¿qué rayos erán las películas? Un montón de memorias en un pedacito de papel. El salvador del mindo magico debio de haber visto en el pelirrojo el montón de emociones cruzar por su rostro porque subió una mano para levantar un mechón de cabello y ponerlo de todas las orejas suavemente como si temiera lastimaro, eran este tipo de acciones que lo hacían preguntarse si Harry estaba realmente encubriendo sus propios sentimientos o si los estaban aplicando o si Harry siempre había sido así en parte por la propia amistad cultivada desde y durante hogwarts contribuyendo también al afecto que le daba Hermione y ahora todos los Weasley; si la manera en la que lo miraba era solo como amigos, recuerda vagamente mientras los dedos del otro aún sujetan ese pequeño mechón, como miraba Harry a Cedric, puede que desde ahi empezara todo o desde la vez que como en ese momentos las yemas frias de sus dedos le tocaron las pecas esa vez en el vagon para decirle despues de que la chica nueva sabelotodo le dijera que tenia tiznada la nariz.

 

Un pequeño pensamiento ylos siguientes que se mezclaron ek infinitos pasteles como el atardecer.

 

Ron se estaba ahogando.

Se ahogaba desde que esos ojos verdes lo vieron de verdad, desde las noches conversando en el dormitorio, desde el fondo del lago, desde los buelos en escoba para entrenar, desde el principio.

 

Ron se ahogaria oara siempre sibeso significara que podria llegarse de Harry.

Finalmente como todo, sabía que besarse era un pequeño mundo de ensueño sobre todo un pequeño mundo que vivia en todas sus ensoñaciones.

Sin embargo, ¿no era esto un sueño? Se dejó pensar febril.

¿Qué le podía evitar que sus sentimientos lo dominarán?

Se inclino ante el toque de Harry, como buscando a ciegas un pozo en que caer, caer hasta el fondo, dejo que su palma pusiera presion en su mejilla y eso hizo que Harry accionara, reaccionara, se impulsó, algo hizo que se entregara a lo que sea que atormentara a su Ron.

Que tonto era Ron.

Y ahora era otra persona, era un hombre y mientras el se ahogaba, Harry se veia desesperado, triste, tierno, hambriento.

 

Culpa, culpable.

Ron cerró los ojos y fingio que no importaba el ahora.

Pporque en esos momentos en algún restaurante de Londres Ron estaba teniendo su quinta cinta con Noah y más tarde cuando el sol se este ocultando Ron se dejaría tentar por la infantil ilusión de besar a alguien que se parecía a Harry, se sintió culpable por engañar a Harry por engañar a Noah por engañarse a si mismo.

Aunque no sabría de esto hasta 3 días después y sin embargo pudo haberlo detenido y no lo hizo.

Se levantó murmurando que debía volver a terminar su trabajo para mañana tener el día libre y salir a divertirse juntos.

Harry se quedó en el suelo consternado por lo que sea que haya pasado, aunque en realidad, no había sido nada, terjiversado por la fuerza de su giratiempo.