
Beidou x Ningguang
Beidou esperaba muchas cosas al regresar a casa. Esperaba a su esposa enojada con ella porque su viaje por el mar debía de haber durado tres meses pero en su lugar llegó un año después o tal vez que por lo mucho que la extrañó iba a ser muy cariñosa con ella.
En su lugar cuando llegó la vio cargando con cariño un bebe. Era idéntico a ella con su cabello blanco por lo que entendió rapidamente que era su hijo. Los celos la invadieron al creer que en su ausencia fue olvidada y remplazada. El bebe tenía un mechón de cabello rojo y Beidou trató de pensar en alguna mujer pelirroja que pudiera ser la otra madre pero era un color tan único y poco común. Cambio su aleta por unas piernas y salió del agua, dispuesta a recibir una explicación.
Cuando la vio, Ningguang le dijo algo rápido a sus asistentes y se acercó a ella, cargando al bebe en brazos. Antes que pudiera abrir la boca Ningguang tomó su cara y analizó el estado en el cual estaba y luego miró su cuerpo, buscando heridas. Al ver que estaba bien suspiró aliviada y la abrazó.
-Querida, no sabes lo preocupada que estaba que tu viaje durara mas de lo esperado. Aunque recibía tus cartas estaba aterrada que pudieras estar en mal estado y sufriendo.
Beidou quedo callada, la preocupación y cariño de Ningguang eran auténticos pero si tan importante era para ella ¿por qué el bebe? Ningguang no tenía más familia y no podía ser su sobrino o hermano.
Al notar la seriedad de su esposa, Ningguang le explicó.
-Beidou, te presentó a Kazuha. Kazuha, te presentó a tu mami.
El pequeño no se movió, muy joven para entender lo que pasaba pero Beidou si comprendía. Ese era su hijo y cuando ella estuvo fuera navegando los mares Ningguang pasó su embarazo y parto sola.
-Me enteré un mes después que te fueras y aunque quería decirte pero no tenía manera alguna porque nunca estabas en un solo lugar. ¿Quieres cargarlo?
Beidou asintió y tomó a su hijo entre brazos. Era tan pequeño y lindo y se veía tan delicado. Tenía miedo de usar demasiada fuerza y lastimarlo.
-Amor, lo lamento. Si hubiera sabido hubiera regresado enseguida.
-Lo se. No tienes que disculparte, no hiciste nada malo. Además, no he tenido problemas con él. Es tan buen portado, me causas mas problemas tu que él.
Beidou rió y besó a su hijo en la frente.
-Se parece tanto a ti. Hasta dudo si es mio.
Ningguang le dio un leve golpe al escuchar su broma vulgar.
-Le encanta el mar y seguido lo traigo a escuchar el sonido de las olas. Estoy segura que en cuanto crezca va a seguirte en el barco todo el día.
Beidou sonrió al imaginar eso.
-Pero si llega a convertirse en un alcohólico como tu, juro que me voy a divorciar.
Beidou rió y prometió no dejar que Kazuha tocara la bebida.