“Conquistando a Enid Sinclair y esperar a que capte alguna frase de cortejo" - Por: Wednesday Addams.

Wednesday (TV 2022)
F/F
G
“Conquistando a Enid Sinclair y esperar a que capte alguna frase de cortejo" - Por: Wednesday Addams.
Summary
Wednesday permanece callada, sabiendo exactamente en qué momento ocurrió.(En el Día del Contacto, Wednesday piensa para sí misma, reflexionando. ‘Mi futura pareja debe ser inteligente, imperturbable incluso ante la mayoría de las cosas inquietantes, y capaz en todas las formas posibles—'Enid, a quien no ha visto desde la noche porque estaba horneando una ofrenda, tropieza y cae con una bandeja de pastelitos en sus manos…y luego comienza a sollozar durante treinta minutos por su trabajo tirado al suelo literalmente. Yoko se queda a su lado, riéndose en voz baja mientras le da palmaditas en la espalda.El cerebro de Wednesday inmediatamete hace clic. ‘Aquella. Esa es la que quiero.’)O5 veces donde Wednesday sigue los consejos de Google sin éxito. +1 donde sale con novia exitosamente.(ENG TRANSLATION AVAILABLE IN CHAPTER 2)- anon c.
Note
no sé bien qué pasó, pero escribí esto totalmente inspirado en incorrect quotes de wednesday que encontré en tumblr.espero haberles hecho reír.- anon c.
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Chapter 1

El amor es una equivalencia a la mayor debilidad humana. Para los Addams, es una maldición, literalmente.

Afortunadamente, Wednesday Addams ha esquivado la maldición por mucho tiempo, no ha caído enamorada por nadie y está contenta por ello.

Nadie está a su alcance. Si no sirven como amigos, menos como amantes potenciales. Xavier Thorpe es un ejemplo, un chico manipulador y ninfómano que quería llevársela a la cama, él terminó siendo encontrado culpable de varios acosos y abusos sexuales. Wednesday puede respirar aliviada al saber que pudo detener la cadena de más víctimas manipuladas.

Desde entonces, Wednesday mantiene una distancia por los chicos, si bien no se siente atraída por ellos como lo es por las mujeres, tampoco cree que todos son iguales, solamente lo hace por seguridad.

No todos son como se muestran, ¿verdad?

Ahora.

Hay una persona a la que Wednesday Addams no pudo evitar.

Enid Sinclair.

Oh, bendito sea Lucifer, cuántas fantasías amorosas débiles ha estado desde que vio a Enid transformarse por primera vez. Esa noche de luna de sangre es un recuerdo precioso para ella.

Si tan solo esos ojos azul marinos, que dibujan una eternidad, que trazan ensoñaciones anhelantes, que representan el fondo de un océano, la mira del depredador por naturaleza, el azul de la…

Oh, oh.

Wednesday Addams está enamorada.

¿Y qué hará al respecto? Fácil, pensó ella, dejarse morir. Aunque la idea es terriblemente tentadora, Viper de La Muerte sigue en proceso en su trilogía y no permitirá dejar este nefasto mundo sin darle un final poéticamente macabro a su novela.

Y como está en su sangre, no puede evitarlo por más tiempo.

Así empieza el plan “Conquistando a Enid Sinclair y esperar a que capte alguna frase de cortejo.”


Día 1: Mirar.

Según resultados de la web llamada Google, dice que el contacto visual ayuda a incrementar el interés romántico.

Ahora, miren, Wednesday no suele usar la tecnología por temas… para no contradecir su opinión al respecto. Así que, como podrán notar, está desesperada (maldita sea su sangre. Si ya de por sí odia ser hija de Morticia Addams, tener una maldición hace que aumente) y sinceramente, no tiene amistades que puedan ayudarla a realizar un cortejo adecuado (¿Eugene? Por algo tiene a las abejas. ¿Bianca? Pasapalabra. ¿Enid? ¡Es a quien está cortejando! ¿Pugsley? Ni siquiera tiene vida social. ¿Sus padres? Pasapalabra, otra vez), eso deja con el buen Internet en sus manos.

La rutina empieza como siempre, ella levantándose tres horas antes que Enid, ya haciendo su mañana y tener tiempo para adelantar su novela.

