Bienvenida a casa

La despertó el sonido de alguien llorando, y su instinto la hizo lanzarse a por el cuchillo que escondía en su mesilla. Miró alrededor, preparada para luchar contra una amenaza que, como descubrió a los pocos instantes, no existía. Los gimoteos ahogados venían del lado colorido de la habitación. Una vez su mente apartó del todo el sueño, pudo ver a la chica revolviéndose en su cama. Una pesadilla, asumió. Qué suertuda. Pero justo cuando se disponía a volver a la cama, un susurro llamó su atención.

-Wednesday...

-¿Enid? –dejó el cuchillo, y caminó a paso rápido hasta el otro lado. El rostro de la chica estaba completamente cubierto de lágrimas, y no parecía ser capaz de despertarse por sí sola- Enid, despierta. Es solo una pesadilla-la tocó el hombro, algo más brusco de lo que pretendía-Enid, basta.

Cuando despertó, por fin, se sentó de un salto, gruñendo, con las garras fuera y lista para atacar. Pero se detuvo al reconocer a la figura que esperaba junto a ella, de brazos cruzados y con cara molesta. Tragó saliva, retrayendo las garras e intentando secarse los ojos con la manga.

-Siento haberte despertado, era una pesadilla.

- ¿No me digas? -frunció el ceño, para relajarlo y suspirar a los pocos segundos-Quieres hablar de ello.

-Tranquila, no quiero molestarte…

-No he preguntado. Lo llevas escrito en la cara. Ahora-se sentó junto a ella-Cuenta.

-Es…no es nada, en serio. Vas a pensar que es estúpido.

-Enid.

-Vale, vale...-se abrazó las rodillas-No llegué a tiempo. En mi sueño, me refiero. Corrí todo lo rápido que pude, pero no conseguí transformarme, y cuando llegué, él ya te había…-dejó escapar un sollozo-Tú estabas…-las lágrimas volvieron a caer con fuerza, por mucho que ella intentaba controlarlas.

- ¿Por qué sigues llorando? No ha pasado realmente, estoy aquí.

-Lo sé, lo siento, es que…yo lo sé, pero mi cerebro no se lo cree. Aún tengo…miedo.

-Bueno, como puedes ver, sigo viva. Gracias a ti-palmeó su hombro un par de veces, incómoda, pero queriendo reconfortarla, aun sin saber bien cómo-Ahora, vuelve a dormir.

-Wednesday…puedes decir que no, y te puedes enfadar si quieres, pero ¿podrías…podrías quedarte conmigo esta noche? Por favor.

- ¿A qué te refieres? Dormimos en el mismo cua…oh-la miró, sorprendida. ¿El valor que demostraba pidiéndola algo así? Pero esos ojos, llenos de miedo…de miedo a perderla…Y, aunque la costase admitirlo, la chica se lo merecía después de lo que había hecho. Lentamente, asintió.

- ¿En serio? -la hizo sitio al instante, pura alegría pintada en su gesto- ¡Eres la mejor!

-Sí, si…-se tumbó a su lado, y su amiga no perdió tiempo en pegarse a ella, envolviendo su cintura con fuerza-Esto no ha pasado.

-Ya, ya, tranquila, ahórrate las amenazas, anda-reajustó su cuerpo, asegurándose de encontrar una postura cómoda para ambas-Déjame ser feliz.

-Buenas noches.

