20 OS

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20 OS
Summary
En sí, el reto es:Escoger veinte canciones aleatorias de una playlist, y hacer un one shot por cada una de las parejas que quiera.Yo haré una canción por pareja, así que va a ser lo más random que verán porque lo haré de  mis ships.
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I wanna be your girlfriend [LiuSha]

Liu Mingyan x Sha Hualing.

Au.moderno 

────── 

Liu Mingyan siempre fue excluida y temida, en la escuela no logró hacer ningún amigo y en la universidad eso continuó, ella se acostumbró a la soledad disfrutaba de ella, siempre trato de ser amable con todos pero en interior nunca se encariñaba con nadie. Hasta que llegaron Wei Wuxian y Hua Cheng que a pesar de estar en otro departamento de la universidad lograron hacerse amigos.

Ni siquiera sabe cómo comenzó esa amistad, ellos eran estudiantes de artes y ella de medicina.

Un día su familia organizó una cena donde le notificaron que se casaría con un hombre que trabajaba con ellos, pero inesperadamente unos días antes de la boda él desapareció sin dejar rastro. Todos pensaron que Liu Mingyan estaría destrozada, pero no era así le tenía cariño al chico porque tenían gustos en común sin embargo nunca sintió amor.

— Mingyan hoy tendremos un concierto en Abismo sin Fin, nuestra amiga bailará con nosotros. ¡Dime que vendrás! —decía Wei Wuxian con su usual alegre sonrisa.

— Será una buena manera de despejar tu mente Liu-jie —Hua Cheng le extendió dos entradas guiñándole un ojo.

Presentía que estos pequeños demonios tenían algo entre las manos aun así no era mala idea ir a ver a sus amigos y terminó aceptando.

Pasaron tres días y la noche del concierto llegó.

Iba con sencillo pero elegante vestido violeta no tan pegado al cuerpo, su cabello recogido en una coleta alta, no le hacía falta maquillaje su belleza de hada celestial era completamente natural. Cada persona que la veía quedaba anonadada y se detenían para observarla.

Ella no prestó atención a nada de esto y siguió al hombre vestido de negro que la guiaba hasta su lugar, como amiga del gran Lluvia Carmesí pianista mundialmente conocido y el Patriarca Yling su casi siempre acompañante de flauta, se encargaron de darle el mejor asiento del teatro.

Y al parecer llegó a tiempo ya que las luces se apagaron cuando tomó asiento, minutos después los reflectores iluminaron a Hua Cheng frente a un piano con túnicas rojas como en la edad antigua y Wei Wuxian también vestido con prendas de esa época pero las de él eran negras y grises con un poco de rojo.

Ambos empezaron con una suave melodía que llenaba todo el lugar, Liu Mingyan sentía como era transportada a un lejano lugar como si estuviera en medio de un bosque de otoño, un espejismo donde apareció un demonio zorro que hizo su corazón casi detenerse.

La reconoció. Sha Hualing, una de las más grandes bailarinas de este siglo conocida como santa demonio, sus movimientos eran exquisitos, ligeros y sensuales, como si acariciara el aire cual amante, su sonrisa coqueta marcaba hoyuelos en su hermoso rostro.

Sin que se diera cuenta había dejado de pestañear en algún momento, la música tocada por Hua Cheng y Wei Wuxian la llenaba de una extraña sensación mientras que el baile de Sha Hualing la había dejado abrumada, a veces casi podía sentirse acariciada por esas manos o por las telas que se movían con gracia y generaban una suave brisa.

Pero el espejismo se rompió, de repente todo era un caos, las personas corrían despavoridas mientras Liu Mingyan seguía en shock mirando a Sha Hualing debajo de grandes hierros que antes sostenían los reflectores.

Corrió hasta llegar a Hua Cheng y Wei Wuxian que se habían salvado a penas, ella solo podía sentir un pitido en su cabeza, el escenario quedó hecho trizas.