Hay un pequeño cambio, uno muy muy pequeño que tanto Wednesday como Enid se darían cuenta. Wednesday se queda mirando prolongadamente a Enid.

En vez de escribir, mira como si fuera el espécimen más sorprendente, lista para disecarlo y tener su corazón de adorno.

Thing se voltea repetitivamente sobre su muñeca, una pregunta brotando silenciosamente de él. Si familiar usualmente atenta a sus movimientos, no responde

… porque simplemente mira a Enid con los ojos brillantes, como si estuviera planeando un asesinato medianamente moral. Thing distingue ese brillo, estremeciendo sus dedos.

Las tres horas pasan y lo primero que Enid ve al despertar es a una Wednesday sentada en su silla ede escribir… mirándola fijamente (no hace falta agregar el sin pestañear, porque todos sabemos la respuesta).

Pega un brinco de sorpresa. Para la rutina matutina de los cinco días escolares, nunca suele haber tanto interés por parte de Addams, quien solo la miraría dos veces: cuando la despierta (a veces no lo hace) y cuando la espera para ir a clase (a veces no lo hace).

No es extraño del todo, ¿verdad? Es solo Wednesday siendo… Addams.

“Buen día para ti también, Wednesday“ saluda, fingiendo que no estaba por entrar en pánico hace literalmente un minuto.

Wednesday, como siempre, no corresponde.

“¿Cómo pasaste tu noche? Espero que terrorífica. Me encantaría escuchar sobre tus pesadillas” sigue Enid sin perder el ritmo, levantándose energética de la cama.

Wednesday, nuevamente, se queda callada. Un poquito raro ya.

“¿Qué tortura estás ejerciendo?” Enid entonces frunce el ceño, “¿Me odias tanto?” agrega, ladeando la cabeza como un cachorro perdido.

“Ya te dije, no te odio” finalmente resopla Wednesday, parándose con extremada elegancia de la silla “Quiero decir, a veces, como hoy, me dan ganas de matarte. Pero en la forma normal” confiesa, sintiendo un rubor subiendo por su rostro plano.

Enid parpadea, totalmente sorprendida.

Si mal no recuerda, ya han pasado por esto antes y se supone que por ser mejores amigas, cercanas, Wednesday no la amenazaría.

Repasa el testamento, intentando encontrar un significado más coherente, pero su cerebro recién despierto solo puede brindarle es Wednesday, no hay ningún respaldo en su amenaza inusualmente temprana.

“Espera” entonces dice, un poco sudorosa “¿La forma normal?” cuestiona, deslizándose con sutileza al baño.

“Sí” afirma la pelinegra sin dejar de mirarla “la forma normal” repite con más seguridad, más firmeza en su palabra.

Enid traga con nerviosismo y asiente, solo para aliviar la tensión en sus hombros. “Ok, ok, genial, genial“ y está sumamente agradecida de tener la velocidad de hombre lobo, corriendo hasta el baño para encerrarse a sobrepensar.

Wednesday sigue su caminata con incertidumbre. Es el mejor cumplido que se la ha ocurrido como primer día, ¿tal vez debe ser más directa?

Asintiendo en su soledad, empieza a recoger sus libros de texto para hoy.

Aún hay mucho por hacer.


Día 2: Regalo de cortejo.

Al parecer, hay distintas maneras de dar a entender que Wednesday está cortejando a Enid en la cultura de los hombres lobo.

Investigó hasta el primer registro de cortejo entre lobos en la historia y a pesar de saber que quizá Enid esté desactualizada de la historia de su raza, Wednesday emprende el largo camino de hacerlo moderno.

“Algo con mi olor” repite musitando, mirando su máquina de escribir para evitar rascarse por el suéter colorido de talla grande que compró especialmente para su roommate, aka la razón por la que moriría de amor, tanto rechazada como correspondida.

Como no tiene las glándulas odíferas de hombre lobo, Google dijo algo sobre usarlo por mucho tiempo para impregnar su olor, el cual sería captado por vampiros y otros hombres lobo.

Thing está descansando en la cama de Enid, cansado por las idas y vueltas de Wednesday en conseguir un regalo adecuado. Probó distintas prendas, tocó varias gemas, observó varios accesorios y definitivamente recorrió todo Jericó para conseguir este suéter.

Wednesday lo odia, pero sabe que Enid lo amará.

