De Venecia con Amor

KinnPorsche: The Series (TV)
F/F
G
De Venecia con Amor
Summary
Un viaje a Venecia cambia el curso de sus vidas, hay muchas leyendas en Italia pero quizá sea la de "El puente de los suspiros" la que más importancia tenga para Vegas y Pete.
Note
Esta historia es idea mía y pueden encontrarla también en Wattpad.
All Chapters Forward

3. Comienza por creerlo

Habían pasado casi dos meses de nuestro viaje a Venecia, nuestra segunda luna de miel y el cansancio me revasaba, estaba somnoliento todo el día y me faltaban energías. Mi cuerpo añoraba la calma de aquel lugar mágico y solo pensaba en volver. No había nada de raro conmigo excepto el cansancio, era increíble y apenas podía con el, seguro que me faltaban vitaminas por que apenas comía de forma adecuada, generalmente las compraría de la farmacia pero dado que había viajado al extranjero temí que fuera una de esas enfermedades que sólo existen en Europa, terminé por ir al médico con miedo de tener peste o esas cosas de las revistas.

 

-Pete - el médico me llamó y entré el consultorio - Pasé - me senté frente a él mientras veía la hojas de los estudios que me había hecho un día antes de ir a verle - Bueno no tienes ningún parásito, ni virus, tampoco trigliceridos altos o la glucosa, sin embargo tomando en cuenta tu condición debo preguntar ¿Usas algún método anticonceptivo? -

 

-No, pero apostaría que no es la situación, verá hasta ahora no he podido tener un bebé así que seguro que tengo algo más - había escuchado esa pregunta antes y no iba a lastimarme otra vez -

 

-Debo instir y sé que no querría que lo incomodara con esto pero necesito que orine en este frasco - primero pensé que me acusaba de usar drogas, pero sabía que pedía y que hacía, así que a regañadientes hice lo que él pidió -

 

No no iba a concebir esperanzas, no no era lo que creía pero, el doctor hizo una prueba que conocía muy bien, esas pruebas a las que temía y que me daban ataques de ansiedad, no, estaba equivocado.

 

-Pues no me he equivocado, tu perfil tiroideo esta bien, no te falla nada y has tenido relaciones sexuales sin protección en los últimos meses y bueno esto es - mostró la prueba y me dio un ataque de ansiedad - Estas en cinta -

 

No no no no, no me están sucediendo otra vez no. Apenas era consciente de mi al rededor pero se que el doctor me hablaba, pero yo no podía responder, me hice bolita y me quedé en el suelo tratando de respirar de forma correcta. No sé cómo sucedió o que sucedió, pero unos calmantes y tiempo después ya hacía en la mesa de exploración mientras el doctor y una enfermera me inspeccionaban.

 

-No entiendo que sucedió - pero yo si y comencé a llorar - Pete debe hablarme -

 

-Se equivoca, no estoy embarazado, no he podido, no, no puedo yo... - me cubrí el rostro para llorar con más libertad - He intentado de todo por tener un bebé, pero siempre acaba igual, no puedo pasar por este dolor otra vez, no puedo ilusionarme, no tendré un bebé y voy a acabar en el psiquiátrico -

 

-Bien bien yo trato de entender que le sucede de acuerdo, pero estoy seguro de que lo está mire, no miento pero para comprobar, necesito que me acompañe, el hospital es grande y debe ver esto - no sabía si el médico me ayudaba por humanidad o por que sabía que necesitaba eso -

 

Lo seguí por el pasillo hasta el ascensor, bajamos dos plantas hasta un área que conocía bien, entramos al consultorio y otro médico me esperaba, tuve miedo pero no salí corriendo, tenía que ser más valiente.

 

-Él es el doctor War, es ginecólogo, va a revisarte, yo no soy experto en embarazos de Donceles pero él si -

 

-Pete es un gusto, por favor sube a la mesa de exploración, no te lastimaré y voy a parar cuando quieras - asentí pero sin estar consciente de mi - Debes quitarte el pantalón y subir a la mesa - asentí e hice lo que pedía -

 

Ambos estábamos solos así que no tuve miedo. Subí ambas piernas en esas barillas de metal heladas. Me explicó muchas cosas que no entendí y que no escuché por que seguía en shock, luego metió un aparato largo dentro de mi y sucedió.

 

-No es usual ver algo así si no tienes más de cinco semanas, Pete tienes ocho semanas de gestación, esto que está aquí es el saco y - mis lágrimas una vez salieron -Primero quería mostrarte que todo estaba bien, que el saco gestacional está anidado donde debería pero esto es mucho mejor -

 

-No siga, por favor ya no quiero saberlo solo... Estoy listo para otra cirugía para sacar eso que está mal -traté de alejarme de el, de sacar esa cosa de mi, de parar eso -

 

-Pete no me entiendes, está en el lugar adecuado, aun no se puede ver si el saco contiene un embrión pero estoy casi seguro que si, este es un embarazo seguro que puede llegar a término - no no no -

 

-No no me mienta, estaré bien con la verdad - no quería tener esperanzas y luego ser herido  -

 

-No miento, por ahora el primer trimestre es la prueba, puedo asegurar que ese embrión está en su sitio, está maduro y nacerá, pero si quieres tener datos para no sentirte a la deriva puedo verte en dos semanas, si es muy pronto puede venir cuando pasen los tres meses, es el tiempo decisivo, Pete yo sé por lo que pasas, he visto a muchos pacientes como usted y se que no quieres ilusionarte en vano pero como especialista estas en el momento para hacerlo, y de cuidarte más por que ahora hay vida dentro de ti -

 

Me solté a llorar como hacía mucho no lo hacía, y el doctor no me dejó. Miré una y otra vez la imagen, y seguía sin creerlo y así seguiría, seguro era un mal entendió y debía prepararme para el momento en que una vez más lo perdiera, si, eso sería. Debía estar preparado por que bueno eso me sucede, no le diría a Vegas, ni a Porsche y cuando tuviese otra de esas cirugías iría solo y no le diría a nadie, no pueden pasar por esto una vez más, ya no, sería cobarde de mi parte, tenía que enfrentarlo yo solo, era lo mejor.

