
"You got a way, don't you boy?
The way you go to my head
Something tells me
I'd be better off dead."
De niña, fue costumbre crecer escuchando cómo los lobos se apareaban de vida y que siempre tendría a esa persona que no solo la completaría, sino también la amaría, se quedaría a su lado, la protegería, la entendería.
Soñar era algo que amaba a esa edad, al ser bastante irrelevante para sus padres era su único pasatiempo. ¿Cómo sería encontrar al amor de su vida? ¿Sería como todos los romances adolescentes? ¿Sería un chico alto, guapo, inteligente y perfectamente capaz de protegerla? ¿Por qué tenía que esperar tanto para conocerlo?
Enid quería ser amada.
Creciendo, estuvieron esos escasos momentos donde dudaba si era cierto. Su mamá vivía ignorando a su papá; ¿y si ese era su destino?
No quería repetir la misma historia. ¿De qué servía estar en pareja si no había amor?
Pero, ahora, teniéndola a ella en sus brazos, susurrándole ñoñerías amorosas en su oído; supo que por fin era amada.
Su gran deseo por fin se hizo realidad.
No lo querría de otra manera.
La sangre goteaba desde sus nudillos.
Ardía como el infierno.
Y no podía parar.
"¿Eso es todo lo que tienes?" El hombre, la víctima, espetó. Como si no estuviera amarrado, en la delgada línea entre ser torturado y morir ahogado con pirañas de compañía.
Le gruñó con sus caninos a la vista y con la mano izquierda empezó a golpearlo en la quijida con el mango de la pistola.
"¡Cierra la maldita boca, carajo!"
Él rió con jadeos débiles. Se seguía burlando, provocándola, queriendo alimentar su vergüenza y convencerla de soltarlo.
Pero no.
No ocurriría.
Sin esperar mucho, sus colmillos cortaron la piel de su mejilla, acariciando la tierna carne debajo. Retirándose cuando los gritos empezaron a retumbar en sus sensibles oídos.
"Tú lo pediste, grandote" farfulló.
Era en definitiva un festín.
Su garra trazó una línea profunda en la tráquea, sonriéndole como maniática antes de inclinarse a morder su hombro por encima de la camisa rasgada, que estaba totalmente arruinada.
Todo lo que hacía era por amor.
"You got your way, didn't you, boy?
The way you do what you did
Playin' with fire
Burns a little bit
It burns and burns and burns"
Tenían dieciséis y quince respectivamente cuando se conocieron en ese día caluroso de septiembre.
Su primer crimen lo cometieron después de oficializar su relación. Su primera víctima fue Tyler Galpin, el hyde asesino que casi las mató, que acechó al pobre pueblo de Jericó, que fue protegido por el sheriff Galpin.
Ellas hicieron justicia por las víctimas. Lo torturaron por días, riéndose en su cara por ser tan inofensivo.
No creyeron su mierda de haber cambiado, de haber estado madurado como persona. Replicaron exactamente sus delitos, sacándole extremidades del cuerpo para que sepa lo que se siente.
Fue tan placentero estar manchadas de su sangre después de su último aliento y no evitaron tener su primera vez ahí, llenas de lujuria y deseo.
"Te amo, Wednesday."
"Tal vez fue ella" el desgraciado acusó, con su regordete dedo apuntando descaradamente a su mujer.
Lidiar con estos abusadores que pierden dinero en el casino realmente era cansador.
Pero lo hacía por ella.
Ella frunció el ceño ante su actitud evitativa. "¿En serio? La última que comprobé, ella me mostró evidencia en su contra, señor Hemsworth. ¿Usted tiene algo más que simples acusaciones?" Delató sin preocuparse, el hombre sería torturado eventualmente.
Y lo disfrutaría tanto.
No hay nada mejor que darle un merecido a esta gente que cree que tienen poder y que se creen superiores.
Él bufó, dándole una última probada a su cigarrillo. "Escucha, niña" empezó "tu noviecita y tú no pueden detenerme. ¿Saben quién soy? ¡¿Saben de lo capaz que soy para ponerlas tras las rajas si quisiera?! ¡Joder!"
Ell entonces sonrió cínica. No sabe dónde se metió, claramente.
"Mi nombre es Enid, cabrón " y le disparó en el pecho.
En el corazón.
"Are you a devil
Or an angel?
Somethin' bout you that I want to know"
Ser perseguidas por la venganza del sheriff Galpin fue una delicia, recuerda.
Él estaba tratando de hacerle justicia a su hijo (¿Qué clase de maníaco le haría justicia a un asesino sin remordimientos?), siempre sospechando de su chica y ella ciertamente no dejaría que la tocaran.