Si no, realmente sería una pérdida de tiempo haber estado sentada con esta tela de colores nauseabundos para ser rechazada. Si no malentiende, para este paso Enid debería tener idea sobre qué está pasando.

Hoy Wednesday sería o rechazada o correspondida.

Ella definitivamente no está nerviosa, es una Addams, no necesita del amor, simplemente quiere saber si morirá joven o no.

Contar sus días puede pegarse a su rutina matutina. Si ya ha hecho cambios significantes, seguramente a Enid no le importe.

Y hablando del demonio. Enid Sinclair abre y cierra la puerta con su misma euforia de siempre, dando brinquitos hasta su cama.

“Enid” interrumpe Wednesday, tomándose su tiempo para pararse. “Te he estado esperando, tengo un obsequio para ti” anuncia sin mirarla.

Enid se gira sobre sus talones, aún con su cegadora sonrisa. “¡Oh, Wedns! ¡No hacía falta!” chilla, mirándola expectante.

Wednesday entonces empieza a retirar el suéter rosado con cuidado, sintiendo alivio mientras sus pulmones son capaces de inhalar oxígeno nuevamente. “Ten” extiende la prenda aún no teniendo contacto visual.

“¡Gracias, Wedns!” y Enid lo agarra, sin detenerse a inspeccionarlo. Ella sabe que es un suéter nada más, ¿qué más puede hacer con él si no es usarlo? Sigue con sus brincos, dirigiéndose a su armario para guardarlo. “¡Es tan lindo!” sigue agradeciendo, sin notar la ansiedad de Wednesday.

“…” inhala con suavidad “¿Alguna vez quisiste poner tus manos en las mejillas de alguien, mirarlo a los ojos y luego sacudirle la cabeza violentamente hasta romperle el cuello?” chamuya, clavando sus ojos en la espalda ancha.

Enid hace una pausa, girándose con duda. “… Eso dio un giro inesperado” contesta, frunciendo el ceño.

Thing, que ha esperado todo el día por esta interacción, agrega “Así hizo el cuello” con burla, tirándose boca arriba sobre la almohada. Enid reprime una risita.

“Tienes razón, Thing. ¡Oh! ¡Definitivamente debes probar mi nuevo pintauñas!” exclama y centra su atención en su mejor amigo, que mueve su palma como si estuviera chillando con ella.

Wednesday entrecierra los ojos confundida, mas decide dejarlo pasar. Tal vez Enid prefiera hablarle a solas, sin esta mano entrometida.


Día 3: Halago.

La web repite varias veces que a todos nos gustan los halagos. Wednesday, siendo ella, nunca ha hecho halagos comunes, si entiendes su manera de ser, bien; si no, entonces te pierdes de su cariño.

Thing mismo es testigo del gay panic reciente en Wednesday. Él ha estado cuando Gomez cayó en cuenta que Morticia era su destinada, repetir la secuencia con su primer primogénita es una historia diferente. Él solo sabe que Wednesday Addams podrá sobrepasar la cursilería misma de Gomez Addams.

Espió sobre su hombro esta mañana mientras se hacía el dormido. Ayer se había quedado en duda, de alguna manera conociendo lo que Wednesday hacía. Thing no quiere meterse, aunque sabe lo ingenua que suele ser Enid y que si no se lo dicen directamente, no llega a entender.

Con lentitud, golpea en el escritorio “Vas allí y dile que crees que es linda. ¿Qué es lo peor que puede pasar?” Intenta sonar como apoyo, cerrando su palma en un puño y moviéndolo con entusiasmo.

“¡Ella podía oírme!” opone Wednesday, cerrando sus propios puños. “Debe haber otra manera. Ayúdame aquí, Thing” se queja, mirándolo con dagas.

Él levanta el pulgar con emoción. “¡Siempre estoy dispuesto a ayudar! Hace tanto tiempo que no participo en el cortejo Addams, ¡TAN EMOCIONANTE!”

“Seguramente sea tu última vez, porque Pugsley claramente carece de encanto.”

Si Thing pudiera reírse, estallaría en sonoras carcajadas. En cambio, se conforma golpeando repetidamente la mesa para hacerle saber que en efecto, ella tiene razón.

