
Tirzad x Jebrael
Tirzad sabe que esta actuando como un bastardo. Esta desahogando la tristeza y rabia que siente en su interior tanto por tener que trabajar en el desierto siendo una criatura marina y por regresar al lugar mismo donde fue secuestrado y vendido siendo solo un niño por sus escamas.
Jebrael nunca responde a sus palabras groseras y arrogantes aunque Jeht si lo hace y siempre esta lista para defenderse tanto a ella como a su padre. Tirzad no puede evitar pensar que si tan solo hubiera tenido una pizca de la valentía que tiene esa chica entonces tal vez se hubiera podido defender cuando era niño y no hubiera sido secuestrado.
El viaje probablemente hubiera acabado mas rápido y con malos resultados si no hubiera sido por la llegada de dos niñas de apariencia extraña. Gracias a ellas pudieron avanzar mucho en la investigación... y tal vez ellas ayudaron a que Tirzad no fuera asesinado por Jeht.
El único problema con su presencia era que ella y Jeht pasaban mucho tiempo juntas. Era común que Jeht se llevara a Lumine a pasear y en general a hacer cosas juntas las dos lo cual no tenía nada de malo, excepto que eso provocaba que se quedara solo con Jebrael. El hombre era intimidante y muy callado y Tirzad sentía que podía matarlo con un solo golpe de su dedo. Para distraerse de esos momento de incomodidad y tensión tomaba una botella de alcohol y ahogaba todo en ese liquido. Sabía que eso era algo malo y había leído muchos artículos en la academia que explicaban lo peligroso del abuso del alcohol pero eso no le importaba en ese momento.
-¿Sabes que Jeht esta enamorada de Lumine?
Esa vez había bebido demasiado y en vez de quedarse en silencio como siempre lo hacía decidió sacar conversación.
-Lo se.
Como siempre Jebrael no permitía que la conversación fluyera. Tirzad tomó otro sorbo de la botella y siguió hablando. Si no lo mataba tanto alcohol entonces Jebrael lo mataría.
-Es muy obvio. La adora. Creo que Lumine también la quiere. Ambas estan dispuestas a defender a la otra. Debe ser lindo.
Tirzad no era muy consciente de lo que estaba diciendo, se sentía mareado y al hablar había largas pausas.
-Debe ser lindo contar con alguien asi. Yo no creo en el amor, antes si pero cuando tus parejas se sientes asqueados por que eres mitad pez o quieren usarte como investigación entonces dejas de creer en el amor.
Jebrael lo miró con tristeza. Sabía que Tirzad solo le contaba eso porque estaba borracho y aunque al principio que comenzó a hablar quería fingir que no lo escuchaba para que no se sintiera avergonzado al respecto cuando estuviera sobrio eso ya no era una opción. No podía ignorar a un hombre que sufría.
-El amor si existe. Hay quienes manchan su nombre con fines egoístas pero eso no significa que el amor este muerto. Hay muchas personas que dicen amar para luego rechazarte o intentar encadenarte pero también hay muchas mas que están dispuestas a hacerte feliz.
Tirzad se sintió un poco avergonzado. Durante años había dicho que las personas del desierto eran ignorantes pero ahora se daba cuenta que en realidad el ignorante siempre fue el. Sufrió mucho por los prejuicios y sin embargo quien juzgaba a los demás sin parar era el.
Al día siguiente el ambiente era diferente.
-Paimon cree que esto es incómodo.
Lumine le hizo una seña que hablara mas bajo.
-Sabes, creo que Paimon tiene razón. Tirzad esta muy silencioso y dócil hoy. Pensé que era por la migraña pero incluso mi padre se ve distinto. ¿Crees que pelearon anoche?
-Si hubieran peleado Tirzad ya estaría muerto.
Jeht sonrió orgullosa al escuchar las palabras de Lumine e incluso se paró mas recta.
-Es cierto. Mi papá es muy fuerte.
Las tres chicas siguieron hablando mientras que atrás de ellas estaban los dos hombres. Tirzad se aclaró la garganta.
-Pido perdón por como me he portado los últimos días. Estaba enojado y triste y me desquité contigo.
Jebrael asintió con la cabeza.
-No pasa nada.
El resto del trayecto fue tranquilo y hasta se podría decir que agradable.
Los días restantes se sintieron rápidos y lentos al mismo tiempo.
Fueron atacados y Jebrael casi pierde la vida pero fue salvado tanto por Lumine quien lo salvó de las ruinas y luego por Tirzad, quien lo ayudó a sanar de sus heridas con lagrimas de sirenas. Cuando fue niño fue torturado para que salieran sus lagrimas y usarse como medicinas y aunque se prometió que nunca volvería a llorar y dejar que alguien usara sus lagrimas esa vez rompió su promesa y lo volvería a hacer. No iba a dejar que Jebrael muriera.
-Ya estoy listo.
-¿Qué es lo que vas a investigar esta vez?
Tirzad se rió.
-Nada esta vez. Mi tesis fue aprobada y ahora tengo un año sabático y quería simplemente visitar el mar. ¿Aceptas mi propuesta que seas mi guía? Prometo pagar bien y no ser un bastardo.
Jebrael sonrió por primera vez.
-Con gusto.
EXTRA
Cuando Lumine se acercó A katheryne no esperaba que hubiera una carta esperándola.
Querida Lumine
Te extraño mucho y pienso en ti a diario. Aunque no soy alguien de escribir cartas esta vez lo hago porque necesito tu ayuda. Es muy incómodo este viaje, creo que mi papá y Tirzas están enamorados y es muy extraño estar en su presencia. Incluso una vez sorprendí a Tirzad dándole de comer en la boca a mi padre y mi padre sonreía. A este paso voy a morir y por eso quería pedirte que si estas libre quisiera que nos acompañaras en este recorrido, estando contigo es la única manera en la cual voy a poder sobrevivir este infierno.
Con cariño, tu Jeht.
Lumine sonrió al ver la carta.
-Vamos Paimon, tenemos una nueva misión.
Paimón flotó detrás de ella mientras aguantaba las ganas de llorar. Primero tuvo que soportar a Jeht y Lumine y ahora tiene también que soportar a Tirzad y Jebrael. Paimon se sintió la criatura mas desafortunada de toda Teyvat.