Recuerda correr, huyendo con risas, besos robados y disparos del arma de calibre. El sheriff no tardó mucho en morir, y no es que fue cizaña de ambas, él no estaba en forma, muriendo por un paro cardíaco.
Recuerda haber escuchado su último jadeo, el sonido sordo de su cuerpo cayendo en la hierba. No había nada más atractivo que voltear a su costado y encontrar esa mirada lujuriosa, haciéndola presa del anhelo.
Recuerda besarla con tentación, con devoción. Sus manos agarrándola, acariciándola con furor. Palabras terminando de ser susurradas, ardiendo en llamas.
Recuerda haber hecho el amor contra un árbol, besándola en todas partes, bebiendo sus silenciosos ruidos y chupando su piel para dejarle al mundo claro su aventura. Fue tan emocionante saber que en cualquier momento serían encontradas y ella sabía que simplemente se reirían, alargando su encuentro si fuese necesario.
Oh, ser joven y enamorado, dirían los sabios.
Sin embargo, los sabios no sabían que estarían hablando de la versión macabra de Bonnie y Clyde.
"Nos están buscando" declaró su prometida en tono aburrido, monótono.
Enid soltó un gemido frustrado. "¿Ahora? Pero si estamos organizando la boda."
"Hace literalmente una hora dejaste el cuerpo de Duff en la comisaría con un mensaje en el torso" le recordó con un ceño fruncido.
"Bueno, sí. ¿Acaso quieres que la casa vuelva a oler a muerto? Amor, por favor" se burló. Los vívidos recuerdos del primer asesinato a un mafioso inundaron su mente, cómo la mansión olió a ricachón por semanas y era imposible estar tanto tiempo dentro.
Al menos para ella.
"El olor a muerte es el más exquisito, no vendría entendiendo tu disgusto, cara mia."
"Por supuesto que dirías eso, Αγαπημένος" murmuró con gracia, sonriendo con sus colmillos alargados y peligrosos.
Eran la pareja más buscada hasta el momento. Sus crímenes cada vez iban siendo más difíciles de resolver, de ver, de siquiera pensar. Se las estaban ingeniando para pasar desapercibidas.
Las sirenas se escuchaban, sin embargo, ellas sabían que no venían hacia ellas.
Nadie era capaz de saber dónde residían.
"You got me spinnin',
Goin' crazy,
Can I get a little break before I blow - oh - oh - oh"
Graduarse siendo una asesina en secreto era una adrenalina en sus venas, de las que no podía dejar de querer seguir sintiendo.
Estar horas encerrada con el amor de su vida, escuchando gritos, plegarias, mas nunca las respuestas que buscando en un primer momento. Amaba ver esa mirada, verla disfrutar del momento.
Por eso no se echaba atrás.
Para ese momento, ya estaban comprometidas, desesperadas por casarse y seguir con sus travesuras de enamoradas.
¿Es que no se divierten así las parejas? ¿No van de caza, no matan, no secuestran, no torturan juntos?
Bueno, mierda, a ella no le importa haber perdido la razón para ser Addams.
Una mueca contenta se abrió paso en sus labios al ver a su futura esposa maltratar a Esther Sinclair.
Habían pocos placeres en la vida.
Y este era uno.
"On your mark! Get set!
Ready, Baby - Steady, Baby
Blow, Baby, Blow - oh - oh"
"Oh, Wednesday" arrulló con orgullo, su prometida bañada de linfa.
¿Cómo podía ser tan hermosa incluso con rastros de homicidio?
"Παίζεις με τη φωτιά, παγίδα του θανάτου μου" gruñó con aire seductor, sintinedo la excitación como fuego en su vientre.
"Oh, cara mia," suspiró "continuo a desiderarti. Perché non vieni a prendermi? Solo così sai quanto la mia anima brucia solo per te."
Se fueron acercando, ojos llenos de adoración, corazones latiendo en sincronía, el aire empezaba a ser sofocante.
Qué plancetero.
"Haces que no respire correctamente, haces que mi presión suba, haces que quiera matar a un millón de personas para demostrarte lo capaz qu soy para ser tu pareja, tu esposa. Oh, la mia luna mortale, las cosas que haría por ti."
"Oh, il mio sole splendente" Wednesday resopló, permitiendo que sus manos rozaran "Por ti dejaría de matar, por ti iría a prisión en tu nombre, por ti viviría. Mi amor durará por milenios, englobando mi corazón mintras dure nuestra especie. Haría un mar de sangre, de brillos si me lo pides; me bañaría en colores, más si son los tuyos. Dejaré que seas mi causa de muerte, cara mia."
"You're in my way, you know, boy
The way you're hangin' around
I know better,
But I've forgotten now"
Enid, en su parte moral enterrada, se olvidó de cómo llegó a este punto en su vida.
Cuando la maldita Wednesday Addams cruzó la puerta de su cuarto individual.