“Ahora, ¿cómo te ayudo si no me das una introducción a esto? ¿Cómo supiste que te has enamorado de ella antes que yo?” pregunta un poco ofendido, es él quien se da cuenta de las cosas antes que Wednesday.

Wednesday permanece callada, sabiendo exactamente en qué momento ocurrió.

(En el Día del Contacto, Wednesday piensa para sí misma, reflexionando. ‘Mi futura pareja debe ser inteligente, imperturbable incluso ante la mayoría de las cosas inquietantes, y capaz en todas las formas posibles—'

Enid, a quien no ha visto desde la noche porque estaba horneando una ofrenda, tropieza y cae con una bandeja de pastelitos en sus manos

…y luego comienza a sollozar durante treinta minutos por su trabajo tirado al suelo literalmente. Yoko se queda a su lado, riéndose en voz baja mientras le da palmaditas en la espalda.

El cerebro de Wednesday inmediatamete hace clic. ‘Aquella. Esa es la que quiero.’)

“Su nueva capacidad de transformarse en una bestia es encantadora” declara, tampoco tan ajeno a la verdadera razón.

“¿Y qué planeas decirle?”

“Buena pregunta, Thing” hace una breve pausa “nada.”

Thing tira hacia atrás de su palma como si hubiera recibido un jumpscare de Foxy en Five Nights At Freddy’s 2.

“¿Y cómo crees que actuará si no le dices nada?”

“Querido Thing, los ojos son la ventana del alma. Con que hagamos contacto visual bastará para que sepa lo mal que me tiene colgando de sus manos como la sangre de su enemigo” responde, un brillo asomándose en su mirada imperturbable.

Una horas después, cuando Enid finalmente se encuentra acostada en su cama riéndose de algo en su teléfono móvil, Wednesday decide atacar.

“Sabes, Enid,” empieza, captando la atención contraria con un tarareo “tú eres el sol en mi vida.”

Enid entonces parpadea, alzando la mirada y sonríe pícara. “¿Por qué? ¿Porque estoy caliente?” bromea.

“No, porque me duelen los ojos al verte, no soporto mirarte” grazna, encontrando interesante limpiar las pelusitas inexistentes de su buzo para dormir.

La chica rubia hace un sonido de ahorcamiento, exagerando su jadeo. “¡Oh dios! ¡Eres tan romántica, Wednesday Addams! Dame un anillo que me caso contigo en este instante” replica con sarcasmo, dejando caer el móvil para llevar su dorso de la mano en su frente, cerrando los ojos abruptamente.

Wednesday abre la boca, queriendo responderle que sí puede casarse con ella cuando quiera porque es Addams

… pero se encuentra muda mientras más prolongada su mirada es. Nota las pecas en todo su rostro blanquecino, sus labios rojos, su pequeña nariz, la forma en que el cabello se le pega a la frente y ni hablar de esos ojos nunca antes había encontrado interesante los colores animados hasta ahora.

Entonces, sin ser vista, esboza una pequeña sonrisa fantasmal. ‘Sí, sí quiero casarme contigo.’


Día 4: pasar tempo de calidad juntas.

Eso no es difícil, decide, porque son compañeras de cuarto, pasan la mayor parte del día compartiendo.

Es sábado, hoy se supone que Enid se quedará a estudiar para un examen. Es el mejor momento para atacar.

“Enid” ella llama “permíteme ayudarte a estudiar” dice, porque Wednesday Addams no ofrece ni suplica… “por favor.”

Enid la mira con una ceja arqueada. “¡Por supuesto! No hace falta que me pidas, sabes el desastre que soy cuando se trata de exámenes” asiente ella, palmeando el espacio menos colorido en su cama.

Pero a Wednesday ha dejado de importarle el color, las ganas de reventarse los ojos ya no es necesaria. Es Enid. Nada que haga la pondrá en peligro, para su desgracia.

Pasando sus propios apuntes, Wednesday se acomoda como puede a su lado. Si sus rodillas se rozan, ninguna comenta al respecto. Si sus manos se llegan a tocar por accidente, no hay necesidad de disculparse.

La sesión de estudio va bien. Wednesday explica de manera que pueda entender todos los conceptos de repaso, Enid repite y va cuestionando una y otra vez si está bien.

