
La puerta se cerró rápidamente a sus espaldas, el bullicio del backstage pareció mitigarse un poco, se apresuraron a entrar aún vistiendo sus atuendos típicos de ensayo, nada impresionante. Gerard, quien iba a la cabeza, se gira momentáneamente a observarlo, mientras sonreía levantando ambas cejas con expectación.
Ray simplemente lo miró intrigado, mientras observaba a su alrededor. Evidentemente no había nadie más con ellos en el bus, pero eso no aseguraba que alguno de los miembros entrara por la puerta sin avisar. Ya había pasado anteriormente con Mickey y aquel bajista de aquella-otra-banda, a los cuales sorprendieron sin pantalones un tiempo atrás.
-¿Aquí? ¿Aquí mismo? – Simplemente alzó una ceja mientras sonreía con incredulidad.
-¿Por qué? ¿Te da miedo? – El pelinegro sonrió confiado, con aquella enorme sonrisa que al guitarrista le hacia morirse un poco por dentro.
-Honestamente me preocupa… - Añade mientras se sienta sin devolverle la mirada, ha notado que todos sus movimientos están siendo cuidadosamente observados, conoce de sobra a su vocalista, sabe que irá tras lo que quiere, y ahora él es el objeto de su atención, por motivos que aún no comprende.
Gee solo lo observa impaciente, no quiere hacer nada raro, y haber llamado a Ray al bus por “un asunto a tratar” ya era suficientemente sospechoso.
Pero no podía evitarlo, siempre le agradó, su personalidad reflexiva y tranquilidad innata, lo calmaba, aunque sea momentáneamente. Era como si la calma lo alcanzara a él también, era sentirse mejor a su lado, automáticamente.
Y por eso quería tenerlo más cerca, pero no quería espantarlo. Conocía su propia fama de vampiro emo irresistible entre sus fans hombres, mujeres y otros. Pero ahora su objeto de deseo era su amigo, colega, guitarrista, compositor y ángel de persona. No era tan simple lanzarse, era una acción que traería consecuencias, no era un simple calentón de aquellos.
Y se le estaba siendo difícil de lidiar, no podía evitar mirarlo, buscarle, incluso si era para decirle una tontería, y para colmo, Ray siempre recibía sus comentarios -incluso los estúpidos- con una sonrisa cálida y un comentario amable.
Está situación ya lo traía nervioso, sabía que su hermano ya se había percatado de la tensión casi imperceptible que había entre ambos, pero Mickey podía leerlo fácilmente, momentos anteriores durante el ensayo, pudo jurar que vio la sonrisa pícara de Mickey después de qué en un descuido, chocara con Ray mientras se desplazaba por el escenario. Ciertamente el choque fue accidental, en uno de los tantos giros que realizaba mientras cantaba a todo pulmón, completamente inmerso en la música, no se percato que el guitarrista se posicionó unos pasos delante de donde estaba, grande fue su sorpresa al girar, topándoselo de frente y golpeándose con la guitarra a la altura del pecho. Ray tampoco alcanzó a reaccionar, sujetó su instrumento con fuerza mientras le dirigía una mirada de preocupación y trataron ambos de retomar la canción. Finalizaron la canción, Gerard visiblemente taciturno y el resto tratando de adivinar el porqué del cambio de energías en el set.
-¿Qué es lo que te preocupa? – Misteriosamente su voz suena nerviosa, tose y vuelve a sonreír, no pudiendo disfrazar su inquietud. Ray lo nota de inmediato, el cantante es lo suficientemente expresivo, casi transparente, como para adivinar que pasa por su mente. Quisiera reafirmarle que no tiene porqué angustiarse, pero no puede evitar saborear el momento. El mismísimo Gerard Arthur Way tratando de disimular una muy evidente ansiedad.
-Me preocupa nuestra banda… - Añade el segundo hombre, después de hacer una mueca de genuina preocupación, el éxito de ellos como grupo iba en aumento, algo dentro de sí le aseguraba que habían cambiado el curso de sus vidas y ahora dependía de ellos cuidar lo que estaban formando.
-La banda es lo más importante para mí también Ray. – Sus miradas finalmente se cruzan, ambos saben que al menos, comparten la misma visión. Casi podrían haber suspirado de alivio, si no fuese por Gee, envalentonado por la certeza de que ambos sabían y compartían aquel propósito, se acerca mas confiado donde su guitarrista lo observaba sentado.
Fue una visión un tanto diferente, pero casi imperceptible. Ray le sacaba 10 centímetros, y suele verse imponente tocando su guitarra, pero una infinidad de veces lo había visto practicar y componer sentado, tranquilo, repasando una y otra vez las notas, corrigiendo, cantando y practicando incesantemente, solo o acompañado. Verlo desde arriba, con más detenimiento, le otorgó una nueva perspectiva. Siempre le había gustado su cabello, era imposible no notarlo, al igual que su sonrisa amplia y sincera.
No alcanzó a pensar lo que hacía, cuando ya tenia sus manos sobre sus hombros, pudo sentir su cabello rozarle momentáneamente, y para cuando se arrepintió de haber avanzado sintió las manos del compositor, una a cada lado de su cintura.
Fue inevitable sonreír ante su respuesta, los nervios le tenían sujeto por la tráquea, pero aquel fue un impulso que no pudo detener. Podía intuir, además, que no era el único tremendamente ansioso por lo que estaba pasando, sin embargo, al no recibir quejas ni miradas cuestionadoras, se sintió más tranquilo.
Por otro lado, Ray trataba con toda su fuerza de voluntad de no flaquear, había pensado en algunas oportunidades, situaciones bastante similares a lo que estaba ocurriendo en ese preciso instante, pero siempre desechó la idea. Aceptaba, comprendía y valoraba la naturaleza de su relación, como integrantes de un gran proyecto musical, pero como buenos amigos, antes de todo.
Pero eso no impediría aceptar la atención que estaba recibiendo ahora, era inevitable, la tensión que venia experimentando desde hace semanas, le tenía con el alma en un hilo, ya le era insoportable. Trató de pensar lo menos posible en Gee, pero este se lo hacía tremendamente duro, el cantante era simplemente esplendoroso, todas las cabezas se giraban apenas ingresaba a algún lugar, era indudablemente atractivo, incuestionable.
No le sorprendía lo más mínimo tampoco las interacciones de Frank con G, el público enloquecía apenas estos compartían algún tipo de intercambio, sabía que era algo más que marketing, y también sabía que eran comportamientos que Gee replicaba con otras personas. Llegó a pensar que el cantante en su naturaleza desinhibida, trataba de escapar de los apretados cánones de su ciudad natal. Por otro lado, su aura irreal parecía calzar con esta energía vampírica, seductora, incontenible e imparable.
No pudo evitar apretar ambas manos en aquella cintura, la ropa ajustada que llevaba el vocalista, se estrechaba contra su piel al igual que el agarre sobre sus hombros. Se le escapo una sonrisa inquieta. El intérprete, sintiéndose invitado, se atrevió a agacharse y robar finalmente un beso sencillo. No podía pensar con claridad, pero si de algo estaba seguro, era que un movimiento demasiado avasallador podría ser contraproducente.
Sus dudas se despejaron al instante, cuando el beso fue correspondido, la sonrisa que se escapo de sus labios interrumpió momentáneamente la caricia, ya que a ambos se les escapo una risa nerviosa. Lo siguiente que supo fue que estaba sentado sobre el guitarrista, quien no lo había soltado desde que poso sus manos sobre él.
Continuara (¿O no?)