Liu Mingyan no sabe cuándo llegó hasta el escenario, ni cuando rompió su propio vestido para simular una venda. Todo pasó demasiado rápido pero a la vez las imágenes en su cabeza se reproducían en cámara lenta. Apenas puede recordar que Hua Cheng la había querido llevar a su casa pero ella negó aquello y en su lugar pidió ser llevada al hospital con ellos, al ver que no podría hacerla cambiar de opinión los tres se dirigieron al hospital Qin Cao.

Cuando llegaron lograron encontrar la sala donde estaba Sha Hualing gracias a que Xie Lian había facilitado todo, abrieron la puerta y la vieron en la cama con las piernas elevadas, completamente cubiertas de yeso, ella tenía una expresión sombría y lágrimas se deslizaban de esos ojos claros. Liu Mingyan sintió su garganta cerrarse pero comprendió que ella no debería estar ahí y salió para darle su espacio.

Estuvo más de una hora sentada fuera de la habitación, hasta que vio a Xie Lian y Mu Qingfan caminando hacia ahí.

— Señorita Liu, es un placer verla ¿Viene del teatro? —preguntó Xie Lian con su usual cortes sonrisa.

— Lo mismo digo Doctor Xie. Vengo de ahí, Hua Cheng mejoró bastante con el piano tuvo un buen maestro —señaló Liu Mingyan haciendo calentar la cara de Xie Lian y continuó —, pero recién hoy conocí a la señorita Sha, no sabía que eran amigos.

— Comprendo, la señorita Sha siempre está de gira y casi nunca está libre. Ella es amiga de San Lang desde hace mucho son como hermanos, ella tiene un carácter difícil pero no es mala persona.

Liu Mingyan sonrió, pero borró esa sonrisa cuando decidió preguntarle a Mu Qingfan por la condición de Sha Hualing.

— Es mejor que lo diga con todos presentes —contestó con una mirada angustiada, Xie Lian sólo procedió a abrir la puerta.

Hua Cheng alertado por el sonido de la puerta abriéndose se giró y salto hacia Xie Lian para abrazarlo, luego de casi caer ambos al suelo preguntó a su esposo.

— ¿Cuál es el diagnostico de mi hermana?

Mu Qingfan carraspeó y dijo — La señorita Sha presenta varias fracturas, tiene dislocado el pie derecho y tendremos que hacer varias cirugías, luego reposo total por seis meses, después tratamiento de fisioterapia y ejercicios para recuperar la movilidad —su voz se cortó en ese punto, todos en la sala sabían lo que significaba.

— ¿Podré volver a usar las piernas?  —preguntó Sha Hualing.

— Todo dependerá de la cirugía y el tratamiento, puede llevar años.

— Puedo hacerlo, el baile lo es todo para mí, mi sueño más grande —exclamó decidida, Liu Mingyan estaba impresionada por el fuego en los ojos de Sha Hualing.

— ¿Pueden dejarme a solas con la señorita Sha? Por favor —dijo Liu Mingyan, los demás la miraron extrañados pero recibiendo un asentimiento de Sha Hualing obedecieron.

— Creo que debo agradecerte rompiste tu vestido por mí — soltó una suave risa seca—, era tan hermoso ¿Cómo puedo recompensártelo?

— Puedes hacerlo si aceptas que yo lleve tu tratamiento, prometo que haré todo lo posible ¡Definitivamente volverás a bailar!

— ¿Eres médica?

— Sí, soy fisioterapeuta y tengo una clínica para personas que pasaron por lo mismo que tú.

Una sonrisa rota, leves sollozos y una promesa hecha. Liu Mingyan no sabía que la impulso a tomar la mano de Sha Hualing y entre lazar sus dedos meñiques. Para la bailarina decir que las palabras de Liu Mingyan no la conmovieron sería una gran mentira, por alguna razón esa persona le transmitía seguridad y lo dicho por ella no sonaban como simples palabras vacías.

— Bien. Desde ahora estoy en tus manos ¿Señorita…?

Que tontas habían sido, ni siquiera se presentaron formalmente.

— Liu Mingyan.

— ¿Liu? ¿Cómo los mafiosos?