-Descansa…

Esperó a que la otra se durmiese para relajarse en sus brazos, con un sonrojo más que notable cubriendo sus mejillas y orejas. Agradecía enormemente la oscuridad de la sala, que había permitido ocultarlo. O no, los licántropos podían ver en la oscuridad...de nada servía preocuparse ya por ello. La pérdida de sangre debía ser mucho más severa de lo que ella creía si estaba actuando así. Casi podría decirse que lo estaba…disfrutando. La cercanía de su cuerpo, el firme abrazo, que la hacía sentir segura y protegida…Sintió nauseas, y cerró los ojos con fuerza. Era demasiado tarde para ese tipo de pensamientos, ya se encargaría de lidiar con sus emociones por la mañana, cuando no se la cerrasen los ojos del cansancio.
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Los golpes insistentes en la puerta la sacaron de su descanso. Enid aún respiraba profundamente, y Thing correteaba hacia la puerta, intentando conseguir algo de tiempo extra para ambas adolescentes. Wednesday permaneció inmóvil, esperando pacientemente e intentando escuchar lo que sucedía. Como era de esperar, era la policía, llamándolas a declarar. La mano corrió hacia la mesa, en busca de papel y bolígrafo, y tras unos segundos volvió a entregárselo a la mujer que esperaba en la entrada. La gótica supuso, por el “media hora. Que vayan al despacho de la directora”, que había escrito para pedir que esperasen. Miró la hora, y se sorprendió al descubrir que era mucho más tarde de lo que pensaba. Para cualquier persona, no era un exceso de horas, pero lo era para ella. La última vez que durmió tanto fue cuando Pugsley puso un extra de arsénico en su bebida, dejándola inconsciente. Que Enid no se despertase a pesar del ruido no la sorprendía. La chica no tenía un sueño demasiado profundo, pero la primera transformación, y más en esas condiciones, debía ser agotadora. Miró fijamente al techo, con la rubia aun abrazada a su cintura y la frente apoyada en su hombro sano, mientras la mano devolvía el bolígrafo a su sitio y tiraba el folio usado. Una vez acabó, empezó a golpear la mesa, hablando en código morse, y ella contestó sin mirarle, procurando no molestar a la chica.

-Lo sé. Dame cinco…diez minutos, y la despertaré-no habían pasado ni tres cuando sus toques contra la madera volvieron-Thing te he dicho que…oh-Se incorporó ligeramente para poder mirar por la ventana. Ajax esperaba ante ella, con las manos en los bolsillos y gesto confuso. Preciosa forma de empezar el día- Abre. La despertaré-Con toda la dulzura que fue capaz de mostrar, acarició su rostro con el dorso de la mano-Enid, despierta. Ajax está aquí-una vez estuvo dentro de la habitación, levantó la vista hacia él. Su cara era un poema. ¿Eran celos lo que veía en sus ojos? Magnífico.

-Cinco minutos más, Wen…-murmuró, afianzando su agarre.

-No me llames así-la pinchó suavemente la mejilla-Buenos días, Ajax.

-Buenas-respondió, pasando la mirada de una a otra- ¿Cómo van tus heridas?

-Curándose. Me recuperaré por completo muy pronto.

-Guay, guay…-esperó pacientemente, viendo como su novia dejaba finalmente ir a la morena y se estiraba con todas sus fuerzas-No sabía que hacíais este tipo de cosas. Pensé que no te iba el contacto.

-Lo detesto-respondió, saliendo de la cama-Enid es la excepción-caminó tranquilamente hasta su armario antes de ir hacia el baño, sin dedicarle una mirada siquiera-Dila que la policía nos espera en el despacho de Weems.

Thing consiguió colarse por la puerta, y apenas la cerró, empezó a golpear el suelo, furioso, mientras ella se lavaba la cara, ignorando su rabieta. Una vez hubo terminado su airada demostración, se volvió hacia él, con una pequeña sonrisa burlona pintada en los labios.

-No, lo has hecho aposta, borra esa sonrisa ahora mismo. Lo que has hecho no está bien, vas a traerla problemas.

-Oh, por favor, ahórrate el dramatismo. Date la vuelta-obedeció, y la joven empezó a cambiarse de ropa, con algo de esfuerzo a causa de las heridas-Estoy segura de que compartir cama es algo normal entre amigos. Si se pone celoso, es su culpa.

-Nunca la acaricias, ni la tratas con delicadeza, y tienes que hacerlo justo cuando viene el chaval. ¿Por qué?

-Porque me apetecía. Estás sacando las cosas de contexto casi tanto como él-con sumo cuidado, empezó a hacerse la raya del ojo.

-Sé que te gusta, pero las cosas no se hacen así.

-No. Vuelvas. A decir eso-estuvo a punto de apuñalarse el ojo con el lápiz-Eso es absurdo, y falso. Además, ¿no fuiste tú quien me empujó a brazos de Tyler en el baile? ¿Por qué harías algo así si sospechas que siento algo por ella?

-Porque Enid ya tenía pareja. Y no sabía que era un asesino en serie monstruoso, pensé que era un idiota más del montón.

-No me gusta Enid.

-Mentirosa.

- ¿Quieres que te corte los dedos y les cosa del revés?

-Puedes negarlo todo lo que quieras, pero te conozco. Te he visto crecer. No puedes mentirme-esquivó una daga por décimas de segundo-Enfádate si quieres, pero sabes que tengo razón.

