Muerte
La muerte es algo inevitable en la vida.
A algunas personas les llega antes de lo previsto y a otras mucho después.
Pero llega.
Luego de la separación de BD.
Takeomi trató de ayudar a Masako en todo lo que podía. Ya sea con los gemelos, la casa o tratando de buscar trabajo… todo iba "bien" hasta que pensamientos intrusivos habían vuelto a su mente.
A veces tenía pesadillas donde Bunko aparecía en la casa y terminaba de hacer su "trabajo" con los gemelos y él no podía salvarlos.
Otras eran de que volvía a ser un niño y su madre lo persigue tratando de apuñalarlo.
El trataba de estar bien, pero las pesadillas eran más fuertes y a veces terminaba actuando con un comportamiento desagradable, provocando de esta manera que sus hermanitos comenzaron a distanciarse de él.
Pero todo rebalsó el vaso cuando Masako enfermó gravemente y posteriormente murió…
Porque ese día fue su encuentro fatídico…
Decidió salir a caminar para poder despejarse, sabía que los gemelos estaban bien con Sara.
Entonces, al doblar en una esquina poco transitada, fue que lo vio…
No…
No podía ser el… se supone que estaba en prisión…
Pero…
-Hola hijo…- dice Bunko sonriéndole.
Era el… más viejo obviamente pero a fin de cuentas…
-Tu… ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en prisión?- dice Takeomi retrocediendo un poco.
-Pagaron mi fianza, ¿recuerdas lo que te he dicho de asegurarte "buenas amistades"?-dice el mayor con simpleza y encendiendo un cigarrillo- Hmm ¿quieres?- le extiende la cajetilla.
-Habla de una vez.. ¿Qué mierda quieres?- le contestó con enojo.
-Qué modales son esos…- dice mientras comienza a acercarse a paso lento, Omi retrocedía- Desgraciadamente lo sacaste de tu madre… dios creí que borre todo rastro de esa mujer de ti… aggrr ¿cómo has obtenido esa cicatriz? -una vez tiene acorralado a su hijo, le agarra del mentón y lo obliga a mirarlo.
Bunko sonríe cuando su hijo no hace amago de apartarse o luchar…
Porque en el fondo seguía estando ese niño pequeño que le obedecía en todo.
-S-suel…tame…-le dice mientras comenzaba a temblar.
Se odiaba así mismo… no quiera. No quería parecer débil frente a él.
-Mañana vendré a buscarte, en este mismo lugar a la misma hora… y más te vale venir si no quieres que algo le pase a esa vieja o a los fenómenos esos- le dice mientras con su mano libre sacaba una navaja y le apuntaba con esta al cuello.
Takeomi asintió de manera sumisa… y cuando Bunko se fue…
Comenzó a llorar.
Lloro por la muerte de la que quiso como su madre.
Lloro por miedo.
Lloro porque no quería más muertes de sus seres queridos.