Liu Mingyan siempre vivió presa de la carga de su apellido, la gente le temía, aunque ellos eran una rama lejana todavía eran excluidos por su apellido, si ahora era rechazada por esta mujer que logró mover algo en su corazón sólo por eso. Nunca volvería a creer en el mundo, pero debido a que había bajado la mirada, no sabía de la burlona sonrisa en la cara de Sha Hualing.

— No me importa tu apellido si es que eso estás pensando, ojala yo tuviera un apellido tan genial.

Ambas soltaron unas risas, aunque las circunstancias no fueran las más óptimas.

El sonido de la puerta abriéndose dio paso a una mujer hermosa con la cara llena de preocupación y un hombre que la seguía. La mujer y el hombre se lanzaron a abrazar a Sha Hualing, eran sus padres. Ella no devolvió el abrazo.

— Ya están investigando quién fue el causante, si fue ese maldito Luo Binghe no me importará si es hijo de Tianlang-jun ¡Irá a la cárcel! —exclamó iracundo el señor Sha.

— Mi señor, no sabemos si fue él.

— Madre, padre, no fue él. Luo Binghe no es capaz de una maldad así es demasiado blando, además la razón de la anulación de nuestro casamiento lo discutimos juntos y llegamos a un acuerdo de ser amigos, las razones que me dio no las puedo revelar pero estoy segura de su inocencia.

— No lo digas sólo porque piensa que es inocente, eso lo demostrará la policía. —su padre lucía cansado y preocupado pero sólo era una fachada, su voz seguía siendo potente y firme —. Doctor Mu, mi hija ¿Podrá volver a bailar?

《La gallina de los huevos de oro querrás decir, basura》

Sha Hualing no exteriorizó su pensamiento, pero soltó un suspiro frustrado.

— Señor Sha, eso no está asegurado. De momento debemos realizar una cirugía y el tratamiento después-…

— Yo me haré cargo de eso —exclamó Liu Mingyan llamando la atención de los presentes.

— ¿Una Liu? ¿No tendrás problemas en hacer eso? —como es de una familia respetada, mayormente de mafiosos pero con excepción de ella y su hermano que se alejaron y se convirtieron en doctores, quizá no sería malo tener lazos con esta familia pensó el señor Sha.

— Puede asurarse de que haré todo lo posible por ella.

— Entonces lo dejamos en tus manos, confiamos en ti.

Luego de eso el matrimonio Sha se marcharon del hospital, la prensa y demás estarían en el pie del edificio apenas salgan los primeros rayos del sol y debían prepararse para eso. Por su parte Hua Cheng se fue con su esposo a casa y Wei Wuxian lamentablemente tenía una gira y debía marcharse.

Liu Mingyan también debía marcharse. Pero fue retenida por Sha Hualing.

— Mingyan ¿Puedes prometerme que no le dirás a nadie lo que te voy a contar?

— Por supuesto.

— Como oíste, mi prometido Luo Binghe viene de una familia de actores y deben tener buena apariencia siempre. Pero él se enamoró de un hombre y por eso cancelamos nuestro matrimonio, ya dejó de importarme, pero estoy preocupada de que mi padre haga una estupidez.

Liu Mingyan la escuchaba atenta, casi estaban en la misma situación. Pero Sha Hualing al menos había recibido una buena explicación.

— Puedes estar tranquila, me aseguraré de que tu padre no descuide sus acciones.

Sha Hualing parecía satisfecha con la respuesta y al siguiente momento se había quedado dormida, después de lo que le pasó, a Liu Mingyan le sorprendía la tranquilidad con la que Sha Hualing manejaba su situación a pesar de que era muy probable de que tenga que abandonar su sueño y ser consciente de que podría no ser simple accidente, era demasiado pero ella parecía muy calmada sin embargo Liu Mingyan sentía que en su interior que Hualing sufría, contenía sus gritos desesperados y su ira.

Sin embargo ahora no podía hacer nada.

Cuando llegó a su casa fue recibida por su hermano y le explicó todo lo que pasó, pasaron toda la noche reuniendo todo lo relacionado con las heridas de Sha Hualing y pidiendo consejo a cada familiar médico en busca de su ayuda. Cuando era de día ellos amanecieron rodeados de papeles.