Cuando culmina la hora para salir a cenar, Enid como costumbre agarra a Wednesday por la cintura, un abrazo en agradecimiento por la paciencia que tuvo con ella. Wednesday duda, levantando las manos para rodear sus hombros, sin embargo, se detiene a medio camino vacilante.

“¿Qué es esto?” pregunta suavemente y odia qie este tono está reservado únicamente para Enid Sinclair.

“¡Se llama afecto!” replica la rubia con euforia, meciéndola con lentitud.

“Asqueroso” comenta Wednesday sin alguna expresión facial que pueda delatar su corazón palpitante.

Enid parece recordarlo, está a punto de dejarla ir, porque es Enid y si Wednesday dice que no, no insiste, sino que respeta su decisión y…

“¿Quién te dijo que pararas?” detiene Wednesday, agarrando su brazo izquierdo que intentó desenvolver su cintura. “… Hazlo de nuevo” anima, dejando caer su rostro avergonzado en el hombro de Enid, quien nuevamente chilla como siempre.

“¡Lo siento, pensé que querías que te soltara!” Enid se excusa con lo obvio, apretando su agarre como sabe que le gusta.

El tiempo que pasan abrazadas no importaba, se siente cómodo, reconfortante, como casa.

“No te atrevas a contar a una sola alma…”

“… porque arrancarás las cabezas de mis unicornios de colección y pintarás mi lado de la habitación de negro…” interrumpe Enid tratando de imitar su tono monótono.

“… porque nadie te creerá y claramente, no te ayudaré a salir de tu fase de psicosis.”

Enid ríe.


Día 5: sé directa. Ve al grano con tus sentimientos.

Ha llegado el último día.

Wednesday da vueltas y vueltas y vueltas cerca de la ventana. Siendo honesta, no tiene ningún plan para su declaración.

Según leyó, lo espontáneo la hará ver más… realista, con más sinceridad que si repasa palabra por palabra mentalmente.

Y está tratando mucho en no sobrepensar, ella es una Addams, no puede no aceptar un reto.

Como hace pocas horas,

(“He dejado señales de que me gusta” frunce el ceño Wednesday, mirando mal a Thing.

Y Enid entra, a punto de hablar cuando Wednesday interrumpe declarando: “te odio.”

Si Thing pudiera hacer un face palm, lo haría.)

Pero ahora no tiene idea de qué hacer. Nunca antes ha estado enamorada y realmente no tiene experiencia en este sentimiento.

Como es de esperarse, buscó por horas consejos y tutoriales para declararse. Claro, nadie específica que si eres un Addams, el rechazo o silencio te matará rápidamente como el veneno.

Con anticipación, le ha pedido a Thing que se retirara una vez termine con la decoración y vaya a llamar a Enid. Por la tarde-noche, es su única oportunidad para declararse.

Los nervios no suelen presentarse en ella, es raro tener la piel de gallina y el corazón golpeando fuertemente en su pecho, como si en cualquier momento rompería sus costillas para salir del caparazón.

El balcón está reservado para esta noche. Thing hace movimientos ágiles mientras deja descansar la partitura de esta noche, una mesa y su violonchelo acompañan la velada. Wednesday ha hecho arreglos para que en aproximadamente diez minutos venga el buffet reservado para el gran apetito de hombre lobo y vegetariano para ella misma.

Mientras se apoya en la barandilla de piedra fría, piensa cómo su vida cambió desde que está en Nevermore. Maldice a Enid en Italiano, porque por su culpa sucumbió a la maldición familiar y ahora tendrá que esperar a su muerte prematura sin terminar la trilogía de Viper.

Asombroso, en serio.

Pasan los minutos que se sienten pesados, como si fueran horas hasta que llega el personal con la comida modo festín. Cuando entra a la habitación, su cuerpo se rige ante la calefactor y decide simplemente ignorarlos, abriendo la puerta.

No saluda, no despide. Se queda trabada.

¿Tan horrible es el momento de confesión? Para su suerte, no tendrá que volver a pasar por esto nunca más.

Sabe que Thing se retiró, porque ya no siente la presencia de nadie. Siente que con cada tic, tac del reloj su corazón se acelera de sobremanera.

Es el vívido recordatorio de cómo perderá ka dignidad, su reputación, por hacer esto. Estira los dedos, buscando el consuelo en pensar en las cuerdas del violonchelos, la canción que ha ensayado de vuelta en casa.