 

Después de la visita al medico mi cabeza seguía pensando en lo mismo e indudablemente sentía dolor en el pecho, algunas veces me sorprendía poniendo mi mano sobre el vientre hasta que me daba cuenta que no había nada ahí. Y cada mañana en que me recordaba lo que estaba volviendo a pasar, veía a Vegas trabajar en su oficina, no podía decirle nada, no podía herirlo, estaba obligado a sufrir solo en ese momento. Trataba de actuar lo más normal posible, cuando me veía tras la ventana mientras trabajábamos disimulaba mi tristeza con una sonrisa y en casa solo trataba de no pensar en eso una y otra vez.

 

No fantaseaba ni una sola vez ni tampoco tenía esa actitud de tocarme el vientre como tratando de sentir algo. Quizá por esa apatía no había levantado ni la más mínima sospecha, y aunque no tenía fe de lograr nada tomé lo que el médico me había dado, lo hacía cada mañana antes de que Vegas despertara y escondía bien las pastillas bajo el fregadero, todo podía seguir así hasta que sucediera, las cosas las había entendido mejor, cuando tuviese otra de esas cirugías haría que Vegas y yo volviéramos a Venecia tan pronto como estuviera recuperado, necesitaría eso para recuperarme una vez más.

Habían pasado cosas por las cuales me exponía delante de mi esposo. Una de ellas había sido el sexo, estaba más sensible ahora en especial de los pezones y el lo había notado y aprovechado, segundo mi cuerpo, Vegas había notado que algo no era igual ante sus ojos.

 

-Pete, cariño ¿Has comido demasiadas donas y galletas estos días? - algo que no podía ocultar, mi vientre había crecido como si tuviese colitis o solo gases no se me había ocurrido excusas, no todavía -

 

-Ayer comí un pan de centeno y estos días he estado inflamado, he tenido incluso un poco de dolor pero esto me sucede a menudo cuando como así - mi esposo no hizo más preguntas aunque sabía que lo que dije lo dejó pensado -

 

-No sabía queras así de susceptible al pan de centeno, que bueno que hemos comido muy poco hasta ahora -

 

-Lo sé, no volveré a comerlo en un buen tiempo - reí y traté de cambiar el tema - Por cierto, Macao nos invitó a comer el fin de semana -

 

Había una situación que nos había descolocado hacia no mucho tiempo, quizá hace un año cuando el tema de nuestra pérdida estaba demasiado reciente, no habíamos dicho lo sucedido a muchas personas, Macao lo sabía debido a que Vegas estaba deshecho y su hermano vino a confortarlo cuando yo estaba en el hospital. El padre de Vegas no lo sabía, no queríamos que lo supiera, siempre ha sido demasiado severo con él y hemos preferido, por paz, no verlo muy seguido a menos que sea necesario. Una de esas visitas terminó con el padre de mi esposo pidiendo, no, exigiendo que el me abandonara, sus palabras precisas fueron:

 

-Por Dios, estas cerca de los treinta, necesitas tener hijos, alguien a quien heredar todo, así como lo he hecho yo - Macao trató de detener a su padre de lo que diría pero no pudo - Pero no, seguramente tu esposo no quiere arruinar su esbelto cuerpo para siempre con un bebé y es por eso que siguen solos - sus palabras habían sido tan duras, era como si me hubieran lanzado un olla ardiendo que me deshacía la piel - ¡¿Es tan difícil que tengas un hijo?! -

 

-¡Eres un... - antes de que Vegas golpeara a su padre me sujeté a él con fuerza - Sueltame! -

 

-No no, Vegas, vamos a casa, por favor Vegas vamos a casa - mis lágrimas ya no las podía controlar, ahora ellas me controlaban - Vegas, por mi, por favor llévame a casa - el me limpió las mejillas y me miró con dolor, no importaba cuanto ocultara mi desgracia me seguía -

 

-¿Pete? - me tomó en brazos y salimos de esa habitación que comenzaba a hacerse pequeña -

 

Supe por Macao, que quien le dio la mayor bofetada de su vida fue el mismo. Terminó por decirle sobre lo que habíamos pasado, sobre cómo tratábamos y tratamos de tener un bebé y era casi imposible. No hemos tenido que ver al monstruo que es mi suegro desde entonces y así seguirá.

Eso nos lleva de nuevo a la conversación.

 

-Él no estará ahí, Macao quiere que comamos con él en la terraza, dice que el mismo la diseñó - Macao se había vuelto un exitoso Arquitecto que de hecho trabajaba en la compañía familiar -

 

-Voy a comprarle galletas, se que le encantan - Vegas podía ser implacable, egocéntrico, aterrador, pero con Macao y conmigo ese Vegas no existía, podía decir sin miedo a equivocarme que eramos las personas que más ama en el mundo -

 

Tuve en mente todo eso por semanas, hasta que las semanas se hicieron dos mes y dos semanas y no había reparado en ello hasta que la secretaria del medico con quien había hecho consulta llamó para recordar que debía ir a la cita médica. Estaba preparado para ese golpe duro otra vez, y como siempre asistí solo a lo que sería un dolor para mi corazón, otro más.

Forward
Sign in to leave a review.