En dos días Sha Hualing sería dada de alta y comenzaría su tratamiento. Todo internet y noticieros estaban llenos del accidente, por eso Liu Mingyan informó a sus trabajadores de mantener su confidencialidad, aunque de todos modos los pacientes en su mayoría eran ancianos y deportistas, no podía bajar la guardia.

Los dos días pasaron y  llegó a la clínica ´´Xian Shu´´ fue recibida por Liu Mingyan y Liu Qingge, fue guiada hasta su habitación y el trabajo de Liu Mingyan comenzó.

Hualing debía permanecer sin hacer ninguna clase de movimiento brusco por seis meses, ella decidió quedarse en la clínica para observar de cerca a la persona que se ofreció a ayudarla sin pedir nada a cambio.

Los días pasaron relativamente rápido, entre salidas a parques y lugares mayormente al aire libre con Liu Mingyan empujando su silla de ruedas, haciendo algunos ejercicios con cautela y algunas visitas de sus padres, seis meses no fueron casi nada.

Cada día era algo nuevo que aprender de la otra, cada experiencia vivida y cada risa era compartida en su propio mundo, Hualing molestar a Liu Mingyan y se reía cuando veía el ceño fruncido en su bonita cara, pero escuchaba atenta cuando Liu Mingyan le contaba ya sea de sus estudios o de su experiencia en la clínica que abrió con ayuda de su maestra con mucho esfuerzo.

El día en el que escuchó sobre todo lo que sufrió debido a su apellido Sha Hualing le dijo.

— Esas personas perdieron la gran oportunidad de conocerte, pero yo atesoro cada segundo de tu presencia. Desde ahora no te fijes en nadie más, yo me haré cargo de ti Jiejie.

— Hualing yo-…

— JieJie, quiero besar tus labios —susurró acercándose, Liu Mingyan podía sentir su aliento tan provocativamente cerca que no pudo resistir la tentación de caer ante Sha Hualing.

Ese día dieron el paso que tanto deseaban, pasaron todo el día besándose y descansando en el abrazo de la otra, Sha Hualing descubrió una paz nunca antes sentida en su corazón y Liu Mingyan halló el verdadero amor después de toda una vida de sufrimiento.

Pero la idea de dejar de ser la financiadora de los viajes, carros y demás de su familia para estar con Liu Mingyan la hacía imaginarse un mundo tranquilo que nunca vivió.

Luego siguieron las sesiones de fisioterapia y ejercicios para recuperar su movilidad, era complicado y requería tiempo, pero ninguna se daría por vencida, Liu Mingyan le prometió a su amada que volvería a bailar y Sha Hualing no dejaría morir su amor al baile.

Pasaron tres años, en los que Sha Hualing mejoró bastante y ya lograba caminar mejor, con ayuda de muletas. Años en los que se determinó que en realidad los soportes de la iluminación de esa vez en realidad no estaban bien ajustados y sucedió el accidente, no hace falta decir que todo el equipo fue despedido sin piedad por su padre.

Sus padres aceptaron la relación de ambas sin problemas, pero inesperadamente Hua Cheng y Wei Wuxian entraron en la etapa de adolescencia otra vez y amenazaron a Liu Mingyan de no hacer daño a su hermana y solían hacerle alguna que otra broma, pero recordaron con quien estaban tratando.

— Si es por Hualing estoy dispuesta a dar mi vida, pero no a soportar sus estupideces, eso ya lo hice en la universidad —declaró con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

Sha Hualing que pasaba por ahí escuchó la conversación y fue hasta Liu Mingyan para dejar una marca de beso con su colorete rojo brillante en su labio, luego les sacó la lengua a los chicos.

Los pequeños demonios dejaron de molestar a Liu Mingyan y volvieron a la normalidad, Sha Hualing por su parte se encargó de acosar a su atractivo cuñado, cada vez que lo veía lo abrazaba, pellizcaba sus mejillas y le contaba del sin fin de primas y primos que tenía para presentarle.