Pasa el tiempo. Vuelve a la realidad cuando escucha pasos acercándose y solo hay una persona que vendrá hoy…

Enid.

Traga con dificultad, girando sobre sus talones y regresando a la abrasadora frialdad del cielo. Solo la luna sabe cuán abierto está su corazón que en nada será servido en bandeja.

- - -

Mientras Enid aplaude ante el show especialmente reservado para ella, Wednesday se permite absorber por los ojos la fascinante vista del hombre lobo vestida de ropa negra de talla más grande (si es de Tanaka, Wednesday no dice nada porque esta vista es una bendición maldición para sus ojos) y la forma inhumana en que sus ojos brillan.

Y tiene la corazonada de que es el momento. Baja con lentitud su instrumento, por primera vez en su vida sin molestarse en guardarlo en su estuche.

“Enid,” murmura sin aliento “tengo el honor de llamarte acompañante en esta fría noche. Tengo el placer de también compartir espacio contigo, sabiendo que en cualquier momento tus colores me causarán una reacción alérgica. Los momentos que paso contigo son como piezas que van encajando. Tú haces que mi vida tenga sentido, más allá de mi habitual amor por la destruida, tú le pones una pausa para restablecer mi sistema.”

La rubia no pronuncia nada en respuesta, dándole esa mirada desconocida. “Lo que quiero decir, Enid, es que has dejado más que una marca indeleble en mí. Es imperecedero, una huella profunda eternamente aplastada en mi corazón. Porque tú, ma chéri, me haces débil. Con esta velada, te entrego mi corazón y ya no importa el destino, porque si moriré, no hay nada más celestial que morir en tus brazos…” suspira.

“Mi punto es” sus latidos retumban en sus oídos y no sostiene su mirada en los orbes que la miran fijamente “que me gustas de manera romántica. No. Es más que eso. Estoy enamorada de ti, tanto que las palabras son inalcanzables. Si tú me permites, me encargaré de hacértelo saber hasta la tumba cuánto te anhelo, cómo moriría si me lo pidieras, cómo me arrodillaría sin dudarlo por ti. Doy todo o nada por ti, Enid Sinclair.”

La rubia mantiene su mirada inalterable en busca de la suya. La luz tenue hace que se ve imposiblemente hermosa, Wednesday capturaría este momento preciado para tener en mente cuando muera estos meses.

“Eso fue…” empieza Enid y no está segura de estar al alcance de la impecable confesión de Wednesday Addams “no tengo las palabras para este momento, solo tengo tantas ganas de besarte, Wednesday” jadea, parándose de la silla y caminando a su encuentro.

Wednesday se para también, sus ojos inspeccionando este panorama tan soñado. Enid la agarra de la cintura y con una última mirada buscando su consentimiento, estrella sus dulces labios contra los suyos, formando la más hermosa respuesta que Wednesday haya pedido.

Entrelaza sus propios dedos detrás de su cabeza y tira de ella hacia abajo. Enid sonríe, atrayándola como puede, no queriendo que haya lo que se llama espacio personal.

“¡Felicidades! ¡Has logrado conquistar a tu crush!” Thing hace que resuene una voz robótica, arruinando el momento.

Wednesday gruñe, soltando a Enid brevemente para lanzarle un cuchillo que afiló en la mañana al apéndice chusma.

“¡Thing!” se queja entonces Enid, bajando sus brazos y abultando sus labios en protesta. De tantas noches que había soñado con este momento, no podía ser así de arruinado.

Thing esquiva el cuchillo y se pone a trotar por su vida, escondiéndose en el ducto de ventilación.

Wednesday resopla, enfrentándose cara a cara con su amada. Enid. “Mis más sinceras disculpas, no sabía que él sería capaz de perturbar nuestra paz. ¿Te gustaría continuar o lo repetiremos en otra ocasión?”

Enid bufa con la última sugerencia. “Wednesday, te adoro, pero no esperaré más tiempo para besarte y decirte que seas mi novia. Si no quieres continuar, entonces te tomaré como una amiga” amenaza, acercándose a ella nuevamente.

“¿Novia? Bastante informal para el compromiso que tengo en mente, pero ya llegaremos ahí” asiente Wednesday y vuelve a atrapar los labios de cereza de Enid entre los suyos.


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