Ese veneno aún flota en sus venas, acorrándola, aplastándola, asfixiándola, arrastrándola. Oh, Wednesday percibe, trayendo consigo tantos sentimientos, tantos recuerdos, un punto vista nuevo, una nueva vida.
Enid Addams.
¿Por qué falta tanto para ser reconocida legalmente como pareja?
"... eres rara como la mierda..."
"El sentimiento es totalmente mutuo."
"Θα σε έκανα δικό μου όλη την ώρα. Σε ποθώ, σε θέλω, σε αγαπώ, καμμένο κοράκι μου" recitó, besando desde el dorso de su mano a su cuello, donde una mordida tierna apenas emezaba a curarse.
"Cara mia, faremo l'amore una volta finito il lavoro. Non provocarmi" jadeó, echando más leña al fuego.
Como siempre, si una juega, la otra lo prolonga. Nunca se vencían, estaba esa tensión ineludible sacada de ficción.
Un carraspeo incómodo las despabiló, "si esta es la tortura con la que han estado amenazándome, entonces les quiero decir que está funcionando."
"Io- non siamo per niente come Morticia e Gomez" dijo Wednesday entre dientes, siendo entendida por su prometida, quien carcajeó.
Estar tanto tiempo a su lado ciertamente traían algunas adiciones para entenderlos y ser completamente como ellos.
"Lei ha ragione. Sono molto al di là di noi, ma ci stiamo arrivando" Enid sacó las garras "y tú eres nuestra clave."
Él jadeó confundido, empezando a removerse cuando vio las garras de Enid y el hacha en manos de Wednesday.
Qué manera de festejar su aniversario.
"You got away, did you, boy
The way you do what you do
I knew better
Then there was you"
Enid nunca había sido fan de la sangre, de la massgre, de los asesinatos. Siendo mitad animal por naturaleza, siempre estaba presente ese sentimiento -no, anhelo- de querer atacar, de hacerle saber a su manada lo preparada que estaba para estar al mando.
No fue hasta que se enlobó por primerza vez cuando dejó de sentir ese repuldio, esas ganas de vomitar por lo antes mencionado.
¿Por Wednesday? Ella cambió su rutina, se convirtió en lo que juró evadir.
La verdad, no estaba emocionada con la idea de secuestrar a Tyler y hacerle pagar por sus pecados. Estuvo a punto de negarse, claramente, y entonces percibió esas mirada -rara vez- fulgente en su mirada.
Contuvo las muecas de asco, de terror, de miedo, cuando Wednesday empezó jugando con el cuchillo en sus manos, como el juego del cuchillo, pero más despiadado.
Macabro diría.
Y se quedó enganchada por esa emoción de hacer el bien, de pensar en las víctimas.
"¿Te parece bien realizar la ceremonio en la tumba del cretino hyde?" preguntó distraídamente Enid, afillando su cuchillo de carnicería favorito.
"¿El de Galpin?" habían tantos hydes enterrados a cincuenta metros bajo tierra gracias a ellas "no veo el problema. Ahora, tendríamos que festejar nuestros próximos aniversarios en las tumbas del resto, ¿no te parece?"
Enid la miró con ese destello de peligro.
"Eres tan brillante, il mio arcobaleno scuro" alabó, exhibiendo con orgullo su sonrisa lobezna -perruna, si le preguntan a una fuente confiable (totalmente no Wednesday).
"Il mio splendente arcobaleno" masculló Wednesday, con sus entrañas escapilándose, dándole lugar al amor -reservado- por Enid.
"Tu me rends fou, ma moitié amère)" provocó Enid, bajando su cuchillo.
"Montrez-moi alors, mon chiot dangereux" le siguió el juego Wednesday, dejando de lado su lista -de futuras torturas.
Esa noche, las paredes retumbaron, acallaron en sufrimiento su amor. Intentaron escaparse, no obstante, los Addams los habían conjurado con excelencia.
Esa noche, sus gritos, sus súplicas, sus deseos fueron dirigidos a la luna, dedicándole todo su apego desde el primer crimen; aquel que marcó el principio de su relación.
Con manos sudorosas, acariciaron sus pieles con delicadeza, nininguna dispuesta a alejarse.
"Je t'aime, ma chérie. Ti amo, amore mio. Σε αγαπώ αγάπη μου" declaró Enid.
"Ti amo, la mia arma mortale. Je t'aime, mon arme mortelle. Ich liebe dich meine tödliche waffe" Wednesday besó su mano, dándole un trato especial a cada dedo, su intención clara.
"Oh, querida."
"Are you a devil
Or an angel?
Somethin' bout you that I want to know
You got me spinnin',
Goin' crazy,
Can I get a little break before I blow - oh - oh - oh."
- Devils Angel, Unloved.