En este punto ambas ya viven juntas en un apartamento en la ciudad, este día en especial hacía cuatro años que empezaron a ser pareja y Liu Mingyan ya tenía todo listo para sorprender a su amada.

Cuando Sha Hualing abrió los ojos su desayuno la esperaba en una mesita, café negro, donas glaseadas y fruta picada en un tazón de cristal esa era su segunda obsesión, se había vuelto adicta al café y los bocadillos dulces, no contuvo su emoción expresada en unas pequeñas lágrimas de felicidad y una deslumbrante sonrisa.

Cuando terminó su desayuno encontró una carta que decía que entrara a bañarse y luego se pusiera el vestido colgado en su guardarropa, ella divertida por todo ese juego hizo todo obedientemente.

El baño olía a rosas y el agua caliente de la tina la relajaron, cerró los ojos disfrutando de su baño hasta que sintió las manos de su pareja dándole un masaje en los hombros, ella sólo se dejó hacer. Liu Mingyan no lo decía en voz alta pero amaba consentir a Hualing, viéndola mover la cabeza de costado y exponiendo su cuello hizo tragar grueso a Mingyan.

— JieJie ¿Qué haces? —susurró Hualing, aunque sabía perfectamente lo que Liu Mingyan estaba haciendo.

— Tengo hambre —contesto sin dejar de besar y mordisquear la piel de su amada.

— Yo no soy comida.

— ¿No? ¿Y cómo es que sólo cuando estoy contigo puedo satisfacerme?

— ¡JieJie! —exclamó con un sonrojo.

Liu Mingyan rio disfrutando de avergonzar a su novia, ella no era de las que no tomaba la iniciativa y esperaban pacientemente que la otra persona decidiera hacer algo, no, Sha Hualing siempre solía sorprenderla con abrazos en la cocina, besos mientras miraban una película e incluso cuando hacían la limpieza de su hogar la invitaba a bailar con ella.

Aunque se diagnosticó que las heridas de Hualing le impidiría volver a los escenarios, ella ahora ya había encontrado algo que le devolvió la felicidad, si bien dejar el baile de forma profesional le dejó un hueco en el corazón, Liu Mingyan la llenaba de amor y la apoyaba en todo.

— ¿Qué opinas de ir al cine?

— Me parece bien, además yo también tengo una sorpresa para ti JieJie.

El resto del día disfrutaron su cita, a las personas les conmovía la atmosfera que se formaba alrededor era como si nadie existiese a parte ellas. Su relación a pesar de ser muy cariñosa, no eran empalagosas la una con la otra, sabían darse su espacio y Sha Hualing había desarrollado el hábito de dormir abrazada a la almohada de Liu Mingyan cuando no llegaba a casa por el trabajo.

Liu Mingyan aprendió que no podía resistirse a los oscuros y seductores ojos de Sha Hualing y la sonrisa que le daba en las mañanas, como ahora en su cita, sus demás salidas siempre estaban cargadas de risas y alegría.

Sha Hualing llevó a su pareja hasta el parque, ambas siempre van ahí para disfrutar de la naturaleza. Como ya estaba por ser de noche el cielo estaba pintado de colores cálidos, las nubes eran rosáceas y la brisa de la primavera podía sentirse.

Su lugar favorito era cerca del lago donde algunos gansos nadaban, el agua cristalina reflejaba el cielo, con los árboles siendo movidas por el viento las hojas y los primeros brotes de flores se dispersaban en el aire.

— Espérame aquí JieJie, iré al baño —pidió Sha Hualing, Liu Mingyan respondió con un asentimiento.

Pasaron quince minutos y justo cuando Liu Mingyan iba a ir a buscar a su pareja, ella apareció y la vista la congeló.

Ahora estaba vestida con un hanfu rojo, con bordados de rosas en hilos plateados, fénix y estrellas, parecía un vestido de novia. Con una pequeña corona que sostenía un velo rojo, Liu Mingyan descubrió el significado de los bordados sin necesidad de escucharlo de su pareja.