-Vete-ordenó, sin respuesta-He dicho que te VAYAS-golpeó el muro con todas sus fuerzas, haciendo vibrar la sala, y eso consiguió hacer que se moviese.

-Solo intento ayudar-comentó, triste, antes de abrir la puerta, solo para que la chica la cerrase de un portazo apenas estuvo fuera.

-Oh wow. ¿Está bien? -Ajax, sentado en el escritorio de Enid, ofreció una mano, sobre la que Thing saltó para que le subiese a la mesa.

-¿La duelen las heridas? Debería ir a ayudarla-la chica se puso en pie como un resorte.

-Buena idea-respondió la mano-Tendrás que ayudarla a peinarse.

-Nunca pensé que la vería con el pelo suelto. Parece otra persona.

-No has visto nada-respondió Enid, con una brusquedad impropia de ella. Se arrepintió de ello al instante-Quiero decir. Va a odiar que la hayas visto así, así que…no se lo digas a nadie ¿va?

-Claro, no hay problema. Entonces… ¿nos vemos luego?

- ¡Si! ¿Te pego un toque cuando acabe con la poli?

-Va-el chico se levantó, esperando un beso de despedida, pero la loba ya corría hacia la puerta, sin volver la cara. Suspiró-Hasta luego, colega…-chocaron el puño antes de que se fuese, cerrando la ventana tras él con una pizca de tristeza pintada en los ojos.

- ¿Wednesday? ¿Necesitas ayuda? -llamó a la puerta, esperando una respuesta para entrar.

-Adelante-la encontró cepillándose el pelo, intentando no hacerse daño en el hombro en el proceso- ¿Ajax se ha ido?

-Sip. Deja, yo lo hago-sin esperar permiso, la quitó el cepillo y se puso a su espalda- ¿Has dormido bien?

-...-se mordió el interior de la mejilla, pensando en la respuesta. Si decía que sí, la otra podría interpretarlo como una buena señal, cosa que no quería que sucediese, creía. Por otra parte, decir que no llevaría a entristecerla, y, por razones que escapaban a su entendimiento, verla en ese estado no la daba la satisfacción que debería-Demasiado calor para mi gusto, pero he podido descansar lo suficiente.

- ¿Eso es un sí?

-Podría decirse que sí. He dormido…bien.

- ¡Genial!-dejó el cepillo, y empezó a trenzar-Yo también he dormido como un tronco. Estaba agotada…transformarse duele muchísimo más de lo que esperaba ¡Sentía como se me movían los huesos por dentro! 0 de 10, espero que mejore con el tiempo…

-Te acostumbrarás-asintió una vez la chica terminó, dando el visto bueno, y pasó a la siguiente con una sonrisa orgullosa.

-Mi madre va a alucinar cuando se lo cuente. A lo mejor hasta se deja de comentarios hirientes unos días.

- ¿Unos días?

-Encontrará otra cosa de la que quejarse, estoy segura. Ella es así.

-Debería estar orgullosa-la bajita frunció el ceño, la imagen mental de la mujer insultando a Enid siendo suficiente para enfurecerla.

-Aw, qué mona. ¡Lo siento, lo siento! No eres mona-entró en pánico, preocupada por si había ofendido a la chica.

-Tranquila, Enid. Fingiré que no he oído eso…esta vez-una vez hubo acabado, se volvió hacia ella-Lo digo en serio. Debería estar orgullosa de ti-apartó la mirada-Yo lo estoy-vio de reojo cómo los ojos de la rubia doblaban su tamaño, y huyó hacia la puerta-No deberíamos hacerles esperar. Un policía enfadado no es lo ideal para un criminal.

-¡Claro! Dame cinco minutos, y estoy.

-Voy a por café. ¿Tres cucharadas de azúcar, leche de almendra y canela?

-¿Sabes cómo me gusta el café?

-Lo tomaré como un sí. Date prisa.

Cerró la puerta antes de que la chica pudiese responder, y corrió a por su cazadora y su mochila. Thing saltó dentro, y se fueron, con la mano intentando hablarla y siendo completamente ignorado. No se ofendió por ello. Por primera vez, al menos que él recordase, la chica parecía…perdida. Sus mejillas estaban teñidas de rojo, su respiración era irregular, y sus ojos no parecían mirar por dónde iba, sino mucho, mucho más lejos. Se acomodó, satisfecho. Algunas situaciones violentas y conversaciones incómodas más, y estaría preparada para afrontar sus sentimientos…