
Lutong x Garcia
Lutong ha dicho innumerables veces que debía de haberse quedado en su tierra natal cuidando su estómago de comidas extrañas y de labores administrativas pero lo cierto es que si le dieran a elegir regresar o quedarse con el señor Garcia, elegiría miles de veces quedarse con él a abandonarlo. Es cierto, en su travesía culinaria ha probado las comidas mas extrañas y malas, como el señor Garcia es una sirena él tiene que recorrer las tierras buscando ingredientes de lo mas extravagante para sus platillos y encima de todo tiene que hacerse cargo de las finanzas que tanto odia pero aun así disfruta pasar tiempo con alguien tan divertido y agradable.
Tampoco puede ignorar el importante detalle que esta enamorado del señor Garcia.
-Prueba esto Lutong.
Lutong sin dudarlo lo hizo y tomando la bebida amarilla se sorprendió al darse cuenta que ese bebida era extremadamente deliciosa y dulce.
-¿Es sidra de manzana?
-Escucha Lutong, tengo algo importante que decirte.
Garcia comenzó a hablar sin responder la pregunta de su compañero. Estaba ligeramente nervioso y miraba sus manos en lugar de observar a Lutong. Lutong por otro lado estaba ocupado tomando la copa de sidra para darle otro sorbo.
-He disfrutado mucho el tiempo que pasamos juntos y me he dado cuenta que eres una persona maravillosa. Cuando nos conocimos mi familia me advirtió que no era bueno confiar ni en humanos ni en la gente de Liyue y aunque estaba nervioso pronto me dí cuenta que eres el hombre mas confiable que conozco y que el aliarme contigo fue la mejor decisión que pude hacer y por eso quería preguntarte si....
Lutong estaba tan relajado bebiendo que no era consciente del discurso en su honor. Tal vez fue por eso que terminó ahogándose con algo metálico dentro de la copa.
Garcia dejó de hablar cuando escuchó el ataque de tos del otro hombre.
-¡Querido Lutong!
Rápidamente le dio golpecitos en la esplada hasta que Lutong escupió algo.
Era un anillo.
Lutong se le quedó viendo anonado y se preguntó desde cuando era comun meterle plata en la comida y si era una costumbre de Mondstad.
-Perdon querido por olvidar decirte que tuvieras cuidado con la copa. Estaba tan nervioso que olvidé eso.
Lutong le dijo que estaba bien y se quedó quieto recuperándose de su ataque de tos. 10 minutos después ya todo había regresado a la normalidad y tanto Garcia como Lutong continuaron con su comida.
-Sobre lo que dije. ¿Aceptas mi propuesta?
Lutong bajó la vista ruborizado. No había prestado atención a lo que dijo por estar bebiendo, tal vez que se ahogara fue su castigo por ser tan malo y egoísta. Al final decidió no pedirle que lo repitiera, no quería hacerlo sentir mal y además sin importar lo que le pidiera siempre diría que si.
-Por supuesto que acepto.
Garcia sonrió emocionado para luego besarlo en los labios.
-Prometo darte la mejor boda.
Ese día Lutong terminó comprometido sin darse cuenta.
Era el hombre más feliz.