Las rosas eran representación de Hualing, en lo personal para Liu Mingyan su pareja era realmente una delicada flor que se había dado la misión de proteger, sobre las estrellas Sha Hualing le había dicho que para ella Liu Mingyan con su belleza celestial y su actitud distante pero a la vez amable era como las estellas que logró hacerla ver el mundo con más brillo.

Por último los dos fénix que parecían volar juntos, eran ellas mismas, ambas pasaron por mucho en sus vidas. Liu Mingyan acostumbrada a la soledad e inspirar temor pensó que moriría en su propia compañía, Sha Hualing perdió su carrera profesional de danza, su sueño de niña pero ambas sanaron sus heridas mutuamente y encontraron el amor, como un fénix que renacía y volvía a la vida más fuerte que nunca.

De repente era como esa primera vez que vio a Sha Hualing. Su pareja comenzó un delicado baile con pasos cautelosos y suaves, la coreografía era sencilla pero la bailarina hacía hermosamente cada movimiento, esta vez sí estaba siendo acaricida por ella cada vez que sus pasos la llevaban hacía sí misma, el hada que vio hace cuatro años ahora se convirtió en una fénix que le dedicaba sus primeros aleteos.

Cuando la danza terminó, Liu Mingyan abrazó a su amada. Sentimientos indescriptibles se arremolinaban en los corazones de ambas.

— Cásate conmigo —pidió Sha Hualing.

Una risa acompañada de sollozos de felicidad acompañó la respuesta de Liu Mingyan ¿Realmente no es un sueño? Si está dormida o en coma, prefiere seguir con este sueño por siempre.

— Por supuesto que sí, no deseo nada más en esta vida que pasarla a tu lado.

Ese día se casaron furtivamente, llamaron a los padres de Sha Hualing y sus hermanos acompañados de sus esposos y por parte de Liu Mingyan sólo fue Liu Qingge con su pareja asistieron a la pequeña cena en el apartamento, aunque se llevaron la sorpresa de que Liu Qingge estaba en una relación con nada más que Nie Huaisang el nuevo bailarín prodigio de Mansión Paraíso, pero esa era otra historia.

Dos años volvieron a pasar y en un aparente día tranquilo, recibieron una inesperada visita.

Cuando el timbre sonó Liu Mingyan fue la primera en reaccionar, al llegar a abrir la puerta la vista casi la hizo sacar su mejor mirada de asesina que no por nada era una Liu.

— ¿Shen Yuan? ¿Cómo encontraste este lugar? —preguntó con el ceño fruncido.

Shen Yuan era en realidad el ex prometido de Liu Mingyan.

— ¡Tú! ¿Qué haces en este lugar? —exclamó sorprendido y en parte algo aterrado, él solía ser el mejor sicario de la familia Liu y cuando rompió con la sobrina favorita del su jefe corrió lo más rápido que pudo.

— Yo pregunté primero —respondió asesinándolo con la mirada.

— ¿Aquí vive Sha Hualing? —una tercera voz se unió.

Liu Mingyan quería cerrarles la puerta en la cara, pero cuando la tercera persona se identificó supo que no podía hacer eso.

— Soy Luo Binghe.

Ya dentro de la vivienda que compartía con Hualing, ambas estaban sentadas en el comedor frente a los recién llegados.

Resultaba que, Luo Binghe había cancelado su matrimonio con Sha Hualing, sí y la persona de la que se enamoró era Shen Yuan, el ex prometido de Liu Mingyan. Y ahora venían a entregar su invitación a su boda. A veces al destino también le gustaba divertirse y hacía este tipo de cosas.

Liu Mingyan fue dejada por Shen Yuan para estar con Luo Binghe, él dejó a Sha Hualing para estar con Shen Yuan. Y Liu Mingyan se enamoró de Hualing a primera vista, Hualing se enamoró de Mingyan porque nunca la dejó de apoyar, darle palabras de aliento y…es la única que la soporta.

Su felicidad no podía medirse, en el cielo y la tierra, el amor entre estas parejas era infinito como las estrellas. Sin importar lo que pase en el futuro, si estaban juntos no había cosa que no pudieran superar.

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